viernes, 24 de agosto de 2012
Por: Níkolas Stolpkin
Izquierda y
Derecha
Partamos definiendo brevemente lo
que es Izquierda y Derecha…
Está claro de que desde el punto
de vista de la lógica burguesa lo que se denomina “izquierda” y “derecha” son
en definitiva dos caras de una misma moneda. Al estar estas estrechamente
relacionadas con las ideas y los intereses de la élite del Poder, o de la clase
dominante, la diferencia que pueden haber entre ellas se hace mínima.
Desde un punto de vista
revolucionario lo que denominamos como Izquierda, es lo que podríamos definir
como el campo progresista, conformados por elementos de avanzada de las clases
dominadas; y, por otra parte, como fuerza antagónica, la Derecha, que podríamos
definir como el campo reaccionario, conformados por los elementos de avanzada
de la clase dominante.
Por tanto ignorar la existencia
de la Izquierda y la Derecha, desde un punto de vista progresista, puede ser bien
un acto de crítica hacia determinado status quo contrario a los intereses
generales; pero ignorar la Izquierda y la Derecha desde un punto de vista apático
con respecto a la política es ignorar la existencia de la lucha de clases o
ignorar la presión ejercida entre el campo progresista y el campo reaccionario.
Ahora entremos en materia con
respecto al título que nos convoca.
Si bien la fracturación de la
Izquierda comenzó históricamente a partir de la muerte del líder ruso Joseph Stalin,
sería a partir de la reciente aparición de la denominada “Primavera Árabe” que
podemos ver claramente las fisuras que hasta el momento habían permanecido de
manera imperceptible dentro de la Izquierda. Y si a ello podemos sumar como
ejemplo la pasada masacre en Marikana, Sudáfrica, se podría confirmar la
mediocridad ideológica en la que ha desembocado la actual Izquierda Occidental.
La Izquierda Occidental hoy no está en coma,
sino que está en una fase terminal que bien podría desembocar en el nacimiento
de una nueva generación de izquierda que vendría a sustituir los actuales
espacios de Poder que hoy aún mantienen tomado los elementos viciados
existentes dentro de la Izquierda.
Pareciera dar la impresión de que la caída
política de esa Izquierda cayó por su propio peso con la caída de la URSS. Sin
embargo la caída que aún no hemos presenciado es la caída ideológica que, tal
como la caída política, habrá de caer por su propio peso.
Cuando vemos a una Izquierda desligarse de
sus funciones originales frente a la Clase Dominada ya estamos haciendo un
grueso favor a los intereses de la Clase Dominante.
Y hoy la Izquierda carece de brújula
política y, más encima, se presta para ser parte de las jugadas imperialistas
de las fuerzas reaccionarias, tal como hoy la vemos sumarse a cada punto de la
agenda imperialista.
¿Cómo puede la Izquierda permitirse ser
manejados por la agenda informativa imperialista y, para despistar un poco,
posicionarse en un lugar ambiguo (de no estar con ninguno ni con otro)?
¿Por qué al interés imperialista la
Izquierda toma una posición favorable a los intereses imperialistas? Ya está
comprobado. Si el foco de atención imperialista es Túnez, allí saltan
obedientemente la presente Izquierda; si el foco de atención imperialista es
Egipto, allí saltan obedientemente la presente Izquierda; si el foco de
atención imperialista es Libia, allí saltan obedientemente la presente
Izquierda; si el foco de atención imperialista es Siria, allí saltan
obedientemente la presente Izquierda. ¿Esa es la razón por la cual la masacre
en Marikana, Sudáfrica, frente a la presente Izquierda haya pasado sin ninguna
importancia?
No por nada ya hemos señalado de que la
Izquierda perdió su agenda, si es que alguna vez la tuvo, y hemos señalado,
además, de que ha adoptado una mentalidad pequeño burgués al enfocar más su
atención en casos como la masacre de Denver, Julian Assange
o las Pussy Riot que al asesinato de más de una treintena de mineros a manos de
las fuerzas represoras sudafricanas. Podrán justificarse diciendo que ello no
es nada nuevo, pero resulta ser que aquella masacre fue expuesta fugazmente en
los Grandes Medios de Comunicación Masiva con pruebas gráficas y explícitas de
lo ocurrido allí. ¿No basta ese detalle para saltar de nuestros asientos?
Es solo cosa de
ver y asombrarnos la producción intelectual de izquierda donde más han puesto
el foco de atención o cosa de ver los titulares de los “Grandes Medios de
Izquierda”, después de ocurrida la tragedia en Sudáfrica.
La Izquierda, desgraciadamente,
ya no se asombra ni reacciona frente a acontecimientos que tengan como
protagonista a la clase trabajadora, que debería ser de su mayor incumbencia,
si es que el foco de atención imperialista está en otro lado.
¿Pero en qué se ha convertido hoy la intelectualidad
de Izquierda?
