domingo, 30 de diciembre de 2012

Desigualdad simétrica entre ricos y pobres para completar estudios


MEC. Igual porcentaje que acceden a nivel terciario no termina Primaria

La probabilidad de que la población más rica alcance los estudios terciarios es comparable a la de no superar Primaria entre los más pobres. Según el Ministerio de Educación y Cultura, se observa una "simetría de desigualdad".

Una de cada dos personas acceden al nivel de educación terciario entre los más pudientes y entre los más desposeídos seis de cada 10 no logran pasar la barrera de Primaria y acceder a la Educación Media, señala el Anuario Estadístico de Educación divulgado hace unos días por el Ministerio de Educación Y Cultura (MEC).

Según el informe, el 50,3% de la población con mayores ingresos llega al nivel terciario y el 60,4% de la de menos ingresos no supera la educación primaria.

Para el MEC este "desequilibrio entre los extremos de acceso a la educación" representa un mapa indicativo de la "desigualdad educativa" que es "representativa del nivel de instrucción como factor clave en el capital cultural de la población y del tipo de acreditación educativa predominante en cada sector social".

A su vez da pistas de un "probable impacto al enfrentar sus respectivas aspiraciones laborales".

En el anuario se admite que este no es un fenómeno nuevo y reconoce que "no se trata de una realidad sobre la que se pueda actuar fácilmente".

"El desafío consiste en ensayar modelos explicativos que se propongan aportar elementos de reflexión para enfrentarlo en su complejidad", agrega.

Según el MEC, en términos del nivel educativo máximo alcanzado por la población adulta, importa particularmente la finalización del ciclo de Educación Primaria.

Los logros educativos de las personas con 25 y más años de edad, sobre todo en los niveles educativos más bajos, son una buena referencia del "techo" alcanzado en el sistema de educación formal.

La proporción de personas que tienen primaria completa como máximo nivel educativo alcanzado, aumenta significativamente entre los de mayor edad: sólo el 27,2% de las personas con 70 y más años de edad lograron niveles superiores, mientras que entre los más jóvenes, 8 de cada 10 siguieron estudiando.

El 80,9% de las personas con entre 25 y 29 años alcanzan niveles educativos superiores a primaria completa.

Según el informe, las "situaciones atípicas" que representan las personas ricas que no han superado primaria y de las personas pobres que han llegado a la Universidad, se mantienen estables en su proporción.

En tanto, las personas pertenecientes a hogares del 1º quintil de ingresos que no alcanzan a superar primaria, registran en 2011 un cambio positivo de tendencia: disminuye del 61,5% al 60,4%.

Por su parte, los sectores pertenecientes al quintil mayor de ingresos, continúan incrementando la proporción de personas de 25 a 59 años que han realizado estudios terciarios.

BECAS. La baja tasa de personas pobres que logran acceder a educación terciaria (no llega al 1%) puede estar vinculada a que todavía falta más ayuda desde el Estado para allanar el camino hacia la universidad y costear luego la carrera.

En Uruguay aún no se cuenta con un Sistema Nacional de Becas. Sí existen programas que otorgan ayuda económica a estudiantes de diferentes niveles educativos con la finalidad de fomentar y facilitar la permanencia y/o conclusión de sus estudios.

El anuario detalla que hay un conjunto de cuatro programas de ayuda y sostiene que las becas otorgadas por el MEC recibieron un "fuerte impulso" en 2011 con la implementación del Programa Compromiso Educativo.

Y por su parte el apoyo económico brindado a los estudiantes terciarios por el Fondo de Solidaridad, "que registrara un importante crecimiento entre 2005 y 2009, parece haber encontrado un cierto punto de estabilidad en el presente".

El Fondo de Solidaridad entregó 6.146 becas de apoyo económico. Las mismas beneficiaron fundamentalmente a estudiantes del interior del país y a mujeres (88,4% y 74,8%, respectivamente).

Es de los programas que mayor proporción concentra los recursos en estudiantes del interior del país.

"En el marco de los esfuerzos por equiparar las oportunidades de acceso a la educación en todo el territorio nacional, este programa constituye un caso especial: el hecho que el programa destine casi el 90% de sus recursos a estudiantes del interior del país representa un factor de alto impacto social", sostiene el anuario.
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En los últimos 50 años, la tasa de analfabetismo en Uruguay se redujo a menos de la quinta parte, destaca en su informe el Ministerio de Educación y Cultura.

De un porcentaje de 8,8% analfabetos en el año 1963 se pasó a 1,7% en el 2011.

Según el Anuario Estadístico de Educación, de mantenerse la tendencia actual, en el año 2018 se podría alcanzar el umbral del 1% de analfabetos.
El País Digital

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