jueves, 29 de enero de 2015

Entrevista a Eduardo Rubio y Ricardo Cohen del coordinador de la Unidad Popular en CX36, viernes 23 de enero de 2015












“LA LÓGICA QUE SE HA IMPUESTO EN LA POLÍTICA BURGUESA ES LA DEL REPARTO DE CARGOS, Y NO ES ASÍ. NOSOTROS TENEMOS UN LUGAR, QUE CONQUISTAMOS CON NUESTRAS FUERZAS, EN EL PARLAMENTO”
Entrevista a Eduardo Rubio y Ricardo Cohen del coordinador de la Unidad Popular en CX36, viernes 23 de enero de 2015


“El pueblo por un lado nos votó para representarlo en toda circunstancia, incluso en el terreno parlamentario, en lo político en el sentido de participar en el sistema político representando los intereses del pueblo”, explicó Ricardo Cohen (PCR). Cohen junto a Eduardo Rubio detallaron en ‘Mañanas de radio’ la decisión de la Unidad Popular de declinar la propuesta para ocupar cargos en la dirección de Entes Autónomos y Organismos Descentralizados realizada por el presidente electo Tabaré Vázquez (*). “No sería honesto, desde la concepción nuestra de la honestidad, que agarráramos cargos para acompañar la gestión del gobierno al que nosotros nos oponemos”, dijo Eduardo Rubio (26 de Marzo). Transcribimos esta entrevista que usted puede volver a escuchar aquí:

Diego Martínez: Están en el estudio compañeros de la Unidad Popular, del Coordinador de la Unidad Popular, que van a estar conversando con nosotros sobre uno de los hechos políticos más importantes de los últimos tiempos.
Le damos la bienvenida a Ricardo Cohen, integrante del Coordinador de la Unidad Popular y además de la dirección del Partido Comunista Revolucionario (PCR).

Ricardo Cohen: Muchas gracias por la invitación, Diego. Saludo a la audiencia y a la Radio. Estamos aquí con mucho para charlar de estos temas.

DM: Decíamos que es un hecho político de los más importantes y que yo no recuerdo que un partido político, en los últimos años por lo menos, le hayan ofrecido cargos y que haya dicho que no quería. No sé cuántas oportunidades hay en la historia reciente.

RC: Sí, nosotros no recordamos otro caso. Pero la verdad, la cantidad de personas, de compañeros, de militantes, de simpatizantes de la Asamblea Popular, que han llamado, se han comunicado después de que se conoció esta respuesta, es impresionante. Con lo que se demuestra en el fondo, que es lo importante acá, qué es lo que piensa el pueblo, la gente, los trabajadores de cómo hay que actuar.
O sea, uno puede decir, vamos a actuar de esta forma basados en tal principio, en la táctica, pero lo fundamental es cómo lo ve el pueblo. Y el pueblo creo que por un lado nos votó para representarlo en toda circunstancia, incluso en el terreno parlamentario, en lo político en el sentido de participar en el sistema político representando los intereses del pueblo, pero para tener este tipo de actitudes ¿no? Decir claramente que nosotros tenemos un programa por un verdadero gobierno antiimperialista y popular. Y estos gobiernos del Frente Amplio, y como se prevé este tercer gobierno, van a ir nuevamente a hacer continuismo, profundización de la dependencia y de la explotación del pueblo y los recursos naturales del país.
Entonces, creo que la gente estaba esperando, creemos que las dos cosas, esta ha sido una primer prueba digamos, o sea, cómo actuamos nosotros en el sistema político. Participamos o no participamos de las cosas, qué criterio tenemos para eso.
Y después, cuando participamos, con qué contenido, con qué actitud.
Así que, bueno, eso es lo que tratamos de hacer.

DM: Está también con nosotros Eduardo Rubio, dirigente del 26 de Marzo, integrante del coordinador de la Unidad Popular y Diputado electo por la UP.

