jueves, 9 de octubre de 2014

Entrevista Gillermo Macció “LOS VOTOS ECOLOGISTAS SON LOS VOTOS DE ORO PARA EL FRENTE

“LOS VOTOS ECOLOGISTAS SON LOS VOTOS DE ORO PARA EL FRENTE AMPLIO, PORQUE SON LOS VOTOS QUE NO PODÍAN CAPTAR CON EL PROGRAMA DEL FA”
LA columna de Guillermo Macció en ‘Contrapunto’, lunes 6 de octubre de 2014



“Apareció en la escena política un pensamiento ecologista que pretende ganar votos. Nosotros hemos combatido de manera contundente, convertir a la militancia ecologista en una vía para adquirir poder político porque yo creo que la cuestión ecologista no es una cuestión política sino una cuestión de ética de vida”, dijo el demógrafo Guillermo Macció en su columna semanal en ‘Contrapunto’. Agregó que “los votos ecologistas –como le están llamando en la jerga electoral actual- son los votos de oro para el Frente Amplio, porque son los votos que no podían captar con el programa del FA”. Y advirtió que “hay que desenmascarar esa triquiñuela que a mucha gente de beuna fe le produce simpatía. Es falso. Le están haciendo una trampa, ya fracasó el ecologismo como partido político”. También relató sus vivencias de la gira que compartió la semana pasada con militantes del Partido Humanista. Transcribimos íntegramente la columna, que Usted puede volver a escuchar aquí:

http://www.ivoox.com/los-votos-ecologistas-son-votos-oro-audios-mp3_rf_3577494_1.html



Efraín Chury Iribarne: Estamos recibiendo a Guillermo Macció, quien ha llegado hace pocas horas del interior del país. Bienvenido, un gusto recibirte como cada lunes.

