sábado, 11 de febrero de 2012


Un grupo de estudiantes de Enseñanza Media de Guichón y su profesor de Historia, que realizaron una reveladora investigación arqueológica sobre La Tapera de Melchora Cuenca, fue seleccionado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (Unesco) entre proyectos educativos de Iberoamérica para participar en los actos conmemorativos que se desarrollarán en Cádiz, España, en el marco del Bicentenario de la Constitución de 1812.
La casa, hoy tapera, estuvo ubicada a orillas del río Queguay, a unos 40 kilómetros de la ciudad de Guichón y el trabajo desenterró parte de su verdadera historia porque no fue un rancho como se dice e incluso se ha escrito en libros, sino una construcción importante para la época. El trabajo de investigación fue desarrollado por alumnos del Liceo de Guichón, la Escuela Técnica y al Escuela Agraria de Guichón Carlos Fans, Gian Lestarpe, Pilar Maliuk, Melani Fans, Diego Pereira, Ignacio Da Silveira, Victoria Aceves, María Acosta, Celmar Asunción, Fermín Turban, Camila García,Camila Cabrera, Macarena Dietschi, Paulino Varieti, Diego Silva, Fabio Garbarino, Matías Simonov, Andrés Hornos, Ana Pereira, Ana González, Belén Ferreira y Nicolás Acosta, bajo la coordinación del profesor de Historia Álvaro Suanes.
En marzo, cuatro alumnos y el docente invitados por los anfitriones españoles viajarán para participar en el Congreso Escolar de las Generaciones del Bicentenario que se realizará en Cádiz, aunque se espera que el gobierno uruguayo aporte los costos de traslado y estadía para que puedan viajar dos alumnos más.
INVESTIGACIÓN Y HALLAZGOS
Los adolescentes, con el apoyo de los centros educativos a los que concurren y sus padres, y la coordinación de Suanes, un docente de Historia que dicta clases en los tres centros educativos, realizaron durante todo 2011 “un trabajo de investigación arqueológica sobre la Tapera de Melchora Cuenca, una de las esposas de nuestro principal caudillo, José Gervasio Artigas”. “El proyecto consistió en un estudio de la que fuera su casa, instalada en el Cerro de la Tapera, a orillas del río Queguay, en un punto estratégico por donde pasaba una línea de diligencia, el camino de los indios y se encontraba a pocos kilómetros de la base de Artigas, en Purificación”, explicó el docente. Melchora Cuenca era paraguaya, hija de un español y una madre mestiza, poseía relativa cultura, rostro atrayente y cierta esbeltez que conservó como fiel tributo de la raza guaranítica. Después de abandonar Purificación --donde ella realizó labores de docencia-- la pareja se dirigió al Queguay, cerca de montes que José Artigas administró para proveer de sustento a su familia, lugar donde tuvieron a sus hijos, Santiago (nacido en 1816) y María (nacida en 1819). Suanes dijo que se optó por conocer la tapera de Melchora Cuenca incentivados por la escasa información que se disponía y “porque buscamos desarrollar la historia local-regional en el marco de un acontecimiento de carácter nacional”.
“Recibieron charlas de arqueólogos, arquitectos e historiadores, y luego realizaron visitas exploratorias, hicieron campamentos educativos en la zona, excavando y estudiando los restos encontrados”. Para sorpresa del grupo, se llegaron a hallazgos que desmienten parte de lo poco que está escrito: “Los libros de historia decían que la casa tenía techo de paja y que era muy pobre y precaria, que tenía solo tres habitaciones, pero encontramos que no era así”, expresaron.
Encontraron tejas, pisos de cerámica, “ladrillos muy finos” y maderas aparentemente pertenecientes a un corredor, que enviaron a analizar para conocer su procedencia; hallaron un pedazo de vidrio con inscripciones que determinaron que era de un frasco de una droguería de Baja California. Además descubrieron varias partes de armas de fuego, un freno de caballo y una punta de lanza, todo perteneciente a la época. Las paredes de piedra han sido desmanteladas en el correr del tiempo para formar alcantarillados y calzadas de la zona, pero los chicos carpieron y encontraron los cimientos de la construcción. Con ayuda de especialistas concluyeron que eran seis habitaciones con una séptima que oficiaba de recibidor. También había una estufa, un pozo de agua y “cuevas y corrales que posiblemente hayan sido sitio de alojamiento del personal”.
Los adolescentes destacan el cálido ambiente de trabajo, el sólido grupo humano que abarcó a 40 estudiantes de los diferentes centros educativos y la receptividad de la comunidad. La labor fue extracurricular y extra horario.
VARIOS PREMIOS
El trabajo obtuvo el primer puesto a nivel nacional en el concurso “Jóvenes del Bicentenario”, organizado por el Consejo de Educación Secundaria y el Ministerio de Educación y Cultura, que se realizó en Paso Severino (Florida), presentándose trabajos seleccionados de todos los departamentos (tres por Montevideo, dos por Canelones y uno de cada uno de los demás departamentos).
Además, el proyecto fue seleccionado y presentado en el Salón Azul de la Intendencia de Montevideo, en las Jornadas de Intercambio de Propuestas y Prácticas Pedagógicas de Liceos Públicos de todo el País, así como en el Instituto de Profesores Artigas (IPA). Se exhibió en el Congreso de Identidad y Patrimonio que se realizo en la ciudad de Mercedes. También concurrieron a la ciudad de Tacuarembó, a una jornada de educación y buenas prácticas educativas.
También expusieron lo descubierto en el Congreso Nacional de Escuelas Agrarias, entre otras presentaciones. A fines del año 2011 obtuvo el mayor reconocimiento al recibir un premio del Consejo Directivo Central de la Administración Pública (Codicen). Al referirse a las conclusiones respecto a la investigación realizada y sus repercusiones, el grupo, señaló “un interés en crecimiento” sobre el tema en la comunidad educativa, que el mismo “se ha introducido a la sociedad muy favorablemente, siendo ya los distintos eventos realizados de interés nacional”, y que el trabajo ha inspirado a otras personas “a comenzar diferentes investigaciones propias”.
“Hemos logrado formar un notable grupo de trabajo y un cálido ambiente que pretendemos dure en el tiempo”, dijeron.

 Tomado de El Telegrafo de Paysandu: http://www.eltelegrafo.com/index.php?seccion=locales&fechaedicion=2012-02-11&bi=2

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