lunes, 12 de diciembre de 2011

No la busque, esta noticia no saldrá en la prensa.


No la busque, esta noticia no saldrá en el Telediario ni en la prensa del régimen.
El 3 de diciembre se conmemora en Cuba el Día de la Medicina Latinoamericana, a propósito del natalicio de Carlos J Finlay (1883-1915), doctor e investigador camagüeyano descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla, quien ha sido nombrado Benefactor de la humanidad y el más grande científico cubano de todos los tiempos.  Justamente, en esta jornada es imprescindible destacar los considerables aportes de Cuba a la medicina en Latinoamérica, entre ellos, la formación de médicos de varios países que estudian durante seis años en los institutos superiores cubanos con el fin de convertirse en profesionales competentes, solidarios y con un alto sentido de humanismo. Más de mil estudiantes de medicina pertenecientes a ochenta naciones integran la brigada “Solidaridad con Cuba”, una de los grupos no gubernamentales que mayor incide en el apoyo y divulgación de la historia y la cotidianidad cubana. La mayoría de sus integrantes son estudiantes de origen humilde que residen en Cuba gracias al proyecto ELAM (Escuela Latinoamericana de Medicina). La misión de estos jóvenes es de suma importancia para aclarar el arsenal de dudas que siembran los medios internacionales sobre la Isla. En conversación con uno de ellos me aclaró: “Integro la brigada de solidaridad porque es la mayor muestra de gratitud que puedo ofrecerle al pueblo cubano.
Aquí me han acogido como a un hijo y me han brindado la posibilidad de superarme profesional y personalmente. A este país no solo vine a estudiar una carrera, también estoy listo para colaborar donde me necesiten. He asistido a grandes desfiles, marchas combatientes, tribunas antimperialistas, además he trabajado voluntariamente en tareas agrícolas en policlínicas y escuelas, así creo que también soy partícipe de esta revolución social y, por ende, promuevo en mi país las acciones que se realizan aquí, verdadero ejemplo de igualdad y sacrificio. 
Motivada por el tema de la charla, Jusara, brasileña de 23 años agregó: “Al Comandante Fidel y a los cubanos les estaré eternamente agradecida. Formo parte del Movimiento Sin Tierra (MST), somos gente pobre y a pesar de eso, estoy estudiando gratuitamente una profesión que  en mi país es muy costosa. Todo se lo debo a la inmensidad de este sistema social, porque solo así mi gente contará con médicos altamente capacitados, formados bajo el principio de la no discriminación de razas ni clase social. Formo parte del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), institución que acoge a todos los extranjeros que quieren apoyar al pueblo cubano y mi colaboración es pequeña comparada con todo lo que han hecho por mí. Si tuviera mil manos las pondría a trabajar en función de construir una nación idéntica a esta. “En vacaciones retornamos a nuestros países y nos hacen un montón de preguntas. Impartimos conferencias en las escuelas, realizamos conversatorios con otros integrantes del MST y además, participamos en un encuentro nacional de apoyo a Cuba, celebrado en el mes de agosto.
Estas reuniones son una gran oportunidad para mostrar la verdad, la unidad y el respeto que caracteriza al pueblo cubano”. Incesantemente, el acontecer en Cuba es objeto de tergiversaciones en el ámbito internacional. Miles de dólares son invertidos en campañas difamatorias contra la integridad del pueblo revolucionario. Es preciso darle frente a la mentira y callar la infamia con acciones a favor de la superación cultural. El ICAP se ha convertido por más de una década en fiel soldado de la Revolución y cada día aumenta su fuerza y credibilidad en el mundo entero. Daniela, una joven chilena que cursa el cuarto año de medicina también explica sobre su vinculación con el ICAP: “El ICAP es una organización de hermanos.
Aquí nos relacionamos con personas de cualquier rincón del planeta. Conocemos la historia de otros sitios y hacemos que conozcan la nuestra. Intercambiamos costumbres, tradiciones, cultura. No importa que no hablemos la misma lengua, hemos aprendido a comunicaros en un idioma fraternal. “Algunos medios chilenos solo se refieren positivamente al tabaco y las playas cubanas. Sin embargo, hace cuatro años vivo aquí y he podido comprobar que no hay niños descalzos pidiendo limosnas, ni las embarazadas mueren por falta de atención médica, ni el pueblo es víctima de demagógicas campañas electorales.
Por eso, todos los que integramos el ICAP debemos transformar la opinión errada de la gente de nuestras comunidades a partir de cada vivencia personal. Somos una especie de historia viva, portadores de una realidad diametralmente opuesta a la que nos describe la prensa amarilla que impera en nuestros países.” Estos muchachos vinieron llenos de ilusiones y sueños que solo harían realidad en Cuba, país pequeño que ha realizado una de las más grandes contribuciones a la historia de la salud en el continente latinoamericano con la creación del proyecto de la Escuela Latinoamericana de Medicina, donde cada año se gradúan miles de galenos que llevarán a sus países lo aprendido en la mayor de las Antillas.

Diana Zaragoza Polo Televisión Camagüey.
Actualizado ( Domingo, 11 de Diciembre de 2011 21:07 )

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