Guillermo Macció: Buenas tardes.
A diferencia de los lunes, donde vengo a tratar un tema general o de interés específico, acá vengo a rendir cuentas de la labor cumplida. Un informe en proceso de una misión que está en curso y que nos llena de enorme satisfacción de verdad, no tenía muchas expectativas concretas sino genéricas; pero como experiencia es riquísima para informar a la audiencia.
Estuvimos en Paysandú, en Bella Unión, en Artigas, en Rivera y en Tacuarembó, y en todos esos lugares hicimos actos proselitistas en pro de la Unidad Popular con los compañeros del Partido Humanista que fueron los que organizaron esta innovadora práctica de ir a las plazas a hablar con megáfonos, banderas y estandartes. Metiéndose en los lugares mas recónditos de las ciudades, gracias a la contraparte que tenemos en cada una de esas localidades sumamente generosos, un agradecimiento, una calidez. Casi todos pernoctando en casas de familia, almorzando juntos.
Una experiencia política de propaganda, de confraternidad y de contacto con una realidad que la inmensa mayoría del país desconoce, con casos y singularidades que comentaré acá, y de los cuales tenemos testimonios documentales, que me parece que eso podrá ser difundido.
¿Cuál era la estrategia?
Tener contactos previos y hacer plaza, o sea instalarse con un megáfono, banderas, estandartes y básicamente Daniel Rocca del Partido Humanista, hacer arengas, explicando los propósitos, arrimar gente que se paraba, repartir listas. Mi tarea era la más primitiva: flamear la bandera.
Y luego, armar o visitar lugares estratégicos previamente acordados para hablar con los vecinos y desde luego, prensa. Básicamente prensa televisiva. En todos los lugares se hizo prensa, incluso en Artigas una experiencia excepcional porque un compañero del 26 de Marzo convocó a la prensa a la plaza y los dos canales concurrieron a la Plaza a la hora señalada, y las entrevistas se hicieron en la plaza y fueron irradiadas a la audiencia al mediodía y en el informativo de la noche.
La gente, uno se cruzaba con ellos, y nos decía ‘los vimos en la televisión’. O sea, una estrategia de difusión muy fuerte.
Y la presencia directa en la plaza, con ganas de hablar y conversar fue muy contundente. No hubo ningún exabrupto. Alguno miraba a la distancia, se acercaron frenteamplistas frustrados, decepcionados, que primero ‘pastoreaban’ el escenario y luego se acercaban a preguntar cuando ya más o menos se había disuelto la actividad.
Tenemos experiencias concretas de los dos extremos.
En Paysandú fuimos al diario principal, ‘El Telégrafo’, y uno de los redactores jefe, de noche, recién llegados nos atendió y nos anticipó que lo que íbamos a hablar no se iba a publicar pero que él tenía interés en hablar con nosotros. Cuando digo nosotros, digo Daniel Rocca y yo, él como Partido Humanista y yo como un independiente de la Asamblea Popular.
Entonces, dijimos, ‘vamos a decirnos todo lo que pensamos con el mayor de los respetos’. Estuvimos una hora pasada. Él haciendo la apología de la inversión del capital, que mientras haya capital bienvenido que venga, total sobra campo en el Uruguay, mejor venderlo que no explotarlo; mejor poner eucaliptos total las vacas se llevan a otro lugar; y si hay minerales que se exploten porque eso es renta para el país. Así. Un neoliberalismo más allá de los libros.
Siempre sin levantar el tono. Además nosotros éramos la visita y según el protocolo, teníamos que respetar. Yo creo que el hombre quería saber de verdad qué pensábamos y quedó un poco sorprendido de la frontalidad con que planteamos los asuntos.
Porque el coincidía en el desastre que es el Frente Amplio como gobierno, coincidía plenamente, pero él quería ir más lejos aún. Fue muy estimulante en el sentido de nos salirse de la raya, ni él ni nosotros, y decir las cosas con el más alto nivel y la más alta firmeza. Cortésmente ofreció la casa para volverlo a visitar y fue un ejercicio de discusión ideológica muy estimulante para ambas partes. Ese es un lado.
El otro lado de la experiencia que cuento, es que fuimos a Bella Unión donde había llegado ese mismo el presidente (José) Mujica con una caravana de séquito de ocho vehículos y camionetas de esas Hyundai, las mismas de las ambulancias, equipadas para viaje. Ocho, nos pasaron. Y fue a inaugurar una Policlínica periférica. La gente enojadísima, porque empezó a criticar a la gente, les dio consejos de que trabajaran más, que trabajaban poco. La gete se quedó enojada, fastidiada.
Y hay un asentamiento espontáneo que se está construyendo en Bella Unión, que la encontré una ciudad muy bella, muy limpia, muy acogedora; pero hay cantegriles. En las zonas insólitas, impensables. En las afueras de Bella Unión está la vía de lo que supo ser el ferrocarril del Uruguay y una franjita de tierra que tendrá 20 metros de fondo, con un alambrado a una calle periférica llena de barro. En esa franjita se está construyendo una barriada con tablas de madera. Y pende sobre esos pobladores, que vienen generalmente del azúcar, la amenaza de desalojo.
El espectáculo es impresionante porque era el ocaso, estaban todos los núcleos familiares, una cantidad de niños, hombres y mujeres, trabajando; unos con los esqueletos montados, otros terminándolos, a todo meter. Y ahí estuvo todo el grupo, Isabel Izquierdo, toda la gente del Partido Humanista, estuve yo.
Y por una razón divina, se me ocurrió ir al bolichero del barrio, que tiene un cuartito de madera de 2,50 por 2,50 atiborrado de mercaderías, pero nada en paquete individual. Bolsas de 5 kg de fideos, de azúcar, de yerba, todo así, porque vende con la cuchara. La gente va a comprar ¼ kg de azúcar, ½ kg de tallarines. Entonces no hay el paquete individual que estamos acostumbrados a ver en los supermercados, sino que vende al menudeo, con la cuchara, ni balanza creo que tenía. Un hombre de mediana edad, lúcido, hablando de las miserias y de la indiferencia de los gobernantes.
La gente está enojada, la gente no ha canalizado el enojo en fuerza, pero hay un fastidio, una decepción, una bronca –si se me permite la expresión- colectiva de que los han estafado por años.
Y nosotros acuñamos un slogan que publicitamos mucho, “el diputado que llega pobre, se tiene que ir pobre” y “el diputado que llega rico se tiene que ir menos rico”. Que es cierto lo que dijo el entonces candidato a Presidente doctor Tabaré Vázquez que al que meta la mano en la lata se la cortamos, pero lo que faltó es lo que realmente sucedió: se llevaron la lata entera, entonces no hay necesidad de cortar la mano. Se llevaron la lata decididamente. Y la gente lo tomaba con cierta sonrisa, pero nos decían: ‘tienen razón, se robaron todo’. Nadie rinde cuentas.
Y hay mucho enojo con (el presidente José) Mujica, con (el ministro del Interior, Eduardo) Bonomi, con (el vicepresidente Danilo) Astori. Pero mucho enojo. Porque hablan sin tener un afinamiento, pero ven las presentaciones impresentables en la televisión, el saqueo del que han sido objeto y se comparan con su forma de vivir y dicen: ‘nosotros no hemos progresado nada’.
Ahora, hay una gran desorientación también. Una gran desinformación.
A esas barriadas los políticos no van, porque hay muchos perros sueltos, andan los chiquilines jugando, no se bajan de los autos y ahí hay que ir caminando.
Esa es una experiencia muy enriquecedora, hablar no solamente con el pueblo sino también con los agentes intermediarios del pueblo, que en este caso son los almaceneros de barrios pobres, pero muy pobres.
Después, un hecho curioso, lo recuerdo perfectamente en Artigas, en Rivera y en Tacuarembó, mucha gente que nada en bicicleta se para y empieza a mirar de lejos, como orejeando el naipe, se ponen ahí, y nuestra primera reacción era pensar que eran infiltrados del Frente. Cierto, todos eran frentistas, pero estaban en el margen del Frente, decepcionados, a ver qué podían encontrar en nosotros. Y algunos, una vez que terminábamos, se acercaban a hablarnos individualmente y contarnos sus cuitas, sus problemas, porque en realidad eran personas que no habían sido beneficiados con ningún favor, con ninguna prebenda, y estaban peor que antes.
Esa es una idea.
También quiero decir que tuvimos oportunidad, porque el Partido Humanista llevaba muy buenos equipos. Hemos encontrado un caso realmente de antología de libro, que por suerte lo pudimos documentar con video. Ojalá se pueda editar para difundir. Ayer domingo, hay una gran feria en Tacuarembó, de muchas cuadras, llena de gente, con los productos que uno se pueda imaginar y de aquello que uno no se pueda imaginar. Por ejemplo que haya un puesto de pescado, de peces de arroyo: tararira, bagres, vieja del agua. Insólito. Peces de agua dulce fresco y congelado; y estaba la lista de los peces. Con toda la publicidad y la gente concurrían.
Enfrente estaba el de pescado comercial de mar.
Caminando por la feria, iba un señor muy mayor –cercano a los 80 años- con su nieto; y siento que le dice al nieto: ‘pero m’hijo ya ni mulitas se consiguen’. Me acerco y le pregunto si estaba buscando mulitas de campo para cocinar. Y me dice: ‘justamente, en esta feria yo venía y compraba mulita. Pero ahora, la maldita forestación acabó con todo’.
Le comenté que estaba diciendo algo muy importante y le pregunté si podíamos grabar una conversación donde nos hablara de eso. Y dijo, ‘sabe que tengo un problema. Soy jubilado, y si digo estas cosas ¿no me sacarán la jubilación? ¿No me comprometerá esto?’. Le respondí que no lo iba a comprometer porque no le iba a preguntar su nombre, que era solo la grabación de su imagen, conversando.
Nos acercamos a los compañeros que tenían la cámara y el hombre ha hecho una crítica a la forestación que no le he escuchado a un solo oponente, como es mi caso, porque tiene elementos lapidarios.
Me dijo que: ‘la forestación esta acabando con la vida del campo, de los bichos -las perdices, las mulitas, las lechuzas- pero también con la vida de los cristianos porque fíjese que como no necesitan alambrado, tiraron los alambrados y las porteras al piso, está todo pudriéndose ahí. No hay mas trabajo para carpinteros ni alambradotes. Ya no se usa caballo, entonces los talabarteros hacen sólo algún remiendo por aquí o por allá’. Y va contando todo lo que se va perdiendo, aparte de lo directo, lo indirecto. Y hace su propia teoría, sobre que tendría que haber un límite de forestación por departamento para que no se destruyera el país, en lenguaje campesino.
