miércoles, 18 de junio de 2014

Crónicas de la victoria Ni Taba Ni Cuqui. Por Andres Freire

Autor: Andres Freire Docente en concejo de Eduacación
Militante del 26 de Marzo.

Nosotros vamos por los cambios en serio y la derrota definitiva del fascismo y la reacción
18 de junio de 2014 a la(s) 9:20

Aveces la vorágine de los acontecimientos políticos hacen olvidar a algunos compañeros, que nosotros no estamos en campaña contra el Frente Amplio, no es nuestro objetivo que este pierda las elecciones, y tampoco por supuesto que las gane, cualquiera de ambas cosas que suceda no sería para nosotros ni un triunfo ni una derrota, porque el objetivo de nuestro accionar político es por un lado desarrollar una actividad pedagógica hacia toda la sociedad, en cuanto a cuáles son las soluciones de fondo para los graves problemas que nos aquejan, rescatando y sacudiendo del polvo las banderas históricas de la izquierda, que no son consignas vacías, sino un programa histórico vigente para lograr la emancipación nacional y comenzar la construcción del socialismo oriental.

            Y el segundo de nuestros objetivos es, en esta etapa actual,  acceder al Parlamento para desde ahí tener una voz que interactuando con la clase obrera y sus aliados movilizados, pueda ser una campana de resonancia de sus luchas, un grito de denuncia entre tanta oscuridad, un escudo limitado y pequeño, pero escudo al fin, frente a la persecución y las amenazas a nuestras libertades.

Un equipo de compañer@s que presente pedidos de informes, que  impugne, que diga las cosas que todos pensamos pero que la ausencia de fueros nos impide expresar, que se haga presente en cada desalojo, en cada detención arbitraria, en cada huelga, acompañando a cada ciudadan@ oriental como un tribuno de la plebe, y que sea además un representante de la nación, que se plante con firmeza frente al saqueo neo colonial que padecemos, que levante la mano, no en soledad, sino junto a los miles que gritamos “la tierra no se vende, se defiende”, para defender la soberanía de la nación.



Culminar la victoria sobre el fascismo es también la primer tarea del momento.



            No es sólo a los representantes del gobierno socio-liberal y a la cúpula de  su partido político que enfrentamos, sino que buscamos abrirnos paso por en medio de ellos, para llegar a combatir a las fuerzas más oscuras que desde siempre han querido encadenar a nuestra nación ya nuestro pueblo, a la rancia oligarquía y los intereses del capital extranjero, que los dos gobiernos frentistas, derrotados espiritualmente no han querido enfrentar.

            Decimos derrotados espiritualmente,porque esa fue la gran victoria del fascismo que perdura hasta hoy, la victoria decisiva que explica incluso su otra gran victoria que es la continuidad y reafirmación de la impunidad durante dos gobiernos supuestamente de izquierda, en un discurso muy reproducido del presidente Mujica, este dice “Pertenezco a una generación que quiso cambiar al mundo, fui aplastado, derrotado, pulverizado, pero sigo soñando que vale la pena luchar para que la gente pueda vivir un poco mejor y con un mayor sentido de igualdad”.

            Este discurso que parece de izquierda en realidad no lo es: ¿Por qué?: Sencillamente porque aquí se reafirma la renuncia a cualquier cambio estructural y su sustitución por algunos cambios menores que aceptados por el sistema, contribuyen a su continuismo y no a su desarme. Y este fue el gran logro del fascismo, lograr que la izquierda asumiera que no hay  lugar para cambios estructurales, y que no es posible plantearse cambios de fondo, como los que nosotros estamos proponiendo, la nacionalización de la banca, del comercio exterior, de la industria frigorífica, etc.

Después de muchos años de lucha y resistencia, en la cárcel, la clandestinidad, y el exilio, lo mejor de nuestro pueblo obligo a los fascistas a abandonar el poder, ahora nos toca a nosotros culminar esa victoria, avanzado hacia las imprescindibles transformaciones de fondo, sacándonos de encima de una vez y para siempre, esa maldición que nos hace creer que la realidad en la que vivimos es en lo sustancial inmodificable y que sólo admite cambios menores, y que constituye el aspecto cultural y espiritual del poder de los mismos de siempre.



El Herrerismo es la reacción, y a esta se la combate solamente avanzando hacia las transformaciones de fondo.



            Lo diremos una y otra vez hasta el cansancio, si nos resignamos a estirar una frazada corta, siempre será corta, de lo que se trata es precisamente de estirar la frazada, esquilando las ovejas que están en el mismo lugar de siempre, el verde prado de la rancia oligarquía.

            Sí, la misma rancia oligarquía que pretende ofrecerse como solución de recambio frente al derrumbe del modelo progresista, pero que tras el rostro de un hombre joven, inteligente y carismático esconde el mismo carácter  de siempre, el de la reacción en estado puro, porque eso y no otra cosa es el herrerismo, fuerza política que  fue la gran mayoría de las veces uno de los sectores más retrógrados de nuestro país (salvando quizás la oposición de algunos sectores del mismo al proyecto constitucional de la (esperemos por siempre) última dictadura militar).

Fue Luis Alberto de Herrera quien enfrento  con ahincó y decisión al reformismo batllista, y participo activamente en el golpe de Estado de 1933, el que impulso desde fuera del gobierno, participando luego del golpe en el famoso “senado del medio y medio”, desalojado luego del poder por el retorno del batllismo, maniobro luego elaborando junto a un sector colorado la  Constitución de 1952, para frenar a un Luis Batlle que no pudo evitar caer en la trampa.

