sábado, 10 de diciembre de 2022

Los beneficios empresariales son la principal contribución a la inflación


tomado de

rebelion.org

 – Rebelion

Por Daniel Yebra Carmona | 10/12/2022

El economista británico defiende que “los trabajadores no tienen que disculparse si piden una subida de sueldo” porque “la espiral de precios y salarios es un mito”

Michael Roberts, cabeza de cartel del cuarto congreso “Trabajo, Economía y Sociedad” de la Fundación 1º de Mayo, es un reconocido economista marxista que ha batallado durante décadas en la City de Londres. El británico advierte de una pérdida “sin precedentes” del poder adquisitivo de las familias europeas en esta crisis de inflación. Y recuerda que solo unos sindicatos más fuertes pueden hacerla frente.

“Ha habido una reducción drástica del empleo en la industria manufacturera, en el Reino Unido, en los EEUU y en España. Y las nuevas industrias no están sindicalizadas. Ni las industrias tecnológicas, ni el sector de los medios de comunicación, ni los nuevos sectores minoristas tampoco”, lamenta. Aunque saca optimismo: “Esto está empezando a cambiar. Estamos empezando a ver organización en Amazon, en Starbucks, incluso en Google”.

“También estamos viendo luchas serias en Asia, América Latina y África. Vamos a ver muchas más. Y posiblemente también organizaciones independientes no solo en el Sur Global, sino también en el Norte Global en las nuevas industrias”, reflexiona Michael Roberts.

En la crisis de inflación de los 70, se daban por hecho las subidas salariales para recuperar el poder adquisitivo. Hoy, instituciones y empresas ni se plantean aumentos de sueldo con el IPC con el argumento de evitar un espiral de precios y salarios, ¿tienen realmente que conformarse los trabajadores y sufrir una grave pérdida de poder adquisitivo?

En los años 70, muy a menudo había lo que llamaban indexación de salarios para que hubiera un aumento automático de sueldos a la par con el aumento de precios. Por supuesto, esto era extremadamente costoso para los empleadores si no estaban realmente en la posición de aumentar aún más los precios. Pero es un mito que entonces hubiera una espiral de los salarios. No es verdad. Si se observan los datos, se puede ver que los salarios reales también cayeron durante ese período, a pesar de que en algunas industrias y algunos sectores hubo esa indexación, particularmente en el sector público pero también en algunos de los sectores industriales.

¿Cuándo se perdió esa indexación?

Todo eso se eliminó durante las décadas de 1980 y 1990. Durante todo ese tiempo llamado período neoliberal, se redujo el poder sindical de los trabajadores y se introdujo una legislación para impedir que pudieran mantener sus salarios altos, hemos visto una caída muy pronunciada en la participación de los salarios como porcentaje del PIB en todos los países de Europa. En la OCDE en general, mientras que en promedio los salarios representaban alrededor del 75% del PIB en la década de 1970, ahora está sobre el 65%. Esa es una caída bastante grande. ¿Dónde está eso? ¿Ha desaparecido? Obviamente se ha ido al incremento de la participación de los beneficios (empresariales) en el PIB. Así que tenemos una transferencia de salarios a beneficios. Y lo que estamos viendo en la espiral inflacionaria actual se debe a que no hay indexación y a que la legislación es muy dura contra los trabajadores. Y también porque las organizaciones sindicales son mucho más débiles y es mucho más difícil para los trabajadores aumentar sus salarios para igualar los aumentos de precios. Y la evidencia es clara de que los salarios reales han caído a un ritmo en la mayoría de los países europeos que no tienen precedentes. Estamos hablando de una caída del 6%, 7% u 8% en los ingresos reales en un año. Si solo estamos midiendo los salarios contra los precios, eso es una gran caída, que no se debería de dar. No va a ser compensado.

Los trabajadores de algunos sectores están consiguiendo más subidas que otros…

Recientemente IG Metall, la Unión Industrial Alemana llegó a un acuerdo, que suena bien, pero si lo miras, puedes ver que está muy por debajo de la tasa de inflación que está experimentando Alemania este año y el próximo, por lo que los trabajadores están sufriendo una pérdida salarial real. Entonces, la idea de que los aumentos de salarios provocan aumentos de precios no tiene sentido. Empíricamente, podemos ver que no es así, de hecho, y también podemos ver particularmente en este período que la principal contribución al aumento de precios ha sido, en primer lugar, el aumento de los precios de las materias primas energía, alimentos y otras materias primas subiendo. Y, en segundo lugar, los enormes aumentos de precios por parte de los empleadores. Los beneficios (empresariales) han sido la principal contribución a los aumentos de precios, no los aumentos de salarios, en esta espiral inflacionaria. Entonces, los trabajadores no tienen que disculparse si piden un aumento salarial, ni preocuparse de que de alguna manera provocarán una espiral de precios. Esto es un mito y una propaganda que nos cuentan los empresarios y sus representantes.

Las economías europeas se han transformado: oligopolios, multinacionales, más servicios y menos industria… ¿los sindicatos se han sabido adaptar?

Bueno, lo que hemos visto es una transformación de los sectores en los últimos 30 o 40 años, particularmente con la gran caída en la rentabilidad de la fabricación en la década de 1970 en la mayoría de las grandes economías, y una gran depresión a principios de la década de 1980. La actitud de los empleadores en las grandes multinacionales de tratar de trasladar sus industrias, el empleo y la tecnología fuera de Europa y América del Norte hacia lo que entonces se llamaba el Tercer Mundo y que ahora llamamos el Sur Global. Hacia todos los países donde había mano de obra barata y la oportunidad de construir fábricas con salarios bajos. Esa fue la transformación.

¿También en España?

Si observamos lugares como España fue ligeramente diferente porque recibió inversiones de Alemania y Francia cuando se unió a la Unión Europea, y vimos la expansión de la industria. Pero en general, ha habido un éxodo de empleo manufacturero en todos los ámbitos al mismo tiempo que crecía el sector servicios, lo que significa que, particularmente en países como el Reino Unido donde estoy, estas economías ahora están dirigidas a economías en las que viven de los beneficios obtenidos por las multinacionales, donde el Reino Unido opera como un centro financiero para redistribuir y generar ganancias para estas empresas en varias partes del mundo. Así que no ha habido adaptación de los sindicatos. Ha habido una reducción drástica del empleo en la industria manufacturera, en el Reino Unido, en los EEUU e incluso en España. Y las nuevas industrias no están sindicalizadas. Ni las industrias tecnológicas. El sector de los medios de comunicación tampoco. Y, por supuesto, los nuevos sectores minoristas tampoco. Esto está empezando a cambiar desde el final de la gran recesión. Estamos empezando a ver organización en Amazon, en Starbucks, en otros sectores nuevos que no existían antes, incluso en Google. Así que esto es quizás una indicación de una nueva tendencia en los trabajadores de la próxima generación que va a transformar el movimiento sindical.

¿Cómo podría crecer la densidad sindical y la fuerza de los sindicatos en este contexto?

Hemos visto una reducción masiva en la participación de la sindicalización de alrededor de dos tercios, es enorme. En los últimos 30 o 40 años, ha habido una disminución dramática en la proporción de personas en los sindicatos en comparación con la fuerza laboral total. Esto se ha dado, como decía antes, por el gran cambio desde el sector manufacturero a los servicios, particularmente en el Norte Global, y hacia nuevas industrias que no están sindicalizadas. Creo que existe una posibilidad cada vez mayor de que las nuevas industrias tengan un papel determinante, como ya ocurrió en el siglo XIX cuando la gran transformación en el movimiento sindical se dio por el cambio desde las industrias artesanales como la carpintería, la plomería…. a los sindicatos de masas en las grandes fábricas, en los muelles, en el transporte, etc. Y vimos el desarrollo de los sindicatos de masas a finales del siglo XIX y en la primera mitad del siglo XX. Luego hemos visto esta aniquilación en la segunda mitad del siglo XX. Pero creo que ahora tenemos toda una capa de nuevas industrias, donde los trabajadores apenas comienzan a organizarse. Y la gente no debe olvidar que la mayor proporción de trabajadores en todo el mundo no se encuentra en el Norte Global. Están en Asia, están en América Latina. Están en África. Aquí es donde el proletariado, usando la antigua frase, es de largo mayor. La clase trabajadora del mundo nunca ha sido mayor y nunca ha sido mayor como porcentaje de la población adulta total y la población activa. Y se basa principalmente en el Sur Global ahora, donde hay mucha actividad. Esta semana vemos lo que pasa en Foxconn, que es una gran empresa taiwanesa que opera en China, donde los trabajadores están luchando contra sus empleadores porque no les están pagando lo que acordaron pagar. Así que ha habido luchas serias como esa, vamos a ver muchas más. Y posiblemente también organizaciones independientes no solo en el Sur Global, sino también en el Norte Global en las nuevas industrias. Soy optimista.

¿Qué herramientas tienen los sindicatos para luchar a día de hoy?

Siempre existe la herramienta básica, que es que los empleadores no pueden conseguir las cosas ni los servicios que quieren vender a menos que los trabajadores trabajen. Es algo muy básico. Karl Marx dijo una vez, todo niño sabe que si la gente deja de trabajar, entonces no se hace nada. Ese es el poder básico que tienen los trabajadores, porque los empleadores no tienen poder, en realidad, dependen completamente de su fuerza laboral para entregar lo que se requiere. Los empleadores usan lo que pueden usar para evitarlo y eso lo puede hacer más difícil, pero el poder básico que tienen los trabajadores de retirar su trabajo todavía está ahí. Pero no solo eso. También hay muchas otras formas en que los trabajadores pueden mejorar sus condiciones. Los sindicatos brindan un nivel de apoyo en seguridad, y también en horas y condiciones de trabajo. Una cosa es decir que te pagan mejor, pero si estoy trabajando en pésimas condiciones, si estoy trabajando por turnos o trabajando muchas horas, entonces las condiciones de trabajo no son seguras. Los sindicatos tiene el poder de organizarse contra eso también. Todas estas son áreas importantes en las que los sindicatos juegan un papel y tienen que jugar un papel cada vez mayor en el futuro. Entonces, podrías decir, bueno, eso no es nada nuevo. Lo que quiero decir es que hay nuevas áreas en las que vamos a ver ese desarrollo y los sindicatos tienen que estar familiarizados con la tecnología, deben ser inteligentes acerca de los nuevos desarrollos que están ocurriendo en las industrias para construir la organización que necesitan los trabajadores.

¿Las huelgas han perdido efectividad en un mundo globalizado?

Si el argumento es que si se declara una huelga, la empresa trasladará su ubicación a otro lugar donde la gente no hace huelgas y donde es mas barato, en realidad no es tan fácil para las empresas hacer eso inmediatamente. Y también, los sindicatos deben luchar no solo en el frente económico, sino también políticamente para garantizar que los gobiernos no permitan que las multinacionales simplemente saqueen la infraestructura y la tecnología y se la lleven a otra parte. Si los trabajadores están luchando por mejores condiciones, las dos cosas deben ir juntas. Sí, todo es más difícil por ser internacional, pero tampoco es imposible para los sindicatos organizarse internacionalmente. Lo hemos visto en muchas ocasiones en los últimos años en varias industrias, particularmente en la industria del transporte, donde el comercio tiene lugar entre buques portacontenedores, conductores de camiones portuarios. O incluso desde el conflicto de Ucrania, hemos visto esfuerzos de los trabajadores para combinar todos estos temas. Entonces sí, es difícil. No es fácil para los sindicatos organizarse, ni para los trabajadores porque se enfrentan a las fuerzas de los medios, los gobiernos, las leyes, y, por supuesto, a los intentos de los empleadores de debilitar su capacidad de funcionar. Pero no es imposible. Históricamente podemos ver que a veces tuvo un gran éxito en la transformación de la realidad.

¿Están sabiendo incorporar los sindicatos el papel transformador del feminismo?

Cuando observamos la situación económica general, podemos ver que todavía hay una marcada diferencia entre el salario promedio de los hombres en industrias y servicios, y el de las mujeres. Y, sin embargo, las mujeres ahora constituyen en muchos países, la mayoría de la fuerza laboral, no solo una pequeña minoría. Y ha habido una transformación en los últimos 50 años en los que las mujeres han llegado al sector laboral en grandes masas, particularmente en industrias clave como la salud, la educación y los servicios públicos, los servicios sociales, donde las mujeres son dominantes. Si miramos el liderazgo de los sindicatos, es cierto que esto no siempre se ha visto reflejado, pero es algo que está comenzando a cambiar. El sindicato industrial más grande del Reino Unido ahora tiene a una mujer como secretaria general, y eso también se aplica en otros sindicatos. Entonces hay una transformación en ese sentido pero todavía hay una brecha enorme entre el nivel de los salarios medios de los trabajadores masculinos y femeninos. Eso se debe en parte a que las trabajadoras tienen trabajos peor pagados y no consiguen los mejores trabajos que pagan mejor. También aunque existe una legislación en contra de la igualdad salarial no siempre se aplica. Pero lo que creo es que la organización sindical y la expansión de los sindicatos ayudará a reducir esa brecha entre el empleo masculino y femenino.

