domingo, 31 de julio de 2016

Entrevista semanario Voces al Diputado de Unidad Popular Eduardo Rugio 26 de Julio 2016



Compartimos la entrevista publicada en el semanario Voces, 28 de julio de 2016
EDUARDO RUBIO DIPUTADO DE LA UNIDAD POPULAR
ME QUEDO CON LA DEMOCRACIA CUBANA
Por Jorge Lauro y Alfredo García / Fotos Rodrigo López

Es la única bancada unipersonal y vive al palo, pero aceptó gustoso y se hizo un tiempo para charlar con nosotros. Tiene el dudoso privilegio dé ser un forúnculo para el Frente Amplio y un ser extraterrestre para algunos políticos de los partidos tradicionales por sus posturas radicales. El lugar en la cámara de diputados para su grupo político es la muestra de que la permanencia y el esfuerzo logran su recompensa. Atrévase a leer la entrevista para ver cuantas discrepancias tiene con Eduardo Rubio.

Es la primera vez que estás en el Parlamento.
No, ya había estado, como diputado suplente de Sendic.

Esos son galones. ¿Te animas a decirlo, todavía?

Y cómo no me voy a animar. La verdad de la historia no se arregla borrando la foto.

¿Cuáles son las diferencias que encontrás entre tener la tribuna parlamentaria y lo que era el trabajo desde el llano?

Hay una diferencia cualitativa. Primero porque estás en el debate de la política misma del Uruguay. Incidimos. ¿Qué quiere decir "incidir"? ¿Qué podamos aprobar las leyes que presentamos? Bueno conseguimos aprobar un proyecto de ley: el de postergar la excedencia de los trabajadores de AFE por un año. A fin de año, en Diputados, habíamos ganado esa votación y después el Frente Amplio, en el Senado, Agazzi, la enterró. Y lo vamos a pagar caro, porque ahora estamos haciendo malabares con la privatizada del transporte ferroviario, que está perdiendo más que toda AFE junta. Después, cuando nosotros intervenimos en temas concretos, como ahora en la rendición de cuentas, si no estuviera Unidad Popular cuestionando el recorte de la educación, creo que no habría tanto debate interno en el Frente Amplio. Aquellos que piensan en un camino similar al que pensamos nosotros pero que están atados por una estructura, también tienen obligaciones para con una masa que no pueden desatender, cuando hay alguien que está reivindicando esas cosas. Eso es incidir en política, como cuando colocamos temas como el de Haití, en el que la última votación para el envío de tropas tuvo nueve votos en contra en Diputados. Estoy convencido que la que viene va a tener mucho más en contra. Y eso es incidir en política, pero nuetra incidencia será real en la medida en que haya pueblo movilizado, porque es eso lo que determina la lucha. Ahora, no es lo mismo pueblo organizado con parlamentarios que sin ellos. Eso es un cambio. Otro cambio es el acceso a la prensa.

¿Te dan bola?

Proporcionalmente, pero antes no existíamos. Hoy estamos y también generamos hechos políticos que ameritan que nos tengan en cuenta. Y somos una voz distinta. El otro día me llamaban de la cadena de radio del interior, para hablar sobre la nueva planta de celulosa. "Lo llamo porque usted siempre me da insumos" (risas). Les doy elementos para por lo menos contraponerlos a otras opiniones. Ha habido un cambio cualitativo, no pensé que la actividad que íbamos a tener iba a ser tan intensa. Nos desbordó. No podemos dar respuestas a todo lo que llega.

¿Fijaron áreas prioritarias de trabajo?

Intentamos. Nunca pensamos en meternos en el tema de los ciegos, y sale lo del Cachón. ¿Cómo haces para no estar allí? Cuando además vienen a planteártelo. Nosotros no le mentimos a nadie: nuestro poder está en la denuncia, en la propuesta y en abrir caminos. Si a mí me dicen que la solución para el problema de los usuarios del Cachón puede salir de la bancada del Frente Amplio y que no aparezcamos nosotros, nos borramos. Sigo sin entender. ¿Por qué Marina Arismendi los quiere sacar de ahí? Y hablo con los legisladores del Frente y tampoco lo entienden. Pero bueno, habíamos fijado obviamente el tema de los trabajadores, de la soberanía, el tema medioambiental, y estamos en la comisión de vivienda. Pero a la larga, acá llega todo. Y cuando viene una delegación de gente que te trae un problema, si podes hacer algo, no podes decir que no. En el tema medioambiente, solamente el 10% de lo que la gente vive sale a la luz pública. Realmente a veces te angustia, porque parece que no se toma conciencia de que es un tema que nos trasciende a todos.
Lo medioambiental, ¿con quién se articula mejor entre las otras fuerzas polítícas?
Hay gente preocupada en todas las fuerzas políticas. Y nosotros buscamos sumar fuerzas. Carol Aviaga es una persona que especialmente se ha preocupado por este tema. También en el Frente podes encontrar alguno preocupado por el tema. En el Partido Colorado el otro día Verri agarró el tema del fracking. En todos lados hay gente, pero, ¿cuál es el problema? Que el tema de la defensa del medio ambiente y los recursos naturales está estrechamente vinculado al modelo de sociedad que vos defendés. Si vos no rompes con el modelo que defienden las multinacionales, vas a estar arreglando jardincitos pero de cualquier manera vas a estar rompiendo el medio ambiente. Hay que tener claro que cambiamos el modelo productivo o no tenemos salida.
En la propuesta de reforma constitucional que circula en el Frente estaba el poner en la Constitución la defensa del medio ambiente.
Claro, sí, pero hoy tenemos leyes, tenemos un ministerio. Y si vos decís que hay que defender el medio ambiente pero que vengan las plantas de celulosa y llenarnos de eucaliptos el país, entonces tendrían que poner en la Constitución de qué forma lo van a defender. La Constitución dice que todo ciudadano de la República tiene derecho a una vivienda digna. ¿Y? Mientras la vivienda siga siendo una mercancía, va a haber mucha gente sin vivienda digna. Ese es el fondo de la contradicción. A todo lo que implique mitigar el daño que se está haciendo, yo me subo. Hay un proyecto de ley que lo redactó Gerardo Amarilla, blanco herrerista, que plantea la prohibición del uso del fracking en todo el territorio nacional y en cualquier lugar donde haya una empresa del Estado uruguayo trabajando. Y lo firmarnos quince legisladores. No es la solución a todo el problema medioambiental, pero es una medida muy importante.
Y de gran previsión.
Yo espero que avance porque en la reunión con Vázquez sobre el tema petróleo hice dos preguntas, una específica: "Usted, doctor, en Paysandú dijo que estaba en contra del fracking. ¿Su gobierno mantiene esa posición?" "Sí." "Bueno, vamos a aprobar esta ley, porque después su gobierno se va." Y como ahora está la onda del petróleo... Del que todavía no apareció ni una gota, pero van seguir con las perforaciones.
Fue uno de los grandes motores de Sendic cuando estaba en Unidad Popular. La convicción del petróleo.
Ya se había ido. Fue cuando estaba en ANCAP. Puede ser que haya, el tema es si es explotable, y si hay que sacarlo con fracking. Si además está en el mar y vos vas a hacer una perforación a profundidades nunca hechas antes, que implica un riesgo tremendo, obviamente por falta de conocimiento y porque es una tecnología que se está probando. Hay que preguntarse por la ecuación entre ganancia y pérdida, en la que no va solamente la plata que hace la petrolera, sino la vida del país. ¿Te sirve o no te sirve? Sobre el tema medioambiental, en todos los partidos encuentras inquietudes. Nosotros partimos de la base de que si no rompemos con este modelo productivo que es el del agronegocio y del extractivismo violento, etapa actual del imperialismo, difícilmente podamos salvar nuestros recursos naturales. Lo dicen los científicos y la gente de la Facultad de Ciencias: hoy en Uruguay no queda curso de agua sin contaminar. Si eso no nos prende las luces rojas... Es brutal.

Y eso es por los herbicidas, los tambos...

También, el feedlot. Hay un proceso acumulativo que está explicado por el boom del agronegocio. Cuando llegan las multinacionales y te llenan de eucaliptos, de soja, glifosato y los fosfatos, que echan hasta demás…
Qué pasa, esto es un negocio atado: te traes las semillas, los fertilizantes, el herbicida, y cuanto más uses, mejor. Y a veces no tiene ni que ver con el nivel de productividad. Y cuando tenés un gobierno que te deja plantar hasta las orillas de las lagunas y los ríos, cuando la Facultad de Ciencias dice que el límite que hay que respetar es el de la inundación más grande que haya habido, para salvar la cuenca y el curso de agua. Vos miras las fotos que hasta el propio gobierno ha sacado y ves que han talado todo. Yo vengo de Carmelo: están talando monte indígena sobre el Arroyo de las Vacas. ¡La Laguna de Castillos! Se llenó de cianobacterias. Un conocido industrial compró campos allí, pasando 19 de abril, y agarró y dijo: "Quemen todo esto con herbicida, para plantar." Y me contaban que con una avioneta recorrían y veían unas manchas verdes, islas de ceibos. Mandó talar todo, y después plantó. Ahora cuando llueve eso va todo para la Laguna de Castillos, y ahí pierde el que pesca camarón, y pierde la humanidad. Y después te dicen que no, que no pasa nada, que siempre fue así. Lo mismo dijeron cuando arrancaron con la revolución industrial. Y después tenemos el agujero de ozono, el calentamiento global. El tema ambiental es clave, y tiene una tremenda implicancia con la concepción de sociedad que uno tiene, y con qué modelo de producción se defiende. En la izquierda en que nosotros aprendimos a militar, esta visión nos faltaba. Hoy no puede haber un planteo de izquierda que no contenga el tema ambiental y los recursos naturales.

Vos defendés al proceso chavista.
Sí.
Y simpatizabas con el kirchnerismo.
Lo que siempre dije del kirchnerismo es que nunca se definieron de izquierda y que nunca lo vimos como un gobierno de izquierda, sino como un gobierno nacional, burgués, peronista.

Eso es toda una definición.
Seguro. Desde ese ángulo hicieron cosas mucho más a la izquierda que las que hizo el gobierno del Frente Amplio, que era de izquierda, antiimperialista. Solamente en Derechos Humanos: chapeau. En algunas cosas, como en la derogación de las AFAP... Y no se vino Argentina abajo, que es lo que les digo a esta gente: el problema de Argentina no es porque derogaron las AFAP. Ni esperaba ni le exigía al kirchnerismo lo que le tenía que exigir al Frente Amplio y al PT en Brasil. Son dos ámbitos distintos. A quien no se planteó hacer la revolución y construir el socialismo, no le puedo pedir revolución y socialismo. Como dijiste, "peronismo" ya es una definición en sí misma. El otro día me dieron un dato de Perón que me asombró, de su última etapa, cuando se establece el reparto de la riqueza y cuánto va para el trabajador, cuánto para el capital y cuánto para el Estado, y donde los trabajadores llegaron a apropiarse del 50% de la riqueza producida. En Uruguay, antes de la dictadura, andábamos en el 40%. Hoy estamos en el 26, 27%. Un poquito por arriba de lo que era antes de la crisis del 2002. Eso habla de la falacia que es decir que este gobierno distribuyó la riqueza.

