Autor: Andres Freire Docente en concejo de Eduacación
Militante del 26 de Marzo.
Nosotros vamos por los cambios en serio y la derrota definitiva del fascismo y la reacción
18 de junio de 2014 a la(s) 9:20
Aveces
la vorágine de los acontecimientos políticos hacen olvidar a algunos
compañeros, que nosotros no estamos en campaña contra el Frente Amplio,
no es nuestro objetivo que este pierda las elecciones, y tampoco por
supuesto que las gane, cualquiera de ambas cosas que suceda no sería
para nosotros ni un triunfo ni una derrota, porque el objetivo de
nuestro accionar político es por un lado desarrollar una actividad
pedagógica hacia toda la sociedad, en cuanto a cuáles son las soluciones
de fondo para los graves problemas que nos aquejan, rescatando y
sacudiendo del polvo las banderas históricas de la izquierda, que no son
consignas vacías, sino un programa histórico vigente para lograr la
emancipación nacional y comenzar la construcción del socialismo
oriental.
Y el segundo de nuestros objetivos es, en
esta etapa actual, acceder al Parlamento para desde ahí tener una voz
que interactuando con la clase obrera y sus aliados movilizados, pueda
ser una campana de resonancia de sus luchas, un grito de denuncia entre
tanta oscuridad, un escudo limitado y pequeño, pero escudo al fin,
frente a la persecución y las amenazas a nuestras libertades.
Un
equipo de compañer@s que presente pedidos de informes, que impugne, que
diga las cosas que todos pensamos pero que la ausencia de fueros nos
impide expresar, que se haga presente en cada desalojo, en cada
detención arbitraria, en cada huelga, acompañando a cada ciudadan@
oriental como un tribuno de la plebe, y que sea además un representante
de la nación, que se plante con firmeza frente al saqueo neo colonial
que padecemos, que levante la mano, no en soledad, sino junto a los
miles que gritamos “la tierra no se vende, se defiende”, para defender
la soberanía de la nación.
Culminar la victoria sobre el fascismo es también la primer tarea del momento.
No es sólo a los representantes del gobierno socio-liberal y a la
cúpula de su partido político que enfrentamos, sino que buscamos
abrirnos paso por en medio de ellos, para llegar a combatir a las
fuerzas más oscuras que desde siempre han querido encadenar a nuestra
nación ya nuestro pueblo, a la rancia oligarquía y los intereses del
capital extranjero, que los dos gobiernos frentistas, derrotados
espiritualmente no han querido enfrentar.
Decimos
derrotados espiritualmente,porque esa fue la gran victoria del fascismo
que perdura hasta hoy, la victoria decisiva que explica incluso su otra
gran victoria que es la continuidad y reafirmación de la impunidad
durante dos gobiernos supuestamente de izquierda, en un discurso muy
reproducido del presidente Mujica, este dice “Pertenezco a una
generación que quiso cambiar al mundo, fui aplastado, derrotado,
pulverizado, pero sigo soñando que vale la pena luchar para que la gente
pueda vivir un poco mejor y con un mayor sentido de igualdad”.
Este discurso que parece de izquierda en realidad no lo es: ¿Por qué?:
Sencillamente porque aquí se reafirma la renuncia a cualquier cambio
estructural y su sustitución por algunos cambios menores que aceptados
por el sistema, contribuyen a su continuismo y no a su desarme. Y este
fue el gran logro del fascismo, lograr que la izquierda asumiera que no
hay lugar para cambios estructurales, y que no es posible plantearse
cambios de fondo, como los que nosotros estamos proponiendo, la
nacionalización de la banca, del comercio exterior, de la industria
frigorífica, etc.
Después de muchos años de lucha y resistencia,
en la cárcel, la clandestinidad, y el exilio, lo mejor de nuestro pueblo
obligo a los fascistas a abandonar el poder, ahora nos toca a nosotros
culminar esa victoria, avanzado hacia las imprescindibles
transformaciones de fondo, sacándonos de encima de una vez y para
siempre, esa maldición que nos hace creer que la realidad en la que
vivimos es en lo sustancial inmodificable y que sólo admite cambios
menores, y que constituye el aspecto cultural y espiritual del poder de
los mismos de siempre.
El Herrerismo es la reacción, y a esta se la combate solamente avanzando hacia las transformaciones de fondo.
Lo diremos una y otra vez hasta el cansancio, si nos resignamos a
estirar una frazada corta, siempre será corta, de lo que se trata es
precisamente de estirar la frazada, esquilando las ovejas que están en
el mismo lugar de siempre, el verde prado de la rancia oligarquía.
Sí, la misma rancia oligarquía que pretende ofrecerse como solución de
recambio frente al derrumbe del modelo progresista, pero que tras el
rostro de un hombre joven, inteligente y carismático esconde el mismo
carácter de siempre, el de la reacción en estado puro, porque eso y no
otra cosa es el herrerismo, fuerza política que fue la gran mayoría de
las veces uno de los sectores más retrógrados de nuestro país (salvando
quizás la oposición de algunos sectores del mismo al proyecto
constitucional de la (esperemos por siempre) última dictadura militar).
Fue
Luis Alberto de Herrera quien enfrento con ahincó y decisión al
reformismo batllista, y participo activamente en el golpe de Estado de
1933, el que impulso desde fuera del gobierno, participando luego del
golpe en el famoso “senado del medio y medio”, desalojado luego del
poder por el retorno del batllismo, maniobro luego elaborando junto a un
sector colorado la Constitución de 1952, para frenar a un Luis Batlle
que no pudo evitar caer en la trampa.
