lunes, 25 de agosto de 2014

Profeson Andres Freire Crónicas de la Victoria. El queso y los gusanos.


Escribo estas líneas pensando no precisamente en el brillante libro de Microhistoria del que tantas veces he disfrutado su lectura, escrito por Carlo Ginzburg y que tiene por título la frase que tomamos para esta nota, porque a la luz de los procesos históricos que estamos viviendo, distraer nuestra mente con preocupaciones secundarias nos parecería poco menos que un crimen, estos son 60 días de campaña, no por una lista, un cargo o una mera idea, son 60 días de lucha intensa y decidida sin tregua ni reposo, por la causa del SOCIALISMO.
A lo largo de estas líneas veremos desfilar entonces no la vida de Mennochio protagonista central de dicho libro, un molinero injustamente asesinado por la intolerancia hacia sus peculiares creencias religiosas y la voluntad rapiñera de los denunciantes, sino otros quesos y otros gusanos.
La manzana agusanada que nos tiende el progresismo. La asignación familiar y la prima por hogar constituido, un ejemplo de la estafa que estamos padeciendo.
Reiteradas veces hemos hablado de la importancia de acceder a una alimentación balanceada para poder tener una adecuada calidad de vida, denunciando por ejemplo como se nos hace hoy en día virtualmente imposible en forma no excepcional, compartir nuestro tradicional Puchero, que algunos afirman supo ser un menú cotidiano en los días de antaño, compañero de aquellos míticos guisos, el pan caliente y los fruteros rebosantes en la mesa obrera.
No es que haya habido un pasado idílico al que pretendamos volver, nuestro horizonte no es ni él “para atrás para atrás” de blancos y colorados, ni tampoco el “es lo que hay valor” progresista, nosotros queremos caminar con el pueblo trabajador y sus aliados hacia el horizonte radiante del Socialismo, es que la nuestra era una realidad plagada de contradicciones y desafíos, pero la clase obrera disfrutaba de una porción mayor de la renta nacional, el estado avanzaba en medidas reales de protección social, y un maestro de escuela por ejemplo ganaba mucho más.
Sin embargo luego por factores que escapan al tema que estamos desarrollando, la oligarquía combinada con el imperialismo fueron liquidando tan tímidos avances y así estamos hasta el día de hoy, donde un gobierno supuestamente de izquierda, integrado entre otros por “socialistas” y “comunistas” presenta como un gran logro a los Consejos de Salarios, vistiéndose con plumas ajenas, porque ese fue uno de los pilares del proyecto neobatllista, que debía ser integrado y superado, cuando en realidad vamos para atrás.
Luis Batlle fue visto por la derecha más reaccionaria (es decir la alianza herrero ruralista, tronco común donde podemos encontrar las raíces políticas e ideológicas del Herrerismo actual y el Bordaberrysmo) como un “comunista chapa 15”, así se refería a él Chicotazo, y contra el maniobraron con éxito la derecha colorada y el herrerismo derrotándolo con esa diabólica trampa que fue en definitiva la Constitución del 52.
Molestó y mucho el vendaval reformista del que se beneficiaron los trabajadores urbanos, algunas de esas medidas fueron el Salario Mínimo Nacional (con un valor real superior al actual), las Asignaciones Familiares y el beneficio del Hogar Constituido del que gozamos los empleados del Estado, estos dos últimos
beneficios sociales estaban ligados porcentualmente a la evolución del primero. Atados de ese modo, sufrieron su misma involución, y a medida que este se iba volviendo ridículo e insignificante también estas sufrieron el mismo proceso.
Además los topes para acceder al mismo estaban también ligados, y se fue dando el fenómeno de que año tras año, hogares donde no se llegaba a la canasta básica, pero si se ganaba más que unos cuantos de estos salarios mínimos nacionales, iban perdiendo la asignación, así sucede por ejemplo con una persona que gana 30000 pesos nominales, no llega por asomo a la canasta familiar, ni siquiera a la mitad, pero no cobra asignación, es considerado “rico”, “clase media”.
Así llegamos al gobierno de Jorge Batlle con un salario mínimo que de tan mínimo que era se asemejaba más a una limosna que a una retribución, y a él a su vez estaban ligados los otros conceptos, siendo esta situación tan escandalosa que los propios gobernantes neoliberales debieron actuar contando con el apoyo del progresismo, entonces se voto crear la Unidad Base de Prestaciones y Contribuciones separándola del anterior Salario Mínimo Nacional.