Es muy curioso,
pero los que están “arriba”–que están dentro de espacios de poder muy
particulares–, parecieran actuar de la misma manera como muchos partidos de
Izquierda se han convertido hoy dentro de la legalidad burguesa: comunistas sin
ser comunistas, socialistas sin ser socialistas.
La lucha armada
ha pasado a ser una cosa ficticia, dentro de la presente Izquierda, pero que
bien muchos apoyan en lugares como Libia o Siria; y la figura de Ernesto Che
Guevara ha pasado a ser un bonito recuerdo de “otros tiempos” o un buen adorno
nostálgico que les recuerda sus años de “idealismo”.
La actual
intelectualidad de Izquierda, los de “arriba”, no están por ninguna toma del Poder
por medio de la lucha armada. La “toma del Poder” solo se circunscribe hoy a la
lucha electoral; y, si les va bien a unos, gusta acomodarse como buenos parásitos
“sabelotodo”. Toman cierta distancia frente a fuerzas revolucionarias
verdaderamente comunistas (como en Colombia con las FARC-EP o la India con el
Partido Comunista de tendencia maoísta) y toman posición cómoda frente a
fuerzas amorfas ideológicamente (como lo es en Libia o Siria), y que ya está
más que comprobado la actuación allí de fuerzas mercenarias con apoyo en lo
financiero, inteligencia y armamentístico por parte de las fuerzas
imperialistas.
Hoy la
Izquierda, o el campo intelectual de Izquierda, no es un campo confrontacional
contra el sistema capitalista, sino que es un campo que aboga por un sistema
más “humanizado” o que demanda “reformas”; no busca sustituir un sistema
económico por otro; su lucha más se basa en contener cualquier atisbo que se
salga del cauce “democrático”, visto desde la lógica burguesa; buscan la “paz”
o la conciliación con las clases dominantes, frente a cualquier muestra
confrontacional violenta contra el sistema capitalista y la Clase Dominante.
¿Es acaso una muestra de que gozan de ciertas comodidades que les brinda el
propio Sistema Capitalista y que por eso no son ninguna amenaza para el mismo?
Su ideología
suele ser amorfa si de confrontación contra el sistema se trata.
No existe mucho
debate sobre una determinada ideología que sea confrontacional contra el
sistema capitalista. Lo que suele haber es un debate pequeño burgués que solo
beneficia los intereses particulares de la clase dominante y no beneficia
alguna ideología particular a pesar de que se llenan la boca con palabras
propias de alguna ideología en particular de la Izquierda.
¿Ideas de un pequeño malcriado en la
cumbre?
Tal como hoy se
usa conceptos como “comunista” o “terrorista” para señalar a los que confrontan
violentamente el sistema capitalista, dentro de la intelectualidad de izquierda
se condena automáticamente a los que hagan comentarios o señalamientos favorables
a la vida y obra de Joseph Stalin ó Mao Tse-Tung ó en contra de
personajes como León Trotsky. Pero curioso es cuando los que hoy abrazan las ideas de
Trotsky, o más bien el concepto de Trotskismo, son los mismos que hoy llaman a
posicionarse en contra de la OTAN y en contra de las “dictaduras” que combate
la OTAN en el Magreb y el Medio Oriente buscando justificarse en la figura de
Lenin.
Entonces cabe hacerse las siguientes
preguntas: las ideas de personajes tales como Stalin ó Mao ¿debemos dejarlas
enterradas en el pasado y abrazar ideas confusas que abrazan los
autodenominados “trotskistas”? ¿No podemos cargar dignamente los aciertos y
errores que podrían haber cometido camaradas como Joseph Stalin ó Mao Tse-Tung, y sí abrazar las ideas de un pequeño malcriado
que pareciera hoy obnubilar a su séquito que no sabe distinguir plenamente lo
que es bueno y lo que es malo al buscar posicionarse dentro de una posición
NINI frente a las fuerzas Imperialistas? ¡¡¡Ni siquiera las fuerzas
imperialistas en su historia han desdeñado alguna figura de sus propias fuerzas
imperialistas!!! Y, si las hubieran, pues no están a la vista. Para ellos lo
que se deja atrás son etapas que forman parte de su desarrollo. ¿Cómo habremos
de crecer si nos empecinamos en querer ignorar o denostar parte de nuestro
pasado?
Lo que llega a ser más patético es que el
comportamiento errado al cual está incurriendo esa Izquierda, ya se le ha
llamado la atención innumerables veces y ni aún así pueden entender su
proceder. Las posiciones de Poder con los cuales gozan pareciera no dejarles
reflexionar. Están tan metidos dentro del papel de falsos dioses, dentro de un
cielo que les brinda todo pero que está malformado y lleno de moho, que su
arrogancia no les deja ver más allá de sus propias narices.
Pareciera –esa Izquierda– no entender que su
papel obstruccionista dentro del campo progresista impulsará, tarde o temprano,
irremediablemente la llegada de nuevos actores que no tendrán más remedio que
quemar su cómodo cielo.
Tomado de: http://stolpkin.blogspot.com/2012/08/una-izquierda-fracturada-por-falsos.html
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