izo una distribución acotada.
No de la riqueza.
La acotó a determinados sectores.
Claro. El Estado disminuyó cierta parte de lo que participaba, el capital se afirmó y los trabajadores crecieron hasta donde crecieron. El otro día me contaban que en una charla que hubo en COFE, el economista Elias, que es del Frente Amplio, planteó una cosa que es interesante y que yo no había pensado: la distribución del ingreso no se hizo afectando al capital sino que fue distanciando la distribución entre los trabajadores. Cuando ves que hay quinientos mil trabajadores que están debajo de quince mil pesos, a ellos no les tocó la distribución. Es una visión interesante.
¿Coincide con la visión de esos trabajadores, que después terminan votando el Frente Amplio?
No. Yo tengo sesenta y tres años. Estaba en una izquierda que peleaba por la justicia social, por los trabajadores, con sindicatos fortísimos, que se adherían a los sindicatos clasistas y votaban al Partido Colorado. O sea, los procesos de generación de conciencia no son lineales y llevan un tiempo. El Frente Amplio construyó, sin duda, una adhesión y una esperanza muy grande en las masas del Uruguay. La crisis del 2002 fue un detonante. ¿Con quién se puede comparar un trabajador que hoy tenga cuarenta y cinco años y que en el 2002 estaba arrancando a laburar y le sacaron la mitad del salario y hoy recuperó esa mitad? Siente que el Frente le dio la mitad de ese salario que le habían robado. Es un razonamiento claro. El tema es que con el tiempo, cuando lo que hiciste en un momento de auge fue recuperar aquello que se había perdido, sin tocar a los que se llevan la del león, cuando vuelve la crisis y no cambiaste esa estructura de distribución de la riqueza, aparece de vuelta esa contradicción. Es lo que está pasando ahora. Cuando viene Markarian con indignación y te dice que del 100% que pidió le dieron el 30% y que ese 30% ahora se lo sacan... Y está hablando un hombre que es del Frente.
¿Los únicos de izquierda son ustedes?
No, hay muchísima gente de izquierda en el Frente Amplio. La diferencia es que vos podes ser de izquierda y estar en el Frente Amplio, y eso lo podes afirmar, practicar y decir, lo que no podes afirmar es que el Frente Amplio lleva adelante una política de izquierda. Esa es la diferencia.
En algunos casos se puede discutir.
Yo lo afirmo. El Frente Amplio, como gobierno, no tuvo una política de izquierda. Y mira la concentración de la tierra, mira la distribución de la riqueza, mira las relaciones con el imperialismo. Mira lo que quieras. Cuando yo leo algunas declaraciones que dicen que el FONASA es la gran conquista de los trabajadores en derechos de salud, es la mentira más grande que se puede decir en este momento.
¿Por qué?
Porque el FONASA es la consolidación de la salud como mercancía. El planteo histórico de la izquierda era un sistema nacional, estatal y único de salud: el Estado garantizando ese derecho humano esencial, sin costo. Y hoy lo que nosotros vemos es que el Estado sigue poniendo más plata cada año para que las mutualistas o las empresas médicas sigan ganando dinero con la salud que le mal brindan a la gente. Lo que se hizo fue universalizar el uso de la mutualista.
Alguno lo ve como una privatización.
Es que es una privatización total de la salud. Yo me atiendo en Salud Pública. Acá tengo un sueldazo. ¿A dónde va? A ASSE. Y yo estaba contentazo: por lo menos meto unos mangos para... Y el otro día la doctora que me atiende me dice que no, que esa plata no va para ahí. ASSE no participa de las cápitas de las que sí participan las mutualistas, sino que se basa en el presupuesto que le dan. Hasta en ese sentido es injusto. El FONASA ha sido un mecanismo de salvataje y mantenimiento del empresariado de la salud, que ya ni siquiera es empresariado médico, con un sistema de embudo dado vuelta, donde cuanto más arriba vas en los niveles de las instituciones de alta tecnología, que son a las que a su vez las mutualistas tercerizan servicios... Ahí está el carozo de la cuestión.
¿Es malo el FONASA?
Es malo, sí, yo tuve una buena experiencia pero porque no he tenido grandes problemas. Cuando voy a la policlínica veo la cola donde repetidamente a los enfermos se les dice que no hay medicamentos, y que para hacerte un análisis están seis meses. Las colas y los tiempos son inmensos. Yo me operé, estuve internado en el Maciel, y vi lo que era el trabajo increíble de las enfermeras que quedaban en la noche: cuatro enfermeras con cuatro salas, con tipos que estábamos operados, con gente entrando de afuera. Era un trabajo insalubre. Hoy el personal de Salud Pública está en condiciones insalubres. Andá al Piñeyro del Campo. Es brutal. Y trabajando en dos o tres lugares. La salud es un derecho muy retardado. Y eso del ingreso de los jubilados al FONASA. ¿Vos viste cómo están ofreciendo tickets y órdenes gratis? Porque si no, no puede ir ningún jubilado a una mutualista.
Incluso mucha gente vuelve a Salud Pública.
Y la gente de Salud Pública está desbordada, porque no tienen recursos. Si el gobierno del Frente Amplio hubiera sido fiel a la tradición de la izquierda... porque acá en salud se invierte muchísimo. El problema es cuando la salud es una mercancía. Y no son todos los médicos, porque hay un conjunto que labura como loco, pero hay otro sector que gana como si fuera ministro del Reino Unido. Ahí se cuestiona la salud como un derecho humano esencial. El Estado te garantiza la salud, y ahorra, porque salud garantizada y con prevención es ahorro. Y después, si los dueños de las zonas francas quieren pagar una cosa especial, yo no me opongo, y que los médicos tengan su negocio, macanudo. Pero el Estado no financia eso, el Estado financia la salud pública.
La ola progresista, ¿se está revirtiendo en el continente?
La historia no es lineal, tiene avances y retrocesos. Nos costó mucho entender que el socialismo no era eterno y permanente, y que también podía ser derrotado, aunque eso no cuestiona la validez del socialismo, que sigue siendo el único sistema que ha superado las lacras del capitalismo, y habrá que perfeccionarlo y vamos hacia eso.
Ahí hay una reivindicación de la Unión Soviética.
Sí, señor. Sin duda. Ya no lo hacemos solamente nosotros: anda a la ex Unión Soviética y había con los rusos o los que viven allí.
Ese es el resabio seispuntista que te queda.
No tengo resabio, sigo siendo lo mismo. Sin renegar...
Del MLN no hablemos.
Sin renegar de la historia. Hay cosas que fueron de una manera y hoy son de otra. Yo no Deniego del Frente Amplio en el que milité. ¿Cómo voy a renegar, si fue una experiencia maravillosa, un espacio de construcción de unidad de izquierda impresionante? Pero si la herramienta se vacía de contenido, dejó de ser lo que era.
O cuando se vuelve un fin en sí mismo.
Claro. Un fin en sí mismo, abandonando su contenido. El martillo tiene mango y maza, y clava clavos, pero el día que le falta algo de eso, dejó de ser martillo. No todos los procesos llamados progresistas son lo mismo. Hay procesos que nacieron de grandes confrontaciones del movimiento popular con el sistema, como en Bolivia y Venezuela, que construyeron un proceso, imperfecto y que habrá que ver dónde termina, pero que cuestionaron el orden establecido, y que avanzaron en medidas claramente antiimperialistas. Algunos quedaron más atrás. Esos procesos pueden tener traspiés, pero marcaron la historia, y ahí hay raíces desde donde reconstruir cualquier proceso. Distinto es lo que pasó en Uruguay y en Brasil -y no pongo a Argentina porque no considero que ese proceso haya nacido de una fuerza de izquierda, aunque después muchos sectores de izquierda se hayan plegado kirchnerismo-, que nacen de grandes alianzas electorales, pero que se vaciaron del contenido programático esencial: el cuestionamiento del sistema y la propuesta de cambiarlo. Por el contrario, aplicaron fielmente las recetas del Banco Mundial, que en última instancia consolidan el modelo capitalista y de dominación imperialista. Es lo que pasó en Uruguay y Brasil. Este modelo de progresismo legitimador del sistema capitalista me parece que empieza a dar síntomas de agotamiento. En Brasil, por el escándalo de la corrupción...
No es lo mismo la acumulación electoral en Uruguay que en Brasil. En Brasil las mayorías no se lograron con una coalición de izquierda, sino que tenían alianzas con un montón de grupos.
Eso ya es una opción, como empezó a serla en Uruguay, con aquel gran debate en el Frente sobre la creación del Encuentro Progresista. Pero bueno, no son los mismos procesos, cuando hablan de Brasil, cuando hablan de "el golpista de Temer, el corrupto de Temer". Yo no puedo creer que me digan eso. Temer era el vicepresidente de Dilma. Ahí lo que hubo fue un entramado de corrupción brutal, que agotó el modelo. Puede ganar Lula de vuelta, se están recomponiendo los acuerdos que tenían, hasta con sectores de extrema derecha. Ahora, en Brasil, ¿qué cambió? Hay un plan Hambre Cero. Son los planes del Banco Mundial. ¿Está mal? Qué va a estar mal. ¿Para cambiar? ¿Esa gente, después, va a comer bien por el resto de su vida? ¿Le cambiaste la vida esencialmente? El agronegocio se instaló en Brasil, se multiplicaron los transgénicos, se siguió talando la Amazonia. Siguió siendo una superpotencia dependiente del imperialismo. Brasil no cambió estructuralmente. Y en Uruguay, ¿qué pasó? Ganamos la elección, y ganamos en forma abrumadora, diría yo, no solamente en votos sino en movilización. Los plenarios que se hicieron al triunfo, pidiéndole a Tabaré que anulara la ley de caducidad. Un millón de personas en la calle. ¿Qué golpe va a haber? Cuando Tabaré dio pie a la primera planta de celulosa, que se lo preguntamos en la mesa política: ¿por qué autorizamos la instalación de Botnia? Nos explicó que ya estaba firmado el acuerdo, y que con el tratado de protección de inversiones con Finlandia... Era como una parte de la herencia maldita. Pero después... dos y tres plantas. Creo que estos modelos empiezan a agotarse, lo que no quiere decir que no ganen otra elección más. No puedo hacer un vaticinio. Pero ya como modelo, cómo proyecto que enarbolaba las banderas del cambio, está agotado.
Para la izquierda que sigue manteniendo sus banderas en alto, ¿cuánto cuesta consolidar esa decepción? Porque es inocultable que hay un montón de frenteamplistas que se sienten enojados y decepcionados, pero no rompen la pertenencia.
Cuando rompimos con el Frente Amplio, en el año 2007, no era changa. Era difícil. Era difícil hasta en términos familiares, donde muchos eran y todavía son frenteamplistas. Había una gran incomprensión, incluso hasta hostilidad y creer que le estábamos haciendo el juego a la derecha. El paso del tiempo fue limando esas cosas, aunque siguió habiendo mucha dificultad en algunos para entender nuestra posición. Hoy acá llegan sindicalistas, organizaciones sociales, frenteamplistas y de todo, y vos te encontrás con que, por lo menos los que llegan acá y siguen sintiéndose integrantes del Frente Amplio, algunos plantean hasta con sentimiento de culpa el estar todavía en el Frente Amplio. Otros decididamente han dado el paso. No puedo cuantificarlo, ni es un aluvión, pero hay muchos que ya han dicho que se terminó. Van dándose cosas que para cada uno son un límite. Eso no quiere decir que vengan inmediatamente con nosotros, pero yo diría que en el nivel de comprensión que tiene nuestro planteo hay un cambio sustantivo en todo el país.
¿Cuáles son las alternativas al ajuste que tuvimos?
Tiene que haber un primer paso por parte del gobierno, y decir que se equivocaron feo, no solamente en las proyecciones. Yo acá tengo un informe de Danilo, esto es grandioso. Él cuenta acá cómo se equivocaron, Moody's, el Banco Mundial, el Fondo Monetario, y que entonces no es tan grave qué ellos se hayan equivocado. Reconoce que te equivocaste, sos el ministro de Economía del Uruguay. Y después, cuando hace las proyecciones, y nos pinta casi que es Alicia en el País de las Maravillas, ¿de qué se rodea? De las proyecciones que hacen Moody's y el Banco Mundial: los mismos que se equivocaron. Pero decir que no se equivocaron en las proyecciones, sino en el modelo. Con esto iba a crecer el producto bruto interno, con esto iba a bajar la deuda, con esto se iba a multiplicar el trabajo, con esto iba a subir el salario. No pasó nada de eso. ¿Por qué? ¿Por la coyuntura internacional? Obviamente eso incide. ¿Pero por qué afecta como afecta a los trabajadores? Por el modelo que tenes. Esto no afecta a la banca internacional, a los monopolios del agronegocio ni a los dueños de los frigoríficos. No los afecta; afecta a los trabajadores, porque no cambiaste el modelo. ¿Hay alternativas al ajuste? Si habrá. Primero, hay un proyecto de ley presentado por Unidad Popular: derogar las AFAP. Ahí tenes acumulados unos quince mil millones de dólares, que ahora deben ser más. ¿Sabes dónde está la mayor parte de esa plata?