Eduardo Rubio: Buenos días, un gusto estar acá y la verdad que en un momento bien importante para la Unidad Popular.
Ayer tuvimos una muy buena conferencia de prensa, una gran repercusión en la prensa.
Y después siguió apareciendo, bueno, estuvo VTV más tarde, nos han llamado de radios del interior, de radios de Montevideo. Y creo que sí, que es como decía Ricardo, nosotros estamos haciendo una primera experiencia que muestra cómo nos paramos en la cancha. Por un lado con firmeza, con actitudes claras, sin un radicalismo verbal que no refleja un radicalismo de verdad en la política. Uno puede decir rayos y centellas pero lo que importa es lo que uno haga.
Y nosotros, como decía también Ricardo, definimos participar en la vida política, incluso en la política institucional, estamos en el Parlamento. Fue un objetivo que nos propusimos, que lo conquistamos con el esfuerzo de cientos y cientos de militantes. Eso nos da un lugar.
¿Qué implica esto? Bueno, lo hemos dicho varias veces, si nos llamaran para recibir al embajador de EE.UU., seguramente no vamos. La Unidad Popular no tiene por qué ir a esa convocatoria, o no va a ir.
O no sé, un homenaje a Venancio Flores, tampoco vamos a ir.
Ahora, si nos convocan para hablar de los temas del país, de cómo va a encarar el gobierno los próximos 5 años, de cómo concibe la acción en la empresa pública. Tenemos que ir.
¿Eso implica que nosotros resignemos algo, que estemos dejando por el camino algún principio? Que estemos, como alguna gente dijo, incluso algún periodista que hoy disfrutamos respondiendo en el mismo programa, ah, los radicales ya están sentándose...
No, no, fuimos a escuchar y a decir que no queremos cargos. Es más, no sería honesto, desde la concepción nuestra de la honestidad, que agarráramos cargos para acompañar la gestión del gobierno al que nosotros nos oponemos.
¿Entonces, qué pasa? Hay una lógica y yo lo noto en mucho periodistas, pero periodistas y del Frente, que les cuesta entender cómo nosotros no ocupamos ese espacio. Dice, y ahí podrían controlar, y ahí podrían incidir y además podrían tener más visibilidad.
La lógica que se ha impuesto en la política burguesa es la del reparto de cargos. O sea, si no tenés un cargo, entonces no estás. No, no, nosotros tenemos un lugar que conquistamos con nuestra fuerza en el Parlamento.
Pero nosotros no tenemos que estar en la dirección de Ancap para decir que vamos a incidir en la política de Ancap, porque con un representante de la oposición no va a incidir nada en la política de Ancap.
¿Cuál es la diferencia nuestra con los otros partidos de la llamada oposición que coinciden esencialmente con el proyecto que sustenta Tabaré Vázquez y su gobierno? Están de acuerdo con las privatizaciones, con la inversión extranjera a como dé lugar, con la alianza con el imperialismo, con los dictados del Fondo Monetario Internacional (FMI), no tienen diferencias en eso. Entonces, ellos sí pueden estar.
Y aun estando allí, yo le preguntaba al periodista este de la última radio que me entrevistó: ¿Y en estos últimos 5 años, qué denunció la oposición desde su lugar en los entes? ¿Cuál fue la denuncia? ¿Qué hicieron los directores de la oposición en Ancap con el despilfarro en Alur, con la suba? ¿Qué hicieron? ¿Qué información nos bajaron? ¿Qué supo la ciudadanía? Nada.
Entonces, en realidad no hay que disfrazar la apetencia por los cargos de una voluntad de contralor. Para eso estamos en el Parlamento, allí nos puso el pueblo y ahí es donde vamos a responder a las responsabilidades que se nos han asignado.

DM:Vamos a recordarle a la audiencia, se presentó una carta en respuesta al electo Presidente de la República señalando, primero, que se veía con agrado que se hubiera invitado a la Unidad Popular, pero por otro lado también deslindando la posibilidad de ocupar algún cargo en el futuro gobierno.
Esta respuesta también marca, primero, una conducta, y seguramente un relacionamiento de ahora en más con el gobierno, genera como una especie de base. ¿A partir de ahora la Unidad Popular seguirá dispuesta a dialogar? Porque en la carta a Vázquez se establece que los controles se harán desde el Parlamento.

RC: Sí, yo diría que desde el Parlamento que es la nueva tarea que se nos asignó, a la Unidad Popular y en particular al compañero Eduardo, y todo un equipo que estamos muy contentos por lo que vimos que se ha conformado. Un equipo de inicio, va a haber una rotación además de los propios compañeros, un sistema de trabajo que bueno, va a ser también, yo creo que es de avanzada, de hacer las cosas colectivamente.
Y bueno, yo diría, desde el Parlamento y desde los ámbitos que también, hay que aclarar porque todo nos lleva a ver el tema de los cargos, el Parlamento, las elecciones y nosotros participamos activamente en esto haciendo política en el terreno electoral, pero nosotros vamos más que a controlar, nos vamos a oponer desde ya al ajuste fiscal que se nos viene.
Por ejemplo, hay una cosa que es clarísima ¿no? Cambió la situación económica y financiera a nivel internacional, se ha instalado cada vez más la crisis en el país, acá se viene el ajuste fiscal, en los países de la región también, los precios de las materias primas cayeron y el gobierno, bueno, va a cortar por la parte más fina que son los trabajadores, los de abajo, el salario, el presupuesto social, todo eso ya está anunciado con los tarifazos estos malditos que vinieron.
Entonces, nosotros vamos a luchar junto al pueblo en contra de estas medidas del gobierno. O sea, vamos a luchar contra este gobierno, como hemos luchado activamente. ¿Por qué nos votó la gente? ¿Porque hicimos lindos discursos en la campaña o porque tenemos décadas instalados en el movimiento social, luchando en todos los terrenos, por los distintos medios que exigió la vida social, económica y política del país y las circunstancias, y lo vamos seguir haciendo?
Entonces, nosotros, en ese sentido, ayer nos preguntaba un periodista: ¿si no agarran los cargos cómo van a llevar adelante las propuestas?
Y, luchando con la gente por las reivindicaciones. Nos vamos a oponer a Aratirí con la gente que vive en la zona. Lo de la regasificadora con la gente del Cerro. Nosotros tenemos el 1%, pero defendemos los intereses del 90% de la población, ahí está la fuerza nuestra.
Esta gente que cambió de bando, estos oportunistas que están en el gobierno, no tienen fe en el pueblo y no tienen fe en la historia. Porque hay que aprender de la historia, de lo que ha pasado y lo que va a volver a pasar, va a haber una nueva ola revolucionaria, nuevos ciclos de avance de los pueblos que ya se están manteniendo a pesar de las dificultades.
Incluso, hoy en día, en medio de la gran crisis que hay en Europa, bueno, están floreciendo partidos, organizaciones que se podría decir que son medio parientes de nosotros, surgidos en este mismo período de la Unidad Popular como es Syriza. No conocemos tanto tampoco, pero por ejemplo, nosotros conocemos el caso de Syriza porque tenemos un partido hermano ahí, desde la primer hora. Es también un partido pequeño, obrero, que ha pasad dictaduras, que ha pasado muchas circunstancias parecidas a nosotros.
Y bueno, las cosas cambian. Las cosas cambian y cuando vienen las crisis, cuando vienen los golpes duros que se agravan las condiciones de la explotación para la mayoría del pueblo, el pueblo mira hacia organizaciones como la nuestra.
Esto no es teoría, esto es lo que pasó en las elecciones. En estas elecciones la gente fue buscando una herramienta de lucha, incluso en esta etapa. Y nosotros vamos a responder fielmente a esa necesidad.

ER: Sí, complementando lo que decía Ricardo, otro elemento interesante, que este proceso que vivió la Unidad Popular fue generando resoluciones unánimes ¿no? que a nosotros eso nos da una alegría y una fuerza tremenda.
Y además, resoluciones unánimes rescatando además la seriedad con que todos trabajamos. Porque uno puede decir que de antemano, los que fuimos a conversar allí al hotel Four Points, ya teníamos claro que no íbamos a agarrar ningún cargo. Ahora, lo trasladamos a la Unidad Popular y hubo unanimidad en la resolución, no hubo una duda. Hubo unanimidad en la fijación de los tiempos, cómo manejar esto.
Y creo que desde la dimensión nuestra, y bien decía Ricardo, somos el 1% y peleamos por los intereses del 90%, pero hoy tenemos el respaldo electoral, creo que en el plano de la lucha social vamos a ir mucho más allá todavía, en las propuestas que vamos a levantar vamos a tener mucho mayor respaldo todavía. Porque estamos marcando una forma absolutamente distinta de encarar la lucha política.
Para algunos la vida política se resume a cuántos cargos tenés. Para nosotros la lucha política se resume en cuánta fuerza podemos construir para empujar los cambios.
El otro día en una entrevista que me hacían en Radio El Espectador, me preguntaron cómo vamos a sacar los proyectos de ley. Y bueno, yo qué sé, vamos a trabajar un proyecto de un plan nacional de vivienda.
Esto no lo vamos a hacer en el despacho nuestro, a pesar de que tenemos un equipo maravilloso. Ese equipo va a contactarse con gente que precisa vivienda en el Cerro, en Pajas Blancas, en La Unión, en Artigas, en Cerro Largo, vamos a conversar con la gente que precisa vivienda, les vamos a decir que estamos trabajando en este tema y no son votantes nuestros, el 1% nos habrá votado, el resto... Estamos hablando de que faltan 150.000 viviendas en el país.
Vamos a hablar con los trabajadores de la construcción, ese trabajador que hoy se transformó en emigrante que va de planta de celulosa en planta de celulosa.
Un plan que va a decir, mirá, en este departamento se precisa construir 3.500 viviendas. Acá eso implica trabajo para tantas personas durante tanto tiempo. ¿A ustedes les parece que está bien esto?
Y vamos a ir buscando esos respaldos. Y cuando lleguemos con el proyecto de ley a conversar, que habrá que conversar con los otros partidos, muchos legisladores ya habrán recibido a sus compañeros en sus lugares diciendo: ¿loco, qué vas a hacer con esto? Porque nos interesa.
Entonces, allí está la fuerza nuestra, no en el diputado que es parte de nuestra fuerza, sino en la fuerza de nuestras ideas y en nuestra capacidad de organizar y movilizar a la gente.
Y me decían: ¿qué van a hacer, van a hacerle una asonada en la puerta de los diputados?
Y le digo: escuchame, en el interior el diputado va al almacén y lo para la gente, y nosotros soñamos que la gente vuelva a rodear el Palacio. ¿O está mal que los trabajadores, que la gente que el pueblo se interese en la política? Que sepa que vota a los legisladores, que le pidan que voten por sus intereses, porque sino, después no lloren porque la gente no cree en la política. Nosotros queremos que la gente crea en la política, que sepa que la política es la herramienta para transformar la realidad.
Entonces, no nos parece mal que la gente rodee en Palacio, esa es la mejor expresión de una democracia.
Lo que pasa que cuando vos gobernás en contra del pueblo querés al pueblo bien lejos de las instancias de debate político y de decisión política.
Entonces, hoy ya la Unidad Popular, al pararse de esta manera está marcando una manera distinta de hacer política.

DM: Hay algunos mensajes que llegan de la audiencia.
"No se podía esperar menos de Rubio, del 26 y de todos los compañeros de la Unidad Popular. Saludos para todos", manda Adrián de La Curva.
"Sí hubo, la Corriente Izquierda en el primer gobierno de Tabaré", dice Katty. En referencia a los sectores del Frente Amplio que en su momento o se negaron a aceptar o incluso algunos renunciaron a los cargos; pero me refería a partidos políticos que se le ofrezcan cargos y digan que no quiere cargos. Pero un saludo grande a Katty que además, la queremos mucho.

RC: Sí, de parte de todos los compañeros.

DM: "Si la Unidad Popular hubiera aceptado cargos para co-gobernar con el Frente Amplio, su historia hubiera terminado acá", dice Lauro.

ER: Exactamente.

DM: "Con compañeros como los que están, la victoria será nuestra siempre. Saludos", manda Jesús el piquetero.
Hay varias cosas de la agenda política que me parecen importantes. Se vienen las candidaturas a las Intendencias, hay algunas que ya se estuvieron determinando, la de Treinta y Tres con Aníbal Terán. Creo que la de Colonia también.

ER: Las convenciones no se han procesado, a esta altura creo que hay en todos los departamentos, falta uno, todos ya tienen candidatos propuestos. Pero concretado ya con Convención, es Treinta y Tres que fue la vanguardia de las convenciones de la Unidad Popular.

DM: Perfecto, es Aníbal Terán el primero de los aprobados por parte de una Convención, en este caso en treinta y Tres.
Bueno, uno de los temas más importantes que tiene la Unidad Popular es la resolución de las convenciones en cada uno de los departamentos. La de Montevideo, que es la que tenemos más cerca, es el próximo sábado 31 de enero. Hay otras que se están diagramando para los próximos días, creo que el sábado hay en Colonia y otros departamentos.
Yo tengo acá una lista: el 2 de febrero en Paysandú, el 4 de febrero en Maldonado, en Rocha el 5, en Canelones el 7, en Durazno sería el 27 de enero, en San José el 2 de febrero, en Florida el sábado 31, en Soriano el 28 de enero, en Flores el 3 de febrero, por lo menos estas son las primeras fechas que se están.

ER: En Rivera el 5 de febrero. Artigas estaban conversando los compañeros, ayer iban a la Junta Electoral y fijaban la fecha, no tengo todavía la fecha.
Salto y Río Negro ya tienen fecha pero no la recuerdo. Hoy por hoy hay fecha en todos los departamentos, y en casi todos los lugares ya tiene definido por lo menos al compañero que encabeza.
Hay lugares que todavía están conversando porque, por ejemplo, en Durazno ya estaba un compañero definido y por problemas ajenos a la vida política no pueden encarar esta tarea en estos meses, y bueno, están ahora resolviendo quién va a quedar.
En otros lugares, en Rivera estaban conversando con 2 ó 3 compañeros, ya había un compañero que había expresado su voluntad de asumir esta responsabilidad.
En Cerro Largo ya está el candidato, un compañero docente de física, el compañero Saravia.

DM: ¿En Lavalleja?

ER: En Lavalleja Efraín Chury Iribarne, candidato a la Intendencia por Lavalleja.
Hoy justo me llamaban de una radio de Minas y ya sabían, ya tienen agendadas entrevistas con Chury porque claro, Chury es como de la casa, en las radios de Minas trabajó durante muchos años.
Pero yo diría, las Convenciones tienen una importancia formal inevitable, hay que hacerlas porque sino no tenés posibilidad de participar, y son un hecho político importante porque nos obligan también a movilizar compañeros, a definir cosas, se debaten programas, se van buscando, al tener un candidato titular y cuatro suplentes te obliga también a ir buscando compañeros.
En muchos lugares en el interior se ha buscado, por ejemplo en Rocha, está el titular que es de Lascano, y cada uno de los suplentes es de una localidad distinta. Que tiene una importancia política muy grande porque te muestra, primero con una presencia en todo el departamento, pero además son referentes locales muy importantes. Un referente de Rocha, otro de La Paloma, otro de Castillos, otro del Chuy, está hablando de una fuerza política muy desarrollada.
Entonces, en estos días, para nuestra militancia, pasada esta instancia que hemos estado también atentos a lo que pasaba con este encuentro con el presidente electo, la respuesta, en Montevideo nos queda ahora una semana para trabajar hacia la convención asegurando que en este primer llamado superamos el quórum exigido y podemos transformar el acto formal de nominación del compañero Gustavo López y los compañeros suplentes que están allí, la compañera Lucía Duarte, el compañero Milton Rodríguez, el compañero Jorge Maiki, estaría faltando el compañero del MODEJU.

RC: Sí, les avisamos por este medio que nos pasen el dato así se puede publicar.

ER: Y transformar esa Convención en nuevo gran acto político de la Unidad Popular.

DM: Y se viene la campaña, porque después del verano, la salida de lo que fue la elección que generó un montón de esfuerzo de los compañeros, algunas agrupaciones, algunas departamentales siguieron funcionando pero la sensación que hay es que es necesario reactivar todo lo que es la presencia de la Unidad Popular en la calle.
¿Cómo se está trabajando en eso? ¿Qué expectativas hay de que prontamente comiencen las agrupaciones a trabajar fuertemente?

