Esteban Valenti Pluna: amigos, compañeros y gobernantes
23.12.2013
Tenía escrita una columna
ligera, para las fiestas, pero uno propone y la política dispone. Y
dispuso que habláramos de un nuevo capítulo del tema Pluna. Soy amigo
personal y además compañero de Fernando Lorenzo y Fernando Calloia, pero
precisamente por eso, trato de ser fiel a un principio muy difícil en
estas circunstancias, ser todavía más amigo de la verdad y muy exigente
en lo político. A veces la política tiende a ser despiadada.
Por todo ese preámbulo pensé muy bien lo que voy a escribir, es
una circunstancia muy compleja, la más difícil que hemos tenido que
afrontar en los gobiernos de izquierda y que me toca directa y
personalmente. Estoy orgulloso de mis dos compañeros y de varias cosas
más, y no por eso reivindico todo lo actuado. No siempre estuve y estoy
orgulloso de todo lo que hace mi gobierno, el gobierno de izquierda. Y
tengo la tranquilidad de conciencia de que digo y escribo sobre mis
discrepancias, no comparto el "silencio ni la infalibilidad compañera".
Es un momento político y humanamente muy difícil. Y no se arregla con
hurras, pero tampoco con repliegues y lamentos. Hay que afrontar la
realidad en toda su crudeza.
Me siento orgulloso de la actitud de mi gobierno comenzando por la
declaración del Presidente José Mujica y del Vicepresidente Danilo
Astori. Fue breve, contundente y verdadera. No fue solo ni
principalmente políticamente correcta. La apoyo en todos sus términos.
Así como el claro respaldo de Tabaré Vázquez.
Estoy orgulloso de la declaración del Frente Amplio aprobada por
unanimidad. A veces todos somos un poco enanos y chacareros, otras sale a
relucir lo mejor de todos nosotros. No somos solidarios por interés,
sino por principios, por valores, porque sabemos que no hubo en ningún
momento el menor desliz para obtener un beneficio personal o de alguien.
Comencemos por el documento del fiscal que es lo único nuevo, además de la renuncia de Lorenzo, que analizo más adelante:
Dice el documento:
En cuanto a la razón por la que un fiscal Juan Gómez pide el
procesamiento de un ministro y del presidente del BROU es una "CLARA
DESIGUALDAD (EN FAVOR DE COSMO) CON RESPECTO A LAS RESTANTES EMPRESAS
INTERESADAS EN PARTICIPAR DE LA SUBASTA. SE TRATA DE VERDADEROS ACTOS
ARBITRARIOS COMETIDOS CON ABUSO DEL PODER FUNCIONAL QUE OSTENTAN LOS
INDAGADOS, EN VIRTUD DE SUS RESPECTIVOS CARGOS PÚBLICOS". Y todos,
incluso la oposición que nunca se concentró en eso, saben perfectamente
que no hubo otros oferentes.
Publica el diario El País: "El fiscal Gómez, en el dictamen que
presentó ayer, señala que las gestiones que realizó Lorenzo ante Calloia
el 1° de octubre de 2012, a horas de la subasta para lograr el aval de
US$ 13,6 millones que permitiera a Cosmo presentarse en el remate,
implicaron un exceso en "los límites de su ámbito de competencia
funcional" lo que implicó un beneficio "en favor únicamente" de la
compañía española (que ofertó US$ 137 millones por los siete aviones)
siendo que había otros tres interesados en participar: el Grupo
Molinari, Mont Fortelco y la Embajada de Venezuela.
El fiscal sostiene que las gestiones de Lorenzo y Calloia para que
Cosmo lograra el aval terminaron "propiciando una preferencia totalmente
inaceptable e ilegítima en relación a uno de los interesados en la
subasta".
El representante del Ministerio Público señala que Lorenzo "en su
carácter de ministro de Economía, abusando del poder funcional que le
confiere su posición institucional, arbitrariamente operó como garante
verbal de una aerolínea privada extranjera, que no cumplía en tiempo y
forma con los requisitos exigidos por la normativa vigente y se
encontraba entre otros interesados en participar en el remate de las
siete aeronaves de la exPluna".