¿Y cómo deben sumarse los sindicatos a la transición verde?

Creo que esta pregunta es muy importante porque este es uno de los problemas clave al que nos enfrentamos en el siglo XXI. Tenemos que hacer algo para detener el calentamiento global, las emisiones de carbono y el impacto que está teniendo lo vamos a sufrir todos, no solo en el Sur Global donde ya lo están sufriendo, sino también en Europa, donde vamos a ver condiciones climáticas extremas, etc., que van a afectar a la vida y las condiciones de las personas. Y tenemos que hacer algo al respecto. Cualquier sindicato que se precie tiene que mirar no sólo el tema de los salarios y las condiciones de sus miembros, sino también al panorama más amplio de lo que está sucediendo en la economía, particularmente lo que están haciendo las empresas y lo que están haciendo los gobiernos. Solo así podemos hacer frente a esta peligrosa crisis que se avecina. Entonces, me parece que la formación tiene un papel clave en la lucha para que sus empleadores adopten políticas ambientalmente mejores, para que los gobiernos comiencen a hacer algo con respecto a las emisiones de combustibles fósiles.

Los sindicatos no solo pueden mirar lo que está sucediendo en su lugar de trabajo, sino que también deben analizar cuestiones políticas más amplias

Y ahora, ¿qué pasa con todos esos trabajadores que trabajan en la industria de los combustibles fósiles? ¿Cómo va a lidiar el sindicalismo con eso? Eso plantea un problema político, pero los trabajadores de la industria del petróleo o de la industria del gas, que en realidad es una fuerza laboral bastante pequeña, ¿cómo van a mantener sus trabajos si queremos eliminar este tipo de energías? Bueno, requiere un plan nacional, un plan internacional, a través de la eliminación gradual de las industrias de combustibles fósiles. Y volver a capacitar y cambiar a los trabajadores a nuevas industrias renovables, donde también tienen habilidades o se puede redirigir, para asumir la expansión de las industrias renovables y de otras industrias ambientales que generarán una gran cantidad de puestos de trabajo disponibles para los trabajadores que en este momento están trabajando en industrias que quizás se están sumando a la crisis de emisiones de carbono. Puedes verlo con otra analogía, ¿qué pasa con los trabajadores que trabajan en la industria armamentística? No queremos más armas. Queremos eliminarlas gradualmente pero los trabajadores perderán sus empleos, y es un argumento que a menudo dan los sindicatos. Bueno, hay muchas otras construcciones civiles que debemos hacer en las que las habilidades de los trabajadores que tienen las habilidades de la industria de armas se pueden usar, como en todo tipo de áreas de transporte, medio ambiente, etc. Necesitamos un plan. Y eso significa que los sindicatos no solo pueden mirar lo que está sucediendo en su lugar de trabajo, sino que también deben analizar cuestiones políticas más amplias y involucrarse en ese plan que logre esa transformación del desequilibrio que tenemos en este momento en el empleo, con los objetivos equivocados y los trabajos equivocados. Necesitamos los objetivos correctos y los trabajos correctos.

ORIGINAL:

Fuente: https://www.eldiario.es/economia/michael-roberts-beneficios-empresariales-son-principal-contribucion-inflacion_128_9751020.html

 

sábado, 26 de noviembre de 2022

Razones y pasos de una guerra sin fin -o de la guerra del fin-

TOMADO DE 

lahaine.org


lahaine.org

Analistas de todo el mundo coinciden que ocurren cambios trascendentales. Algunos porqués de la crisis sistémica y del cambio de fase histórica que vivimos

PRIMERA ENTREGA

Un capitalismo en la UCI

Las condiciones de degeneración del modo de producción capitalista se agudizan. El menguante desarrollo de las fuerzas productivas va dando paso a cada vez más fuerzas destructivas, con el consiguiente declive del conjunto de la civilización a que dio paso. Ello radica en toda una cadena de razones, como la dilución del valor y mengua del plusvalor, la galopante reversión del capital a su forma simple de dinero, un endeudamiento público y privado insostenible, una economía crecientemente ficticia, un acuciante estrés climático, el manifiesto agotamiento de materiales y energía fósil, así como la imparable expansión de un "valor negativo": plagas, epidemias, deterioro de recursos, saturación de sumideros, contaminación generalizada, pérdida de fertilidad, salinización, estrés climático, desaparición de nitratos y de fósforo, sobreexplotación, sobre-empobrecimiento y extenuación de las poblaciones...).

Todo ello da como resultado lo que algunos autores han señalado como una "tormenta perfecta", pues la hipotética solución a uno de esos factores significaría el agravamiento inmediato de otros. La destrucción social y ambiental, el desmoronamiento de las sociedades, así nos lo testimonia[i]. 

La gran paradoja de un capitalismo extenuado es que es la exacerbación financiera la que le está insuflando vida artificial mediante la desmaterialización del dinero (que ha quedado desligado de cualquier anclaje material, como el oro) y la ingente creación de capital ficticio[ii]. Desmaterialización que, en el colmo de la irrealidad, fue seguida del dinero mágico o inventado (que ha recibido el elegante nombre de "flexibilización cuantitativa", y que entraña la máxima expresión de la desmaterialización del dinero, porque le desliga del valor producido) por no menos de 20 billones de dólares entre los Bancos centrales de las principales economías. Pues sólo convirtiendo el dinero en pura ficción, sin ninguna vinculación con el capital productivo, puede seguir aparentándose un satisfactorio funcionamiento económico de este Sistema.

La flexibilización cuantitativa (QE) y el ajuste cuantitativo (QT) han permitido hasta muy recientemente la emisión de enormes cantidades de dinero sin respaldo (a intereses nulos o incluso negativos) y sin afectar a la inflación, en contra de lo estipulado en cualquier manual de economía.

"Sólo era necesario que los Bancos Centrales manejaran las palancas de política monetaria de los tipos de interés", la QE y el QT "de forma adecuada para mantener la magia de los déficits interminables, financiados a través de la impresión de dinero (avalada por la Teoría Monetaria Moderna), que alimentaba el gasto" [Alastair Crooke, La desesperación imperial: Insistir en la dominación mientras se irradia debilidad | Diario Octubre (diario-octubre.com)]

Pero ese misterio puede entenderse si tenemos en cuenta la parálisis productiva y la creciente escasez de demanda solvente, por un lado, más la inundación de mercancías baratas del Oriente Global y especialmente de China, así como la afluencia de la también barata energía rusa para el caso de Europa, o la del Golfo Arábigo para EEUU y el Occidente Colectivo en general[iii]. Sin embargo, en estos momentos EEUU ha decidido cortar ambos suministros, imponiendo aranceles a las exportaciones chinas y boicoteando la energía rusa, con especial daño para Europa, como veremos en los apartados siguientes, mientras que se complica también para sí mismo la baratura de la energía petrolífera más superficial y fácil de obtener del planeta, la de la península arábiga, en razón de la desconfianza que inspiran los repetidos bloqueos y sanciones que administra por doquier y de los intentos de imponer precios máximos a la principal fuente de riqueza de los productores energéticos[iv].

Con todo ello ahora sí la inflación comienza a hincharse como un gran monstruo, y las políticas de los centros de mando del capital priorizan el ataque a ese ogro (que deshilacha las acreencias y pone en jaque a un sistema cada vez más basado en deudas), a costa de la población trabajadora, de los medianos y pequeños capitales y de la sociedad toda. De hecho, el mortífero «juego global» al que está apostando la Reserva Federal de EEUU, y que es seguido por los Bancos Centrales del Occidente Colectivo, es a subir las tasas de interés para, entre otras razones, proteger el «privilegio del dólar» de poder intercambiar el dinero que imprime de la nada por mano de obra, riqueza social, energía y materias primas bien reales en todo el mundo (algo que también hacen las otras monedas centrales pero sin la repercusión hegemónica que mantiene el dólar y que las termina perjudicando frente a él), con un ingente trasvase de riqueza de la población trabajadora hacia los detentadores del capital.

En términos generales podemos decir que la clase capitalista transnacional ha utilizado diversos mecanismos que se intensifican desde 2008 para intentar sostener el crecimiento, aun a costa a menudo de la acumulación global. Entre los más destacados:

a. El pillaje y saqueo de las finanzas públicas: se da una transferencia de riqueza sin precedentes del ámbito público a las arcas del capital transnacional. Se socializan las pérdidas en un momento en que las grandes empresas transnacionales registran niveles récord de ganancias. Los Estados extraen también cada vez más excedente de las sociedades para entregárselo a las finanzas globales, mientras se mercantiliza el conjunto de actividades de la vida social y natural. Todo vinculado también a una montaña de deuda que ya supera el 365% del PIB mundial.

b. La especulación financiera (ya en 2008 los mercados de derivados alcanzaron un valor de 2.3 billones de dólares al día) y la masiva emisión de dinero sin valor, primero a tasas de interés cero o incluso negativas y después alzadas bruscamente en el camino de arruinar a buena parte de los actores económicos (incluida la mayor parte de la población) y quedarse aún más deprisa con sus activos, propiedades y patrimonio.

c. Frente a la crisis de sobreacumulación[v], la economía de guerra se vuelve también eje central de crecimiento en la economía global, lo que se conoce como acumulación militarizada o exacerbación bélica de la Desposesión, con la consiguiente reordenación de todo el entramado sistémico del capitalismo, que da pie, entre otras muchas consecuencias, a que vaya calando estructuralmente de nuevo una cultura fascista.

Esto es lo que intento explicar a continuación.

Acumulación bélica de capital

EEUU como hegemón mundial ha venido encargándose desde el fin de la 2ª Gran Guerra de crear o recrear, organizar y dirigir el conjunto de instituciones mundiales necesarias para la gestión y regulación global del Sistema Mundial capitalista. Esa formación social imperial, como veladora última del funcionamiento del capitalismo global, ha asumido también la función de establecer el entramado jurídico-institucional valedor de su acumulación de capital a escala planetaria (ONU, FMI, BM, OMC, cumbres o entidades de coordinación con el resto de las principales potencias subordinadas, tribunales de arbitraje internacional, etc.). Su ambicioso proyecto de construcción del capitalismo global a imagen propia no hacía sino trasladar la jurisprudencia USA al resto del planeta, y con ella después su conjunto de dispositivos y medidas tendentes a garantizar la reproducción ampliada del capital a escala propia pero también global. La Cooperación y el Desarrollo servirían, en cuanto que paradigmas mundiales, como tejedores de un entramado global de intervenciones e injerencias (por lo general forzadamente) consentidas.

Esos dispositivos y medidas irían mayoritariamente destinados más tarde, ante la creciente obstrucción de la acumulación capitalista, a la procura de crecimiento por Desposesión, la cual pasaría a blindarse, especialmente tras la caída de la URSS, mediante toda clase de Acuerdos y Tratados de comercio e inversiones (llamados "libres").

"Tratados de Libre Comercio e Inversiones" (TLC) que se potenciarían como una de las vías privilegiadas de "cosechar" dinero, y que han venido creando una especie de "derecho internacional" informal que en realidad está basado en las leyes y la jurisprudencia de EEUU (porque ningún Tratado o Acuerdo con este país puede contradecir las leyes o el Congreso de EEUU, ni EEUU acepta ninguna decisión de organismo multinacional que le contravenga). Es decir, que todos los Tratados firmados por este país institucionalizan de iure la aplicación extraterritorial de las leyes de EEUU (al igual que ocurre con las disposiciones internacionales y las "sanciones" contra países que decide la potencia hegemónica). De hecho, los países signatarios de acuerdos de liberalización comercial ceden su soberanía nacional y popular, y dejan indefensas a sus sociedades frente al multiplicado poderío de los mercados reguladores (que no regulados). A este festín se sumarían en una u otra medida el resto de potencias capitalistas.