RC: Bueno, hay un tema que es el siguiente. Son fechas que, la verdad que al que inventó esto hay que darle el premio al desastre, porque son fechas de verano, carnaval, fiestas.
Es decir, para los partidos tradicionales y el Frente Amplio.

DM: Con plata.

RC: Claro, tienen un aparato. Pero para nosotros que es todo con gente de trabajo, tenemos acá el problema, en la mesa de hoy, los compañeros trabajan.

ER: Están faltando dos compañeros.

RC: Claro, no pueden faltar al trabajo. Y lo mismo pasa con estas tareas que hay, que las estamos encarando así, realmente un sacrificio de los compañeros porque no tenés verano, no tenés un montón de cosas, pero la conciencia de los compañeros es muy importante.
Y les voy a tirar el dato de que sé que en Canelones se llegó a un acuerdo finalmente, el candidato a intendente es Milton Franco, sigue Jorge Pérez y la verdad que no me pasaron el resto de la lista. Sé que hay compañeros de otros sectores.
En Maldonado está, se llegó al acuerdo final, Carlos Pérez candidato a intendente, es un compañero del Movimiento 26 de Marzo. Le sigue Carlos Laín, un compañero muy conocido que fue dirigente sindical y sigue trabajando por los jubilados de Adeom y es de nuestro partido, le sigue la compañera Selva Pastorín del 26 de Marzo, el compañero Daniel Fernández que es un independiente y el compañero Omar Toral.
Ese sería un equipo de gente, que también hay compañeros de San Carlos, de Maldonado, de Piriápolis, de Pan de Azúcar, compañeros que trabajan en distintos tipos de actividades, es un grupo realmente importante. Estamos seguros que, además de tener una garra muy grande, como en general, lo digo porque los conozco, porque voy a menudo y charlo con ellos. Se toman muy en serio, a veces discuten fuerte también, se toman muy en serio las cosas, la responsabilidad de llevar adelante el local.
Así que, por ese lado se puede decir que ya, en los lugares que se va avanzando en tomar este tipo de decisiones, también empiezan a aparecer algunas presencias en la feria, los contactos.
Y también, aprovechamos este medio, sobre todo tenemos la responsabilidad acá en Montevideo de decirle a los compañeros que tengan conciencia que es en una semana prácticamente, el otro sábado a las 15 hs. en el local del Movimiento 26 de Marzo allí en la calle Durazno 1118, se realiza la convención.
Fue uno de los primeros grupos políticos que pedimos ese día, la hora, o sea que estamos, en algunos aspectos, bastante organizados.
Sabemos que es una fecha embromada, la convocatoria tiene que hacerse. Para nosotros es importante lograr que en el primer llamado estén los compañeros acá en Montevideo. En el interior sabemos que es más difícil por la dispersión y un montón de cosas. Eso se logra con un 65% de los 250 convencionales asignados.
Entonces, bueno, el llamado a todos los compañeros que vayan agendando. Hay que estar una hora, una hora y pico antes mejor. Nosotros corrimos la hora de la convención pasada en la que hicimos la experiencia, para favorecer a algunos compañeros que trabajan los sábados y que viven lejos. O sea que bueno, vayan agendando ese día.
Y a los sectores políticos, bueno, que traten de repasar las listas. Hay que hacer un renunciamiento, hacer una carta donde estén las renuncias y las licencias como en la otra convención y para eso hay plazo hasta el mediodía del día anterior. Aunque tampoco conviene nunca dejar para el último día las cosas.
Bueno, estamos todos comprendiendo porque estamos todos sufriendo las mismas circunstancias, de dificultades y luchar lo tuvimos que hacer siempre, pero esto se agrava en esta fecha que con toda razón la gente se va de vacaciones, pero ese día los precisamos.

DM: Más allá de las dificultades que se puedan presentar en esta instancia, la ingeniería de las elecciones municipales presenta algunos hechos que pueden ser favorables como es el tema de las Alcaldías.
Cómo creen ustedes, por el contacto que ha habido con los compañeros, sabemos que ha habido luego de las elecciones incluso una recorrida por todo el país dialogando con los compañeros, qué puede influir esa cuestión de tener varios referentes en algunos lugares que se han adherido a la Unidad Popular.
¿Hay alguna posibilidad de que en algunos lugares se logre alguna representatividad? ¿Cómo se viene evaluando esto en el interior, en Montevideo?

ER: Nosotros creo que tenemos que ser muy objetivos en este tipo de valoraciones. Objetivamente podemos esperar un crecimiento electoral de la Unidad Popular.
En muchos lugares del país vamos a tener candidatos a alcalde, no en todos los lugares pero en muchos lugares los compañeros están buscando compañeros representativos, en algunos lugares ya hay.
Esto, además, no tiene la urgencia de la convención, esto lo podés trabajar políticamente, incluso durante febrero.
Hasta abril lo podés conversar, trabajar.
Incluso en algún lugar que no tenés, de aquí a abril surgen compañeros, podés concretarlo.
Pero nosotros pensamos que objetivamente hay lugares del interior donde podemos pelear una banca en la Junta Departamental. Podemos pelear, no quiere decir que la tengamos, pero hay lugares, tal vez el departamento de Rocha es el más significativo, pero hay otros lugares, Maldonado es un lugar que por determinadas circunstancias podemos tener, trabajando con mucha fuerza y viendo qué resultado tenemos, de repente podemos plantearnos pelear por ese lugar como algún otro lugar del interior.
En realidad, todos los compañeros con los que hablamos ya están definidos a pelear por la banca, y ese es un buen espíritu de lucha, conscientes cada uno de nivel de dificultades que enfrenta.
Pero yo diría que la Unidad Popular debe apuntar en esta etapa, primero, a transformar la campaña electoral en otro momento de trabajo político, de agitación, de propaganda y organización.
La campaña municipal nos permite contactarnos en potro nivel de problemas con la gente que son problemas que tenemos que dar la respuesta, la gente que no tiene transporte, la gente que no tiene saneamiento, la gente que tiene dificultades concretas para el desarrollo de su vida en el lugar donde vive.
En Montevideo tal vez el tema del transporte sea uno de los temas más graves para el trabajador. No estoy diciendo que andan muchos autos en la calle, que ya es un problema, el problema es para el trabajador que paga 2 ó 3 boletos por día, ya ese es un problemón. El tiempo que pasa arriba del transporte, las condiciones en que viaja.
Entonces, ahí hay temas que nos permiten conocer, profundizar, combinar la acción legislativa y la propuesta a nivel legislativo con algunos elementos que tienen que ver con la vida de la gente en cada localidad.
O sea, la campaña electoral municipal nos permite ampliar el conocimiento de la realidad, establecer vínculos más fuertes con la gente, encarando además vínculos más fuertes que de repente no encarás en lo nacional. Y la espiración es salir con una organización política más fuerte, más organizada y con mucho mayor presencia nacional.

RC: Para que los compañeros, con toda esta dispersión que ha habido en el verano, nosotros, el Coordinador Nacional que funciona, también, aprovecha la reunión y hace una parte para tratar el tema de Montevideo y funciona también como coordinador, aunque hay una comisión ahora instalada que funciona en otros horarios sobre temas más bien de campañas. De todos los temas de campaña, se está tratando, ya ha habido varias reuniones. En esa comisión está el compañero Gustavo López y otros compañeros.
Nosotros lo que habíamos visto en este caso era que, luego de la parte formal e institucional de la convención, luego de proclamados los candidatos, íbamos a pasar a funcionar como plenario departamental de Montevideo. Un plenario departamental de Montevideo de militantes y adherentes de la Unidad Popular.
O sea que, supongamos que la primera parte va a ser de 15 a 16 horas, digamos que termina a las 4.00, bueno, tomaremos un refresco y a las 5.00 empezamos con la parte de definición del programa de Montevideo.
O sea, esto es muy importante, porque hace a mejorar ya una herramienta bastante buena, importante y trabajada que fue el programa 2009 de la Asamblea Popular que se tomó como base, ya han venido importantes mociones que ya están relativamente ordenadas. Ahora el 27 se va a hacer una reunión especial de la comisión de programa para sistematizar todas las mociones que hayan llegado.
Hemos extendido el plazo, les decimos a los compañeros que traten de mandar las cosas como moción, Mándelas como quieran, si quieren mandar tres páginas sobre la importancia de un tema, bienvenido sea. Pero no podemos hacer mociones tan largas, y menos a esta altura, capaz que en otro momento podemos extractar de aquí y de allá, leerlas detenidamente. Estamos con muchos problemas del tipo institucional realmente, de cumplir con los papeleos, con las formas, con un montón de cosas, las cartas estas de renuncia, en fin. Y fijar todas las cosas que tú leías, en cuanto a los problemas a nivel nacional que tiene toda esta cuestión.
Entonces, los compañeros todavía están a tiempo de mandar.