Y el resultado final fue precisamente que el Salario Mínimo Nacional aumentó varias veces, aunque estando siempre a años luz de llegar siquiera a media canasta familiar, pero el hogar constituido y la asignación familiar quedaron virtualmente congelados, después de 10 años de gobiernos frentista hubo tiempo más que suficiente para reparar esta situación, pero jamás se busco mejorar significativamente las condiciones de vida de los trabajadores, entonces lo que si se hizo en esta materia, fue aumentar los beneficios sociales a los sectores marginales, lo que no veríamos mal si se hubiera hecho a cuenta del bolsillo de la oligarquía tradicional y el capital extranjero, ahí hay de donde sacar y mucho, pero en su lugar se hizo a cuenta de otros sectores de trabajadores. En las brillantes palabras de alguien que pidió encarecidamente el anonimato: la fiesta de la plebe la pago la clase media.
Luis Batlle tomo esas medidas para proteger a las familias de los trabajadores y estimular la formación de las mismas, hoy el progresismo después de 10 años de gobierno no ha querido ni siquiera restaurarlas en su totalidad, tal como sucede con el Salario Vacacional para los empleados públicos y el aguinaldo a los jubilados, birlados por el fascismo y que continúan ausentes.
De este modo, el hogar constituido no llega a 700 pesos mensuales y la asignación común es mínima también, quedando totalmente rezagados con respecto a la ley original.
Así cuando los operadores políticos del progresismo, dicen cuidado que viene el cuco, ojo con el viejo de la bolsa, peligro viene la motosierra, ellos ignoran intencionadamente que la motosierra neoliberal, empezó antes, mucho antes, y que ellos no han intentado reparar siquiera los destrozos que esta hizo.
Haber devuelto el Aguinaldo a los Jubilados, el Salario Vacacional a los empleados públicos, y el hogar constituido junto a la asignación familiar a sus valores originarios, hubiera sido una señal clara de que las cosas iban a cambiar en serio, no hacerlo confirma a su vez, que la política económica fue más o menos la misma, por eso es tan factible que quien estuvo en el equipo económico frentista sea parte de un eventual equipo económico herrerista, porque como decimos siempre hay que dar vuelta el tiempo como la taba, el que no cambia todo no cambia nada.
Mujica legalizá el queso.
Otro ejemplo de esta negación cotidiana de los elementos fundamentales para sostener una vida digna, es el disparatado precio del queso, imprescindible para una correcta alimentación, especialmente de los niños, ya que el calcio del queso se incorpora mucho más adecuadamente a los dientes que el de la leche, y que hablar por ejemplo de las necesidades especificas de las mujeres, tan proclives a la osteoporosis.
Uruguay exporta queso a muchos países, y los uruguayos con la complicidad de gobiernos que le han importado tres rábanos las necesidades de las mayorías nacionales, no contamos ni siquiera con la provisión de algunos tipos de queso a un precio racional. Sujetos a los precios del mercado internacional cada vez que sube el dólar, perdemos los consumidores y cada vez que se colocan más en nuevos mercados también, porque debemos competir con consumidores de mayor poder adquisitivo.
Y tampoco el conjunto de la sociedad cosecha grandes beneficios, debido a la ausencia de la más mínima voluntad política por parte de los cuatro partidos con representación parlamentaria de establecer una política de detracciones o retenciones que podría contribuir a aportar por un lado cientos o miles de millones de dólares y por otro reducir la inflación al bajar los precios de referencia.
Así llegamos a la situación actual donde casi todos los trabajadores somos condenados al subconsumo de productos básicos como el queso, por no poder acceder ni por asomo a la canasta básica de $56000, hecho que determina que seamos o pobres o miserables la gran mayoría de la población, y cuando decimos miserable en este caso no hablamos de miseria moral sino material, porque la miseria moral es patrimonio de aquellos que tuvieron la osadía de decir públicamente que $80000 pesos por mes en el 2009 era poco y que a su gente “no se le podía pedir tanta poesía”, mientras con el mayor cinismo condenaron a los maestros de escuela a trabajar por $14000 pesos al mes, y cuando estos reclamaron aumento, les dijeron trabajan sólo cuatro horas si la plata no les da consíganse otros trabajos.