En bonos del tesoro.
Sí. En deuda nuestra. Si primero derogamos las AFAP, hay un triple efecto: primero, recuperas una masa importante de capital, con la que podes invertir en escuelas, en el Hospital de Clínicas... Primera cosa.
Te gastas la plata de los jubilados.
No, no. La tenes ahí. Porque hoy no la tenes. Segunda cosa: hoy el Estado uruguayo, el BPS, pierde de recibir todo lo que se va para las AFAP, unos mil quinientos millones por año. Eso agiganta el déficit del BPS, que sale de Rentas Generales. Pero además tendría otro ahorro gigantesco, si todos los meses estamos pagando intereses de la deuda. Si vos te quedas con tu deuda ya no tenés que pagarte los intereses: sos dueño de tu deuda. Ahí tenes una alternativa para achicar el ajuste. Está la reserva, ¿no? Que es mucho menos de lo que se dice. Creo que utilizable quedan unos tres mil millones de dólares. Utilizables, movibles, que no están comprometidos.
Que no son encaje.
Que no son encaje, que no son parte de lo que te estás boleteando para mantener el dólar, y todo eso. ¿Por qué no lo usamos? No te quedes sin ahorro, pero, vos, ¿para qué ahorras en tu casa? Para cuando llega el momento malo. Si perdés el trabajo y pudiste tener una bolsita con un par de miles de pesos, eso lo vas a usar para ir al supermercado y para que tus hijos coman. En la época de bonanza no la tocas. Tenés eso para usar. Estas cosas las ha planteado gente del Frente Amplio, no las estoy inventando yo.
Pero si te gastas la reserva, todos estos que nombraste te bajan la calificación y pasas a pagar más intereses.
Me encanta: cuidemos el grado inversor. Es una cosa grandiosa. Es como un cuento de hadas. Para cuidar el grado inversor no comas y no te vistas.
¿Para qué quiero grado inversor? Escúchame, si yo estoy endeudado con las AFAP.... Cambiemos el criterio de deuda, pensemos para qué nos endeudamos. ¿Endeudarse para pagar deuda? Esto es lo que les pasa a los jubilados, que sacan un crédito acá, otro allá, y al final cobran mil pesos de jubilación. Uruguay está en ese camino. Ayer veía un informe del Banco Mundial que plantea que la deuda externa de América Latina se triplicó en estos años. Uruguay es parte.
Pero si la miramos en relación al producto bruto, bajó.
Seguro. Con un producto bruto que es mentiroso. Ahora el producto va a subir, porque viene UPM. Explícame qué me va a dar UPM a mí para pagar la deuda. UPM no me va a dar nada: está en zona franca. Yo repetía como un bobo que Uruguay exportaba celulosa, y una persona que trabajó en el Ministerio de Relaciones Exteriores, especialista en comercio exterior, me explicó que no. No exportamos ni eso. Ahora me enteré de que el Estado uruguayo, aparte de privatizar los hipódromos pone la plata para los premios. Ya es increíble que subvencionemos la cerveza, pero...
Por lo general, el turf da mucha fuerza de trabajo.
No tengo ningún problema, pero, ¿por qué tengo que pagarles los premios? Les doy los casinos, tienen cinco casinos, y no pierden ahí. Y además de los cinco casinos, donde acumulan, de lo que gana el Estado, el 10%, que equivale a trece millones de dólares cada año durante los últimos tres años. A la Universidad le están sacando veintidós millones de dólares, y trece millones se lo damos a los señores de Hípica para que les den premios a los caballos. Yo sé que hay mucha gente del gobierno que tiene caballos y que le gusta las carreras y que está en otro nivel, pero lo lamento, muchachos, achiquen los premios. Es una inmoralidad esto. Es una inmoralidad decir que no tenes plata para refaccionar el Clínicas y regalarles plata a los muchachos de Hípica Rioplatense. De la misma manera ocurre con la famosa ley de inversiones, con la subvención que le damos a la forestación. Ahora vienen los muchachos de Montes del Plata: precisan trescientas mil hectáreas. ¿Los vamos a subvencionar nosotros? Acaso, sin esa subvención, ¿ellos no vendrían? Claro que vendrían.
Viendo cómo reaccionan los tres intendentes blancos que se arrancan los ojos para conseguir la planta.
Dan vergüenza. Pensá en Artigas corriendo atrás de los portugueses para entregarles la patria.
Traslademos eso a los países. ¿Argentina y Brasil no les darían otras prebendas?
Si no les podemos poner impuestos, si tenemos que darles zonas francas, y además tenemos que poner mil millones de dólares de infraestructura para que ellos vengan, ¿dónde está la ganancia? ¿En los cinco mil trabajadores de la construcción que van a estar trabajando un año? Nosotros presentamos un plan nacional de vivienda popular: diez mil viviendas por año, quince mil puestos de trabajo fijos durante seis o siete años. ¿No valdría mas la pena invertir en eso? Fíjate que Uruguay tiene dos plantas de celulosa, que creo que son de las más grandes del mundo. Pasó el viento de cola, y mira cómo estamos. Con las dos plantas de celulosa. ¿Qué nos cambió? ¿Cuánta gente trabaja en UPM, adentro?
¿Trescientas?
Me dijeron un poquito más, ponele quinientos.
Directos, indirectos hay más.
Claro, hay más. Cada planta de celulosa que se instala son miles de hectáreas forestadas de eucaliptos, que son menos establecimientos productores agropecuarios y lecheros. La que menos mano de obra genera es la forestación. En comparación con la lechería, creo que es de uno a treinta, más o menos. Incluso con la ganadería es como de uno a siete. La pregunta es: ¿qué ganamos?
Hay campos que no sirven para lechería.
No es el caso de los que se están forestando, van cambiando los índices CONEAT, y lo que eso implica en empobrecimiento rural y de la tierra. El otro día me decían en Carmelo que la soja es mala, pero tiene una rotación, y que donde plantaste eucalipto, después, olvídate. Me lo decían los paisanos, que algo más que yo saben. Entonces, ¿de dónde sacar? Acá tengo una cifra que me habla de doscientos setenta millones de pesos al año: lo que nos cuestan los contingentes militares que tenemos en el exterior.
¿Eso no lo paga la ONU?
No, es lo que pone el Estado uruguayo para pagar pasajes, equipamientos, no sé, y después la ONU paga en lo que se va en salarios y alguna cosa más. Quiero que en Uruguay un día se discuta el verdadero rol de las misiones de paz, que son misiones de guerra. ¿Qué paz estamos manteniendo nosotros en el Congo? Estamos garantizando que se lleven todo el coltán y los minerales preciosos de los congoleños. ¿Cuál es la paz que estamos sosteniendo en Haití?
¿Qué pasa en Venezuela?
Venezuela hoy está en una situación crítica, grave, que tiene como origen fundamental una política sistemática de agresión del imperialismo contra el proceso bolivariano. Más allá de las fallas y de los errores internos. Hay cerco, bloqueo y conspiración. Pero no es nuevo. Nunca estuve en Venezuela, lo digo por las dudas porque acá hay gente que viaja una vez por semana. Yo nunca he ido, no me tocó. Pero cuando vienen los venezolanos y nos informan de lo que está pasando, a mí en muchas cosas se me representa el Chile de Allende. La guerra económica, la conspiración permanente, los atentados. Una oposición fascista. El pobre Enrique Capriles. Ustedes tienen que haber visto el video donde Capriles salta el muro de la embajada cubana.
Ese era Leopoldo López,
No, no, el que salta el muro es Capriles, era el alcalde de la zona. Leopoldo López es un poquito más pesado que Capriles. Estos pobres angelitos... ¡por favor! Hasta hace poco se rasgaban las vestiduras, la oposición de la derecha tradicional, y ahora lo escuchas a Esteban Valenti despotricando contra Venezuela. ¡Pajarito cantor! ¿Qué ha hecho la embajada de Estados Unidos contra el gobierno del Frente Amplio? ¿Cuál fue la medida? Ninguna. Aplausos.
Le mandó a Julissa.
Bueno, ta, era casi una ministra sin cartera. Estaba más en el quincho de Varela que en la embajada.
A vos porque no te invitan al quincho, hay resentimiento ahí.
(Risas.) La verdad que no, no tengo ninguna nostalgia del quincho. Pero ahí está la diferencia de los procesos. ¿Cuál es la conspiración del imperialismo contra Uruguay? Cada vez que hablan es para felicitarnos. Ahora tiene un entredicho por lo de Guantánamo, con los republicanos en campaña electoral, pero en el fondo acá no pasa nada.
De Brasil hablaste de la corrupción, ¿en Venezuela no hay corrupción?
Sí, sí, es un problema que tienen.
No es solamente el imperialismo, también hay errores del propio proceso chavista.
Lo dicen los venezolanos: nuestros propios errores. El tema de la corrupción obviamente no arranca con el chavismo. Es histórico. Lo que era PDVSA, lo que no justifica que eso se mantenga. Nosotros hace mucho tiempo sacamos un afiche vinculado a Uruguay, no sé de dónde salía la frase pero decía: "Donde empieza, la corrupción, termina la izquierda". Y no es porque la izquierda no tenga gente que se corrompa, ¿porque cómo evitas eso? El problema es que la izquierda tiene que arrancarles las muelas a los corruptos. No hay vuelta. No hay forma de compatibilizar un modelo y un sistema que prioriza los Derechos Humanos, la justicia, la honestidad y conviva con la corrupción.
Eso lo dijo el vicepresidente en uno de sus viajes: si es corrupto no es de izquierda.
Sí, pero lo dijo lejos de acá. Seguramente no pensó que lo iban a reproducir en Uruguay. Pero, obviamente que hay errores. Incluso ellos lo reconocen: cómo estuvieron todo este tiempo con una altísima renta petrolera y no desarrollaron potencialidades industriales propias y el autoabastecimiento. Son errores, sí, que después se pagan.
La idiosincrasia rentista.
Esas son las cosas que tenes que cambiar. Y lo digo no porque lo haya visto: es lo que me dicen los compañeros venezolanos con los que tenemos trato.
Y los cubanos, ¿qué te dicen? A Cuba has ido.
Cuba está viviendo un proceso que a nosotros nos genera incógnitas.
¿Te chocó ver a Obama en La Habana?
La verdad que no. En cuanto a la ruptura de relaciones, los cubanos nunca quisieron romper relaciones. Quien impuso el bloqueo, la ruptura de relaciones, quien prohibía viajar entre los dos países no era el gobierno cubano, eran los yanquis. Y fue una reivindicación histórica de la revolución el terminar con eso. Eso era un paso, después, ¿cuál es la táctica de Obama? Yo me quedo con la carta de Fidel, que pregunta qué viene a hacer Obama y plantea interrogantes. Después me preocupa, en el sentido de una inquietud científica, es como se desenvuelve este proceso hacia futuro. Los cambios que se están operando. Ellos plantean preservar la revolución y el socialismo, y al mismo tiempo...
Se puede volver una China, un Vietnam.
Creo que todavía está lejos de eso.
Hace veinte años nadie esperaba que en China y Vietnam pasara lo que está pasando.
Por eso, ahí está la preocupación por cómo manejan esto. Con el respeto que me merece, estamos hablando de gente que hizo la revolución, que la sostiene, que mantiene principios inalterables, y esas son las cuestiones que a nosotros nos hacen ser incondicionalmente solidarios. No se puede comparar China con Cuba.
También hicieron una revolución y el Partido Comunista tiene el control político del Estado.
Pero las condiciones de trabajo y el sistema mismo no hace veinte años sino mucho más que empezó un proceso de cambio que ha costado hasta internamente divisiones muy fuertes.
Una revolución con tantos años como la cubana, con la carga ideológica que tiene el pueblo cubano, ¿no puede tener una apertura en la interna?
Ahí tenemos una diferencia. Yo he estado en Cuba, y el nivel de discusión es impresionante. En todos lados, y entre todos. Es más, yo quedé trenzado con algunos cubanos, por la visión histórica que tienen del Che. Es un pueblo altamente politizado.
¿No los están subestimando, entonces? La prensa que hay es la del Estado, controlada por el Partido.
Aparte del Granma hay expresiones públicas de todo tipo. Si comparo nuestra televisión con la de ellos, me quedo con la cubana. Mira que la libertad de prensa es todo un tema. Creo que lo que hay en el mundo capitalista es libertad de empresa, porque la prensa que incide no es la nuestra. Cumple un objetivo, partidario, de propaganda, organizador. Un viejo concepto leninista. Ahora, el tema de la democracia, ¿es mejor la democracia en Cuba o esta? Ah, yo me quedo con la cubana. Es la verdad, eh. ¿Qué es democracia? ¿Qué votes cada cinco años y que después hagan lo que quieran? ¿Quién votó que vengan las multinacionales y el agro negocio? ¿Quién votó eso? ¿En qué programa estaba? ¿Quién votó quitarle los recursos a la Universidad?