Yo vi el borrador de la grabación y les aseguro que está con una elocuencia contundente. Esos argumentos no los he escuchado nunca.
Y contó de un estanciero de la zona –el hombre es de Carpintería, del sur del departamento de Tacuarembó- y contó de un estanciero que se había suicidado porque él entró en la forestación, y cuando vio la forestación, el destrozo que se había producido, el capital que él le iba a dejar a sus hijos no era el que él soñaba y en un acto depresivo, fue y se pegó un tiro. Me dio el nombre, que no lo voy a decir, pero era de la zona.
Entonces, hay dramas en la convivencia rural de las zonas forestadas que nosotros no lo sabemos, porque no lo hemos estudiado a fondo ni hemos hablado con los perjudicados directamente, que es la gente que vivió en el ambiente rural, y que ahora el ambiente les ha sido robado, secuestrado y destruido.
Es decir, hay un estado de conciencia latente en la gente genuina de los lugares que estuvimos y hay un gran enojo contra el Frente Amplio, la gente está muy enojada, porque se da cuenta. Todo el mundo le habla de lo que hicieron con el petróleo, todo el mundo sabe lo que pasó con PLUNA y todo el mundo habla de que se presentan con cara de cemento en la televisión y no se van. Lo dicen abiertamente.
Ahora, cómo se canaliza esa frustración en una dirección positiva es el desafío que tenemos. Explicar eso.
Creo honestamente que hay claves, señales claves para dar, que todo el mundo entienda, porque todo el mundo sabe que roban pero no tiene como expresarlo y no tiene como contenerlo y como destruirlo. ‘Todos salen ricos, yo lo conocí era un pobre desgraciado y mire como anda, en qué auto’, nos dicen.
Hay un malestar contra (el candidato del FA a la vicepresidencia Raúl) Sendic impresionante en Artigas.
De modo que estamos haciendo campaña electoral y creo que el desafío que tenemos es encontrar las vertientes de despertar la conciencia de los ciudadanos que saben que todo está mal, pero se preguntan cómo cambiar. Porque también nos pasó que fuimos a un taller mecánico, donde había un solo hombre que era el tallerista, arreglando, nos escuchó y me dijo: ‘¿Vienen a hablar de política?’. Les respondí que si y me dijo: ‘No los quiero escuchar, no quiero escuchar a nadie’. Así como entramos, salimos. Hay gente que está encerrada sobre sí misma y es comprensible.
Pero la mayoría de la gente está con una carga muy fuerte, y no sabe como canalizar esa frustración. Porque dicen ‘son todos lo mismo’, ‘vienen y se van, nos prometen y no cumplen’.
La idea de que para hacer política no hay que enriquecerse, al revés de lo que se ha hecho hasta ahora es la idea que hay que implantar. Un pobre sale pobre y un rico sale menos rico. Implantar la idea de que hacer política no es sinónimo –como se lo interpreta hoy- del curro y del olvido al votante.
En la entrada a la Junta Departamental de Artigas hay un cartel al costado, en la vereda, que dice ‘Estacionamiento exclusivo de motos para los Ediles’. Había un señor parado allí y le pregunte cómo era eso, si había Ediles que andaban en moto. Y me respondió que si, ‘sólo cinco los demás andan en auto y más ahora que les asignaron un sueldo’.
Le respondí que no era posible porque por definición los Ediles son honorarios y me dijo que la Junta ya aprobó un sueldo de 15 mil pesos, más la exoneración de patente, más la exoneración de Contribución Inmobiliaria, más los viajes libres en los ómnibus departamentales, en total –me dijo- se levantan unos 50 mil pesos.
Estos cinco son lo pobres que no han tenido todavía para comprar el auto y entonces se les marcó un lugar oficial para que estacionen su moto.
Así está la cosa, y por supuesto cada cual tiene su propio anecdotario, sobre todo en Artigas. Allí tenemos una cosa que esta perdida en el mundo, es una sociedad en estado de ebullición, bellísima además. Artigas y Bella Unión son ciudades bellísimas, pulcras, la propaganda electoral respetuosa, no es agresiva. Hay una atmósfera diferente. Y ven tan lejos a Montevideo…
Otra crítica repetida es el drama de quienes tienen que hacerse tratamientos médicos y no tienen donde, tienen que venir hasta Montevideo, que son doce horas de viaje. O hay personal en los hospitales…
De modo tal que existe aunque no parezca, un estado de conciencia que nosotros desconocemos.
Un estado de soledad, se sienten desamparados. Y cosas maravillosas, por ejemplo quería comer algo rico y fui a un lugar porque estaba cansado, y me dijeron: ‘No e preocupe, pida lo que quiera, se lo preparamos y se lo mandamos al Hotel’.
Hay un estado generoso, de convivencia, de familiaridad, que acá hemos perdido; uno puede dejar el vehículo en la calle, nadie toca nada, los chiquilines juegan en cualquier ligar.
Pero hay un divorcio entre las aspiraciones y las necesidades de esos ciudadanos y lo que el gobierno le da. Ellos tienen ya asumido que no importa quien venga todos van a llenarse la bolsa.



EChI: ¡Cuánta desesperanza ha sembrado esta gente en diez años!

GM: Terrible.
El daño espiritual que ha hecho el Frente Amplio a la condición del ser uruguayo es enorme. Porque la gente tiene conciencia de lo que pasa, porque nos preguntaban: ¿La plata de PLUNA dónde está, quién la tiene?
Y yo le respondía: La tiene el Scotiabank, que acaba de quedarse con el Banco Comercial, no es casual que este banco de mala fama acá y en todo el mundo, haya sido el que prestó la plata para comprar los aviones de PLUNA.
Entonces, la gente sabe y por supuesto no cree nada en los informativos de la televisión.
Se ve menos televisión uruguaya, por supuesto que la influencia brasileña es muy potente, la diferencia de precios es abismal. Constatamos in situ la diferencia abismal de precios que existe entre comer de un lado y de otro.
Peor, entre Bella Unión y Artigas está la Ruta 30, que es la ruta transversal del departamento de Artigas. Ningún uruguayo que se precie viaja por la Ruta 30 porque la consideran intransitable, todos se van por Quaraí, van por territorio brasileño hasta Rivera. Es inconcebible. Nos advirtieron que no lo hagamos, pero la camioneta carecía de un certificado y tuvimos que ir por la fuerza por la Ruta 30, que pasa por Masoller, la Bajada de Pena, el Lunarejo. No está tan malísimamente mala, pero es una ruta peligrosa.
Ahora, piensen oyentes, geopolíticamente lo que implica que las dos ciudades extremas de un departamento fronterizo, tenga que usar la carretera del otro país porque la troncal nacional se considera intransitable. Y fue un Ministro –creo que fue (el ministro de Transporte y Obras Públicas Enrique) Pintado- y les dijo que la Ruta 30 estaría dentro de 15 años. Eso les contestó el gobernante a los vecinos que le pidieron por la Ruta 30.
Qué grado de degradación institucional involucra, que la autoridad reconozca que para unir las dos ciudades principales dentro de un departamento, haya que ir por otro país porque la ruta no está en condiciones. Es un nivel de degradación moral y de desparpajo burocrático extremo.
Cuento esto porque son vivencias, pero me parece que esto –que seguramente mucho oyentes conocen mejor que yo- son elementos demostrativos aplastantes de cómo es la administración que ha tenido el Uruguay en estos últimos años.
Esto es información de primera mano, no lo leímos en ningún periódico ni libro, lo hablamos con la gente, gente que tiene estado de conciencia.
Para empezar nunca nadie nos agredió ni de hecho ni de gesto ni de palabra, más bien nos escucharon con recelo al comienzo, y ante nuestra presentación, nuestro diálogo, siempre recogieron la propuesta, el programa, la lista, y a veces pidieron más, cortésmente, gente que está en condiciones de escuchar y que merece otro trato. Y hemos hablado en cinco ciudades en cuatro días. No es poca cosa. Los compañeros siguen su camino y seguirán hasta el día 11, recorriendo.
Me vine muy entusiasmado, le agradezco el privilegio que me dieron los compañeros de compartir esta experiencia, un compañerismo de todo el día, todos los días, compartiendo todo que me ha enriquecido mucho, porque es mi primer experiencia en este capítulo de andar así, viajando.
Nos paró la Caminera a las 11 de la noche, con un cargamento, porque la caja de la camioneta tenía micrófonos, parlantes, pantalla, paquetes de listas, fardos de ropa, fundas, maletas, etc. Era aparentemente un bagayo completo. Nos paró la Caminera en un puesto de control aduanero, cinco personas nos paran y preguntaron que traíamos. Explicamos que estábamos en campaña electoral y lo que traíamos, y uno de ellos dice: Los conozco, sigan, sigan.