En conjunto, y una vez eliminado el enemigo sistémico soviético, en los años 90 del pasado siglo se terminaría de crear un entramado legal supranacional que consagraba un creciente peso o dominio del capital globalizado sobre las dinámicas de territorialidad política de los Estados (exceptuando al propio hegemón, claro). De hecho, quedaría abolido de facto el sistema internacional basado en el principio de soberanía de los "Estados nacionales" heredado de Westfalia, que se sacrificaba al objetivo de proteger todas las formas de acaparamiento y propiedad del gran capital, especialmente las rentistas[vi] (obviamente, cualquier atisbo de "soberanía popular" resultaba asimismo desterrado). Muy especialmente, ese proceso se cebó con el Sur y el Oriente Globales, desbaratando el impulso unitario y las posibilidades de su erección en un sujeto colectivo internacional asociado a los esfuerzos históricos de la Internacional Comunista, de la Conferencia de Bandung y de la Tricontinental, entre otros.

Con ello se produjo el espejismo de la ahistoricidad del Sistema: el capitalismo pasaba a contemplarse como imperecedero; de lo que se trataría en adelante, en el mejor de los casos, era de regular en algo su funcionamiento o de pasar lo más desapercibido posible bajo su manto.

Sin embargo, como sabemos, se trata en el fondo de un Sistema gangrenado al que le falta con creciente angustia "la sangre" del valor-plusvalor.

Para ubicarnos estratégicamente en un mundo acelerado, con patente inclinación hacia el caos, es preciso tener claro que estamos más allá de un capitalismo estancado, pues es nítidamente degenerativo, en el cual no se vislumbran sendas estables de incremento de la tasa media de ganancia, de la productividad, de la formación de capital ni del empleo. A ello se añade la particular decadencia de su potencia hegemónica, directora del funcionamiento sistémico capitalista.

La acumulación militarizada busca paliar ese estancamiento en EEUU (y en una medida más cuestionable y en todo caso subordinada, en el resto de los centros del Sistema Mundial u Occidente Colectivo) a través de, entre otros mecanismos, la acentuación del expolio de recursos del Sur y el Oriente Globales, la destrucción masiva de medios de producción y de capital fijado al territorio (infraestructuras), así como la exacerbación de la explotación de las poblaciones, la extracción de un tributo económico a través de una deuda dolarizada (que se paga imponiendo depresión y austeridad en cada país) y el reciclaje de dólares del resto del planeta a través de mecanismos bancario-financieros y monetarios posibles por la condición de moneda internacional que ostenta el dólar y su dominio sobre el sistema internacional de compensación de pagos (SWIFT). Tal proceso está vinculado también al propio "reseteo" del capitalismo para desatar formas despóticas de ingeniería social.

Contra esa degenerativa economía-mundo que construyó el Occidente Colectivo, e intentando escapar de ella, ha ido perfilándose un mundo emergente, que para algunos autores, siguiendo más o menos la formulación teórica de Mészáros[vii], podría ser también una última salida del capital a través de su compenetración con el Estado (en forma de "capitalismo de Estado" plenamente desarrollado, con una cada vez mayor centralización del capital), la cual da como resultado hoy en China una economía crecientemente planificada y unos recursos clave y servicios básicos (entre los que se cuenta el dinero y el crédito) bajo control estatal y en favor del conjunto de la población.

En tal camino, China se debate entre esa "última salida capitalista" y el emprendimiento decidido de una transición socialista. Esta formación socio-estatal traza la única contra-dinámica con posibilidades de universalidad alter-sistémica en la recuperación de una territorialidad político-estatal soberana frente al desenvolvimiento mundial del capital degenerativo[viii]. Así, China está intentando construir una forma de internacionalización que comienza a despegarse de la actualglobalización del capital, por lo que en vez de estar basada en el desenfreno financiero, la especulación, la rapiña de recursos mundiales, la multiplicación de recortes sociales y planes de ajuste, la corrupción como vía privilegiada de beneficios, "paraísos fiscales" y capital ficticio, busca proporcionar un entramado energético-productivo y comercial sustentado en diferentes polos de autodesarrollo (lo cual no quiere decir que algunos de aquellos rasgos no estén presentes también en su expansión económica, lo que pasa es que no alcanzan ni de lejos el papel preponderante que tienen en el capitalismo degenerativo actual).

Toda un área transcontinental integrada económicamente mediante la que se ha designado como nueva "Ruta de la Seda". En ella se intenta incluir a la Unión Económica Euroasiática, con India y su zona de influencia, pero también América del Sur, Sudáfrica y la Unión Africana. Una red con moneda internacional centrada en el yuan, que pretende complementarse con una canasta de monedas (de los llamados BRICS, que ven cómo poco a poco pero sin parar se suman las solicitudes para ampliar su membrecía), y que cuenta con un Banco de Infraestructura y Desarrollo, un Fondo de Fomento, un sistema propio de compensación de intercambio, una Bolsa Internacional de Energía, un plan de infraestructura y desarrollo que enlaza continentes, además del RCEP o mayor tratado comercial de la historia.

La Ruta de la Seda o "Un Cinturón una Ruta" en la terminología china, cubriría, de completarse, al 65% de la población mundial, mediante conexiones con más de un centenar de países de los cinco continentes. Involucraría un tercio del PIB global. Movilizaría una cuarta parte de los bienes planetarios, suponiendo algo así como un tipo de "New Deal" a escala global capaz de insuflar algo más de vida al capital productivo, pero también de constituirse en una de las últimas posibilidades de hacer una "reconversión suave" del capitalismo a otro modo de producción.

En todo ese proceso ha surgido una Rusia re-soberanizada, que está poniendo su poderío diplomático-militar al servicio de tal proyecto, al que parece comenzar a entender como su vía de futuro, con el fin de crear una Zona de Estabilidad fuera del caos del capital degenerativo y de los coletazos destructivos de la territorialidad política imperial estadounidense en decadencia. Hay que tener en cuenta que esa alianza entra dentro de la estrategia de Moscú para adherir económicamente Europa y Asia en el súper-continente que realmente es: Eurasia. Proyecto que por fin le permite a Rusia desconectar de su larga historia de intentos de insertarse de forma periférica en Europa, para pasar a ser el fulcro euroasiático.

No solamente esto debilita aún más la globalización neoliberal, sino que fortalece las economías estatales implicadas, así como el proceso multilateral y regional, lo que explica que la comunión de ambas formaciones sociales (Chinusia)[ix] haya ido creando semejante Zona de Estabilidad y de previsibilidad en materia de relaciones internacionales, de relaciones comerciales, económicas y monetarias, fortaleciendo la opción de un sistema multipolar basado, hoy por hoy, en el respeto y beneficio mutuo entre Estados. Ese proyecto en curso contrasta vivamente con la imprevisibilidad y arbitrariedad de las decisiones político-estratégicas estadounidenses y los terribles abusos de su unipolaridad.

Tal proyecto no es sino parte de históricas luchas, de un proceso de descolonización y soberanía de ya larga data, recuperando el espíritu de la Conferencia de Bandung para "desengancharse" del Occidente Colectivo o potencias centrales confeccionadoras del Sistema Mundial capitalista, con sus imposiciones colonizadoras, su división internacional del trabajo, su deterioro de las relaciones de intercambio, su succión del trabajo y de los recursos ajenos. Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Irán, Zimbabue, Corea, Rusia, China, Vietnam, son ejemplos de realidades enormemente diferentes, mas con un denominador común: la persecución de soberanía frente al orden neocolonial occidental, frente a su imperialismo inveterado.

Pero ante la mera posibilidad de un nuevo entramado mundial productivo-energético, que paradójicamente, como se ha dicho, podría prolongar la propia vida del capital, la territorialidad política del hegemón en declive opone una tenaz resistencia.

EEUU no va a dejarse relevar sin destruir. Sin guerra.

Su peligrosidad es mayor si tenemos en cuenta que su zona de seguridad y reserva energética está precisamente en Asia Occidental, el nudo gordiano entre sus intereses y los del "cinturón" de conexión mundial chino. En el conjunto de Asia (y en lo que desde los centros de poder de Washington se diseñó como Medio Oriente Ampliado, desde el Magreb hasta Paquistán, pasando por el Cuerno de África), la "geo-ecología" o pugna por la energía, recursos, materias primas y "tierras raras" de minerales estratégicos (fundamentalmente localizados en el corazón asiático y especialmente en Siberia -y también en China-), se erige en motivo primordial de la geo-estrategia global.

EEUU ha decido por tanto emprender una suerte de golpe de Estado mundial contra el posible mundo pluriversal, multipolar. Y lo ha hecho ya, antes de que tal posibilidad pueda terminar de consolidarse y antes de que su propia decadencia le impida enfrentarla más adelante. Es una jugada a todo o nada, en la que arrastra a sus subordinados europeos, a todo el Occidente Colectivo, pero también en sus consecuencias al conjunto de la humanidad, dado que EEUU y su brazo armado global, la OTAN, están metiendo al mundo entero en una Guerra Total, definitiva, sin fin. Una guerra que como tal entraña un espectro completo (que el término "híbrido" apenas alcanza a definir): es militar (aunque no necesariamente convencional), paramilitar, terrorista (con interposición de yihadistas, mercenarios, ejércitos privados y bandas criminales de distinto pelaje), biológica y bacteriológica; es económico-financiera y judicial, pero también mediática, cognitiva, ideológica e incluso cibernética y librada igualmente en la estratosfera.

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Notas

[i] No puedo desarrollar aquí, ni es el lugar, estos puntos, por lo que tengo que remitir para su desarrollo, así como en general para lo expresado en estas entregas, a mis trabajos y conferencias al respecto, destacando aquí dos de mis últimos textos: a) La tragedia de nuestro tiempo. La destrucción de la sociedad y la naturaleza por el capital. Análisis de la fase actual del capitalismo. Anthropos. Barcelona, 2017. b) De la decadencia de la política en el capitalismo terminal. El Viejo Topo. Barcelona, 2022.

[ii] El capital a interés deviene ficticio cuando el derecho a la remuneración o rendimiento del interés o deuda contraída viene representado por un título comercializable, con posibilidad de ser vendido a terceros (y esta es sólo una de las maneras de que el capital se haga "ficticio"). Es decir, cuando comienza a comercializarse un capital que es deuda y que en realidad no existe (esta es la base de su ficción, que después las finanzas complejizarán sobremanera). Esa venta y su posterior reventa, genera todo el ciclo de ficción del capital a interés. Una deuda puede ser así revendida muchas veces. Con ello se realiza en apariencia el máximo sueño ("ilusorio") de la clase capitalista: que el capital se auto-reproduzca más allá del trabajo humano, más allá de la riqueza material y más allá de las bases naturales-energéticas que posibilitan esta última.

[iii] El Eje Anglosajón impuso y ha venido sosteniendo a las oligarquías feudales del Golfo, donde la subida al poder y alianza político-militar con la estirpe de los Saud en Arabia Saudita, a cambio de suministro energético barato garantizado y apoyo al islamismo yihadista contra el panarabismo nacionalista y marxista, ha sido una de las más destacadas. La simbiosis con el engendro artificial de Qatar, "creado" por Gran Bretaña, también está entre las que merecen ser resaltadas, especialmente en estos momentos en los que el país arábigo lleva a cabo un descomunal intento de lavado de imagen a través de una gran transfusión de fondos al ya de por sí corrupto mundo del fútbol, y en donde al menos 6.500 trabajadores han fallecido en la construcción de las instalaciones propias del mundial futbolístico, según cifras admitidas, tras trabajar en condiciones aberrantes, como lo hace la mayor parte de la inmigración en los reinos medievales del Golfo.

[iv] Tener la moneda de reserva mundial le supone a EEUU un enorme beneficio y es uno de los puntales de su hegemonía mundial, para lo que precisa que "el mayor número posible de Estados esté en el «canal del dólar» y comercie en dólares. Y que coloquen sus ahorros en bonos del Tesoro estadounidense. La Reserva Federal está haciendo todo lo posible para derrumbar la cuota de mercado del euro y así trasladar los euros y eurodólares al sindicato del dólar. EEUU amenazará a Arabia Saudí, a los Estados del Golfo y a Turquía para evitar que salgan del canal. Se trata de la «guerra» contra Rusia y China, que está sacando a una gran parte del mundo del sindicato del dólar y llevándola a una esfera no dolarizada. El incumplimiento de la pertenencia al sindicato del dólar se responde con diversas herramientas, desde sanciones, congelación de activos y aranceles, hasta el cambio de régimen" [Alastair Crooke. https://observatoriodetrabajadores.wordpress.com/2022/10/28/las-numerosas-guerras-entrelazadas-una-guia-aproximada-a-traves-de-la-niebla-alastair-crooke/]. A algo de ello atenderemos en el apartado 3 y también en el último.

[v] Muy brevemente, la sobreacumulación deviene del aumento del peso relativo del capital fijo (maquinaria) sobre el variable (seres humanos) en la composición orgánica del capital. Además, al reducirse relativamente la fuerza de trabajo en un determinado proceso productivo, se reduce también la masa de valor representada por ella (que a la postre se traduce en plusvalor, y que sólo se extrae de los seres humanos), con lo que cada vez queda menos margen para que los aumentos de la productividad repercutan en la elevación de la tasa de plusvalía, y ésta en beneficio.

[vi] La propia Unión Europea se concibe como una vía para puentear los parlamentos y las instituciones estatales, sustrayendo las decisiones e intereses del Gran Capital a las luchas de clase a escala estatal que forjaron las distintas expresiones nacionales de la correlación de fuerzas entre el Capital y el Trabajo. Se trata de una construcción supraestatal destinada a mantener relaciones de desequilibrio entre sus partes, un sistema deficitario-superavitario diseñado para trasvasar riqueza colectiva de unos Estados (la mayoría) a unos pocos (sobre todo Alemania y su "hinterland" centroeuropeo), especialmente mediante el mecanismo de la moneda única. Constituye el mayor ejemplo mundial de institucionalización del neoliberalismo a escala de un continente entero. Una institucionalidad concebida y conformada para ser irreformable (pues requiere de unanimidades casi imposibles para que no sea así). Si la "Europa socialdemócrata" fue la mayor manifestación del reformismo capitalista cuando éste todavía impulsaba con vigor el desarrollo de las fuerzas productivas, hoy la Unión Europea es el primer experimento de ingeniería social a escala regional o supraestatal en favor de la institucionalidad de las estructuras financieras de dominación. Supone en sí un cuidadoso plan de desregulación social de los mercados de trabajo (lo que significa la paulatina destrucción de los derechos y conquistas laborales) y de las condiciones de ciudadanía. Es, por supuesto, mucho más un "mercado" que una entidad social aglutinadora de pueblos, como lo demuestra la falta de sentimiento identitario colectivo, la carencia de sistemas públicos y servicios propiamente "europeos", y ni siquiera partidos ni instituciones de soberanía popular dignos de tal nombre. Desafortunadamente, las izquierdas integradas -integradas- en toda Europa no ponen en cuestión esta estructura política del Gran Capital, mirando como mucho de mejorar o paliar algunas de sus disposiciones más duras.

[vii] Ver especialmente Mészáros, István. Beyond Capital. Toward a Theory of Transition. Monthly Review Press. New York, 2010.

[viii] China es la única formación estatal que ha reunido las condiciones para romper su periferización, precisamente por seguir un modelo propio de desarrollo con características socialistas. "China, que había ocupado durante siglos o milenios una posición destacada en el desarrollo de la civilización humana, todavía en 1820 tenía un PIB que constituía el 32,4% del producto interior bruto mundial; en 1949, en el momento de su fundación, la República popular china es el país más pobre, o uno de los más pobres del mundo" (Losurdo, Domenico. Stalin. Historia y crítica de una leyenda negra. El Viejo Topo. Barcelona, 2011, pg. 328). Entre esos dos momentos históricos tenemos las guerras imperialistas contra China, conocidas como "guerras del opio" (1839-1842 y 1856-1860, como consecuencia de que China se negara a dejar circular "libremente" el opio por su país, siendo esta una de las principales mercancías del primer narco-imperio mundial: Inglaterra). En ellas todas las potencias militares del momento sumaron parcialmente sus fuerzas para reducir al milenario gigante asiático. Después, la revuelta de los Taiping (1851-1864) contra el comercio del opio, se convierte en la guerra civil más sangrienta de la historia mundial, con veinte a treinta millones de muertos (Losurdo, Domenico. Contrahistoria del liberalismo. El Viejo Topo. Barcelona, 2005). Las potencias "occidentales", más la Rusia zarista y Japón, se repartirían el control de un territorio indefenso y maniatado. La gran hambruna de China del norte (1877-1878) mata a más de 9 millones de personas. Esas hambrunas, como las de India y tantos otros países, fueron la consecuencia directa de la colonización europea, especialmente la británica (aquí es imprescindible leer a Davis, Mike. Los holocaustos de la era victoriana tardía. Universitat de València. València, 2006).

El siglo XX despierta con el "levantamiento de los bóxer" (1899-1901) contra el control extranjero de la economía china. Su represión deja al país sumido en la impotencia. A principios del siglo XX el Estado está prácticamente destruido. Entre 1911 y 1928 se desarrollan 130 conflictos entre unos 1.300 señores de la guerra; el bandidaje se extiende por todo el país y la disolución de los vínculos sociales se hace galopante. Las potencias tenían planeado repartirse el control del territorio en pequeños y manejables pedazos. Al llegar el año 1949 probablemente sólo Bangladesh era más pobre que China. Tras la revolución socialista, el país es asediado y bloqueado: alimentos, medicamentos, recambios de la maquinaria agrícola, etc., son impedidos. El Gran Salto adelante es un intento desesperado y bastante catastrófico de afrontar el embargo; embargo del que se jactarían miembros de la administración Kennedy, como Walt Rostow, diciendo que había retrasado el desarrollo de China en decenas de años.

Con la obligada apertura al capitalismo que tuvo que realizar en los años 70, a China no le quedó más remedio que emplearse a fondo para lograr salir de la destrucción económica que heredaba, en un proceso de muy duras condiciones laborales y de deterioro ambiental. Sin embargo, la singularidad de tener un Estado volcado en la soberanía nacional, en el que el interés privado no logra ponerse por encima del colectivo, conseguiría finalmente hacer remontar todos los indicadores económicos y sociales de China, cuyo único parangón se encuentra en las proezas realizadas por la Unión Soviética (y luego, en otra escala, por Cuba o Vietnam).

Hoy, de la mano de una economía planificada, y a pesar de haberse visto forzado a dar participación al capital extranjero, el Partido Comunista ha logrado conservar el poder de decisión final en cada renglón de la economía, con el objetivo de asegurar un mínimo de equilibrio social, pilar fundamental de la revolución, para enfrentar el enorme desafío de elevar los niveles de vida de más de 1.400 millones de personas. En la actualidad ha logrado erradicar la pobreza extrema y ha sacado de la pobreza en la última década a unos 800 millones de seres humanos (justo cuando en el resto del mundo aquélla aumenta a pasos agigantados), mientras que el nivel de vida del medio rural casi se ha duplicado en los últimos diez años, proeza combinada con decididas políticas de recuperación ambiental y de transición a energías limpias a medio plazo. A contracorriente también de lo que sucede en casi todo el resto del mundo, las condiciones salariales y laborales mejoran permanentemente (los salarios reales, de hecho, se han disparado). Demás está decir que estos procesos y políticas reflejan culturas, experiencias políticas y maneras de ser y de organizarse muy antiguas, y a pesar de todas sus deformaciones, problemas y peligros, China vuelve a ser (partiendo de la caída a la nada) la principal potencia económica mundial en términos de paridad de poder adquisitivo (sus importaciones energéticas, las mayores del mundo, atestiguan también esa primacía). Sin embargo, lo que no ha cambiado es que hoy EEUU siga con las mismas pretensiones de empobrecer a China y hacerla la guerra económica, violando cualquier principio elemental de eso que tanto predican como "libre mercado" [Restricciones tecnológicas de EEUU contra China ¿A quién pueden perjudicar más a largo plazo? - RT (actualidad-rt.com)]

[ix] Esta alianza parece hoy a prueba de cualquier intento de desestabilización occidental. En los 38 encuentros que han mantenido Putin y Jinping, las declaraciones que han emitido no pueden ser más significativas. Así, por ejemplo, una del líder chino: "China y Rusia constituyen un pilar fiable para unir al mundo a la hora de superar la crisis y defender la igualdad, haciendo realidad conjuntamente el auténtico multilateralismo, con un espíritu democrático". En su encuentro del 7 de febrero de 2022, ambos mandatarios declararon que la de Rusia y China es "una amistad sin límites ni áreas prohibidas de cooperación", y se reconocen como "grandes potencias para liderar un mundo cambiante hacia una trayectoria de desarrollo estable y positivo".

observatoriocrisis.com

La salida del capitalismo al fallar el intento de salir de la crisis capitalista

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Wim Dierckxsens, Walter Formento y Andrés Piqueras  :: 12.06.18

El actual proteccionismo crea condiciones objetivas para que un intento fallido de salir de la crisis capitalista conlleve a la posibilidad de una salida del capitalismo mismo. La imposibilidad de salir de la crisis capitalista se encuentra en última instancias en la incapacidad de acortar la vida media del capital fijo aún más de lo que ya se logró. En semejante escenario, pues, no solo es posible alargar la vida media útil del capital fijo, sino incluso estrictamente necesario ante las pérdidas obtenidas a escala global. Retomar la inversión a la economía real conlleva inevitablemente a un aumento en la vida media del capital fijo (maquinaria y edificios) de todas las empresas y primero que nada en las grandes corporaciones. Con un ciclo de reproducción del capital más largo, baja el costo tecnológico a transferir al producto final y podrá sacar eventualmente a las empresas de las pérdidas. Lo anterior es más factible al cerrar mis fronteras, o sea con más proteccionismo, hecho que a su vez lleva el espiral hacia abajo. Así como el proteccionismo de los gremios medievales fue asfixiante y finalmente significó la muerte su economía y facilitó el ascenso del capitalismo, asimismo el proteccionismo en la esta fase final del capitalismo senil, la asfixiará y bien podrá inaugurar el camino hacia la salida del capitalismo.

La salida del capitalismo
al fallar el intento de
salir de la crisis capitalista

La actual crisis mundial del capital y del capitalismo plantea redefinir la geopolítica mundial, redefine la forma del Estado y por lo tanto del capital dominante. El cuadro geopolítico hoy es complejo con muchas contradicciones y alianzas posibles. El futuro del mundo dependerá en buena medida de la correlación de fuerzas que entre las diferentes fracciones del capital y a la vez de las luchas sociales que sin duda emergerán en esta batalla que hasta nos puede poner en peligro de guerra a escala mundial.

I Los imperios financieros y la geopolítica

1. La fracción financiera estadounidense conservadora
Si la política de los globalistas apunta al desmantelamiento de la soberanía nacional, hay un fuerte bloque conservador dentro de los EUA que se opone a ello. Estas fracciones conservadoras buscan perpetuar el viejo imperialismo del país central y para ello promueven la estrategia de un unipolarismo unilateral, sustentado por el brazo fuerte del Pentágono y el complejo industrial y militar. Las empresas proveedoras de este complejo son Lockheed, Boeing, General Dynamics y Northrop, entre otros. Este bloque de poder cuenta con la fracción financiera liderada por de J.P. MorganChase (la primera banca comercial de los EUA), y el Bank of America (la segunda). Luego está Goldman Sachs (uno de los mayores grupos de banca de inversión y valores del mundo). Este capital financiero depende de la sobrevivencia del dólar, moneda internacional de referencia, defendida por su complejo industrial y militar. Su proyecto es ir por otro siglo americano y conservar su mundo unipolar junto con otros bloques continentales de poder subordinados como la UE y bajo su hegemonía.
A este capital financiero pertenecen las grandes empresas multinacionales del imperio Rockefeller. El vínculo del complejo industrial y militar con JP Morgan Chase (de la dinastía Rockefeller) ha sido muy directo. Así como los globalistas (con la dinastía Rothschild) manejan a la OTAN como su brazo armado, los Rockefeller trabajan con el Pentágono. El J.P. Morgan Chase controla además la ESSO y Hulliburton. El imperio petrolero de los Rockefeller se expresa además a través de empresas petroleras como Exxon Mobil, Chevron Texaco, BP Amoco y Marathon Oil, últimamente muy orientados a la autosuficiencia energética mediante la extracción de gas de esquisto en EUA y sus países vecinos del NAFTA. Los Rockefeller controlan asimismo la constructora de aviones Boeing, las aerolíneas United Airlines, Delta y Northwest Airlines y grandes empresas farmacéuticas. En términos políticos la dinastía ha sido mejor representada por los republicanos.

Estas fuerzas conservadoras al vincular sus inversiones mucho más al territorio nacional o continental (NAFTA) defienden a toda costa la soberanía nacional frente a las políticas de acabar con toda soberanía nacional del capital financiero globalizado y bajo ninguna condición perder el poder estadounidense como potencia hegemónica. Durante la era de la globalización la realidad de este capital financiero conservador ha sido la pérdida de competitividad económica y política frente a los globalistas. Este proyecto político está a la defensiva y se aferra más el concepto de Estado-nación-Estado-región hegemónica con sus controles geográficos. Su proyecto es detener el avance de la fracción del capital financiero global, que pretende acabar con la soberanía de EUA mismo.

Esta gran fracción conservadora del capital financiero y unipolar se ha desarrollado mediante y debe su poderío a crecientes inversiones en el complejo industrial militar. Sus gastos no solo se dan en el desarrollo tecnológico de la industria militar, sino cada vez más en la instalación y mantenimiento de numerosos y costosos bases militares en el mundo entero. Después de la caída del Muro de Berlín dicho gasto militar se realiza, sobre todo, a partir de una deuda creciente en dólares. Lo hacen mediante la emisión de bonos del Tesoro, es decir, a partir de determinada forma de capital ficticio. Mientras logren colocar sus bonos del Tesoro en el exterior, logran transferir este ´capital ficticio´ a manos de terceros países.

A partir de principios de los años setenta los países importadores de petróleo estaban obligados comprar petróleo en dólares. Mientras las naciones del mundo compren petróleo y su precio se mantiene alto, la demanda de dólares se mantiene alta. Se comprende a partir de ello que el capital financiero Estado continental y unipolar ha tratado de mantener el control sobre el petrodólar y de ser ´necesario´ a punto de guerra. Estas guerras se han dado sobre todo en Medio Oriente donde se concentre la compra/venta de petróleo en dólares.

Hoy en día el petrodólar sufre la competencia de la alianza entre Rusia (mayor productor de energía fósil) y China (mayor consumidor de dicha energía) y estos países compran y venden tanto gas como petróleo fuera del ámbito del dólar. A este plan también se integró Irán que dejó de vender petróleo en dólares. Si bien los medios hablan de la amenaza nuclear que aún presente Irán el país fue sancionado por vender petróleo por fuera del ámbito del dólar. En 2018 hay de nuevo sanciones norteamericanas contra este país para provocar un alza en el precio de dólar y mantener así en alto el precio del petróleo y con ello del dólar. Debido a la potencia económica y militar que es Irán, no se repitió el caso de Irak con Sadam Hussein o de Libia. Es un hecho que las sanciones actuales tuvieron un efecto contrario a lo esperado, ya que desde entonces Irán vendió más petróleo hacia el Este de Asia en yuanes chinos y menos a Occidente en dólares. Con Rusia, China e Irán cada vez más naciones de Eurasia e incluso en África dejan de negociar el petróleo y gas en dólares.
Con la reciente introducción y aceptación rápida del petro-yuan-oro la ´fe´ en el petrodólar se vino hacia abajo. Los países con gran superávit comercial con EUA que poseen grandes cantidades de bonos del Tesoro de EUA (China sobre todo) tienen un gran poder sobre una eventual manipulación del precio del dólar al realzar ventas menos o más masivas de los bonos del Tesoro. China ya no solo exige la compra y venta de petróleo en petro-yuanes, sino también para el comercio en materias primas y sobre todo los metales.

André Gunder Frank sostenía con certeza que al desestabilizar uno de los dos pilares del poder hegemónico de EUA (el dólar como moneda de referencia internacional) se acaba también el otro pilar: el sostén militar ya que depende de la capacidad de endeudamiento de EUA (Vea Uncle Sam without clothes, www.archivochile.cl, 13.01.2005). Cuando los bonos del Tesoro dejen de tener demanda viene hacia abajo la capacidad de financiar el complejo industrial y militar y queda más de manifiesto su carácter improductivo y estéril, o sea ficticio. Por ende no va poder mantener el gran gasto militar y sobre todo el gasto de mantenimiento de tantas bases militares en el exterior. En síntesis está en juego su gran poder económico, político y militar que le permitía dominar el mundo de manera unilateral y unipolar.

2. La fracción financiera anglo-americano globalizada.
Hay empresas transnacionales ubicadas en la nueva economía (computación, comunicación, etc.) que no están vinculados para invertir dentro de su Estado-nación como suelen estar particularmente amarrados las industrias vinculadas con el complejo industrial y militar. Tales empresas más bien funcionan mejor sin compromiso alguno con fronteras nacionales ni sienten compromiso con sus ciudadanos (W. Dierckxsens, Los límites de un capitalismo sin ciudadanía, DEI, 1998). Entre estas empresas encontramos los principales medios de comunicación como CNN, BBC, Deutsche Welle, Reuters News, Associated Press, ABC, CBS, NBC, CNBC, y otros canales de televisión y diarios en todo el mundo. No es extraño entonces que dichas inversiones globalizadas y entrelazadas controlan el llamado ´Cuarto Poder´. Son los promotores y defensores de la globalización. En el ámbito de la producción encontramos también las empresas como Apple, Microsoft, Google, Face Book, Amazon.com, Netflix, Uber, etc. Este capital está integrado con bancos de inversión que tienen más movilidad allende de las fronteras que la banca comercial.

Mencionamos aquí bancos como City Group (el mayor banco de inversiones en el mundo), con sede en Nueva York, HSBC (el segundo banco de inversiones más grande) con sede en Londres, Lloyd’s (el principal mercado de seguros y reaseguramientos, con sede en Londres) y Barclays (el cuarto mayor banco de inversiones en el mundo) con sede igualmente en Londres. Es preciso saber que la dinastía Rothschild controla el Banco de los Bancos Centrales ubicado en Basilea, Suiza y con ello logra integrar una red financiera globalizada. Al no tener control sobre el Pentágono este capital financiero ha podido controlar a la CIA Agencia Central de Inteligencia (CIA) así como la OTAN como una especie de brazo armado.
Esta una nueva forma de capital puede y necesita negar al estado-nación en general e incluso del país central (EUA) como modo de organizar y producir un Estado del poder-valor sin vínculo territorial. Es un Estado-Red Global de Cities Financieras con su centro en Wall Street y la City de Londres, pero presentes también con afiliaciones en Hong Kong, Bombay, Frankfurt, Paris, Buenos Aires, Sao Paolo, etc.

El aumento del crédito a tasas cero de interés para la banca financiera, otorgada por la Reserva Federal, el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra, etc., permite al capital financiero global invertir directamente a través de sus empresas transnacionales ubicadas en países emergentes y primero que nada en China. Mientras este capital se vincule con inversiones productivas (hasta 2008) se transforma en capital real global. Este proceso de financiar con endeudamiento el ´outsourcing´ crea capital ficticio de tipo 1 a fin de transformarlo en capital productivo globalizado.

3. Nuevas Formaciones Sociales Emergentes
China, Rusia, India, Brasil y Suráfrica (BRICS) nacen como países “emergentes” por ser territorio de deslocalización de los capitales financieros globales. Este proceso se pone en marcha particularmente a partir del año 1995. Los BRICS expresan en su primer momento una relación estratégica subordinada a los intereses financieros globalistas. Luego, cuando su peso en la economía real a nivel mundial comienza a destacarse es China al no ser aceptada como verdadero socio en el Fondo Monetario Internacional (FMI), que el país busca agresivamente su propio espacio geopolítico. Ha de estar claro que Chinma no es cualquier país emergente como veremos más adelante. Originalmente, el FMI había propuesto en 2010 anunciar la inclusión del Yuan y una vez más en 2014. Bajo presión de los globalistas, se pospuso en varias ocasiones la inclusión del Yuan en la canasta de monedas de reserva internacional del FMI. La aceptación del Yuan finalmente se dio el 30 de setiembre de 2016. Fue el primer paso en firme para que el Yuan sea considerado como una moneda de reserva internacional.

China y BRICS podemos caracterizar como proyecto estratégico no-financiero, como opción estratégica desde los países dependientes-subdesarrollados-periféricos-no alineados. En nuestra opinión el proyecto aprovechó la guerra económica y política entre globalistas y continentalistas en EUA mismo. Este conflicto dio espacio al FMI para alinearse con un proyecto propio en confrontación con los capitales financieros unipolares (globalista y continentalista). El mundo dependiente-“emergente” se manifestaba ya como nuevo centro de producción y consumo de riqueza social. Se manifestaba ya como el lugar donde impera el trabajo productivo y el capital real que contrasta con las dos formas de capitales financieros unipolares y esencialmente ficticios.
La presencia de Rusia y el acuerdo militar con China y otros países de Asia, otorga mayor fuerza geopolítica disuasiva al proyecto BRICS-Ampliado frente a los proyectos unipolares. La propuesta cuenta con un Banco de Desarrollo y Fomento como con un Fondo de Compensación entre los instrumentos más importantes. Cuenta con un Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura con su plan económico-estratégico de la Nueva Ruta comercial-industrial de la Seda (NRS). El proyecto de la Ruta de la Seda es una especie de keynesianismo/desarrollismo productivo a escala mundial. China y Rusia agregan, a su nueva arquitectura económico-financiera y político estratégica, la nueva arquitectura económica comercial y productiva.

4. La Unión Europea, Estado-Continente
La Unión Europea (UE) constituye en este entorno un bloque regional de poder de país-central (Estado-Continente), conformado hoy por 27 países. Al finalizar la Guerra Fría el capital europeo no tenía mayor necesidad de migrar hacia otros países en busca de mano de obra barata o mercados para sus productos. Los grandes capitales financieros alemanes, Deutsche Bank en primer lugar, junto con los de Francia (Crédit Agricole, BNP Paris), se despegan de su base nacional y se transforman en capitales financieros de la UE, para hegemonizar este bloque continental.
La misma integración de Europa del Este y la del Sur a la UE no requerían que el capital europeo migrara por el mundo a como lo hizo sobre todo aquel capital financiero unipolar norteamericano con el proyecto de crear un Estado global por encima de EUA y el mundo entero, sin respetar soberanía o ciudadanía alguna. Tampoco hacía tanta falta la inmigración de fuerza de trabajo barata desde países fuera de la UE ya que los ciudadanos de los mismos países del Sur y sobre todo del Este (a menudo bien calificados), tenían libertad de movilización hacia el Norte de la UE. Ni hiciera tanta falta que el capital financiero continental buscara nuevos mercados más allá de la UE ya que sus empresas grandes concentradas en el Norte lograron ´conquistar´ los mercados del Este y del Sur a costa de las empresas de menor talla en el Sur y este afectando el empleo en esos últimos países. La integración de la UE permitió al capital alemán en primer lugar mantenerse vinculado a la economía real con una tasa de ganancia relativamente favorable. La consecuencia ha sido que el capital fijo en los países de la UE (y no solo en Alemania) no se ha envejecido a partir de los años setenta, contrario a lo que pasó en EE.UU y Japón. (Ver, Bernd Görzig, Depreciation in EU member states, http://www.euklems.net; abril de 2007, pp21).

A partir de la Crisis Griega, Alemania y Francia no solo lograron centralizar poder en Grecia sino en toda la Unión Europea como Estado-UE. Para ampliar luego su mercado, la UE y primero que nada Alemania, buscan su integración económica con Eurasia y China, a fin de integrarse a las Nuevas Rutas de Seda, apuntándose con ello al mundo multipolar, muy a disgusto de los globalistas en la City de Londres y de Nueva York. Alemania, Francia y Rusia procuran hoy desbloquear los conflictos creados por los globalistas, con su brazo armado la OTAN y fuerzas rebeldes locales, han creado en Ucrania y luego en Siria. Estos bloqueos existen todavía porque las fuerzas globalistas han buscado impedir el desarrollo de dichas Rutas de la Seda así como la integración de la UE a las mismas. Con Gran Bretaña fuera de la Unión Europea a partir del Brexit y Trump en la Casa Blanca, los intereses para sostener militarmente a la UE han disminuido notoriamente y con ello el poder de la OTAN. Francia y Alemania están liderando la iniciativa de fortalecer la capacidad europea de dirigir sus propias operaciones de seguridad. Los planes para una cooperación a nivel europeo a nivel militar y en materia de defensa mutua son más concretos que nunca. Esto significaría una derrota para los globalistas que dominan aun actualmente la OTAN. Lo anterior sumado al proteccionismo de Trump significaría también el aislamiento cada vez más seguro de EUA. En otras palabras el triunfo del multipolarismo sobre el unipolarismo está a la vista.


II La Geopolítica: ¿hacia un Mundo Multipolar de Monedas?

1. La guerra de monedas con el control sobre las criptomonedas
La batalla geopolítica entre las principales fracciones de capital a nivel mundial adquiere una nueva dimensión especial con la introducción de las cripto-monedas. Con la llegada de la cripto-monedas como Bitcoin, el sistema monetario se ha ampliado de manera notoria y esto tiene su expresión en la guerra de monedas. Toda forma de dinero es una construcción social y con ello también expresión de intereses económico-sociales y de poder. Lo que hace que las cripto-monedas sean potencialmente tan diferentes como moneda es el hecho de que están permitiendo que sus usuarios expresen su independencia del sistema monetario actual dominado por el dólar, el sistema SWIFT, etc.

La criptomoneda permite imponer una nueva construcción social, una nueva mediación en las relaciones sociales de producción de poder, al permitir liberarse de los poderes económicos, políticos y sociales anteriores a éste. Pero esto no podrá desarrollarse sin una gran batalla con y entre los diferentes poderes existentes, entre los que ascienden ganando posiciones de poder y los que declinan cediendo posiciones de poder económico, político y estratégico.

Lo anterior ya se expresa hoy ya en América Latina con la introducción de la primera criptomoneda nacional en Venezuela (el Petro) que se introduce para evadir las sanciones económicas impuestas al país por EUA al haber negociado la venta de petróleo por fuera del ámbito del dólar. A raíz de ello Washington cerró las posibilidades de crédito buscando asfixiar la economía de modo financiero. La compra de bonos venezolanos por China y la reestructuración de la deuda del país con Rusia fueron pasos paliativos. Hay visos de mayor alivio con la introducción de la cripto-moneda Petro frente a la soga que Washington le colocó al cuello a Venezuela. Desde el 20 de febrero de 2018 se vende el Petro en Venezuela anclado en petróleo.

En el plano mayor observamos que las fuerzas globalistas hacen su entrada a las cripto-monedas al emitir contratos a futuro de bitcoin a partir del 17 de diciembre de 2017 cuando el Chicago Mercantile Exchange (CME), el mercado de contratos a futuro más grande del mundo, ha puesto en marcha el comercio de futuros en bitcoins. Con ello se abrió el camino para manipular los precios de las cripto-monedas. Las empresas anotadas en Wall Street compran y venden en Chicago contratos a futuro (derivados) en bitcoins y con ello este ´activo digital´ hace su entrada en el gran mundo de las finanzas. Bancos y comerciantes institucionales (como fondos de pensiones, entre otros) pueden comprar y vender contratos a futuro en bitcoins, pero solo unos pocos entre ellos podrán tener cripto-monedas en stock y comercializar con bitcoins reales. Lo anterior, aluden, se hace por motivos regulatorios, o dicho de otra forma para mantener el poder sobre dicho mercado.

La élite financiera unipolar y global, y sus CEO´s en los directorios de los bancos centrales y el Banco de los bancos centrales en Basilea (BIS), controlado por la familia Rothschild, lanzaron en setiembre de 2017 el proyecto de imponer una cripto-moneda global. El proyecto se denomina ‘Utility Settlement Coin’ (USC) que fue impulsado por entidades financieras como Barclays, HSBC, Santander, Credit Suisse, Deutsche Bank, entre otros. El objetivo del proyecto es preparar el camino para que los bancos centrales tengan cripto-divisas en el futuro, facilitando a las entidades mundiales realizar una amplia variedad de transacciones entre sí mediante la utilización de activos garantizados en una cadena de bloques. Con ello el capital financiero globalizado inauguraría una fase decisiva de la guerra de (las cripto)-monedas. Las cripto-monedas de los bancos centrales se transformarían simplemente en una extensión del sistema mundial actual basado en la deuda, pero ya no centrado en el dólar. Las cripto-monedas en manos de los bancos centrales se transformarían en tal caso en una extensión del sistema mundial actual basado en la deuda, pero no más a partir del dólar. Quién maneja el poder sobre tal cripto-moneda, se vuelve dominante, en otras palabras un tema específicamente de geopolítica del poder.

China comenzó la cruzada contra la aparición de cripto-monedas en el mes de setiembre de 2017. El Banco Central de China decidió emitir su propia moneda digital de manera pública y soberana. Se buscaba garantizar un sistema seguro de registración y transferencia contra la evasión tributaria y el lavado de dinero. China ya había realizado fines de 2016 su primer ensayo. El dinero digital chino tiene un carácter geopolítico como medio de intercambio en la nueva Ruta de la Seda ya que reemplazaría al dólar y más importante aún, cortaría a la vez el paso a los globalistas en su plan de introducir su moneda a nivel global. Los globalistas están además en confrontación con los intereses continentalistas norteamericanos que buscan introducir el Fed-coin. Es de esperar que China no atacará frontalmente al dólar como afirman los medios globalistas. Con ello pretenden ocultar la violencia y agresión que ellos mismos desarrollan en la guerra de monedas. La amenaza para el dólar, en otras palabras, proviene de las fuerzas globalistas por más que los grandes conglomerados de comunicación (globalistas) lo presentaran de manera invertida.

2. ¿Hacia un Mundo Multipolar de Monedas?
Está claro que el dólar está a punto de dar un importante paso hacia atrás. En 1944/45 el Dólar-Oro se impuso luego de ser EUA uno de los ganadores la segunda guerra mundial. Lograron imponerlo desplazando a la Libra Esterlina de ese lugar de moneda de referencia mundial. A principios de los años setenta se produce la crisis del Dólar-Oro que venía desde 1967. En 1971 el dólar dejó de estar anclado en el oro. Se introduce a partir de entonces el petrodólar con un acuerdo realizado por el ex secretario de Estado de EUA Henry Kissinger y la Casa de los Saud en Arabia Saudita. El Petrodólar fue la moneda que vino a expresar los intereses de las corporaciones multinacionales norteamericanas ya expandidas en ese entonces a Europa y Japón. Eran estas corporaciones multinacionales norteamericanas las que dominaban la producción, el comercio internacional y el consumo mundial de energía basada en el petróleo. Por ello pudieron pactar e imponer la nueva moneda de referencia mundial, el petrodólar, como herramienta de extorsión al obligar a todos los países a cambiar producto y trabajo real por una moneda sin respaldo, creada a puras promesas de pago, o sea, a pura deuda.

Hoy existen cada vez más países que cuestionan el dominio del dólar al verlo como un obstáculo para su soberanía y su buen desenvolvimiento dentro de la economía global. Este cuestionamiento muestra su actual crisis de hegemonía. En el pasado reciente países relativamente pequeños como Irak y Libia fueron invadidos al pretender negociar el petróleo por fuera del ámbito del dólar, y hoy existe hasta una amenaza de invasión sobre Venezuela porque también ha establecido el derecho a negociar su petróleo por fuera del ámbito del dólar. Es preciso saber que en esta misma coyuntura los países multipolares como China con Rusia e Irán, el eje con mayor crecimiento económico en los años recientes, lanzaron el Petro-Yuan-Oro como su moneda alterna de referencia mundial. En octubre de 2016 el Yuan fue reconocido como moneda internacional por el FMI. Con ello, por primera vez desde 1944, se podrá hablar con propiedad de un próximo desplazamiento del dólar como moneda dominante, pues ya ha perdido la hegemonía.

El Petro-Yuan-Oro es un esquema de moneda mundial que no solo se respalda en la materia prima más importante, el Petróleo, sino también está anclado en el oro, algo que EUA ya no puede hacer a estas alturas. La ventaja china no solo radica en ser el esquema integral de las economías más dinámicas, sino en que además los principales productores y compradores de oro. China y Rusia han conformado unas gigantescas reservas para respaldar al Yuan en esta movida. El 26 de marzo de 2018 China tomó la decisión de lanzar en la Bolsa Internacional de Energía el esquema de cambio Petro-yuan-oro y en mayo el Metal-yuan-oro. Este hecho que cambiará el sistema monetario internacional de fondo. Los chinos ofrecen cambiar los Yuanes recibidos en oro, no solo contra entrega de petróleo sino también al comprar metales. La Bolsa de Valores de Hong Kong emitirá también contratos a futuro en yuanes en materia de petróleo y metales derivados que serán convertibles en oro. Los exportadores de petróleo incluso podrán retirar dichos certificados de oro fuera de China, es decir, el ´petro-yuan’ estará disponible para pagarse hasta en los llamados “Bullion Banks”i en Londres.

La fijación de los precios del petróleo en yuanes –junto con el plan de la Bolsa de Valores de Hong Kong para vender contratos de oro físico valuados en yuanes– creó un sistema por medio del cual el país podrá eludir el sistema bancario estadounidense y no solo el sistema global de pagos interbancarios basada en dólares (Swift) sino incluso todo el sistema de Bretton Woods. Es más no solo el petróleo, el gas y los metales entren en esta nueva situación mundial, sino mañana incluso otras materias primas, se puede esperar que China se deshaga de manera más acelerada de los bonos del tesoro a cambio de dólares cambiando a su vez estos dólares por yuanes.

Para evitar lo que le sucedió al dólar a principios de los años setenta, cuando tuvieron que abandonar el patrón oro, es de esperar que China introducirá paso a paso el yuan como moneda de cambio (materia prima por materia prima) para mantener el volumen de oro suficiente como respaldo. La estrategia de China-Multipolar además no es atacar frontalmente al sistema del petro-dólar, sino que el Yuan ocupe un espacio suficiente para poder operar con la soberanía del caso, es decir, construyendo un Mundo Multipolar de Monedas sin sumisión. Hay acuerdos entre el Banco Central de China (PBoC) y el Banco Central de la Unión Europea (BCE) para permitir intercambios directos entre el yuan y el euro. Han firmado estos acuerdos para hacer posible que, finalmente, ambas monedas se fortalezcan mutuamente de manera autónoma y fomentando la interpenetración de los sistemas financieros de ambas regiones. Lo anterior es una clara señal que la Unión Europea mantiene la puerta abierta para integrarse al Mundo Multipolar.

No solo China tiene grandes proyectos para dejar afuera al dólar en su quehacer económico. El 20 de setiembre de 2017, el presidente ruso Vladimir Putin dio instrucciones para que a finales de ese año el dólar dejara de ser la moneda de pago en todos los puertos del país. El 14 de febrero de 2018 Arkady Dvorkovich, Primer Ministro Suplente anunció que las instituciones financieras rusas están preparadas para funcionar sin acceso a la red global de pagos interbancarios basada en dólares (The Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication o SWIFT). Es un mecanismo por excelencia para bloquear pagos bancarios internacionales afectando países o personas considerados ´non gratas´ por EUA. De esta manera Rusia procura evitar la aplicabilidad de las sanciones impuestas a la su economía.

III ¿Habrá (otras) nuevas Formas Sociales Emergentes?

1. China ¿primera y última Gran Formación Social Emergente?

El claro éxito de la economía china, ilustrado en particular por una tasa de crecimiento muy rápida del producto interno bruto (PIB) – de hecho, el más alto del mundo en promedio en las últimas tres décadas –, sino también por el papel de líder que hoy tiende a ocupar en los países del Sur, a menudo se comenta en los grandes medios y la literatura académica. Una de las ideas erróneas más frecuentes con respecto a China es que ha “emergido” recientemente.

El concepto de “emergencia” – por cierto, al igual que el de “BRICS”, forjado en los think tanks de las altas finanzas estadounidenses – de hecho sugiere que un “despegue” fue factible en el marco de la globalización actual, a pesar de las disfunciones del sistema mundial capitalista y tan visiblemente desfavorable para los países del Sur en general. Sin embargo, aceptando esta idea que la economía china habría “emergido” o “despegado”, justo después – y solo después – de la desaparición de Mao, se adhiere de manera implícita en una de las variantes del siguiente argumento. La economía china se habría comenzado a desarrollar solamente gracias a su “reorientación” y “apertura” al sistema mundial capitalista.

Aquí hay tres realidades fundamentales ocultas y al mismo tiempo. La primera de ellas, por más masiva que sea, es la profundidad milenaria de la historia de China. El peso de China podría alcanzar hasta un tercio del PIB mundial a principios del siglo XIX. La segunda realidad dejada de lado es sobre el crecimiento del PIB de China. Este ya comenzó regularmente a exceder la marca del 10% en la década de 1980 cuando la mayoría de las estructuras e instituciones del socialismo todavía estaban en su lugar. El tercer hecho es la alta velocidad de la tasa de crecimiento del PIB chino antes de la muerte de Mao. Es cierto que el crecimiento económico se aceleró desde la década de 1980. Sin embargo ya había una tasa de crecimiento de 8,2% entre 1963 y 1978. Entre 1970 y 1979 la tasa de crecimiento económico de China fue del 6,8%, o sea, más del doble de la de los Estados Unidos durante el mismo período (al 3,2%). Durante el período largo de 1952 a 2015 la tasa anual media de crecimiento del PIB chino fue de 8.3%; 6.3% entre 1952 y 1978 y 9.9% entre 1979 y 2015.