Y sobre Calloia, indica que "aceptando esta situación irregular,
instruyó al personal subordinado a efectos de conceder indebidamente el
cuestionado aval, sin la información necesaria, permitiendo que en
definitiva Cosmo fuera el único mejor postor" en la subasta de los
aviones de la exPluna.
Incluso el fiscal menciona a los supuestos desfavorecidos, e incluye
nada menos que a la Embajada de Venezuela. Interesados en serio, que
hayan estados dispuestos a arriesgarse con una garantía de más de 13
millones de dólares hubo uno solo, amagues puede ser, pero cosas
concretas y seria, ninguna otra, lo que me encandiló es que un fiscal
penal no sepa, ni se preocupe en averiguar que una Embajada no puede ser
en ningún momento solicitante de un aval bancario de ese tipo. Ni es
cierto que lo haya solicitado en algún momento. Es una perla más de este
rosario, largo y doloroso. El BROU como cualquier banco tiene registros
de cada gestión, así que el fiscal o el Poder Judicial van a tener que
probar que había otros interesados.
Hoy en el diario La República dos de los supuestos interesados
desfavorecidos desmienten de forma tajante su interés en participar en
el remate.
Pero hay cosas más graves en 15 meses de investigación del fiscal,
nunca, absolutamente nunca interrogó a los hoy procesados sobre la
existencia de otros interesados por una simple razón, porque nunca hubo
otros interesados, que por lo menos fueran a ver o mandaran a ver los
aviones e iniciaran el procedimiento de obtener el aval para participar
del remate. Y ese es el motivo aducido para el pedido de procesamiento.
Supongo que con tanta confianza declamada siempre en el Poder Judicial
tendremos la seguridad que tamaña acusación deberá ser probada y, no le
exigirán a los inculpados que prueben su inocencia. El fiscal deberá
probar quienes son los "otros" oferentes perjudicados" y que trámites o
gestiones se realizaron. A menos que todo se base en información de
prensa...Una pregunta incómoda ¿un fiscal puede cometer "abuso
innominado de funciones?
Ese fundamento para el pedido de procesamiento contradice exactamente
todo lo que sucedió y sobre todo sus razones. Estas son opiniones
estrictamente personales: si hubo algún elemento que no ayudó en
absoluto para que se alcanzaran los objetivos propuestos es precisamente
un cierto empecinamiento en no favorecer a nadie y sobre todo que no se
sospechara que se favorecía a nadie. Poner como piso y trabajar
arduamente para obtener 136.900.000 dólares por los aviones en la
subasta, tenía además del lógico objetivo de recuperar lo máximo posible
para el Estado, el propósito de un blindaje para que nadie dijera que
se le regalaba un centavo a nadie. Todos sabemos por qué. Si se hubiera
negociado y rebajado 10 dólares el precio de los aviones, las sospechas
hubieran sido de otro tipo y completamente diferentes. Una cosa queda
clara, luego de tres interpelaciones, decenas de comparecencias en el
Parlamento y una investigación de varios meses del Poder Judicial, no
pudieron encontrar una sola sospecha de inmoralidad, de enriquecimiento o
intento de enriquecimiento personal. Y esa fue la principal sospecha
que se lanzó a circular inicialmente desde algunos sectores de la
oposición. Hoy de eso no hablan.
El fiscal dice: "En tal sentido, esta Representación quiere señalar
que en el de curso de toda la investigación cumplida no emergen siquiera
indicios de que las diversas conductas cumplidas por funcionarios
públicos, sea por los insuficientes controles, sea como en el caso
señalado, por el ejercicio arbitrario de la función pública, estuvieran
motivadas en propósitos espúreos, en la búsqueda de provechos indebidos,
siendo relevante en ese sentido las declaraciones de ......... quién
preguntado sobre eventuales actos de corrupción de funcionarios
uruguayos, contestó... " cuando yo terminé el proceso de negociación que
tuve la oportunidad de estar a solas con varios funcionarios no me
pidieron ni siquiera un pasaje...." y afirmando que lo mismo ocurrió con
sus restantes compañeros del Directorio privado de Pluna."
