miércoles, 12 de octubre de 2011

Más de 1.000 personas participaron de la marcha contra Aratirí

Nacional - PROTESTA CON CABALLADA

“Una vez más Artigas traicionado”, decía una proclama ubicada sobre el escenario en el que se leyó la proclama


Más de 1.000 personas a pie y 300 jinetes participaron de la Segunda Marcha Nacional En Defensa De La Tierra y Los Derechos Naturales este miércoles desde el Obelisco hasta la plaza 1 de Mayo, frente al Palacio Legislativo, donde uno de los representantes leyó una proclama.

 “Una vez más Artigas traicionado”, decía una pancarta ubicada sobre el escenario.

Víctor Baccheta, uno de los organizadores de la protesta, aclaró que la marcha fue “contra la megaminería a cielo abierto y principalmente contra Aratirí”. “Ese tipo de minería es incompatible con el sistema productivo del Uruguay”, dijo el vocero del Movimiento Por Un Uruguay Sustentable, una de las 15 agrupaciones convocantes.

En una pared de la esquina de las calles Mercedes y Eduardo Acevedo se destaca un grafiti que dice “10/10 circo” y “12/10 dignidad”, en referencia a los festejos por el Bicentenario del nombramiento de José Artigas como primer jefe de los orientales y de la marcha contra Aratirí o del día de la raza. Baccheta aclaró a El Observador que “no se ha definido un cuestionamiento a los festejos del Bicentenario” y agregó que se eligió marchar el 12 de octubre por el sentido simbólico de la fecha. “Esta marcha es una protesta anticolonialista”, aseguró. “El gobierno protege inversiones de tipo neocolonial”, afirmó.

Para Baccheta, la comisión interpartidaria que se formó para estudiar el tema “no tiene la legitimación ciudadana” que pretende. “Durante la campaña electoral ningún partido político propuso un cambio de la matriz productiva”, protestó el activista, quien reclama plebiscitar la instalación de Aratirí y otros megaproyectos mineros en Uruguay.

El activista considera que la primera marcha logró divulgar el tema e instalarlo en la agenda pública. “Nuestra tarea es difundir sobre estos megaproyectos y lo estamos logrando”, afirmó.

15 grupos por tres puntos
La plataforma reivindicativa de la marcha contiene tres puntos: “que todos los proyectos de inversión que interfieren en las actividades productivas y las formas de vida de los uruguayos sean consultados previamente con las comunidades directamente afectadas”; “que las decisiones que involucren cambios sustanciales del modelo y la matriz productiva del país sean informados y consultados ampliamente con toda la ciudadanía”; y “el cese de la entrega de la tierra y los bienes naturales del país a la inversión extranjera que explota y se lleva nuestras riquezas, mientras destruye las fuentes de producción de alimentos”.

Sobre el primer punto, la consulta a las comunidades vecinas a los proyectos donde se instala la megaminería, Baccheta explicó que “en términos empresariales” se trata de “la licencia social para operar en la zona”. Esta licencia se puede lograr en asambleas o plebiscitos con la comunidad, precisó el activista.

Consultado sobre el rechazo al diálogo que la agrupación Vecinos y Amigos de Punta del Diablo, una de las organizaciones convocantes, presentó frente a los representantes de Aratirí, cuando los integrantes de Vecinos recibieron a su gerente Fernando Puntigliano con máscaras de calaveras, Baccheta aseguró que “las presentaciones públicas de Aratirí no le dan la información a la comunidad” sino que “solo buscan convencer”. “Son una caricatura de consulta”, sentenció.

Baccheta considera que Uruguay debería ratificar el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que regula el desarrollo en comunidades indígenas y tribales. El artículo 7 de este convenio, al que alude Baccheta, expresa que las comunidades deben “decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera, y de controlar su propio desarrollo económico, social y cultural”.

El activista considera que “para este tipo de proyectos, la democracia representativa es insuficiente” y, por ello, “hay que agregarle formas de consulta adicionales”, como asambleas y plebiscitos en las comunidades.

Entre los organizadores sobresale la heterogeneidad. “Hay grupos que tienen puntos de vista muy distintos y no hay una instancia común permanente”, destacó Baccheta, quien agregó que esta segunda marcha surge de un acuerdo puntual.

Las organizaciones que participaron a la marcha son Acción sin Fronteras; ADEOM Tacuarembó; Asamblea del Callejón de la Universidad; Asociación de Estudiantes de Agronomía; Colectivo de Lucha Por la Tierra; CONACHA (Concejo de la Nación Charrúa); Mesa Representativa de la Ruta 7 (productores de Cerro Chato, Valentines, Santa Clara de Olimar, Tupambaé, Arévalo y  El Rosario); Productores de Vichadero y Caraguatá; Organización de Vecinos de los Pueblos Costeros  de Rocha; Movimiento en defensa de lo que es nuestro (Chuy); Movimiento Por un Uruguay Sustentable; Movimiento por la tierra y contra la pobreza (Buenos Aires); Trabajadores cañeros (UTAA); Trabajadores rurales y colonos de Bella Unión, Tacuarembó, Sauce y todo el país; y UCRUS (Sindicato de  trabajadores clasificadores de residuos urbanos).

Tomado de:http://elobservador.com.uy/noticia/211160/mas-de-1000-personas-participaron-de-la-marcha-contra-aratiri/

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