Se supo este martes que este organismo de la ONU que se encarga de los marcos que regulan las relaciones entre empleadores y empleados, incluyó a Uruguay en la lista de 24 países que deberían corregir algunas leyes y decretos hoy vigentes. En nuestro caso específico se cuestionan aspectos de la negociación colectiva de salarios y la ocupación de los lugares de trabajo como extensión del derecho de huelga.
Más allá de la discusión puntual en torno a esos temas de regulación legal, la ocasión es propicia para ir al fondo del asunto: la compra/venta de tiempo y energía que es el motor del sistema capitalista que contrapone las figuras del empresario y el trabajador. Lo tenemos tan asumido que casi no se ve, pero estamos hablando de la utilización de las capacidades de las personas que cumplen el rol de trabajadores en beneficio de las que cumplen el rol de empresarios.
Anival Terán Castromán |
A los humanistas nos rechina que se hable con tanta frecuencia de “recursos humanos”. Los humanos no deberíamos ser considerados recursos sino el centro de todo, mundo del trabajo incluido. Por eso, en medio de la controversia desatada por el ingreso de Uruguay a la “lista negra” de países cuya legislación debería ser modificada según la OIT, nos parece oportuno hacer notar que el problema va mucho más allá de negociaciones salariales colectivas o regulaciones que habiliten o no la ocupación de los lugares de trabajo. El fondo del asunto es que ningún ser humano debería ser utilizado por otro y que por tanto la relación empresario/trabajador sobre la que opera el sistema capitalista, debe ser sustituida por otro modelo socio económico.
Desde luego que se dirá que somos utópicos, idealistas, soñadores. Esos son los adjetivos que rápidamente se nos aplica desde el pensamiento supuestamente práctico, pragmático y realista, virtudes que se atribuye muy convenientemente el poder hegemónico que está llevando al planeta y sus habitantes a los límites del auto exterminio. Desde ese lugar de responsables del desastre socio económico y ambiental que han provocado, no tienen credenciales para sostener tales descalificaciones. En cambio sí los humanistas podemos demostrar que ya es tiempo de que el sistema capitalista, que en su momento representó un avance en relación a su antecesor el feudalismo, sea sustituido por el humanismo. ¡O humanizamos el mundo o dejamos que el capitalismo lo destruya todo!
Respecto a las observaciones de la OIT, esperamos que estas se analicen y resuelvan sin que haya un retroceso en el largo camino de conquistas obreras que han tendido a hacer menos cruel la explotación del hombre por el hombre. Mientras tanto impulsamos con entusiasmo las reformas concretas y posibles que plantea el plan de gobierno de la Unidad Popular, que tiene capítulos dedicados a los temas trabajo y salario, pero que también apunta a promover el cooperativismo y la empresa familiar como alternativas viables. Quien desee leer nuestro programa puede hacerlo en
ww.unidadpopular.org.uy
(Adjunto representación del sistema capitalista publicada en USA en el 1911, cuando ya se podía demostrar que éste sistema se sostiene en el esfuerzo de muchos para el beneficio de pocos)
Treinta y Tres, junio 12 de 2019
Aníbal Terán Castromán
Vocería del Partido Humanista
092 916 334
ateran@adinet.com.uy
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