Es para mí un tema clave. Ni la campaña feroz de nuestros
adversarios, ni nada puede torcer ese hecho, no hubo ningún interés
personal, ni beneficio de ningún tipo.
Y aquí voy a decir nuevamente algo incomodo: a veces privilegiar los
temas económicos y los resultados puede afectar seriamente la política.
Es así, aunque en el medio haya intereses nacionales.
Tenía razón la oposición, era casi imposible que nadie se interesara
por los aviones. Uno solo lo hizo y por ese hecho está pagando la
garantía del aval de 13.600.000 dólares. Uno solo.
Estoy sobre todo orgulloso de mis compañeros Lorenzo y Calloia, no
porque son compañeros o amigos, sino como servidores del Estado. Si, así
duro y de frente. Se deben haber equivocado en algunos procedimientos,
pero en lo fundamental no se equivocaron, de eso no tengo dudas luego de
meses de seguir este proceso paso a paso, minuciosamente.
Estoy orgulloso de que Lorenzo y Calloia sean dos de los funcionarios
de los gobiernos de izquierda más exitosos y de los que más aportaron a
los logros progresistas, en la economía (la lista sería interminable y
seguramente incompleta) y en el principal banco del país. Y ambos, el
Uruguay y el BROU salían de la peor crisis de su historia reciente y si
hoy están en situaciones totalmente diferentes a aquellos tiempos
oscuros es por el esfuerzo de todo el país, de ambos gobiernos y de
muchos gobernantes y funcionarios, pero con un aporte fundamental de
Lorenzo y Calloia.
Estoy orgulloso que se hayan arriesgado, porque eso es gobernar. De
corchos que nos explicaban los problemas mientras naufragaba el país,
estamos llenos y hartos. Ahora todos dicen lo que se debía hacer en el
2007 y tenemos poca memoria.
Pluna estaba en ruinas, peor que el país del 2004. Las opciones eran
tres: estatizarla nuevamente y cargar para siempre con los costos de
todo, incluso de la incapacidad histórica del país y de muchos países de
hacer funcionar una empresa aérea estatal. Nos hubiera costado mucho,
no solo en dinero, sino en energías y en torcer el rumbo establecido.
Recordemos que ya en 1992, Pluna no figuraba en el plebiscito convocado
para salvar a las empresas públicas de la fiebre privatizadora. La
segunda opción era cerrar la empresa en ese momento, con el turismo que
comenzaba a crecer, con el aeropuerto que se estaba construyendo, con el
país que comenzaba a salir del pozo. Pluna no valía nada pero su cierre
en ese momento era una pésima señal. Y la tercera fue la que se adoptó.
No había muchos interesados, en realidad interesados que se
arriesgaran, que pusieran recursos, que tuvieran un plan, se presentó
solo uno. Con Conviasa se mantuvieron conversaciones durante meses que
no culminaron en nada de nada. Para el registro de los entusiastas.
Se optó por la asociación con Leadgate. Los motivos de los malos
resultados finales, luego del abrupto crecimiento inicial tienen muchas
razones, una de ellas es un plan de negocios un poco bastante ingenuo o
alegre, que incluía los permisos para operar desde varios puntos de
Argentina, que nunca le dieron. Sobre las denuncias de irregularidades
de la gestión Campiani está procesándolas el Poder Judicial y conocemos
sus primeros resultados y la verdad es que abruman. El Estado hacía
tiempo que tenía serias diferencias con esa gestión, hasta que llegó un
momento en que no se cumplían con las condiciones legales para seguir
funcionando como empresa.
Aquí también, una cosa son los procedimientos ante una situación
totalmente nueva y compleja y otra los objetivos. Tanto en el 2007 como
en el 2012 la mejor opción "tradicional" hubiera sido dejar todo para el
próximo gobierno o para la posteridad y echarle la culpa a la herencia
maldita. Y vaya si 60 años de fracasos eran una herencia maldita.
Voy a discrepar con varios compañeros del FA y lo asumo. La opción de
cerrar PLUNA no era solo necesaria, porque no podíamos arriesgarnos a
una canilla rota y sin límite, sino además y mucho más importante porque
estatizarla era iniciar de nuevo con el proceso sepultado hace muchos
años por los gobiernos progresistas, de asumir empresas deficitarias,
como por ejemplo COFAC y cargar con ellas como una condena perpetua.
Que se podía asegurar las conexiones aéreas del país, está claramente
demostrado y se realizó en pocos meses y a costos infinitamente menores
que cargar con toda una empresa aérea deficitaria. También estaba la
cómoda opción de dejar que los juicios en Brasil siguieran adelante y
echarle la culpa al pésimo acuerdo con Varig y sus consecuencias.
Electoralmente era mil veces más rentable y menos problemático. Lo
terrible era volver atrás, aceptar una lógica que estuvo en el pasado
del país, e incluso de la izquierda y es que el Estado debe cargar con
todas las cosas pesadas, sobre todo las más pesadas, era un retroceso en
la historia, en la economía, en la cultura empresarial del país y del
Estado uruguayo.
¿Cuánto hubiera costado ese retroceso, esa nueva pendiente en un
mecanismo que en Uruguay y en muchos países del mundo de diferente signo
se han demostrado un gran fracaso? No estamos hablando de empresas
fundamentales para la estrategia de desarrollo, como ANCAP, UTE, ANTEL,
OSE, o los bancos BROU, Hipotecario e incluso de Seguros, estamos
hablando de la misma PLUNA del plebiscito de 1992.
Nosotros mismos quedamos atrapados en ese conjunto de objetivos que
nos trazamos: terminar con las pérdidas de una compañía aérea,
establecer otras formas de conexiones lo antes posible, preservar los
aviones que eran el principal patrimonio de la empresa, salvar la mayor
cantidad de puestos de trabajo y hacerlo todo sin favorecer a nadie y en
una región y un mundo donde las empresas aéreas están en una profunda
crisis. Hacer la lista de esas empresas fundidas, las que están al borde
o pierden miles de millones sería interminable.
Se presentó una sola posibilidad y trataron de avanzar por esa senda,
estrecha, tortuosa y muy compleja. Si se hubiese presentado otra
compañía aérea u otro operador importante todo hubiera sido diferente.
Pero mucho peor sería la situación si tuviéramos la empresa agujereada y
toda la política económica retrocediendo. Hay cosas que deben ser
estructurales en serio y si queremos erradicar para siempre el
capitalismo parasitario de las empresas y bancos privados y públicos,
tenemos que comenzar por casa, y en ese caso la prueba de fuego era
PLUNA.
Estoy orgulloso además porque Fernando Lorenzo el único que tenía los
"privilegios" de su cargo ante la justicia, quiso presentarse en
igualdad de condiciones, como cualquier ciudadano y renunció, aunque el
país pagará el alto precio de perder momentáneamente a uno de sus
mejores cuadros. Esto lo sabe una parte importante de la sociedad, el
gobierno, la izquierda y la oposición. Lo sabemos todos perfectamente.
Aquí va otra inconveniencia que se que no es compartida por ninguno
de mis compañeros, ni por la mayoría de la sociedad: la verdad es que en
política siempre actuar asumiéndose todas las responsabilidades tiene
su alto costo y todos ahora están tranquilos porque vendrá un ministro
de Economía y Finanzas del FLS, el que sea, y la continuidad de una
gestión. Lo digo con todas las letras, yo hubiera hecho otra cosa.
Perdón por el atrevimiento y la osadía, pero no me voy a callar.
Es notorio que esta fue una gran ofensiva de la oposición y no hay
que quejarse, son las reglas del juego. Pero otra cosa es que nos
callemos y nos chupemos los dedos. Esto es parte del gran proyecto
restaurador de la derecha. Y van por más.
Una ofensiva en el plano político, de comunicación y judicial. La
judicialización de la política es una constante, ahora todo refiere a la
legalidad y constitucionalidad y no a la conveniencia y corrección
política de las medidas. Es parte de una suerte de barbarización de la
política.
Llegamos al colmo, este lunes, 48 horas después del pasaje del caso a
la Suprema Corte de Justicia y El Observador ya publica este titular
"Lorenzo y Calloia tienen la suerte echada en la Suprema Corte". "La
mayoría de la Corte opinó en 2010 que el abuso de funciones es
constitucional"
"A la Suprema Corte de Justicia (SCJ) habitualmente le lleva entre
seis y ocho meses resolver si una norma es inconstitucional. Sin
embargo, es probable que la suerte del exministro de Economía, Fernando
Lorenzo, y la del presidente del Banco República, Fernando Calloia, por
el caso Pluna, se dilucide antes porque hay varios antecedentes. Si bien
la jurisprudencia no es preceptiva, es probable que la Corte atienda
estos casos para fallar."
¿Si esta no es una campaña de prensa escandalosa para influir en el Poder Judicial, que es?
Hay otro aspecto en el que también tenemos nuestros "meritos",
compartidos. Hace años, muchos años que en todo el sistema político
uruguayo existe la opinión y la clara conciencia de que el delito de
"abuso innominado de funciones" es una vergüenza que hay que derogar. Es
un estuche infame donde un fiscal puede colocar cualquier cosa,
cualquier arbitrariedad. No nos hagamos los desentendidos, ha sido
utilizado contra algunos adversarios y nos hicimos los distraídos. Y lo
peor es que pudiendo no derogamos ese mamarracho infame.
Eso no debe impedirnos analizar fríamente el pedido de procesamiento
del fiscal. Es una pieza de antología. No agrego otro comentario, es una
pieza de antología en los anales del Poder Judicial uruguayo, hasta
para el más lego.
Ahora meterse con esa ley de concepción fascista, que determina que
se puede procesar a alguien por actos cometidos no previstos por la ley,
será mucho más difícil. Ahora, las leyes de inspiración fascistas no
hay que rechazarlas cuando nos tocan a nosotros. Allí vale la frase de
Bertolt Brecht, ahora vinieron por nosotros, es tarde. De eso no me
siento orgulloso.
Pero sería mínimo si no dijera que también me siento orgulloso, -en
otro plano - de hacer política en Uruguay, donde hay gente de otros
partidos, incluso duros adversarios que no saltaron alborozados y
desaforados por el pronunciamiento del Poder Judicial en esta instancia y
utilizaron en sus twitter una actitud de seriedad y respeto y de
privilegiar los intereses nacionales y del Estado. También hubo de los
otros, esos que tanto le cuesta entender al Estado, tener un sentido de
Estado, será por ello que fueron opositores casi eternos. A esos la
seriedad les duró poco, pudo más el olor a queso.
De todas maneras, tratando de ser justos y equilibrados, me pregunto
¿que hubiera sucedido si todos nos hubiéramos precipitado hacia los
juzgados cuando los escándalos y la crisis bancaria?, que por otro lado
le explotó a Jorge Batlle pero se la dejaron clavada desde las alegres
ventas de bancos durante la década del 90.
Es un momento complejo y difícil, pero en estas circunstancias me
viene a la memoria la frase de una veloz filósofo argentino, Juan Manuel
Fangio, cuando decía que si en una carrera había un accidente, el
pisaba el clavo, aceleraba, porque sabía que otros iban a reducir la
velocidad. Hay que pisar el clavo, con inteligencia y con firmeza.
Tomado de UY Press: http://www.uypress.net/uc_47409_1.html
Son delincuentes por abuso de sus funciones, está claro. No puden llevarse todo por delante.
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