Más adelante llego al poder
con la alianza herrerismo-ruralismo junto a Nardone y compañía, y de
todo este entramado nacerá la figura del golpista Juan María Bordaberry,
realizándose durante el primer colegiado blanco el primer experimento
de inspiración neoliberal en el país: la reforma cambiaria y monetaria
del contador Azzini, que termino con los tipos de cambio múltiples,
herramienta clave utilizada por Luis Batlle para lograr poner al
servicio de la nación, parte de las enormes e infames ganancias
obtenidas por el sector agro exportador, y que si bien desvirtuada por
la corrupción de parte del sistema político, fue un intento válido que
demuestra que sí es posible aplicar retenciones a este sector y que es
de ahí y no de los bolsillos de las “capas medias” de donde hay que
sacar los recursos que debemos invertir en el desarrollo nacional y la
justicia social.
Con todo lo limitado y contradictorio que fue su
modelo, Luis Batlle fue llamado por sus enemigos de derecha “comunista
chapa 15”, y por supuesto que no fue comunista, pero comparándolo con un
gobierno supuestamente de izquierda, que también conto a favor con el
ciclo económico, con mayoría absoluta en las dos cámaras por 10 años,
integrado por partidos que se dicen “socialista” y “comunista” y que no
tomaron ninguna medida de fondo contra los intereses dominantes, sino
que se limitaron a tomar parte de los ingresos de las capas medias para
transferirlos a la capas marginales con planes asistencialistas,
presentando como gran éxito aplicar o actualizar parte de la legislación
reformista que él creo, la verdad se nos parece cada vez más, a un
ultra izquierdista rabioso.
Quién gobierna como la derecha, es quien prepara el camino a las fuerzas reaccionarias.
En
1989 ya en democracia, el herrerismo regresara al poder fue
precisamente en el gobierno de Lacalle padre donde se intento la
privatización de todas las empresas públicas,y se hizo entre otras cosas
la ley de seguridad social que creo las afap y que el frente amplio se
niega a modificar en lo sustancial.
Y también fue el gobierno en
el que agentes de la policía nacional asesinaron con certeza por lo
menos a un ciudadano que se estaba manifestando en los entornos del
Hospital Filtro, en un crimen que continua impune hasta hoy, siendo
incluso ascendidos los responsables del operativo policial durante el
gobierno del Frente Amplio.
¿Qué curioso no? La dirección
frentista cuando se digna hablar de nosotros, es por ejemplo para decir
que le hacemos el juego ala derecha y que queremos que gane Lacalle Pou,
pero en sólo dos ejemplos,hemos visto continuidades preocupantes entre
el herrerismo y los gobiernos frentistas, hablamos de la no eliminación
de las Afap, y a su vez de la falta de verdad, justicia y reparación
para los casos de Fernando Morroni y Roberto Facal, crimen cometido en
plena democracia.
Y más preocupante aún, el 24 de agosto de 1994 a
partir de las cinco de la tarde, sin que hubiera un decreto del poder
ejecutivo, fueron abolidas de hecho las garantías constitucionales y
miles de personas que se hallaban haciendo uso de sus derechos de
manifestación pacífica y sin armas, convocados por el Frente Amplio y el
PIt-CNT entre otros fueron salvajemente reprimidos y pudo haber habido
muchos más por el uso de armas letales por parte del personal policial,
casi 20 años después, un grupo de jóvenes anarquistas denunciaron haber
sido detenidos y sometidos a maltratos por parte de personal policial
cuando se disponían a concurrir a una movilización en recuerdo de
aquellos mismos hechos. Otro tenebroso hilo que une al herrerismo con el
frentismo, a propósito de quien es la derecha y quien le hace el juego a
esta con su accionar concreto más allá de discursos e intenciones.
Y a eso le sumamos que no mienta Lacalle Pou cuando afirma que en muchos aspectos mantendrá la política económica astorista.
Pero volviendo al punto central de la cuestión que estamos tratando;
para dejar en claro de una vez y para siempre que intereses de clase y
que mentalidad han estado históricamente ligada al herrerismo, y dejando
claro que lo que algunas personas valoran como el "antiimperialismo de
Herrera", ni siquiera es real, ya que él se opuso a la influencia
norteamericana por su simpatía hacia el fascismo, y no creo que de ahí
nada bueno pueda nacer.
En 1942 Eugenio Gómez
analizando el golpe del General Baldomir decía: "¿qué significa el
desplazamiento de Luis Alberto de Herrera? Significa arrojar de
posiciones de gobierno al hombre del nazi-fascismo que ha representado
(...) el interés de un pequeño núcleo de latifundistas (...) opuestos al
progreso nacional" Acusar de nazi a Herrera es obviamente erróneo, pero
sus simpatías con el fascismo italiano de la primera hora son
conocidas, a su vez es claro que siempre represento a ese núcleo de
latifundistas opuestos al bien público. En definitiva el Herrerismo fue y
es la reacción se presente como se presente, porque aunque la mona se
vista de seda mona se queda.
¿Ahora bien? ¿Cómo se derrota a la
reacción?¿Retrocediendo? ¿Insultando vanamente? ¿Refugiándose en algunos
pocos avances habidos? No, se la derrota avanzando, atacando lo
sustancial de sus intereses de clase, nacionalizando la banca, el
comercio exterior, la industria frigorífica, realizando la reforma
agraria, socializando los medios de transporte, en definitiva tomando
para toda la sociedad los elementos que hoy constituyen la base de su
poder.
Por que serán los cambios de base, es decir las
transformaciones estructurales en las relaciones de producción, las que
arrojaran al basurero de la historia a la misma reacción a la que le
sirven de parachoques los oportunistas encaramados en el gobierno, esa
será la única garantía posible de que nunca más en este país haya un
solo niño que se muera de hambre, y todo lo demás es ilusión, porque
salvo el poder todo es ilusión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario