sábado, 20 de febrero de 2016

Uruguay LA ENFERMEDAD INFANTIL DEL POGRESISMO

LA ENFERMEDAD INFANTIL DEL POGRESISMO

El progresismo en el gobierno adopta de un tiempo a esta parte la estrategia del avestruz, combinada con la del gran bonete. Ante cualquier crítica a su gestión, la premisa básica es negar absolutamente todo, afirmar que todo está bien y que solo son maniobras de la oposición para obtener réditos políticos (como si por los siglos de los siglos esa no fuera la estrategia de toda oposición, incluido el FA cuando lo era). Eso en primer lugar. En segundo lugar, afirmar que antes era peor, esto es, “nosotros podremos ser malos, pero los que estaban antes que nosotros eran peores”. Y cuando las cosas se ponen feas y ninguna de las premisas anteriores sirven, entonces se comienza a repartir la culpa a diestra y siniestra, o también a diluir la misma en un “todos somos responsables" (usted y yo también, vecina, vecino).
 
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