Las inversiones extranjeras en Cuba, desde españoles hasta italianos y hasta los yanquis que ahora seguramente van a venir, han sido siempre muy grandes, a nivel turismo y hotelería. En hotelería es como si fueran catorce UPM.
Son dos cosas distintas.
Sí, te llevan la corrupción, te llevan la prostitución.
También las plantas de celulosa. Y la corrupción, no hablar. Cuando estuvo Fidel acá, que era pleno período especial y caída de la Unión Soviética, yo estaba en la mesa política del Frente Amplio, fíjate vos, y dio una charla, en un hotel donde se quedó. Abordó todos los temas, entre ellos la apertura a la inversión extranjera en hotelería. Planteó que no les gustaba eso, que les iba a traer prostitución y drogas, pero que estaba en una situación en la que no había otra salida, y que estaban concesionando la hotelería, pero lo que son las industrias básicas y esenciales, el control de la tierra, eso no se ponía en cuestión. Y hasta ahora no está en cuestión. Acá, nosotros... "Dale que es tarde." Es más, salimos a buscarlos para que vengan. El agua, la tierra, la energía, lo que quieras. ¿Cuál es nuestro control? No hay un frigorífico que sea nuestro. Hay diferencias, ¿no? Y después la concepción de la democracia. Acá en Uruguay ha habido un retroceso ideológico muy grande en la izquierda, se ha comprado el modelo democrático burgués como la democracia única y suprema. ¿No habrá chances de evolucionar?
Vos estás usufructuando una democracia, que te permite estar diciendo esto, tener una radio, un diario y ser parlamentario.
Sí, para cambiarlo.
Yo no sé sí en Cuba lo permiten.
Sí, estamos en una democracia burguesa, liberal, que genera estos espacios que obviamente consideramos positivos y, que aprovechamos, pero no me quiero quedar en esto. Esto es una herramienta para luchar y para transformar esta realidad.
Que entre las democracias uruguaya y cubana digas que preferís la cubana, es difícil de entender. No la veo muy democrática a la sociedad cubana.
Ah, yo sí.
Para vos lo democrático es que hay acceso a la cultura, a:la educación...
Que discute los temas políticos, que eligen sus representantes y que cuando no les conforman los cambian. Así funciona. ¿Es perfectible? Obviamente.
Cincuenta años gobernando el mismo tipo. ¿No hay otro? No seas malo. Es una monarquía. Fidel será un genio y todo lo que quieras, pero a esta altura del partido es un monarca. Cincuenta años y después el hermano, todavía.
Hablame de la democracia uruguaya. ¿Cuándo van a romper la,dinastía del Pepe?
Y, ya ahora.
Y se termina el MPP.
Problema del MPP.
¿Y en el Partido Nacional, cuándo va á terminar la dinastía de los Lacalle? O de los Bordaberry. ¿No hay monarquía acá?
No, no hay. Ninguna. Ni la del Pepe ni la de Lacalle ni fa de Bordaberry. Ninguna estuvo cincuenta años en el gobierno.
El problema es si eso es bueno o es malo.
"El pluripartidismo es una pluriporquería", dijo Fidel una vez. Vos tenes un partido político.
Estás razonando estrictamente desde el punto de vista de la ideología burguesa, y está bien, defende tu posición. Defendés el pluripartidismo, la democracia representativa, la propiedad privada.
Los cuentapropistas los están reivindicando ahora en Cuba. Y dicen que fue un error eliminarlos en la ofensiva revolucionaria del 68.
Hay que ver si fue un error o si fue una necesidad del momento, en un momento de guerra abierta con el imperialismo. Está bien, el desarrollo revolucionario está lleno de errores, porque con eso se mejora. El pluripartidismo implica la convivencia de partidos que se mantiene mientras se asegure la defensa de un modelo económico. El día que el pluripartidismo cuestiona al régimen capitalista, hay un golpe de Estado. ¿O no pasó en el Chile de Allende? ¿O no pasó en el Uruguay cuando el Frente Amplio avanzaba con posibilidad de ganar y crecer y llegar incluso a un quiebre? El pluripartidismo del imperialismo se mantiene mientras no se toque la estructura del sistema. El día que cuestionas eso y la dominación del imperialismo, te viene un golpe. Y ahí nacen las revoluciones que nacen, ¿verdad?
Es muy lineal.
Bueno, más lineal es lo tuyo.
Y era otra época, también. Es muy difícil que ahora venga un golpe de esas características.
Porque ahora, ¿quién cuestiona el modelo? ¿Qué le pasó a Chávez, que cuestionó el modelo? ¿Qué le pasa a Evo? ¿No le han querido dar golpe? ¿Qué le pasa a Haití? ¿No lo invadieron? ¿En qué mundo vivimos? ¿Qué le pasó a Al-Asad, el sirio, que por ser amigo de los palestinos, por ser vecino de Irán y no alinearse con el sionismo lo invaden y lo quieren voltear? ¿No es golpe de Estado? ¿Qué le pasó a Gadafi? Fueron a recuperar la democracia, ¿dónde está la democracia de Libia? Y junto con eso, ¿dónde está el petróleo de Libia? La democracia esta es muy frágil. Mira la democracia griega. ¿Qué le pasó a Syriza? Donde no acatara la troika se acaba la democracia. En Grecia, en Europa. Entonces, no hay que hablar con falacias. Los partidos representan clases sociales, representan modelos de sociedad. Entonces cuando un partido que representa la idea de un cambio revolucionario llega a tener posibilidades de poder lo voltean. Y yo estoy por la democracia, por la libertad de opiniones, por la libertad de organización. Habrá que ver cómo nos toca a nosotros. Ahora, cuando una clase social se apropia del poder, para que después lo largue... Muchacho...
Tiene que venir un Gorbachov.
Seguro. Sí, sí. Están tas revoluciones y las contra revoluciones, pero nosotros aprendimos que ese es el modelo de la historia. El error de la izquierda fue pensar que el socialismo era inamovible. La lucha de clases no paró. Y además ningún proceso es perfecto ni compra la eternidad. Cuando un proceso llega a un cambio revolucionario, si no tiene posibilidad de defenderse lo voltean en dos días. Dicen que en Venezuela no hay libertad de prensa. Yo no conocí libertad de prensa más grande que en Venezuela. Hizo como quince elecciones de corrido, hasta perdió uno. ¿Y por eso dejaban de agredirlo? No, al revés, porque cada paso que daba en contra de los intereses del imperialismo era un golpe mortal. Porque además Venezuela está arriba de un pozo de petróleo.
Que le venden en gran parte a Estados Unidos.
Y lo bien que está que le venda, ¿por qué no le va a vender?
Y fomentás la mentalidad rentista, en definitiva. Combatilo en todo terreno.
No, no. Son dos cosas distintas. La mentalidad rentista implica no haber invertido la renta petrolera en desarrollo industrial. Vos tenes petróleo y le vendes a Rusia, a Alemania, a Estados Unidos. Sí. Si te lo compran y te lo pagan, sí. ¿Qué es lo que no aceptar? Condiciones para que te lo compren. No, no, me compras o no me compras. El gran drama de Cuba, ¿cuál fue? Que no le permitió venderle más azúcar a Estados Unidos. ¿Vos pensás que la revolución cubana, si los yanquis hubieran comprado azúcar, no le vendían? Claro que le vendían. ¿Y por qué no le compraron azúcar los yanquis? Porque querían matar la revolución cubana. Y a nosotros nos preguntan que si somos gobierno le vamos a vender carne a Estados Unidos. ¿Por qué no, si compra?
¿Por qué una nueva central sindical?
Bueno, eso hay que preguntárselo a los que están construyendo una nueva central sindical.
¿La Unidad Popular no está metida?
Yo estoy de acuerdo, pero hay compañeros de la Unidad Popular que no comparten eso y no están en eso. Esta es la expresión de gente y de agrupaciones sindicales y de algunos sindicatos, que entienden que hoy la dirección del PIT-CNT no representa ni defiende cabalmente los intereses de los trabajadores, y que se ha transformado en una pata más de la política del gobierno. Llegó un momento en que entendieron que no daba para más, y están construyendo una nueva central.
¿No es romper la unidad de clase, eso?
No. Hoy hablábamos de las herramientas y los instrumentos, ¿te acordás?
El PIT nunca fue tan fuerte como ahora desde el punto de vista del número de afiliados.
Hubo un momento, que creo que es el momento de auge más grande en la lucha de clases en el Uruguay, que arranca con el inicio de la crisis estructural en 1958, con el Congreso del Pueblo en 1964, donde cristaliza la unidad del movimiento obrero, en donde comunistas, socialistas, anarquistas e independientes acuerdan. Eso, de alguna manera, es la base sobre la que después se sustenta la formación de la unidad de la izquierda. En ese momento la CNT era totalmente independiente del gobierno, obviamente: estaba confrontando con el gobierno. Después viene todo el proceso, la dictadura, casi hay dos centrales a la vuelta, por eso PIT-CNT. Es un acuerdo político, donde los lugares en la dirección se distribuyen por cuota política, ni siquiera por cantidad de afiliados en los sindicatos. Naturalmente esa central sindical, cuando gana el Frente Amplio, se transforma en un sustento social muy importante para el Frente Amplio. Es innegable, tanto es así que hicieron campaña electoral por el Frente Amplio, cuando decían que no les era indiferente y que había que votar para que no se detuvieran tes cambios. No es aséptica la posición política, pero aso no involucra a todos los trabajadores organizados. Yo lo veo acá todos los días. Cuando el otro día vino la gente de la Universidad, querían romper todo. Ves que hay contradicciones. Ahí se ha conformado una férrea conducción que está totalmente plegada a lo que es la política del gobierno, de la que es un gran amortiguador. Ahora hubo un gran paro general, y ya está. ¿Dónde están las expresiones contra el recorte de la Universidad? Las expresiones de lucha no las declaraciones. Imagínate que este recorte hubiera sido en un gobierno de Lacalle: se prendía fuego Montevideo. El gobierno le pide una tregua al PIT-CNT, realmente hay una vinculación. Habría que analizar si es mala o buena. Yo creo que es mala, pero lo que es malo es no decirlo. Hay gente que no se siente representada por eso. Ustedes se acuerdan que el PIT-CNT se oponía a las plantas de celulosa, ¿no? Cuando ganó el Frente Amplio cambiaron la posición. Y ahora, en cuanto se anuncia la tercera planta, salen a decir que viva la patria, que vamos a tener valor agregado. No es la posición del movimiento obrero, es la posición de la dirección, o de parte del PIT-GNT, porque no todos los dirigentes tienen ese perfil. Todos estaban a favor de la megaminería. ¿Eso es defender los intereses de la clase obrera? ¿Decir que con Aratirí se iba a desarrollar la industria metalúrgica nacional? ¿Es creíble? Eso no expresa una defensa de los trabajadores. Y la unidad, en un sindicato, sirve si se usa para luchar en contra de la explotación y a favor de los derechos de los trabajadores. Si la unidad se utiliza para frenar la lucha, comienza a servir a otros intereses. Ahí está la validez, o no, de la herramienta. Esto es una posición, que no es de Unidad Popular, porque hay compañeros que entienden que hay que dar una batalla adentro y que forman corriente. Yo acepto todas las posiciones. Entiendo el papel que están jugando estos compañeros, ahora, que eso rompe la unidad es mentira. La unidad se rompe cuando por un interés político concreto, dejas por el camino los intereses de clase. Eso sí conspira contra la unidad.
¿Hiciste autocrítica por haber sido uno de los mentores de Sendic en la vida política?
No, ni tengo por qué hacerla.
Fueron ustedes los que lo lanzaron a la vida política.
Entonces me tendría que pegar un tiro por haber militado en el Frente Amplio y por haber estado preso por el MLN. Y yo reivindico todo eso, me siento orgulloso de todo eso. Si no, no seríamos dialécticos, ¿verdad? La gente, los partidos, cambian, y tienen derecho a cambiar. A lo que no tenés derecho es a cambiar y a decir que no cambiaste. Ahí se complica. Hay quien dice que creía en la revolución, que pensaba que había que construir el socialismo y que ahora cree que es inviable en esta etapa, y que no se puede.
De cambiar el mundo a arreglar la vereda.
No concuerdo con eso. Yo creo que Raúl, cuando militó con nosotros, creía en lo que hacía. Y si no creía, problema de él, no nuestro. La gente cambia. Yo también milité al lado de Tabaré Vázquez, y no decía ni hacía lo que hace ahora. Me parece que es más franco en la confesión de que cambió. Pero no me arrepiento de haber militado en el Frente Amplio. Creo que fue un proceso de construcción. ¿Quién puede decir que Lula, en la huelga metalúrgica, no fue el dirigente más importante de los obreros de Brasil? ¿Y vas a negar a aquel Lula por el Lula este? El proble

jueves, 28 de julio de 2016

Investgacion por tni.org El estado del poder corporativo


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El estado del poder corporativo

AutoresBrid Brennan
Las empresas transnacionales continúan beneficiándose extraordinariamente de la crisis económica y financiera, señala Brid Brennan, que presentó el informe Estado del poder 2014 del TNI en la conferencia de prensa del Public Eye Awards en Davos, Suiza.
El Informe Estado del poder 2014 de TNI revela que en el último año, las empresas transnacionales (ETNs), especialmente los bancos y la industria de gas natural y petróleo, continuaron beneficiándose extraordinariamente de la crisis económica y financiera mientras que los pueblos pagan el costo. A pesar de su responsabilidad por las crises financiera y ecológica, los paquetes de salvataje y de “austeridad” trabajan para beneficiar el 0,001% y restringir la renta y aumentar la presión sobre el 99%.
Nuestra investigación demostró que en los primeros nueve meses de 2013, los 25 multimillonarios más ricos aumentaron su riqueza en 85 mil millones de dólares, mientras que, en el sur global y en los EEUU y UE, más personas pierden su renta a través del desempleo o pérdida de subsistencia y soportan hambre y empobrecimiento. La centralización de poder también creció. Un estudio de 43 mil transnacionales mostró que menos de 1%, principalmente bancos, controlan las acciones de 40% de los negocios globales. Esto no es solamente injusto, pero también demuestra la vulnerabilidad extrema de nuestro sistema económico actual.
Las estadísticas muestran que nuestra inhabilidad de resolver la pobreza, la desigualdad, tener educación gratuita o investir en una transición verde no tiene su causa en la falta de dinero, pero en la cuestión de quien lo detiene. La riqueza actual de los 100 más ricos podría, por ejemplo, pagar por 1.111 años de los gastos públicos de Ruanda o 130 años de los costes de la adaptación al cambio climático.
El premio Nobel de economía Paul Krugman comentó que este “enfoque en la austeridad fue sobre usar la crisis, no resolverla. Todavía lo es”1. La tendencia actual de malversar masivamente los recursos de los bienes comunes, de ciudadanos y de sus instituciones públicas para el enriquecimiento de los que ya son ultra-ricos es integral para esta fase de restructuración del modelo neoliberal de la economía.
Sin embargo, esta no es solo la historia de individuos ultra-ricos, sacando su riqueza de las operaciones de empresas transnacionales de las que son dueños o que lideran como ejecutivos. Tampoco es sobre que transnacionales tienen mejor o peor comportamiento. La concentración de riqueza, poder y la resultante impunidad corporativa está construida en un sistema de privilegios extraordinarios y “super-derechos” de las empresas transnacionales establecidos por la captura corporativa de las funciones legislativas del gobierno y frecuentemente con la complicidad activa de muchos gobiernos. Según el Profesor Jeffrey Sachs, “(tenemos) una cultura de impunidad basada en la expectativa bien comprobada que los crímenes corporativos son rentables.” Esto permite a las transnacionales continuar actuando con impunidad al costo de violaciones diseminadas de derechos humanos y de los pueblos establecidos y de la destrucción sostenida del planeta.
Tenemos una cultura de impunidad basada en la expectativa bien comprobada que los crímenes corporativos son rentables.
Estas informaciones resultan de nuestro estudio de la mayores transnacionales del mundo. Casi todas en los últimos cinco años fueron acusadas o multadas por lavaje de dinero, fraude, soborno, espionaje corporativa. Esto no tiene que ver con ser buena o mala empresa: esto dice respecto a una estructura de poder y impunidad que significa que los lucros corporativos pueden ignorar, esconder o deliberadamente disimular cualquier coste social y ambiental de sus operaciones.
Una de las principales razones sistémicas para la impunidad corporativa generalizada es lo que los movimientos sociales conceptualizamos como la “arquitectura de la impunidad”: el marco normativo asimétrico que, por un lado, proporciona a las transnacionales “super derechos” a través de la Lex Mercatoria (el marco legal que protege los intereses de los inversionistas) tales como los Tratados de Libre Comercio, los Tratados Bilaterales y Plurilaterales de Inversiones, la mayoría de los cuales incluyen un mecanismos de resolución de controversias (que permiten a las empresas transnacionales procesaren a los gobiernos), mientras que, por otro lado, todas las normas jurídicas diseñadas para proteger los derechos humanos y padrones ambientales son minados. Las prescripciones de políticas de las Instituciones Financieras Internacionales (IFIs), tales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, bien como la Organización Mundial del Comercio (OMC), también tienen su rol en esta arquitectura de la impunidad.
Estos instrumentos jurídicos de la Lex Mercatoria son vinculantes y tienen mecanismos de hacer cumplir – tales como el Mecanismo de Solución de Diferencias de la OMC (donde gobiernos pueden procesar uno al otro por no cumplimiento con el régimen de liberalización comercial establecido bajo presión corporativa) o el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial, donde empresas pueden procesar gobiernos y son frecuentemente premiadas con mega compensaciones. En el 2013, el CIADI multó al gobierno de Ecuador en 2,3 mil millones de dólares por finalizar el contracto con Occidental Petroleum Corporation (OPC), aunque haya sido la OPC quien primero había rompido el contracto con el gobierno de Ecuador. La suma demandada contra Ecuador representa el 59% del presupuesto del año de 2012 para educación y el 135% del presupuesto anual con salud en el país2.
El sistema internacional de Derechos Humanos por otro lado no tiene un Tratado vinculante sobre las operaciones de las transnacionales y todavía menos un mecanismo de hacer cumplir para solucionar los crímenes corporativos o ofrecer remediación y justicia a las comunidades afectadas. Por el contrario, la Unidad de Empresas y Derechos Humanos de la ONU, conjuntamente con gobiernos cómplices promueven directrices voluntarias débiles a través del marco de Responsabilidad Social Corporativa como falsa respuesta a las violaciones de derechos humanos y crímenes corporativos.
El historial de esta impunidad corporativa ha sido trazado en casos bien documentados de violaciones de derechos humanos y de padrones ambientales por transnacionales, como en el informe Impunidad SA. Esta impunidad sistemática también está bien documentada en las múltiples campañas lanzadas a partir de las comunidades que tienen sus bosques devastados, sus ríos contaminados, sus tierras envenenadas con tóxicos o las comunidades destruidas por la extracción de los recursos naturales y desalojos, como los que vemos en los casos seleccionados para el Public Eye Awards 2014.
Lo peor es que hay intentos de profundizar la captura corporativa en el funcionamiento de nuestro sistema democrático. Esto está elaborado en la Global Redesign Initiative (GRI) – el informe del Foro Económico Mundial publicado en 2010 – Everybody’s Business: Strengthening International Cooperation in a more Interdependent World. La GRI está determinada a atacar la democracia representativa como conocemos. En la GRI, el Foro Económico Mundial y la Clase de Davos no dejan dudas que ellos creen saber mejor como gobernar la economía global y nuestras vidas cotidianas: “gobernar hoy no es más una cuestión de gobierno solamente… las ‘funciones públicas’ básicas de los gobiernos fueron redefinidas… por lo tanto el desafío es como reinventar el gobierno como una herramienta para la creación conjunta de valor público.” El Foro Económico Mundial ve esta solución en una forma de gobernanza con “múltiples partes interesadas” que consiste en empresas transnacionales, gobiernos y una selección de entre la sociedad civil, pero especialmente empresas.
Lo peor es que hay intentos de profundizar la captura corporativa en el funcionamiento de nuestro sistema democrático.
Este abordaje de gobierno de “múltiples partes interesadas” está ya operacional en instituciones tales como European Roundtable of Industrialists (ERT), el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (World Business Council for Sustainable Development - WBCSD) y el Diálogo Empresarial Transatlántico (Trans-Atlantic Business Dialogue - TABD). El TABD se considera una institución política teniendo un rol oficial en determinar las prioridades de las políticas públicas de UE y EEUU y cuyo mayor éxito ha sido la preparación secreta del Acuerdo Transatlántico sobre Comercio e Inversión – el Tratado de Libre Comercio propuesto entre EEUU y UE.
Esta amenaza radical a la democracia también es subrayada por Susan George en su artículo Estado de las Corporaciones: “No es solo su tamaño, su enorme riqueza y activos que hacen de las transnacionales un peligro para la democracia. Es también su concentración, su capacidad de influenciar, y frecuentemente infiltrar gobiernos y su habilidad de actuar como una clase social internacional genuina para defender sus intereses comerciales contra el bien común.” Es este tipo de poder de tomada de decisión, bien como el poder de imponer la desregulación en los últimos 30 años, resultando en cambios en las constituciones nacionales, y en la legislación nacional e internacional que creó el ambiente para los crímenes corporativos y la impunidad.
Históricamente hubo distintos intentos de oponer y reverter este dominio de y para las transnacionales, y estos intentos continúan en muchas campañas globales contra la liberalización del comercio y de las inversiones, bien como las campañas para establecer un régimen de responsabilización para las transnacionales. Entre las más recientes, hay la iniciativa por Obligaciones Extraterritoriales (ETOs) y el lanzamiento de la Campaña Global Desmantelemos el Poder Corporativo y Pongamos Fin a la Impunidad. Esta campaña, liderada por más de 150 movimientos, redes de la sociedad civil y de derechos humanos prevé el desarrollo del Tratado de los Pueblos por obligaciones vinculantes a las transnacionales. Algunas de sus principales demandas han sido reflejadas en una petición oficial hecha por 85 gobiernos, liderada por Ecuador, ante al Consejo de Derechos Humanos en el mes de Septiembre de 2013.
Ante a crímenes como Rana Plaza en Bangladesh, el masacre de los mineros de platino en Marikana, Sudáfrica, el derrame de petróleo en el Golfo de México por British Petroleum, y la corrida global por fracturación hidráulica y acaparamiento de tierras, una resistencia global está emergiendo en el nivel local con las luchas de resistencia de las comunidades al extractivismo y a las prácticas laborales y operaciones de las transnacionales. Es la resistencia construida sobre lo que Naomi Klein llama “la emergencia de la reconstrucción de los pueblos”3. Es la resistencia que va más allá de la crítica para lo que Hilary Wainwright ve como la construcción y incrustación de luchas y oportunidades de poder transformativo en el cambio institucional. Este poder transformativo emergente también está tomando el desafío de parar y desmantelar el poder y la impunidad corporativas.
Davos es una ocasión importante para destacar esto y ponerlo en el centro de la opinión pública y en una agenda política transformadora.
1. Paul Krugman, The Austerity Agenda New York Times, 31 May 2012
2. Decision on the Stay of Enforcement of the Award, Occidental Petroleum Corporation vs The Republic of Ecuador ICSID Case o. ARB-06-11
3. Naomi Klein: The Shock Doctrine.

Transgénicos, agrotóxicos, bioseguridad —¿Por qué el silencio?

De eso no se habla El de los transgénicos es un tema silenciado en la sociedad, dijo a Brecha Claudio Martínez Debat, doctor en biología molecular y celular y docente en la sección bioquímica del Instituto de Biología de la Facultad de Ciencias. No hablan de él los medios de comunicación, ni las instancias de regulación ni la comunidad científica. Y no está en la agenda de ningún gran partido a pesar de ser un asunto de primera importancia que tiene que ver con algo tan esencial como los alimentos que consumimos.

ampliar:

http://brecha.com.uy/de-eso-se-habla/

miércoles, 20 de julio de 2016

Plínio de Arruda Sampaio Jr., 14 de julio de 2016. En Brasil los trabajadores están sin conducción



tomado de Diario La Juventud: http://diariolajuventud.com/index.php/component/k2/item/3416-en-brasil-los-trabajadores-est%C3%A1n-sin-conducci%C3%B3n





“La crisis, la recesión, tiene reflejo sobre la capacidad de recaudación de los Estados, entonces, estamos viviendo en algunos estados una crisis fiscal fuertísima, donde los funcionarios públicos no reciben. Entonces, en los pequeños Estados, Municipalidades, hay varios quebrados, porque la situación es muy débil, tenemos economías muy débiles y Brasil es un país con mucha gente, con muchos problemas. Esto va contaminando el conjunto de país. Entonces, desde el punto de vista territorial yo creo que se va difundiendo la idea de que la crisis es fuertísima. ¿Y cómo reacciona el pueblo? En realidad el pueblo está callado, muy preocupado, porque la crisis empieza a tocar a toda la gente, porque no hay nadie que ya no tenga a alguien desempleado en la familia, en los amigos, entonces todos están muy asustados y esto en algún momento va a tener una voz”, reflexionó el Economista brasileño, profesor Plinio de Arruda Sampaio Jr.

Usted puede escuchar la nota aquí:

http://www.ivoox.com/plinio-arruda-sampaio-jr-14-7-2016-audios-mp3_rf_12222209_1.html

Diego Martínez: Estamos recibiendo con muchísimo gusto, esta vez no de forma telefónica, al economista Plínio de Arruda Sampaio Jr., a quien le agradecemos muchísimo la presencia aquí en nuestros estudios.

Para nosotros es un gusto, un placer, poder tenerte por segunda vez, nos indicabas que ya habías estado en algún momento acá con nosotros hace 10 años.

Plínio de Arruda Sampaio Jr.: Sí, hace unos 10 años vine aquí, también tuve el placer de conversar en vivo con ustedes.

El gusto en realidad es mío, ver aquí todo el equipo aquí de Radio Centenario, esta brava gente que mantiene la llama del debate, de la contraposición. Entonces, para mí es una gran felicidad estar aquí con ustedes directamente.

DM: Bueno, seguramente la audiencia esté realmente muy contenta de escucharte aquí en el estudio, mucha gente muy seguidora de tu columna, muchos compañeros que luego generan cuestiones a partir de las charlas que tenemos contigo sobre lo que ocurre en Brasil, el paralelismo con lo que ocurre en Uruguay. Las cuestiones lógicas que tiene Latinoamérica, que van unidas las decisiones que se toman en un lugar por lo general están planificadas y las repuestas populares también.

Pero bueno, Plínio, aprovechando que estás acá queremos conocer un poco qué está pasando en Brasil hoy, conocer un poco cómo son las respuestas esas populares que recién mencionábamos, qué espacio queda para las posiciones de izquierda hoy en el debate político.


PASJ: Mira, bueno, Brasil, como venimos discutiendo, vive una crisis fuerte económica y política.

La crisis, en realidad no hay perspectiva de solución, la gente que imaginaba que Temer sería una solución se engañó porque Temer en realidad profundiza la crisis política y profundiza la crisis económica porque también hizo una política de ajuste todavía más fuerte.

Entonces, la situación brasileña está difícil, es una novela sin plazo para terminar porque esto va a continuar, la impresión que tengo es que el PT no pelea para volver, que le conviene más negociar algún acuerdo nacional para poner un punto final o poner algún límite a la investigación de corrupción y apostar al desgaste de temer para volver eventualmente o para por lo menos recomponerse de alguna manera para el 2018.

Entonces, así está.


El pueblo asiste la pelea política más o menos de camarote, o sea, asiste de lejos el pueblo trabajador, todavía no entró en la pelea, mira de manera perpleja lo que está pasando.

La clase media que se movilizó para deponer a Dilma, entró en una especie de depresión porque lo que vino no correspondió, desde el punto moral, y son muy moralistas, a lo que ellos esperaban.

La gente del PT está muy, muy perdida, porque la situación del PT es realmente muy, muy triste. Porque, para dar un ejemplo, Temer, que es el nuevo presidente, es golpista en Brasilia. Pero en San Pablo su hija es secretaria de Estado del alcalde rojo del PT Fernando Haddad, por indicación del PMDB, o sea del papá, de Temer.

Entonces, esto muestra, esto desmoraliza a la militancia petista que está realmente muy mala. Uno nota en los debates en los sindicatos o con estudiantes, que el PT ya no se defiende. Y cuando se presentan para defender, porque son muy criticados, yo los critico duramente, se presentan avergonzados y siempre casi que pidiendo disculpas.

Entonces, esta es una cosa que deja al PT en una situación muy mala.


María de los Ángeles Balparda: ¿El PT queda muy débil?


PASJ: Está muy débil.

Entonces, la militancia del PT está parada. Esta es la reacción del pueblo a la crisis política.

A la crisis económica, que es muy, muy virulenta, hay mucha resistencia, porque el pueblo naturalmente cuando es agredido, la gente se va a defender. Pero todavía falta articulación general, o sea, falta una organización que potencialice estas luchas.

En la izquierda estamos en un proceso de reorganización. La novedad, Diego, es que la semana pasada un 40% de los militantes del PSTU (Partido Socialista de los Trabajadores Unificado) que es un agrupamiento trotskista, muy, muy aguerrido, se separó, salieron del PSTU por la razón de intentar una unidad de la izquierda. O sea, criticando el sectarismo de la dirección del PSTU, lo que es una paradoja. Porque fraccionan pero en realidad en nombre de la unidad.

Pero lo importante para nosotros aquí es que sí hay un esfuerzo grande y una preocupación grande de buscar la unidad, y eso es importante.

DM: Esa estrategia que parece muy clara del PT, de dejar que la crisis se lleve a Temer y volver en el 2018 casi limpio de toda culpa. ¿No la ve también el PMDB, el PSDB como un qué vamos a acordar si le estamos regalando las elecciones próximas al PT? ¿Ellos no visualizan eso como un problema? Pensando que la derecha no suele ser miope.

PASJ: Bueno, por eso no sale el acuerdo, la situación brasileña para la superestructura política es realmente muy compleja Diego. Y yo cuando hablo con ustedes a veces me digo, cómo lo van a entender porque es esto aquí nadie lo entiende.

Por ejemplo, hoy leí en un periódico brasileño que Dilma hace un elogio a Meirelles y que si vuelve lo mantendrá en la dirección de la economía. Entonces, esto es contradictorio con la idea de permitir el desgaste del gobierno. Porque si ella dice eso, la gente dice, pero están juntos.

Entonces, la realidad es que tienen el mismo proyecto económico que es el ajuste, en esto no tienen diferencia sustancial. Tienen diferencias políticas pero tienen un problema común que es la investigación de corrupción donde todos están y no saben cómo resolver esto. Porque además, no hay más líderes políticos para conducir la negociación.

Entonces, por ejemplo, el PSDB no es un partido unido, son facciones.

Entonces, ahí el gobernador de San Pablo que tiene una jugada, quiere ser presidente. José Serra que ahora es el canciller que hace el trabajo sucio de jugarse en los brazos de los americanos sin ningún pudor, también quiere. Aécio Neves quiere. Todos tienen problemas de corrupción, a ninguno le gusta el PT pero saben que no pueden llevar la pelea más allá sino el PT también tiene fuego. Entonces, es una situación dificilísima.

MAB: ¿Se puede hablar de que es una etapa del progresismo, de los gobiernos progresistas de estos años? ¿Se puede decir que hay algo similar?


PASJ: Ángeles, la interpretación que yo tengo de esto es que en Brasil estamos viviendo el fin de un ciclo que es mayor que solo el progresismo.

En realidad tuvimos un golpe con las dictaduras, yo voy a hacer el caso brasileño pero creo que con cambios se puede pensar también en generalizar para el conjunto de América Latina.

Tuvimos un golpe fuerte que fue la dictadura, que en realidad es una dictadura del gran capital, es militar-civil pero al servicio del gran capital. Y ahí se dijo de manera clara, reformas en América Latina no, el capitalismo en América Latina no será un capitalismo rosado, un poquito más humanizado. No. Aquí tendremos capitalismo salvaje y se acabó y no se habla más de esto.

Bueno, cuando hubo la crisis de la dictadura, en Brasil la transición a la democracia se dio por arriba, con una negociación por arriba. Entonces, el pueblo salió a la calle y pedía directas ya, queremos elecciones ahora, pero los militares, la burguesía, la llamada clase política, hicieron un acuerdo por arriba que es la tradición brasileña, los acuerdos se hacen por arriba. Y fundaron esta democracia de baja intensidad, digamos así, para meterle un nombre.

DM: Acá fue el pacto del Club Naval eso.


PASJ: Sí, allá fue exactamente la Nueva República que dicen.

Entonces, hicieron esta democracia restricta que duró 30 años, que no es poco tiempo. Pero esto se agotó porque la voluntad del pueblo, que fue expresa en una Constitución que sería social-demócrata, esto no se cumplió. Entonces, lo que se nota en Brasil y queda claro, yo diría que las manifestaciones del 2013 marcan esto un poco, es que la juventud obrera dijo "¡Basta!" queremos los derechos ahora, no los queremos para el fin del mundo, lo queremos ahora.

Pero en realidad la agenda del capital es sacar derechos. Entonces, la lucha de clases en Brasil es, el capital dice: yo les voy a sacar derechos, y ahora empezó a golpear las puertas aquí en Uruguay.

Pero el pueblo dice: no, nosotros queremos derechos.


Entonces, esto desplomó el acuerdo político que tenía y la burguesía no sabe qué poner en el lugar y el pueblo tampoco, porque no tiene un proyecto alternativo. Y así estamos

DM: Porque el PT no ha podido satisfacer a la gente y era la utilidad que tenía, acá pasó con el Frente Amplio. El Frente Amplio llega al poder con los avales que tiene por parte del capital, porque garantizaba la llamada paz social. Pero cuando dejan de cumplir ese rol porque no les dan las políticas, pasa esto también.

PASJ: Exactamente, o sea, las manifestaciones, porque ya venía un ascenso de luchas muy fuerte, el número de huelgas en Brasil en 2013 ya era equivalente al pico que tenemos de esto que era de 1989. Entonces, las manifestaciones muestran el descontento y muestran que el PT ya no logra hacer la paz social. Porque el PT entró en la política brasileña porque puso al pueblo en las calles, después canalizó todo esto para el institucional, pero lo puso.

Después llegó al poder porque sacó al pueblo a la calle, pero quedó el chantaje, si no voy meto al pueblo otra vez.

Bueno, ahora no logra ni sacar la derecha de la calle ni meter su militancia en la calle. Entonces, venció el plazo.

DM: Faltan liderazgos en las fuerzas de izquierda y de derecha, por lo menos en Uruguay, no se nota que haya grandes liderazgos que puedan encabezar las posiciones más cercanas con el capital. Más allá de que el Frente Amplio o el PT son la visión del capital también sobre la economía.


PASJ: Una pregunta bien interesante Diego, a mí me encantan estas charlas aquí con ustedes porque no sólo uno dice lo que piensa sino que ustedes nos provocan mucho a pensar, a dar respuestas un poco mejores que las que dábamos.

Yo creo que hay un problema común a lo mejor en la falta de líderes por la izquierda y por la derecha. Y digo izquierda de verdad, no la izquierda de la derecha, que es la falta de proyecto político, o sea la falta de bandera.

Porque los personajes al final sintetizan y condensan la fuerza de una bandera. Entonces, la derecha, y digo por Brasil, el censo común es que Brasil tiene una burguesía muy fuerte, y es posible que en el contexto latinoamericano nuestra burguesía sea fuerte.

Pero en el contexto mundial es muy débil y no tiene proyecto nacional ninguno. Entonces, la burguesía brasilera no tiene proyecto.

MAB: ¿Lo tuvo en una época?


PASJ: Yo creo que lo tuvo pero ya hace mucho tiempo que esto se está perdiendo con el avance de la globalización.

Para hacer una broma, es como si llamaran, como si yo tuviera una reunión con el cuartel general de la burguesía y le preguntara cuál es el proyecto, y ellos me dijeran: mirá, voy a llamar al gringo y te lo digo en un ratito.

O sea, no tienen. Y como no tienen se quedan indiferenciados. Y si son indiferenciados, tienen que diferenciarse por cosas minúsculas, corrupción, con una imagen pública más o menos simpática, pero esto todo es muy poco.

Entonces, yo creo que esto es lo que explica. Porque yo recuerdo cuando vino el golpe del 64 en Brasil, fue un golpe, pero todo el panel de control político estaba montado, de la extrema izquierda al centro y a la derecha uno podría decir los nombres que representaban cada posición. Bueno, hoy en Brasil no hay panel de control.

Entonces, yo creo que a lo mejor esta crisis profunda de lo político sea el reflejo de una indiferenciación, una falta de proyecto, porque no tenemos. El proyecto es lo que el capital manda. Ahora mandan ajuste, entonces, se ajustan al ajuste y ahí van a hacer demandas nacionales que son puntuales y movidas por los intereses concretos del capital.

DM: Da la sensación que en esta medida de ajuste, la propia burguesía pierde terreno cuando hay un problema social grande en el país.

PASJ: Sin duda alguna. Y además se ven amenazados, porque el ajuste siempre es la política del gran capital.

DM: Pero es como la política fácil también, que en resultados no sé si es tan conveniente, incluso para ellos.

PASJ: Porque lo que pasa es que la pequeña burguesía también queda amenazada por esta política. ¿Entonces, cómo reaccionan? Reaccionan atacando más al pueblo, porque pueden ajustarse para abajo y con un control fuerte del Estado con transferencias de fondos. Lo que quiere decir que se vuelven todavía más mezquinas, más egoístas y más duras con el pueblo.

¿Qué es lo que está pasando ahora? Porque el desarrollo aquí es desigual y combinado, hay que combinar fracciones de capital que son muy desiguales. La nuestra, la nacional, la local es la más débil.

¿Pero cómo compensan eso? Con la súper-explotación del trabajo. Entonces, a veces son todavía más duros que el capital internacional.

DM: ¿Qué está pasando a nivel del territorio brasileño? Porque quizás estemos hablando de lo que ocurre en San Pablo, en Brasilia, en Río o en las grandes ciudades. ¿Qué pasa en el resto, en los lugares con menos información, con menos aplicación de las políticas globales, o más capaz? ¿Hay organización, hay cosas que están ocurriendo en el norte?

PASJ: Mira, Brasil es un país muy grande, muy desigual y la crisis golpea de manera desigual.

Entonces, la crisis golpea de manera más fuerte en el sudeste, en San Pablo, en la región más económicamente más vinculada al extranjero. Pero los efectos de la crisis empiezan, llegan tardíamente por el ajuste fiscal, porque el nordeste depende mucho de las inversiones públicas y de las transferencias de fondos para las familias y para los gobiernos hechas, digamos, que el ajuste fiscal compromete.

MAB: ¿Depende más de las políticas sociales?

PASJ: De la política social y de las inversiones públicas en infraestructura.

Entonces, esto también siente.

La crisis, la recesión tiene reflejo sobre la capacidad de recaudación de los Estados, entonces, estamos viviendo en algunos estados una crisis fiscal fuertísima, donde los funcionarios públicos no reciben.

Por ejemplo, Río Grande del Sur está prácticamente moratoria. Río de Janeiro, vamos a recibir las Olimpíadas y el Estado se decretó técnicamente en falencia.

Entonces, en los pequeños Estados, Municipalidades, hay varios quebrados, porque la situación es muy débil, tenemos economías muy débiles y Brasil es un país con mucha gente, con muchos problemas.

Entonces, esto va contaminando el conjunto de país. Entonces, desde el punto de vista territorial yo creo que se va difundiendo la idea de que la crisis es fuertísima.

DM: Como un volcán que tira lava así y va esparciéndose.

PASJ: Exactamente, es una buena imagen.

Y va quedando claro que no es una crisis coyuntural.

¿Y cómo reacciona el pueblo? En realidad el pueblo está callado, mira estas crisis grandes, está callado, muy preocupado, porque la crisis empieza a tocar a toda la gente, porque no hay nadie que ya no tenga a alguien desempleado en la familia, en los amigos, entonces todos están muy asustados y esto en algún momento va a tener una voz.

MAB: Hay mensajes de los oyentes:

La Dra. Milano dice: "Si ellos hacen pactos por arriba, el pueblo brasileño pactará por abajo por su grandiosa tierra". Capaz que después podemos hablar un poco más de cómo está el pueblo, con qué fuerzas está contando.

Y otro, con un teléfono que termina en 301, dice: "La burguesía, al no tener programa, cuestiona a personas".

No sé si lo dice por lo de la corrupción, que eso otro tema también interesante para hablar.

PASJ: Mira, la primera pregunta, yo estoy en total acuerdo, como no hay programa, diferenciaciones sustanciales, se hacen las diferenciaciones adjetivas. Entonces son problemas personales, de carisma de la gente y la política se transforma en un espectáculo de diferenciación. Estoy totalmente de acuerdo.

La segunda pregunta es la pregunta clave yo creo, es el gran dilema ahora de los trabajadores en el mundo entero. El capital tiene un proyecto, y hoy este proyecto se llama ajuste. Tiene método, el método es el terror económico y político. Y tiene organización que es el estado y todos sus aparatos.

Bueno, el trabajo y su política es de ofensiva contra los trabajadores, sacar derechos en todos los sentidos. Bueno, el trabajo tiene que tener un programa, un método y organización. Y el programa, desde mi punto de vista, tiene que ser enfrentar al capital, porque no hay mucha solución en la crisis. O sea, el capital quiere sacar los derechos del trabajo, yo creo que ahora el trabajo tiene que sacar los derechos del capital que es el derecho a la propiedad privada. Esto es lo que está puesto.

Para esto tiene que tener método y organización.

DM: ¿Qué papel cumplen los jóvenes? ¿Existen organizaciones juveniles potentes?

PASJ: La verdad es que la burguesía siempre quiere dividir al pueblo, lo divide de varias maneras y ahora hay también una división generacional muy fuerte. Y esto todo es un problema.

Yo diría que los trabajadores están sin conducción alguna, porque no hay, no se logró definir, condensar una bandera para saber para dónde ir y cómo.

Lo que se nota en Brasil es, primero Brasil es un país joven, en eso hay una diferencia con Uruguay, es un país muy joven. La iniciativa política real, la que viene del pueblo, que brota de las profundidades de la sociedad, vinieron de los jóvenes y se manifiestan en las huelgas que son impulsadas por la base y se manifestó en la protestas muy fuertes del 2013 que fueron lideradas por jóvenes.

Pero estos jóvenes vienen hoy en día con una tradición muy anarquista, muy antipartido. Y con esto no logran organizar esta furia que viene en fuerza política. Entonces, vienen las protestas pero después no hay secuencia y no pasa nada.

Entonces, yo creo que hay que tener una dialéctica entre los viejos y los jóvenes. Los viejos, entre los cuales yo, tengo que aprender con los jóvenes y no tenemos que tener la prepotencia de querer imponer modelos de tiempos anteriores a una nueva época, cada época su modelo.

Pero los jóvenes también tienen que saber que para pelear bien tienen que condensar todos los conocimientos de la lucha de clases del pasado y de todos los pueblos para que luchen mejor.

Entonces, esta ecuación es una ecuación difícil, yo creo que en la práctica se camina un poco para esto pero siempre en un ritmo que, para nosotros que vivimos, que pasamos por el mundo por un plazo muy corto, nos gustaría que fuera más corto. Pero es un ritmo que en realidad no controlamos.

Nosotros podemos preparar el barco, intentar hacer el buen debate, pero el viento no depende de la gente, depende de la circunstancia histórica concreta.

DM: ¿Y los pensamientos históricos de la izquierda están presentes hoy en el debate?

PASJ: Mira, hay una estigmatización muy grande contra el marxismo, la derecha estigmatiza la política, los partidos, la crítica de manera general y el marxismo.

Entonces, claro que el pueblo que está alienado, fuera del debate político tiene un poquito, una cierta prevención contra esto. Pero hay muchos grupos políticos muy fraccionados, la influencia de estos gigantes de la lucha están, yo creo que cuando haya oportunidad de que esto se presente y se presente de una manera sana, buena, constructiva, la gente reacciona bien. Pero el punto de partida es un joven formado dentro del individualismo, sin cultura política, sin un buen debate, sin radios como Radio Centenario, sin periódicos.

Entonces, esta es la realidad concreta. Y yo creo que la tarea es hablar la verdad al pueblo y crear condiciones del buen debate, confiar que el pueblo, teniendo una buena semilla, va a germinar.

Y la impresión que yo tengo es que esto sí ocurre así. Doy un ejemplo, las tomas de escuelas secundarias en San Pablo, los niños van, nosotros visitamos las escuelas y quedamos el primer día o el segundo, espantados, porque no saben nada.

Volvemos a la escuela un mes después y están organizados, la escuela está limpia y tienen comisión de cultura, de política, de recepción, de limpieza, de seguridad, de todo. O sea, el pueblo, los tiempos políticos no son normales, ellos aceleran.

Entonces, poniendo la buena semilla y sembrando bien, yo creo que viene. Esta es nuestra tarea creo.

MAB: ¿Y la elaboración teórica, que en otros tiempos tuvo la intelectualidad latinoamericana, en qué estado está?

PASJ: Mira, Ángeles, nosotros tenemos un escritor portugués de la época de la colonia que es el Padre Antonio Viera, es un gran intelectual portugués y de la lengua brasileña.

Él dice: "El pescado se pudre por la cabeza". Entonces, estamos en un déficit de la población grande, porque la verdad es que la dictadura encerró una etapa, o sea, aquí no se discuten cambios estructurales, no se discute revolución, entonces estamos en la contrarrevolución.

La izquierda se organizó, esta izquierda que ahora agota, se organizó por adentro de la contrarrevolución.

Entonces yo bromeo, yo digo, es como, ¿cómo resolver los problemas del pueblo sin atacar ninguna de las causas de los mismos?

Bueno, la solución está ahí, no se resuelve nada y los problemas vuelven y están volviendo.

Entonces, yo creo que el reto que tenemos es de elaboración, yo creo que esta es la primera tarea. Porque la gente va a luchar y va a resistir, pero esto no es suficiente, tenemos que abrir horizontes, para esto tenemos que tener elaboración, y la elaboración desde mi punto de vista coloca en el orden del día la necesidad de discutir la revolución.

Claro que, cuanto mayor sea la discusión mejor, porque menor será el error. Pero si no discutimos la cosa correcta no vamos a llegar a lugar ninguno. Entonces, desde mi punto de vista Ángeles, el principal dilema que tenemos hoy en día es la elaboración. Con una buena elaboración tenemos la posibilidad de hacer la unidad, porque es la teoría que responda a esta práctica que puede abrir nuevas prácticas.

MAB: A uno le dan ganas de seguir por esta vía pero también tenemos que aprovecharte con las cosas últimas que han pasado en Brasil.

Hace un rato nomás se daba acá la información de que hay un nuevo presidente de la Cámara que llegó, un hombre con un apellido conocido en la política brasileña. ¿Quién es? ¿Qué se puede esperar del nuevo presidente?

PASJ: Mira, Rodrigo Maia es hijo del ex alcalde de Río de Janeiro, César Maia, que fue un hombre que comenzó con Brizola, que ustedes lo conocen bien porque quedó exiliado aquí en Uruguay. Es un gaúcho, bien gaúcho, un hombre muy digno de la época del populismo.

Como el papá, César Maia, se recicló, hoy en día es un hombre del DEM que es un partido de la derecha brasileña muy tradicional.

Es un nombre nuevo desde el punto de vista biológico y muy viejo desde el punto de vista político, del Clan Maia. Yo no sé ahora cuántos diputados el Clan Maia tiene en el Congreso brasileño, pero hubo épocas en que tenían 15, 20 personas porque están ahí distribuídas.

MAB: ¿Clan le llamaban?

PASJ: No, yo le llamo clan porque es un clan del nordeste brasileño.

Estos Maias, César y Rodrigo, César Maia fue exiliado y entonces de ahí volvió para Río de Janeiro. Pero esto es un tremendo de una oligarquía política.

Él, yo no acompañé mucho cómo fue el proceso de su elección porque estaba aquí encerrado en reunión, pero en realidad fue una solución digamos a colmillas de la clase política brasileña. Se logró no tener un candidato de Cunha que es un bandido total, o sea, no es un adjetivo, es un sustantivo, él es un bandido.

Es tan bandido que quedó un poquito, todos le temen, incluso Temer, de quien es parcero político, pero ahora se quiere alejar un poquito de Cunha porque para él Cunha es muy peligroso.

Entonces Temer tenía que alejarse de Cunha disimuladamente para que Cunha no se vengara. Y yo creo que Rodrigo Maia es una solución tan increíble en Brasil que tuvo el voto del PT, es elegido con votos del PT. Para que vean el grado de pragmatismo que hay en el PT.

DM: Nos preguntan acá si hay algún blog o web o algún lugar donde poder seguir el pensamiento de Plínio, es Aquiles de Tres Cruces.

"Un saludo al invitado y pregunto: ¿El problema del capitalismo es generacional o de clases?", dice Juan del Cerro.

PASJ: En relación al buen debate brasileño, que felizmente no es sólo el mío, hay mucha gente. Hay un blog que es un blog para artículos más pesados que se llama marxismo21.org. Ahí nosotros intentamos reunir el debate de la izquierda que va desde la izquierda del PT, de los grupos bien de izquierda del PT, entonces bien ecuménico, hasta contemplando todo lo que hay de la izquierda de verdad.

Ese es un periódico que yo creo que es interesante para entender.

Y tenemos una página web que se llama correiocidadania.com.br y ahí también hacemos un poco el acompañamiento y un debate más periodístico digamos.

Con respecto a la otra pregunta, a la de Juan, yo estoy seguro que nosotros para hacer algo nuevo tenemos que renovar. Es imposible crear una política nueva con ropa vieja, y en esto yo creo que tiene que haber sí una dialéctica.

Yo no creo que los jóvenes tengan que partir de cero sin el acumulo de lo que ya pasó la generación más vieja. Pero también estoy seguro de que toda revolución es hecha por los jóvenes y que los viejos son un accesorio importante, pero el liderazgo tiene que estar con los jóvenes.

DM: ¿La religión en Brasil, qué papel ocupa en lo político? Porque acá ha empezado a surgir una conexión ente la religión y lo político.

PASJ: Brasil es un país muy religioso, entonces la religión en varios momentos tiene un papel importante.

Ya tuvo, por ejemplo, por la izquierda con la teología de la liberación que en Brasil fue muy fuerte y que en el final de la dictadura jugó un papel importante en la organización del pueblo, de núcleos, de políticos en las poblaciones.

Bueno, hoy en día lo que está en ofensiva es una religión muy conservadora, de derecha, que son los evangélicos. Yo digo que es una especie de teología de la prosperidad. Y esto tiene un papel importante en la dominación brasileña, porque en las callampas, en los pueblos pobres, la derecha tiene presencia en el terreno. O sea, no mandan, tienen.

Y su presencia se manifiesta de tres maneras, el crimen organizado, los políticos fisiológicos y las iglesias evangélicas. De estas iglesias degradadas de la mercantilización.

Entonces, ellos hacen una especie de triángulo que tiene una función muy importante de mantener el pueblo en la alienación, son extremadamente conservadores. A mi papá le gustaba mucho escucharlos. Y yo decía: ¿Pero por qué pierdes tiempo?

Y él decía: Escuchalos, para que sepamos lo que piensa la derecha profunda.

Entonces, una vez yo fui a escuchar a uno y hablan muy bien, tiene técnicas para hablar. Él decía, mira, del tipo crítico en la fábrica tú te alejas de él, este tipo te va a meter en líos. Si el tipo empieza con que quiere hacer huelga, por favor, por favor, este es el Diablo, nosotros, los hombres de Dios vamos para el otro lado.

O sea, esto todos los días. Controlan muchas radios, muchos canales de televisión y es sin duda, desde mi punto de vista, una de las palancas de la dominación de derecha ultra conservadora en Brasil.

DM: Bueno, Plínio, lamentablemente se nos acaba este encuentro. Vamos a tener otros, yo supongo que en breve vas a tener que viajar nuevamente a Uruguay, sino lo vamos a generar, para poder seguir conversando, pero también disfrutando mucho de las charlas telefónicas que nos permiten tener también los temas cotidianos arriba de la mesa.

Te agradecemos mucho que hayas estado por acá.

PASJ: Soy yo que agradezco mucho este debate que es siempre muy instigador y que me provoca la necesidad de entender mejor lo que está pasando. Es mucho mejor hacer la charla en vivo, por teléfono uno nunca sabe bien si tiene que hablar, si tiene que parar.

Pero de cualquier manera, mejor por teléfono que sin nada o sea que continuamos hablando. Es un gran honor hablar a los oyentes de Radio Centenario. En verdad los envidio, me gustaría tener oyentes como ustedes allá en Brasil.

MAB: Gracias Plínio, gracias.

martes, 19 de julio de 2016

Jorge Beinstein: "El capitalismo se encuentra en su hora final"



tomado de:

http://www.insurgente.org





Jorge Beinstein

Destacado economista marxista, especializado en prospectiva y economía global, Jorge Beinstein es Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Franche Comté-Besançon, Francia, y actualmente profesor emérito de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, donde dirige el Centro Internacional de Información Estratégica y Prospectiva (CIIEP). Ha sido académico en importantes universidades de Europa y América Latina, donde también ha dirigido relevantes proyectos de investigación. Entre sus últimos libros destacan: Comunismo o Nada, La ilusión del metacontrol imperial del caos: La mutación del sistema militar de los Estados Unidos, Capitalismo del siglo XXI, y Crónica de la decadencia: Economía global 1999-2009. Sus trabajos se pueden leer en la web beinstein.lahaine.org.

-¿Cuál es su opinión sobre Chile? Vivimos la doctrina del shock impuesta por la dictadura, el neoliberalismo salvaje, el extractivismo y endeudamiento, la despolitización…

-Creo que Chile nunca ha podido superar la tragedia del 11 de Septiembre. La dictadura remodeló a la sociedad chilena. No es el único caso, también en Argentina la dictadura cívico-militar instaurada en 1976 produjo degradaciones culturales y estructurales que han perdurado hasta hoy. Después de Pinochet ustedes han pasado a una suerte de democracia limitada comprimida por el modelo neoliberal que pudo instalarse y reproducirse como parte de una división internacional (colonial) del trabajo, de una economía global hegemonizada por los Estados Unidos pero que actualmente se está deteriorando rápidamente. Caen los precios de las materias primas sin perspectivas de repunte significativo y durable, eso afecta de manera decisiva al modelo neoliberal chileno.

La burguesía chilena creía que la masacre pinochetista y sus prolongaciones económicas y culturales ‘democráticas’ extirparían por completo la memoria histórica popular, bloquearían para siempre el surgimiento de alternativas antisistema. Es la eterna ilusión de los contrarrevolucionarios siempre desmentida por la realidad. América Latina vive actualmente una época oscura, de arremetidas derechistas, pero también de putrefacción capitalista, entonces lo que parecía imposible, las aspiraciones revolucionarias, puede reaparecer. Las latencias, las memorias subterráneas que se reproducen de manera invisible pueden converger con nuevas formas de crítica teórica y de lucha práctica hasta conformar una avalancha social. Dicha posibilidad no debe ser descartada sino más bien alentada. La evolución de la crisis global y regional abre esa perspectiva”.

Zarpazos de la lumpenburguesía

-¿Qué ocurre en Argentina tras la llegada de Macri al gobierno y cómo caracterizaría sus decisiones?

-Ha significado un violento giro hacia la derecha más extrema del arco político argentino. A los pocos días de asumir se produjeron transferencias de ingresos hacia las elites económicas que por su magnitud y velocidad no tienen precedentes en la historia económica argentina. Esto ha causado una fuerte contracción del mercado interno y en consecuencia la llegada de la recesión. El FMI pronosticó a comienzos de año una caída real del Producto Interno Bruto para 2016 del orden del 1%, aunque viendo lo que ya ha ocurrido en el primer cuatrimestre podemos hablar de un descenso superior al 3%, más allá de lo que anuncie en el futuro el gobierno a partir de cifras manipuladas. Desde la llegada de Macri, se ha producido un apagón estadístico. No se suministran más las cifras oficiales de desocupación, inflación y otros indicadores. No descarto la posibilidad de una suerte de híper-recesión si el gobierno no llega a controlar la dinámica depresiva que ha generado.