EChI: Llegan mensajes:
“Isabel, Daniel, Sebastián, Néstor, Fernández y Silvana, envían desde Melo un abrazo a Guillermo y a Chury, ya salían con el megáfono para la plaza. Un abrazo Daniel Rocca”

GM: Daniel y compañeros mil gracias, para mi es un privilegio esta experiencia de vida que estoy adquiriendo con ellos y por ahí nos reencontraremos en algún punto de la ruta más adelante, como más o menos quedó pre establecido. Ojalá portense bien.



EChI: “Verdaderamente emocionante, alegre y encomiable los comentario de Macció. Muchas gracias por ser mensajero de buenas nuevas. Jorge Mota desde Las Brujas”.

GM: Gracias Jorge, un abrazo.



EChI: “La gente indignada pero ¿alguien se atrevió a responderle al Presidente?. Un abrazo Teresita”.

GM: Al Presidente, desde esta tribuna y quien habla le ha respondido desde que se postuló a candidato, cuando dije que era biológicamente inviable y emocionalmente inestable. Y vaya que fueron adjetivos modestos con lo que ocurrió después, porque si alguien ha dado pruebas de inestabilidad emocional es este señor Presidente.



EChI: “De Artigas capital a rivera capital, se estila viajar por la Ruta BR de Brasil. Carlos barros Pons”.