270 pesos un kilo de queso magro en un supermercado de barrio, magro porque es uno de los más sanos que hay y por ende existe una recomendación médica, esa es la realidad del progresismo: ¿Cómo se supone que hará un obrero para alimentarse adecuadamente? Y encima en el colmo del cinismo nos dicen consumistas: ¿acaso nosotros que generamos la riqueza no tenemos derecho a más mucho más que ese símbolo de harina sal y agua?
Paro a favor de la patronal.
El 18 de septiembre la por ahora única central de trabajadores, llama a un paro general parcial con movilización, convocando a los trabajadores a marchar para reclamar no la legalización del queso, de la carne, el Hogar Constituido y la Asignación Familiar como originariamente fueron planteadas, sino sugerirle a los ciudadanos a quien no votar.
Ahora bien, si en Uruguay hubiera habido un gobierno obrero y popular, que hubiera invertido supongamos un mínimo del 6% en Educación, si hubiera habido una reforma tributaria real donde se hubiera derogado el IRP, bajado significativamente el IVA, y los ricos, el complejo agroexportador, y el capital extranjero aportaran
significativamente al desarrollo nacional, si se hubiera estatizado y socializado el sistema de salud, si se hubiera nacionalizado la industria frigorífica, la banca y el comercio exterior, las cosas hubieran sido muy diferentes.
Tendríamos a los trabajadores y sus aliados en el gobierno, realizando las transformaciones estructurales por las que hemos luchado toda la vida. Entonces sería no sólo lógico, sino además compartible que el movimiento de los trabajadores se expresa de un modo u otro a favor de un gobierno que estuviera volviendo realidad el propio programa de los trabajadores.
Pero nada de esto ha pasado, aquí en nuestro país como ya hemos explicado hasta el cansancio hemos sido víctimas de un proceso de revolución pasiva en el sentido gramsciano del término, la elite del partido plebeyo ha sido absorbida por la oligarquía tradicional quien le permite gobernar, para que este modernice el propio aparato de dominación, realizando las reformas y adecuaciones que esta misma no pudo hacer.
Y así estamos, viviendo las consecuencias de ese proceso histórico, ahora bien si la política económica es básicamente la misma, por lo menos en la macroeconomía que es lo fundamental y determina en cierta medida el resto: ¿Cuál es el sentido de llamar a paro general para decir a quien no votar? Uno sólo, apoyar decididamente al gobierno, si el mismo gobierno que el año pasado le dijo a los maestros en huelga, no tenemos plata, y ahora negocia la compra de aviones de guerra con Rusia.
El mismo que sigue manteniendo la confiscación de nuestros beneficios realizada por el fascismo y los gobiernos anteriores, mientras ellos se garantizan más y más beneficios propios, como un salariazo a la menemista que ya hemos estudiado anteriormente.
Se les pide entonces a los obreros que paren y marchen, no por sus necesidades y reclamos, sino por un solo tema, la eventual desocupación de aquellos que habiendo accedido a los privilegios del poder, no quieren volver a las 8 horas, sino que se aferran con uñas dientes a los mismos.
Pero basta de hablar de estos personajes, que serán arrojados al basurero de la historia más temprano que tarde, porque también para nosotros ese día es una fecha clave.
El 18 de Septiembre la peor burocracia sindical hará un paro para apoyar a uno de los dos bloques que se disputan los beneficios del poder, en este caso el bloque desteñido, yo todavía no sé que voy a hacer ese día, pero de lo que si estoy seguro es que con alguien voy a estar hablando intercambiando ideas y argumentos, a alguno le voy a dar un volante, agarrare la computadora y me pondré a escribir, iré a jugar al futbol con mis hijos, me sentare a leer un buen libro, la verdad no sé.
De lo que sí estoy totalmente seguro, es que a esa día, de madrugada, de mañana, de tarde y de noche, en nuestra radio, nuestra imprenta, y en calles, plazas y parques estarán nuestros militantes y nuestros amigos y aliados del pueblo dándolo todo, no por un privilegio o un carguito, sino para llevar al parlamento tribunos del pueblo, representantes de la nación y se sienta por primera vez en 10 años dentro del recinto de las leyes, voces que denuncien y acusen, presenten proyectos de ley, voces que digan CENSURA, PEDIDO DE INFORMES, LLAMADO A SALA, COMISION INVESTIGADORA, que sirvan para el avance de la causa del pueblo, la causa del SOCIALISMO.
Y así allí vamos…

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