Al analizar varias series temporales originales de stocks de capital físico para China durante el largo período (1952-2015), observamos altas tasas de crecimiento. Las tasas de crecimiento promedias del stock de capital que llamamos “productivo” (incluyendo todos los equipos, maquinaria, herramientas, edificios industriales e instalaciones, pero no edificios residenciales y el valor de sus tierras) fueron 9.7% para el período 1952-1978 y 10.9% para el período 1979-2015. Si seleccionamos un stock de capital que además de los inventarios, también contempla los edificios residenciales construidos y sus tierras (componentes no directamente productivos), la tasa de crecimiento anual medio de este stock de capital fue de 9.1% entre 1952 y 1978 y 10,9% entre 1979 y 2015. La ´emergencia´ china resulta entonces de fechas bien anteriores al período del neoliberalismo.

Tomando en cuenta series temporales largas (1949-2015) de indicadores de niveles de recursos educativos de la población china, las tasas anuales de crecimiento medio del stock total de recursos educativos chinos en ambos períodos fueron extremadamente parecidos: 4.19% durante el período 1949-1978 y 4.22% en el período 1979-2015. Al considerar el stock educativo “productivo” (al realizar los cálculos a partir de la fuerza de trabajo), las tasas medias anuales de crecimiento de este stock de recursos educativos fueron 5.07% entre 1949 y 1978 y 3.55% entre 1979 y 2015, es decir, un crecimiento más marcado en el primer antes de las llamadas reformas de 1978.
Durante el período 1949-2015, los (flujos de) gastos de investigación y desarrollo (I+D) muestran tasas anuales medias de crecimiento superiores al 14%. El crecimiento promedio de estos gastos en I+D fue mucho mayor en el período 1949-1978 que en el siguiente de 1979 a 2015). En otras palabras, el nivel de desarrollo científico y tecnológico de China no es de estas fechas recientes y hoy en día no tiene nada que envidiar a los países capitalistas industrializados más avanzados. Lo que estamos queriendo decir es que la estrategia de desarrollo de la revolución ha establecido las condiciones para el éxito actual de la economía china, que este mismo éxito es una continuidad del pasado y, más importante aún, dicha emergencia no es transferible a otras naciones como la India por ejemplo que no cuenta con ese período previo. No es entonces que al sufrir China ´la enfermedad japonesa´ que se puede volver a aplicar el outsourcing hacia otras naciones o continentes. Con ello queda más claro también el límite del proceso de globalización.

Hemos de agregar que hoy en día, la propiedad de la tierra sigue siendo estatal o colectiva en China –incluso si se trata de formas a menudo degradadas que se encuentran, a veces, incluso bajo un control privado efectivo sobre unas tierras. El acceso a la tierra para el campesinado hasta ahora, es tal vez la contribución más valiosa del patrimonio revolucionario maoísta ya que ha evitado el desalojamiento masivo de los campesinos de sus tierras (la acumulación originaria) hacia las ciudades grandes, fenómeno que se observa en todos los países periféricos.

2. China, ¿ último bastión del capital productivo?

Basado en la construcción de nuevas series estadísticas del stock de capital fijo productive y los activos fijos de las empresas y sobre la base de un campo de sectores de industrias rigorosamente definidos, Herrwera y Long han calculado diferentes indicadores que permiten inferir una tasa de ganancia a nível micro y macro para la economia de China entre 1952 y 2014 (Rémy Herrera y Zhiming Long, Capital accumulation, profit rates and cycles in China from 1952 to 2014, Journal-of-innovation-economics, 2017). Los resultados obtenidos por ambos métodos (Micro y macro) son relativamente originales y muestran uma clara tendência a la baja de la tasa de ganancia em el largo plazo. En el corto plazo se muestran altibajos de coyuntura. Se atribuye este fenómeno al increment en la composición orgánica del capital que como tendencia empuja la tasa de ganancia hacia abajo.

Como ya vimos, el desarrollo tecnológico en China no es de fecha muy reciente a como nos lo presentan los grandes medios. En el año 2013 no menos de 629.612 patentes fueron publicados en China, 200 mil más de lo que EEUU publicó en el mismo año. Una publicación de ´World Intellectual Property Indicators´ del año 2014 reportó que el 32% de los 2,57 millones de patentes registrados mundialmente correspondían a China. El país lo considera como su estratégia clave para ser un gran jugador mundial en los sectores de innovación tecnológica, al igual que Japón en los años setenta y ochenta del siglo pasado. Esta carrera de renovación tecnológica conlleva a una rotación cada vez más grande del capital fijo. Al mismo tiempo esta rotación implica una alza permanente en los costos de Innovación y Desarrollo para la producción manufacturera del país, cada vez más difíciles de transferir al producto final. En resumidas cuentas, en China la tasa de ganancia del capital productivo muestra claras tendencias a la baja. A esto le agregamos un costo ascendiente en la mano de obra al demandar una fuerza de trabajo cada vez más calificada. El resultado final es el abandono relativo del capital de la esfera productiva y por ende una tasa de crecimiento económico a la baja.

a. ¿Es posible un nuevo ciclo de crecimiento económico?
En 2014, China oficialmente reportó una tasa de crecimiento de algo más de 7%, la más baja en 24 años. Esta cifra, en la opinión de Kurt Cobb, es claramente sobreestimada. Cuando se observa la tasa de crecimiento en el consumo de electricidad, que solo creció en un 3.8%, la tasa real resulta ser probablemente más baja. Según Bloomberg, el PIB de China, expresado en dólares, subió de un 4.25% durante el cuarto cuatrimestre de 2015 (Vea, China’s Other Growth Figure Is Flashing a Warning, 2 de marzo de 2016). El consumo de energía (electricidad) pareciera ser un instrumento más confiable para medir la evolución del crecimiento económico del país. Históricamente, la evolución en el consumo de energía (electricidad) y el crecimiento económico han sido muy paralelos en China, pues, para un crecimiento en el PIB del 1% se solía requerir un aumento de 1.09% en el consumo de electricidad. A partir de este procedimiento una tasa de crecimiento de 3.5% resulta una cifra más probable. En el año 2015 el consumo de electricidad de febrero bajó 6.3% respecto del mes anterior y en marzo mostró otro descenso de 2.2%. En otras palabras, el crecimiento económico de China tiende a la baja.

Fuente: Steve Angelo, Why U.S. GDP hasn´t really increased since 2000, www.srsroccoreport.com, 28 de febrero de 2018.
La tendencia a la baja en el consumo de energía (petróleo en este caso) se observa a nivel mundial. La reducción del crecimiento en el uso de energía es señal de estancamiento en el crecimiento económico a nivel mundial como puede verse en el gráfico 1. De ser así parece que las posibilidades de realizar una plusvalía relativa están agotándose no solo a nivel global sino también en la Nueva Formación Social Emergente de China, es decir las perspectivas de una nueva reconexión con la economía real parecen agotándose a nivel de la economía globalizada.
Debido a la tendencia a la baja de la tasa de ganancia a nivel más global y la creciente imposibilidad de reconectarse con el ámbito productivo, el capital da la fuga hacia el ámbito financiero, realizando ganancias prescindiendo del factor trabajo. En el gráfico 2 observamos una correlación estrecha entre el crecimiento de la deuda norteamericana y la tasa de crecimiento económico. Gráfico 2 Crecimiento del PIB de EUA y el la Deuda Pública 2000-2018

La realidad es que la deuda pública no se destina a la creación de riqueza nueva. Parece una situación mágica de realizar ganancias (ficticias) sin crear riqueza alguna. Es un hecho que en EUA desde fines de los años noventa no se observa un crecimiento en el consumo de energía aunque las ´cuentas nacionales´ registren tasas de crecimiento económico como se observa en el gráfico 3.

Gráfico 3 Crecimiento del PIB de EUA y consumo total de energía 1960-2018

El crecimiento económico registrado por las cuentas nacionales en EUA a partir de mediados de los noventa sin crecimiento en la demanda de energía registrado en el gráfico 3 en nuestra opinión es un crecimiento ficticio. La explicación es que el crecimiento del endeudamiento a tasas de interés casi cero permitió al capital financiero obtener crédito sin costo para adquirir sus propias acciones en la bolsa de valores alzando así la cotización de las mismas obteniendo altos beneficios que también son ficticios y especulativos, como hace ver el gráfico 4.

Gráfico 4 Crecimiento del PIB de EUA sin la emisión de deuda pública 1971 a 2018

El gráfico 4 hace ver que crecimiento real de EUA actualmente es negativo al superar la deuda del Banco Central (la Fed) al Producto Interno Bruto del país; 21 vs 19 billones de dólares. Esta situación lo caracteriza Bill Holter como el momento de saturación de la deuda e implicaría un muy elevado riesgo de colapso (Bill Holter, One Of Two Things Is About To Happen Now That We’ve Reached ‘Debt Saturation’, www.silverdoctors.com, 3 de mayo de 2018). Al observar una tendencia a la baja de la tasa de ganancia en el ámbito productivo, no solo las economías más avanzadas sino también en la Nueva Formación Social emergente parece que el mundo está ante la imposibilidad de volver a reconectarse con el ámbito productivo, lo que significa no solo una crisis de la globalización sino una crisis sistémica.

b. ¿Es posible la reconexión del capital con la economía real?
Ante la baja en la inversión en la economía real el endeudamiento ha sido la receta para fomentar la demanda interna china u a un ritmo sin precedentes. Entre noviembre de 2014 y octubre del año 2015, el banco central chino rebajó seis veces los tipos de interés, además de reducir en otras cinco ocasiones los coeficientes de caja -las reservas que los bancos están obligados a no prestar. De esta manera los bancos chinos prestaron en el mes de enero de 2016 un 70,2 % más de lo que hicieron en enero de 2015. China se ha vuelto, en otras palabras, otro adicto a la deuda. El Banco Popular de China aplica hoy en día ya la misma política de comprar sus propios bonos para emitir dinero sin respaldo. Es un hecho que el endeudamiento de China lleva ya varios años aumentando a un ritmo ascendente. Uno tras otro gran banco central en el mundo se ha visto forzado a imprimir dinero sin respaldo, aumentando el crédito a tasas de interés cero o negativas y China no es la excepción.

Dadas las limitaciones de generar altos rendimientos económicos en la economía real el capital comienza a buscar áreas de inversión alternativas que no requieren tanto al factor trabajo y con ello suelen ser de carácter especulativo. En China se dieron por ejemplo inversiones a gran escala en proyectos de edificación urbana sin garantía alguna de su ocupación. Al quedar vacíos (hasta barrios enteros de edificios), estas inversiones no encadenan con la economía real. Hay crecientes inversiones sin encadenamiento posterior con la economía real, lo que presiona la tasa de crecimiento económico de China hacia abajo. La burbuja inmobiliaria mejor se observa primero a partir del creciente número de edificios y grandes torres vacías sin terminar. Como consecuencia los precios de los inmuebles en China han caido en 66 de las 70 ciudades más grandes de acuerdo con la Oficina de Estadisticas Nacionales del país. En el solo año 2014 los precios de inmuebles cayeron en un 7.6%.

En un momento en que su crecimiento económico ha comenzado a disminuir y que varias burbujas podrían estallar, China ha elegido, en contraste con un mayor desarrollo del capital ficticio puramente financiero (globalistas) o militar (continentalistas), un keynesianismo productivo a escala mundial. La ganancia con un desarrollo del complejo industrial y militar podría estar garantizada por el Estado pero sin capacidad de transferir el gasto improductivo a terceras naciones ya que el Yuan no es una moneda internacional de referencia con una posición monopólica a como ha sido el caso del dólar. No es extraño entonces que el gasto militar de China en 2015 es tres veces más pequeño que el gasto militar de EUA siendo las dos economías más o menos igualmente grandes.

Lo que la Nueva Forma Social de Emergencia bajo liderazgo de China busca ante todo es un keynesianismo productivo a escala mundial y primero que nada a nivel de Eurasia. Con la creación del Banco Asiático de Inversiones en Infraestructuras (BAII) China ha puesto en marcha un proyecto a escala global. Habiéndose convertido en la fábrica del planeta sin un mayor mercado interno para el consumo, su determinación de construir una nueva Ruta de la Seda parece más afín a un New Deal a escala global. Lo que procura China de esta forma es consolidar al menos Eurasia como una sola economía. Los europeos se apresuraron a aceptar la invitación de China de participar en el BAII (con Londres en primer lugar, seguido inmediatamente por París, Roma y Berlín) y hasta por Israel se apuntó. EEUU (Wall Street) y Japón son los grandes ausentes del BAII.

La Nueva Gran Formación Social Emergente con China a la cabeza ya ha creado las condiciones para reinventar un sistema multi-monetario internacional sin subordinaciones de las naciones soberanas participantes a una sola hegemónica. Dispone de mercados financieros verdaderamente mundiales, con bancos multi-polares como el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura. Es un verdadero New Deal que están ofreciendo que alcanza ser un acuerdo potencialmente global.

La Nueva Ruta de la Seda implica una inmensa infraestructura de oleoductos, gasoductos, carreteras, ferrocarriles, aeropuertos y puertos en busca de integrar Eurasia como una sola economía, a través de fuertes inversiones en infraestructuras. El objetivo es conectar a China con Rusia, Europa, África y hasta Oceanía y América Latina y fomentar la economía real mundial con producción y comercio. La Nueva Ruta de la Seda terrestre tiene como punto inicial el oeste del país y atravesándolo en su conjunto. El centro de la ruta de la seda será la capital de XinJiang y no es casual. Es la provincia musulmana de China situada en el noroeste del país, justamente ahí donde el capital financiero anglo-americano globalizado pretendió desestabilizar a China con los mercenarios de “ISIS- stan”.

En total armonía con la geopolítica de MacKinder, China está adentrándose en la isla mundial en un intento de rediseñar los fundamentos geopolíticos del poder mundial. Al establecer una elaborada y costosísima red de líneas ferroviarias de alta velocidad para el transporte de grandes volúmenes de mercancías y oleoductos y gasoductos a través de la amplia extensión de Eurasia, la Nueva Formación Social Emergente pretende materializar la visión de MacKinder para la actualidad. Las autoridades de Beijing esperan trasladar el centro neurálgico del poder geopolítico desde la periferia marítima al interior del continente, el heartland.

Está obvio que la integración de Eurasia está por encima de las capacidades financieras de China por si sola, con una deuda pública en rápido ascenso. China busca aliados para capitalizar y desarrollar esas obras infraestructurales. Estos aliados ven en el proyecto de la Nueva Ruta de la Seda la posibilidad de un keynesianismo productivo a nivel euroasiático, dejando fuera justamente a EEUU y Japón que se oponían recalcitrantemente a la integración de Eurasia. Para evitar que Europa mire hacia el Este, la OTAN (globalista) se instalaba con cada vez más equipo y efectivos en Europa del Este.

Es preciso anotar que en el mundo no hay ninguna línea ferroviaria de alta velocidad que funcione con ganancia. En España invirtió a gigantescas deudas mejorar su infraestructura y hoy los beneficios de esta inversión a deudas no superan los costos de la deuda, asunto de tomar en cuenta para ver la factibilidad del ´New Great Deal´. La pregunta clave es ¿podrá impulsarse este keynesianismo productivo a nivel transcontinental con una nueva tendencia de la tasa de ganancia en alza? Creemos que el ´New Great Deal´ morirá probablemente en el intento al no lograr elevar la tasa de ganancia. Lo anterior muestra que para tratar de salir de la crisis capitalista aparentemente no hay otra alternativa que salir del capitalismo.

IV La salida del capitalismo al no poder salir de la crisis capitalista

1. El intento de salir de la crisis del capitalismo sin lograrlo
Con el gobierno de Trump no solo se manifiesta claramente la crisis agónica, turbulenta y conflictiva del capitalismo, sino se evidencia cada vez más la imposibilidad de salir de la misma. Expresando un nacionalismo industrialista anti-oligarquía financiera, Trump procura de salir de la crisis norteamericana a costa de todo. Esto implica en primer lugar una confrontación total con las fuerzas del esquema de poder globalista (representadas en EUA por el Partido Demócrata). En forma secundaria se enfrenta con el esquema continentalista (el establishment del Partido Republicano y sobre todo el Tea Party). Con el partido Republicano como tal no le queda de otra que acordar una coalición de gobierno para garantizar su gobernabilidad. Esta confrontación interna en EUA obstaculiza la posibilidad de exportar la crisis a otras naciones.

Lo anterior se observa en la posición de Trump frente a los grandes tratados comerciales: su primera medida fue la salida de El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y de El Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (TISA), en busca de desarmar el diseño geoestratégico globalista de su predecesor Obama. Su confrontación con proyectos continentalistas se deriva de su salida de El Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones El Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (TTIP por sus siglas en inglés). Una mayor precaución la administración Trump tiene con el tratado con México y Canadá (NAFTA) que quiere renegociar e incluso con negociaciones por separado con México y Canadá. Enviar al entierro el proyecto de NAFTA encontrará mucha resistencia al interior del partido Republicano. El denominador común de todas estas políticas es lograr la relocalización en territorio estadounidense de las grandes transnacionales en su afán de Make America Great Again.

Las empresas estrella del globalismo en comunicación y computación, muy a menudo con fuertes inversiones en China, son atacadas a su vez por políticas e intervenciones verbales de Trump, quien ha comenzado una guerra económica no tanto contra China como país sino en primer lugar contra dichas empresas trasnacionales con fuertes inversiones fuera del país con la finalidad que se relocalicen en EUA. En las últimas sesiones de marzo, los números rojos en la Bolsa de Nueva York imponen su ley arrastrando no solo a Facebook sino también a Twitter Net¬flix, Alphabet, Apple, Amazon y Microsoft. Todas ellas han sufrido fuertes pérdidas en Bolsa.

Facebook, la red social que provocó el seísmo en el sector tras conocerse la fuga de datos de 50 millones de usuarios, ha sido la gran perdedora, al haber perdido desde entonces cerca del 20% de su capitalización. Hay creciente temor a una mayor regulación tras el escándalo de Cambridge Analytica, se han sumado otras noticias negativas, que han provocado una tormenta perfecta. Donald Trump se propone cambiar el régimen fiscal de Amazon y considera imponer un impuesto sobre las ventas locales a Amazon y Netflix. Google (Alphabet) ha sufrido un duro revés en la batalla judicial que mantenía por patentes con Oracle (www.cincodias.elpais.com 28 de marzo de 2018).

La crisis bursátil de los ´valores estrella´ de la Bolsa es la manifestación reciente que ha hecho bajar las esperanzas de un nuevo ciclo tecnológico, dirigido por el capital financiero globalista. Con ello se manifiesta en primer lugar que el capitalismo actual no está en mayores condiciones de generar un ciclo expansivo en el ámbito de la producción. Las repentinas caídas de “valores estrella” en la bolsa de Nueva York de todas estas empresas de punta del globalismo que operan sobre todo con capital deslocalizado fuera de EUA y con sus inversiones concentradas en China, en segundo lugar son una manifestación de la política anti globalista de Trump, provocando que las empresas transnacionales regresen a EUA.

El recurso a la guerra comercial implica un reordenamiento de las cadenas de valor transnacionales que ha definido la globalización. Estas cadenas ya no se integran sin conflictos geopolíticos. Cuando se llegue a la reestructuración de la cadena de valor chino-americana, la UE y más concretamente Alemania, bien podría llegar a ser el ´afectado´ a quien se le podrían endosar entonces los costos de esta crisis. La UE y Alemania en particular son conscientes de la tormenta que se avecina sobre la zona euro y sin duda persistirán en realizar su propio juego mirando más hacia el Oriente que nunca.

El proteccionismo actual de Trump podría brindar oportunidades temporales a la economía real norteamericana ya que disminuiría su déficit comercial entre China y Alemania por ejemplo. Las respuestas de los bloques y países afectados no dejan de esperar y pronto veremos un proteccionismo generalizado con una política más nacionalista y netamente anti-globalista. Al generalizarse el proteccionismo y instaurarse cada vez más barreras arancelarias, nos llevaría al crecimiento negativo del comercio internacional y por ende al crecimiento económico global. Per saldo habrá menores ganancias o incluso pérdidas, causando una crisis generalizada, es decir, una recesión mundial. Con ello es de esperar un colapso bursátil en el mundo entero y un colapso en toda clase de burbujas (inmuebles, automóviles, tarjetas de crédito, etc.) y esto a nivel internacional.

Con una crisis global sin perspectiva (capitalista) de salida, la revuelta popular será global. Esto hace posible que se luche por tener una perspectiva de soberanía popular. Una soberanía popular está en oposición a la soberanía nacionalista burguesa de las clases dominantes. Podemos desde ya hablar que en China incluso en Rusia ya existe un nacionalismo antiimperialista, por tanto, que nada tiene que ver con el discurso demagógico de un nacionalismo local que aceptaría inscribir las perspectivas del país implicado en la globalización local, que considera al vecino más débil como su enemigo.

La lucha por una soberanía popular concebida como un vehículo de liberación, hace retroceder primero que nada la globalización unipolar contemporánea que suprime toda clase de soberanía nacional a escala mundial. La soberanía popular también arremete contra la construcción de bloques económicos y políticos como la Unión Europea. En la lucha por la soberanía popular se da el objetivo de transferir un máximo de poderes reales a las clases populares lo que sería realmente una democracia. Estos pueden ser tomados hasta en los niveles locales, pudiendo entrar incluso en conflicto con la necesidad de una estrategia a nivel del Estado.

El proteccionismo crea condiciones objetivas para que un intento de salir de la crisis capitalista conlleve a la posibilidad de una salida del capitalismo mismo. La imposibilidad de salir de la crisis capitalista se encuentra en última instancias en la incapacidad de acortar la vida media del capital fijo aún más de lo que ya se logró. En semejante escenario, pues, no solo es posible alargar la vida media útil del capital fijo, sino incluso estrictamente necesario ante las pérdidas obtenidas a escala global. Retomar la inversión a la economía real conlleva inevitablemente a un aumento en la vida media del capital fijo (maquinaria y edificios) de todas las empresas y primero que nada en las grandes corporaciones. Con un ciclo de reproducción del capital más largo, baja el costo tecnológico a transferir al producto final y podrá sacar eventualmente a las empresas de las pérdidas. Lo anterior es más factible al cerrar mis fronteras, o sea con más proteccionismo, hecho que a su vez lleva el espiral hacia abajo. Así como el proteccionismo de los gremios medievales fue asfixiante y finalmente significó la muerte su economía y facilitó el ascenso del capitalismo, asimismo el proteccionismo en la esta fase final del capitalismo senil, la asfixiará y bien podrá inaugurar el camino hacia la salida del capitalismo.

2. La salida del capitalismo sin poder salir de la crisis capitalista

En medio de la Gran Depresión del Siglo XXI, cualquier salida dentro de la racionalidad económica capitalista parece agotarse. Es el momento preciso de toma de conciencia de que no hay expectativa de un mayor bienestar económico y social dentro de este sistema que no para de acortar la vida media de todos los productos. Alargar la vida media de todo lo que producimos conllevará, en términos de valor, al crecimiento negativo de una economía monetizada y justamente así y solo así es posible lograr un mayor bienestar genuino. Lo mismo sucede al satisfacer prioritariamente necesidades colectivas por encima de las individuales: habrá menos creación de riqueza en términos de valor de cambio pero más riqueza en términos de satisfacción de necesitados.

Es en medio de una crisis sistémica que están dadas las condiciones para crear consciencia que las necesidades deberán formularse más desde el Sujeto comunitario por encima de las necesidades particulares e individuales. El uso duradero de los bienes y la priorización de la satisfacción de necesidades colectivas se tornan una necesidad para que la naturaleza pueda reproducirse otra vez a sí misma, acabando así con la lógica de la valorización por la valorización misma. Al no dar más ventaja competitiva, las innovaciones podrán ser declaradas patrimonio común de la humanidad a lo que habrá acceso libre.

Al darle mayor vida media de los productos en general y al sustituir el consumo individualizado por el consumo más colectivo de bienes y servicios, se liberarán sobre todo recursos naturales en el Norte, región en la que estos precisamente escasean. Hoy se destina el 80% de los recursos naturales, explotados año tras año principalmente en los países del Sur, para el consumo individual del 20% de la población mundial mayormente concentrada en el Norte. Si la vida media de los productos en el Norte se multiplicara por dos, por ejemplo, se liberaría más del 40% de los recursos naturales explotados en el planeta. Otro tanto sucedería si los productos y servicios fuesen dos veces más colectivos, liberando otro tanto. El mayor efecto positivo de una formula combinada habla por sí misma.

Así como en el Norte es preciso generar una “economía de lo suficiente” eliminando la economía de lo superfluo (hacia lo que los movimientos ecologistas apuntan), es preciso fomentar a la par una “economía de lo necesario” y sobre todo en el Sur (hacia lo que los movimientos sociales en el Sur más apunten). Estos dos tipos de economías, de lo suficiente y lo necesario en combinación, mejoran la calidad de vida de las grandes mayorías y amplían las fronteras ecológicas planetarias.

En lo político, se requiere la instauración de una democracia participativa que implica una política de la mayor descentralización posible en la producción y, sobre todo, una mayor democratización en el proceso de toma de decisiones sobre qué, cómo, dónde y para quién se produce. Si en tiempos del socialismo real semejante planificación padecía de errores y hasta horrores operacionales, en la actual era digital ya no parece una Utopía y en un futuro no lejano bien podrá ser realidad.


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