GM: Si, confirma lo señalado. Pero yo quiero subrayar no el hecho, sino lo que significa que el Uruguay sea incapaz de mantener una ruta transversal estratégica en estas condiciones y que dependamos de la buena voluntad del país vecino. Si eso no es lesión de soberanía ¿qué es?
Pero en estos minutos que quedan quiero tocar otro tema, ligado a la campaña electoral, y es que apareció en la escena política un pensamiento ecologista que pretende ganar votos.
Desde hace mucho tiempo, pero desde hace muchos años, nosotros hemos combatido de manera contundente, convertir a la militancia ecologista en una vía para adquirir poder político porque yo creo que la cuestión ecologista no es una cuestión política sino una cuestión de ética de vida. Y hace 20 años como militante ecologista, nosotros decíamos cuando era candidato el ex presidente (Luis Alberto) Lacalle, ojalá que Lacalle fuera ecologista, ojalá que los colorados fueran ecologistas. Porque el daño que se le hace a la tierra es de todos y la tierra no discrimina si es de derecha o de izquierda, el agua que se contamina no importa que sea de derecha de izquierda. Entonces, pretender captar votos mediante un rótulo de un partido pseudo ecologista es hacerle trampa a la ética política porque los ciudadanos que están en lucha, en brega contra la contaminación de la tierra, del agua, etc.; contra la eliminación de la fauna, el envenenamiento colectivo; se equivoca si porque alguien proclama un programa ecologista, puede cambiar el rumbo. El rumbo no se cambia, y no se cambió. Acuérdense del Partido Verde en Alemania, del Partido Ecologista en Francia, que parecía que se llevaban el mundo por delante. ¿Y qué pasó? Quedaron neutralizados, no hicieron nada, porque la confusión elemental es que contaminarme, hacer daño a la naturaleza, es independiente del partido y de la ideología política. Todos tenemos que ser ecologistas y quien se distingue del resto y se proclama ecologista está diciendo: ‘yo soy mejor que Ustedes, porque voy a hacer menos basura’.
No le sirve a la naturaleza un partido elitista, lo que tenemos que sembrar de manera intensiva y permanente es que la conducta ecológica amistosa con el medio ambiente sea un valor universal, tal como lo hemos establecido en nuestro programa de gobierno. Cuando alguien dice que es un partido ecologista y se proclama ecologista, le hace trampa al electorado, le hace el juego al otro. Por eso los votos ecologistas –como le están llamando en la jerga electoral actual- son los votos de oro para el Frente Amplio, porque son los votos que no podían captar con el programa del FA pero con una postura ideológica muy simpática pero que es elitista.
Nosotros queremos y bregamos para que tengan un componente ecologista y preservador del medio ambiente todos los partidos políticos, porque la naturaleza no va a preguntar si el daño se lo hace Bordaberry, Lacalle, nosotros o el Partido Independiente. Tiene que jerarquizarse de una ideología de partido de una minoría elitista a un valor universal de la conducta humana en relación con la naturaleza.
Los ecologistas por ser ecologistas no se van a subir al arca de Noé, en el próximo diluvio. Mentira. Es un hombre consumidor.
Hay que desenmascarar esa triquiñuela que a mucha gente de beuna fe le produce simpatía. Es falso. Le están haciendo una trampa, ya fracasó el ecologismo como partido político. Porque es una conducta, un esquema de principios, un código ético, que debe involucrar a todos independientemente de la ideología del programa de gobierno. Hay que exigirle a todos los partidos que tengan un pronunciamiento ecologista. Eso es lo ético. No convertirse en una elite privilegiada diciendo soy mejor porque soy ecologista.
Yo soy seguramente, mucho más ecologista que los que están en la cabeza del movimiento ecologista, por mis obras. Pero no lo esgrimo como carta de presentación política, porque hay ideas y principios que me involucran más íntimamente con la Unidad Popular y la Asamblea Popular. No lo digo, me comporto. Y si yo vendo la ideología como mercancía electoral hago trampa. Y no estamos en momentos para aceptar tramposos.
Eso lo quiero decir de manera contundente. Porque hay mucha gente que buscando una salida por la decepción que tiene, busca esta.- No es una salida tranquilizadora ni revolucionaria ni renovadora. Es una opción engañosa, porque la brega es hacer relaciones amistosas con la naturaleza de todos. Y hacer un capitalismo amistoso. Lo hay, Noruega es un país netamente capitalista, pero tiene una conciencia ecológica que mitiga la brutalidad capitalista. Y está primero en el mundo y es capitalista y es una monarquía. Costa Rica es un país capitalista sometido al imperio por la zona de influencia, pero es un ejemplo en América Latina en materia de manejo de recursos naturales; siendo capitalista le da moratoria indefinida a la minería, declara la no producción de maíz transgénico y es el país que tiene más parques naturales. Y es capitalista. El gobierno actual y los que quieren entrar como ecologistas no tienen ninguna propuesta que se le ponga al lado de lo que ya tiene hecho Costa Rica. Ahí tienen una evidencia histórica de obra hecha.
Yo quisiera que Lacalle, Bordaberry, etc. tuvieran un programa, eso la ciudadanía tenemos que presionar, qué parques vamos a tener, qué área de protección absoluta vamos a tener, que ya no pienso en cinco pienso en siete. Y eso no es privilegio de unos que se proclaman autoelegidos, porque se etiquetan de ecologistas. No pasa por aí, no se equivoquen.



EChI: Guillermo Maccio te agradecemos mucho y te esperamos el lunes.

GM: Gracias. Hasta el lunes.

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