Entre los especialistas se discutía en los primeros meses acerca de cual era realmente el modelo económico macrista. Las decisiones económicas han sido tan salvajes, las contradicciones tan evidentes, el desastre tan grande que no cabe pensar que estamos ante un plan estratégico coherente apuntando a una reconversión capitalista de largo plazo, aunque sea oligárquica, sino ante un saqueo donde cada grupo dominante saca su tajada sin importarle lo que vaya a ocurrir en el futuro. Marchamos hacia una crisis de gobernabilidad impulsada por fuerzas entrópicas que se han desatado al derrumbarse el kirchnerismo. Las clases dominantes argentinas operan como una suerte de lumpenburguesía, de burguesía depredadora altamente destructiva. El fenómeno forma parte de un proceso global del mismo signo”.

-Háblenos de la “lumpenburguesía global dominante”…

-Tendríamos que arrancar desde los 70 cuando a partir de la estanflación la recuperación posterior se produjo con tasas de crecimiento económico global declinantes. Esa tendencia de largo plazo fue acompañada por una expansión de los negocios financieros que terminaron por financierizar al sistema mundial de tal manera que hacia 2008 la masa financiera mundial representaba unas veinte veces el Producto Bruto Global (PBG), solo los productos financieros derivados equivalían a unas 11 veces el PBG. El fenómeno forma parte de un proceso más amplio de ascenso del parasitismo como componente hegemónica del sistema capitalista mundial que por supuesto incluye también a la hipertrofia militar, a la narco-economía, al consumo suntuario de las élites globales y su plataforma productivo-comunicacional, etcétera. Se trata de un fenómeno originado hace casi medio siglo pero que en el siglo XXI se manifiesta como una mutación integral del sistema, como la transformación de su núcleo central dominante en una casta parasitaria. En ese sentido es posible establecer paralelismos con otras decadencias civilizatorias como por ejemplo la del Imperio Romano, etapa superior y final de la llamada civilización greco-romana.

La lumpenburguesía -hoy dominante a escala global con centro en el Imperio estadounidense-, es decir, una burguesía degenerada, parasitaria, marca un salto cualitativo en la trayectoria universal del capitalismo, así como la aristocracia militar-consumista de la decadencia imperial fue el resultado de la mutación terminal de Roma.

-Usted señala una crisis de la financierización de la economía mundial y que el Imperialismo despliega como último recurso la “Guerra de Cuarta Generación”: destruir las sociedades periféricas para convertirlas en zonas de saqueos. ¿Podría caracterizar esto y ampliar su visión?

La crisis de 2008 marcó el fin de la expansión acelerada de la trama financiera global, la misma fue una suerte de droga que permitió endeudarse a estados, empresas y consumidores de los capitalismos centrales, pero el ciclo del endeudamiento impune llegó al límite, la explosión de la mega burbuja inmobiliaria fue el punto de inflexión del sistema. Entonces los estados imperialistas realizaron enormes transferencias de fondos hacia los grupos financieros tratando, con éxito, de evitar su derrumbe. Pero no fue más que un parche y no la superación de la crisis.

En 2001, por ejemplo, los negocios con productos financieros derivados, la columna vertebral de la red especulativa global, acumulaban unos 95 billones (millones de millones) de dólares equivalentes a unas 2,8 veces el PBG. En 2005, llegaban a unos 280 billones (unas 6 veces el PBG), y a mediados de 2008, poco antes de la crisis alcanzaban cerca de 680 billones (11 veces el PBG). Se trataba de un crecimiento exponencial, pero a partir de ese momento esa masa especulativa dejo de expandirse, se volvió inestable y desde 2014 se fue desinflando velozmente. Entre fines de diciembre de 2013 y fines de diciembre de 2015 la contracción fue del orden del 30%. En 24 meses se esfumaron unos 220 billones de dólares... ¡Equivalentes a casi tres veces el PBG!

Hasta la crisis de 2008 la expansión financiera operó como una suerte de impulsor inflacionario de la economía mundial. Desde 2014 la contracción financiera opera como un motor deflacionario que empuja hacia abajo a la economía. Dicho de otra manera, en una primera etapa se desarrolló un círculo aparentemente virtuoso (en realidad perverso) donde las deudas crecientes y las ganancias especulativas inflaban el consumo de los países ricos, sus gastos estatales (especialmente los gastos militares), sus innovaciones tecnológicas, sus actividades productivas, lo que a su vez engordaba a la especulación financiera. Pero el funcionamiento de dicho mecanismo produjo finalmente un círculo vicioso depresivo donde la sobrecarga financiera comprime a la economía lo que a su vez deteriora y desinfla a la especulación. Nos encontramos ante la declinación turbulenta de un ciclo parasitario, la más grave crisis de toda la historia del capitalismo.

Si observamos lo sucedido con otras civilizaciones, vuelvo al caso romano, comprobaremos que cuando la pérdida de dinámica llega a un cierto punto la elite dominante trata de utilizar al máximo su último recurso: la fuerza militar. En nuestra civilización burguesa el Imperio -Estados Unidos y sus aliados vasallos occidentales-, intenta saquear al resto del planeta para así postergar su caída. El objetivo es apoderarse y agotar los recursos naturales de la periferia, marginar completamente a sus habitantes o súper explotarlos según los casos. Se trata de un megaproyecto estratégico tendiente a reducir drásticamente sus costos periféricos (mano de obra, insumos mineros y agrícolas, etcétera). Libia, Irak, Ucrania, Afganistán, Siria… nos muestran al Imperio destruyendo sociedades pero sin poder remplazar lo destruido por un nuevo orden colonial, lo que se instala es el caos porque lo que emerge no es una nueva división internacional del trabajo sino la decadencia global. La crisis del Imperio acentúa su locura belicista la que a su vez agrava la crisis”.

Progresismos y capas medias

-Los “progresismos” latinoamericanos parecen desgastados. ¿Cuál es su opinión sobre lo que ocurre en Honduras, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Venezuela, la caída del kirchnerismo, las negociaciones de paz en Colombia y la “normalización” de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos?

-Los progresismos latinoamericanos, desde sus versiones más conservadoras como la del Frente Amplio de Uruguay hasta las más radicalizadas como la de Venezuela intentaron reformar los sistemas capitalistas existentes, en algunos casos para humanizarlos, mejorarlos socialmente y en otros para superarlos gradualmente, no se produjeron revoluciones sino reformas más o menos audaces. Esas experiencias pudieron aprovechar la efímera mejora del comercio internacional de materias primas para combinarla casi siempre con ampliaciones de los mercados internos, sobre todo expandiendo el consumo popular. También aprovecharon el retroceso geopolítico del Imperio para construir políticas relativamente autónomas. Pero eso se fue agotando al profundizarse la crisis global a partir de 2008 y sobre todo desde 2014 cuando cayeron los precios de las materias primas a lo que se agregó una ofensiva muy fuerte de los Estados Unidos reconquistando su patio trasero latinoamericano. La misma comenzó desde la llegada de Obama a la Casa Blanca desplegando un complejo y flexible abanico de intervenciones, desde los ‘golpes blandos’ como en Brasil, Honduras, Paraguay y Argentina hasta acciones desestabilizadoras como en Venezuela pasando por el intento de abrazo-de-oso a Cuba y siguiendo por el plan de desarme de la guerrilla colombiana. En este último caso los Estados Unidos intentan lograr la rendición negociada de la insurgencia a través de una sofisticada trama envolvente de presiones directas e indirectas, anzuelos seductores y golpes bajos. Se trata de un juego típico de la llamada Guerra de Cuarta Generación destinada a someter a la insurgencia a una dinámica aparentemente de asimilación al sistema, realmente de destrucción, empezando por sus fundamentos ideológicos revolucionarios hasta llegar a su extinción estructural.

En su ofensiva contra el progresismo los Estados Unidos cuentan con la colaboración de las burguesías latinoamericanas completamente transnacionalizadas. Lumpenburguesías periféricas arrastrando a importantes segmentos de las capas medias.

-¿Se derechizan las capas medias latinoamericanas? ¿Neofascismo? ¿Contrarrevolución? ¿Qué ha contribuido a que el fenómeno ocurra?

-Lo que muestran países como Brasil, Argentina, Bolivia o Venezuela en su primera etapa próspera es que la prosperidad y la gobernabilidad del sistema no solo reanimaron la voracidad de las elites locales sino que además ‘aburguesó’ a las capas medias ascendentes, ayudó a su integración ideológica con la cima, depredadora, lumpenburguesa, del capitalismo local buscando al mismo tiempo diferenciarse de la clases bajas también ascendentes. Los medios de comunicación concentrados cumplieron un rol decisivo en ese proceso inyectando odio social en un espacio fértil para eso, asociando justicia social con despilfarro, democratización del poder político con corrupción, etcétera. Este brote de irracionalidad pequeñoburguesa forma parte de un fenómeno más amplio, global, de fascistización, que se extiende por Europa e incluye fenómenos como el del llamado ‘Estado Islámico’ en Oriente Medio. Los neofascismos centrales y periféricos aparecen como respuestas reaccionarias a la crisis produciendo a veces contrarrevoluciones no porque hayan existido tentativas revolucionarias reales sino precisamente por la ausencia de revoluciones antisistema capaces de superar la degradación capitalista.

De todos modos la instalación de regímenes reaccionarios no significa el comienzo de una nueva gobernabilidad de tipo elitista y colonial sino la instalación de mecanismos de saqueo que profundizan las crisis. Es lo que se constata en casos como los de Argentina, Brasil o Paraguay y en lo que podría llegar a ser una victoria neofascista en Venezuela.

BRICS y petróleo

-¿Estados Unidos va por el BRICS?

-Evidentemente sí, y acaba de obtener su primer éxito en Brasil. Pero su mega-estrategia global apunta contra China y Rusia. Ambas potencias han constituido una alianza estratégica de largo alcance que va desplazando a los Estados Unidos de Asia, estableciendo puentes importantes con Africa y América Latina. La intervención de la OTAN en Libia y otras en el resto de Africa así como la ofensiva imperialista en Latinoamérica pretenden entre otras cosas frenar la creciente influencia de China y Rusia. El problema del Imperio es que no tiene qué ofrecer a cambio del mercado chino a países como Brasil o Argentina, solo ofrece promesas de ‘inversiones’ mientras realiza o trata de realizar saqueos.

-Estados Unidos intenta apoderarse de las reservas de petróleo y gas mundiales: Afganistán, Irak, Siria, Libia, Ucrania, Yemen... ¿Venezuela?

-Uno de los temas decisivos de la disputa geopolítica euroasiática es el de la guerra energética donde las reservas de gas y petróleo ocupan un lugar central, el control de esas reservas pero también el del transporte: gasoductos y oleoductos, canales, estrechos y otras posiciones estratégicas. Por ejemplo en Asia, y sobre todo en la zona del Golfo Pérsico y de la Cuenca del Mar Caspio, está algo más del 65% de las reservas petroleras globales. Esa pelea se extiende hacia Africa en Nigeria y Angola y hacia América Latina, donde Venezuela ocupa un lugar decisivo con el 20% de las reservas mundiales de petróleo.

Aunque el precio del petróleo está bajo también es verdad que la producción global de petróleo convencional está planchada desde hace casi una década. La irrupción del petróleo de esquisto de Estados Unidos amplió el volumen extraído pero se trata de recursos limitados que en pocos años más -a comienzos de la próxima década- llegará a su máximo nivel y empezará a declinar. Obviamente el dominio de las principales fuentes energéticas permitiría a los Estados Unidos ponerle un pie en el pescuezo de China y otro en el de Europa y jugar al gato y el ratón con el competidor ruso haciendo subir y bajar los precios según su voluntad. Pero Estados Unidos no está ganando esa guerra: no pudo doblegar a Irán, gran exportador energético, no pudo desestabilizar a Rusia, otro gran productor, haciendo saltar por el aire la convergencia ruso-china, y hasta ahora no ha sometido a Venezuela.

-¿Qué piensa que ocurrirá con China y Rusia en las próximas décadas?

-Tanto China como Rusia pudieron emerger como grandes potencias aprovechando el último gran auge de la economía capitalista global. Rusia como potencia energética-militar y China como potencia industrial. En ambos casos las exportaciones hacia los países ricos fueron los motores de la prosperidad. Pero esa etapa global ha concluido. Los mercados desarrollados se comprimen y los Estados Unidos -liderando a la OTAN- acosa a esas naciones emergentes tratando de capturar grandes reservas de materias primas y quebrar el poderío militar en el caso ruso, y en el caso chino intentando esclavizar a la más grande clase obrera industrial del planeta: 250 millones de trabajadores, y subordinar a ese temible competidor financiero e industrial pero también tecnológico y con cada vez mayor capacidad militar. Liquidar la alianza estratégica ruso-china es el objetivo mayor de Occidente.


Pero por otra parte los capitalismos ruso y chino no están fuera de la crisis global, forman parte de ella, son afectados por sus turbulencias, sus contracciones comerciales. Tratan de desacoplarse parcialmente de la decadencia mundial atrincherándose en el espacio euroasiático. El proyecto de la Nueva Ruta de la Seda, una gigantesca red de transporte marítimo y terrestre uniendo a los países de la región, constituye una de sus más grandes esperanzas. Lo que muestra la realidad es que no pueden escapar del desorden global, después de todo esas dos naciones protagonizaron en el siglo XX las dos más grandes tentativas de superación del capitalismo. La inviabilidad histórica del nacionalismo burgués en la era del capitalismo globalizado, aunque se trate de grandes países, abre allí la posibilidad de reintentar nuevamente tomar el cielo por asalto”.

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