Más adelante llego al poder con la alianza herrerismo-ruralismo junto a  Nardone y compañía, y de todo este entramado nacerá la figura del golpista Juan María Bordaberry, realizándose durante el primer colegiado blanco el primer experimento de inspiración neoliberal en el país: la reforma cambiaria y monetaria del contador Azzini, que termino con los tipos  de cambio múltiples, herramienta clave utilizada por Luis Batlle para lograr poner al servicio de la nación, parte de las enormes e infames ganancias obtenidas por el sector agro exportador, y que si bien desvirtuada por la corrupción de parte del sistema político, fue un intento válido que demuestra que sí es posible aplicar retenciones a este sector y que es de ahí y no de los bolsillos de las “capas medias” de donde hay que sacar los recursos que debemos invertir en el desarrollo nacional y la justicia social.

Con todo lo limitado y contradictorio que fue su modelo, Luis Batlle fue llamado por sus enemigos de derecha “comunista chapa 15”, y por supuesto que no fue comunista, pero comparándolo con un gobierno supuestamente de izquierda, que también conto a favor con el ciclo económico, con mayoría absoluta en las dos cámaras por 10 años, integrado por partidos que se dicen “socialista” y “comunista” y que no tomaron ninguna medida de fondo contra los intereses dominantes, sino que se limitaron a tomar parte de los ingresos de las capas medias para transferirlos a la capas marginales con planes asistencialistas, presentando como gran éxito aplicar o actualizar parte de la legislación reformista que él creo, la verdad se nos parece cada vez más, a un ultra izquierdista rabioso.



Quién gobierna como la derecha, es quien prepara el camino a las fuerzas reaccionarias.



En 1989 ya en democracia, el herrerismo regresara al poder  fue precisamente en el gobierno de Lacalle padre donde se intento la privatización de todas las empresas públicas,y se hizo entre otras cosas la ley de seguridad social que creo las afap y que el frente amplio se niega a modificar en lo sustancial.

Y también fue el gobierno en el que agentes de la policía nacional asesinaron con certeza por lo menos a un ciudadano que se estaba manifestando en los entornos del Hospital Filtro, en un crimen que continua impune hasta hoy, siendo incluso ascendidos los responsables del operativo policial durante el gobierno del Frente Amplio.

¿Qué curioso no? La dirección frentista cuando se digna hablar de nosotros, es por ejemplo para decir que le hacemos el juego ala derecha y que queremos que gane Lacalle Pou, pero en sólo dos ejemplos,hemos visto continuidades preocupantes entre el herrerismo y los gobiernos frentistas, hablamos de la no eliminación de las Afap, y a su vez de la falta de verdad, justicia y reparación para los casos de Fernando Morroni y Roberto Facal, crimen cometido en plena democracia.

Y más preocupante aún, el 24 de agosto de 1994 a partir de las cinco de la tarde, sin que hubiera un decreto del poder ejecutivo, fueron abolidas de hecho las garantías constitucionales y miles de personas que se hallaban haciendo uso de sus derechos de manifestación pacífica y sin armas, convocados por el Frente Amplio y el PIt-CNT entre otros fueron salvajemente reprimidos y pudo haber habido muchos más por el uso de armas letales por parte del personal policial, casi 20 años después, un grupo de jóvenes anarquistas denunciaron haber sido detenidos y sometidos a maltratos por parte de personal policial cuando se disponían a concurrir a una movilización en recuerdo de aquellos mismos hechos. Otro tenebroso hilo que une al herrerismo con el frentismo, a propósito de quien es la derecha y quien le hace el juego a esta con su accionar concreto más allá de discursos e intenciones.

Y a eso le sumamos que no mienta Lacalle Pou cuando afirma que en muchos aspectos mantendrá la política económica astorista.

            Pero volviendo al punto central de la cuestión que estamos tratando; para dejar en claro de una vez y para siempre que intereses de clase y que mentalidad han estado históricamente ligada al herrerismo, y dejando claro que lo que algunas personas valoran como el "antiimperialismo de Herrera", ni siquiera es real, ya que él se opuso a la influencia norteamericana por su simpatía hacia el fascismo, y no creo que de ahí nada bueno pueda nacer.

            En 1942 Eugenio Gómez analizando el golpe  del General Baldomir decía: "¿qué significa el desplazamiento de Luis Alberto de Herrera? Significa arrojar de posiciones de gobierno al hombre del nazi-fascismo que ha representado (...) el interés de un pequeño núcleo de latifundistas (...) opuestos al progreso nacional" Acusar de nazi a Herrera es obviamente erróneo, pero sus simpatías con el fascismo italiano de la primera hora son conocidas, a su vez es claro que siempre represento a ese núcleo de latifundistas opuestos al bien público. En definitiva el Herrerismo fue y es la reacción se presente como se presente, porque aunque la mona se vista de seda mona se queda.

 ¿Ahora bien? ¿Cómo se derrota a la reacción?¿Retrocediendo? ¿Insultando vanamente? ¿Refugiándose en algunos pocos avances habidos? No, se la derrota avanzando, atacando lo sustancial de sus intereses de clase, nacionalizando la banca, el comercio exterior, la industria frigorífica, realizando la reforma agraria, socializando los medios de transporte, en definitiva tomando para toda la sociedad los elementos que hoy constituyen la base de su poder.

Por que serán los cambios de base, es decir las transformaciones estructurales en las relaciones de producción, las que arrojaran al basurero de la historia a la misma reacción a la que le sirven de parachoques los oportunistas encaramados en el gobierno, esa será la única garantía posible de que nunca más en este país haya un solo niño que se muera de hambre, y todo lo demás es ilusión, porque salvo el poder todo es ilusión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario