lunes, 10 de junio de 2013

Uruguay Denucia: Alerta roja en la Facultad de Ingeniería


El bajo nivel con el que llegan los alumnos que ingresan a la Facultad de Ingeniería es preocupante


El pasado 4 de mayo, El Observador publicó un artículo sobre las quejas de la Facultad de Ingeniería de la Udelar respecto al bajo nivel con que llegan a la universidad los alumnos liceales. Según un informe interno que circuló entre jerarcas y docentes de Ingeniería, se advierte “el bajo rendimiento en técnicas operatorias y métodos estándares trabajados en preparatorios”.
El informe surgió tras conocerse los resultados de una prueba evaluatoria de matemática según la cual el 96.4% de los estudiantes que ingresaron este año tiene un nivel insuficiente. O, para ponerlo en números absolutos, solo 42 de los 1172 que ingresaron en 2013 aprobó la prueba “diagnóstico de matemática” realizada para comprobar el nivel que traían los estudiantes egresados de secundaria.
Ya en 2012, la Facultad de Ingeniería había advertido del mismo problema y sobre la “tendencia la fracaso académico de la mayoría” de los estudiantes. En 2012, solo 34 de 1032 estudiantes evaluados había logrado la suficiencia en matemática. Es decir, la insuficiencia fue del 96.7%. Para no llorar, digamos que en 2013 la insuficiencia se redujo en una décima.
Pero realmente, la situación es para llorar. Una lectora de El Observador, que trabajó 11 años en el Reino Unido en diversas actividades y dando clases de Matemáticas en forma voluntaria a adultos, y que regresó hace poco tiempo al Uruguay, publicó la noticia de El Observador en Twitter. Muchos de sus seguidores son extranjeros y en especial ingleses. No daban crédito a la veracidad de la nota y llegaron a preguntarle si el medio que publicó la nota no sería similar al sensacionalista Daily Mail de Gran Bretaña. La lectora quebró una lanza por el diario y dijo a sus seguidores que era un periódico confiable. Aún así, no logró superar el estupor de sus seguidores que no podían creer semejante nivel de insuficiencia en un país que tiene (o tenía) buena reputación internacional.
Pero lo que piensen en el exterior no es demasiado relevante. Los preocupados y  estupefactos debemos ser nosotros: los uruguayos. Debemos avergonzarnos del nivel educativo del país y debemos preocuparnos por nuestro futuro porque cada vez habrá menos gente capacitada para acceder al mercado laboral y más gente frustrada personal y socialmente al comprobar que egresó del liceo y preparatorio sin los conocimientos que pensaba tener.
Y ello no solo en matemáticas. Según datos de los exámenes de 2012 (los del 2013 no han sido divulgados aún), solo el 23,7 % aprobó en física, el 23,6% en química y el 60,8% en comprensión lectora. Del total de los 1032 alumnos, solo 66 obtuvieron nivel global de suficiencia. Y entre ellos, solo 11 obtuvieron suficiencia en las 4 asignaturas.
Estos son datos que deben alarmar. No son pruebas PISA, a las que algunos pueden catalogar de comparación inválida o inútil debido las circunstancias económico-sociales de los países que participan. Esta prueba de la Facultad de Ingeniería de la UDELAR no nos compara con nadie sino con nosotros mismos. Nos evalúa a nosotros.
Es algo que nos interpela duramente. ¿A qué aspiramos como país si no podemos lograr un nivel de suficiencia mínima para cursar una carrera de Ingeniería? ¿Qué conclusiones hace el gobierno al respecto? ¿Qué medidas piensa tomar? ¿O seguirá cruzado de manos? Y las autoridades de Secundaria y sus docentes ¿tendrán capacidad de seguir reclamando recursos cuando la propia facultad pública les muestra su fracaso? Y la sociedad civil ¿seguiremos viviendo de glorias educativas pasadas? ¿Seguiremos narcotizados ante la decadencia educativa?
Estas pruebas nos plantean una buena noticia y una mala. La única buena noticia que podemos extraer, es que el panorama es tan desolador que es relativamente fácil mejorarlo “un poquito”. Pero la mala noticia, es que una mejora sustancial de la enseñanza llevará años en conseguirse si es que se comienza a aplicar desde ahora.
Cuando alguien detecte que se están aplicando cambios para mejorar, que nos avise. Mientras tanto, será tarea de la sociedad civil cambiar la educación. Ejemplos como el Liceo Jubilar y el Impulso son prueba de ello. Como también lo son liceos públicos que tienen buen cuerpo directriz y docente. Ojalá que el ejemplo cunda porque está claro que no se puede esperar solución del estado. Parecen los músicos del Titanic, tocando mientras el barco se hunde.

Por mas información:

Tomado de El Observador en linia: http://www.elobservador.com.uy/noticia/252629/alerta-roja/

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