DM: ¿El que tenga una propuesta a dónde la tiene que mandar?

RC: Y, a través de los partidos, por correo electrónico, a los compañeros, en el local de la Asamblea Popular, con Gustavo o con quien sea, se lo pasan a la Comisión de Programa, lo que sea. Ustedes hagan llegar eso, en formato moción, y el 27 todo ese material cierra y queda organizado para presentar el 31.

DM: Bien.
El último tema que quería tratar con ustedes es sobre la Comisión Parlamentaria o el equipo que va a acompañar a Eduardo en el Parlamento. El 15 de febrero comienza la actividad parlamentaria.
¿Qué se puede esperar que ocurra en los primeros días, en los primeros meses? ¿Cómo va a ser la dinámica de estos primeros tiempos?

ER: El miércoles nos reunimos por primera vez el conjunto de equipo de trabajo en la bancada. Fue una reunión de instalación de este grupo de trabajo. Estuvimos viendo temas que aparecen como prioritarios en la acción nuestra. Obviamente la Ley de Presupuesto va a ser un eje que atraviesa todo este año hasta el que viene. Vamos a encarar con seriedad este tema, a estudiar, a contactarnos con los trabajadores, con la gente que va a estar involucrada directamente en las batallas que podamos dar. Quedó un equipo trabajando en esto.
Después, bueno, compañeros que asumieron el seguimiento de los distintos temas que están planteados, no agotamos todos los temas. Nuestra idea es que podamos estar con todo el equipo presente en todas las comisiones que funcionan, no hay ninguna que no sea importante, por lo menos para recabar información.
Pero transporte, tenemos una propuesta para reactivar el ferrocarril en manos del Estado, tenemos que estar en transporte. Vivienda y medio ambiente, ordenamiento territorial, medio ambiente es un tema eje. Seguridad social, no hay tema en que nosotros no tengamos propuestas y que no tengamos cosas para plantear, para decir y para dar una batalla.

DM: ¿Es distinta a las que proponen los otros?

ER: Es que el gran trabajo nuestro va a ser que vamos a estar prácticamente siempre, espero que no, creo que en algunos temas vamos a quebrar el bloque monolítico del neoliberalismo porque hay mucha presión también.
Por ejemplo, yo estuve en Artigas, se nos acercaron vecinos que están en el barrio donde se instalaron 3 molinos de arroz, con bruto problema de contaminación, y nos decían los vecinos, bueno, acá los 3 diputados que hay están comprometidos con este tema. Bueno, vamos a verlos, ahí podemos constatar en la práctica si sobre ese tema esta gente va a echar para adelante.
Pero vamos a estar sí con la responsabilidad de levantar un proyecto alternativo en cada tema.
O sea que quedamos de volvernos a juntar la primera semana de febrero que esperemos tener ya adjudicado el despacho, los dos despachos que nos corresponden, el de la bancada y el del diputado, para poder generar allí un ámbito de trabajo.
Fuimos muy enfáticos en esta reunión en afirmar dos o tres conceptos. Primero, la bancada es un grupo de trabajo que expresa la unidad de la Unidad Popular, los debates y las diferencias se resuelven en la dirección de la Unidad Popular, lo que allana mucho también el nivel de trabajo que vamos a tener ahí.
Y segundo que vamos a dar una batalla para no transformar a la bancada parlamentaria en el centro de la Unidad Popular, por lo que hoy yo decía, nuestro proyecto, nuestra concepción de la lucha, si la resumimos en una bancada parlamentaria, morimos ¿verdad? es muy cortita. La bancada parlamentaria tiene que ser una herramienta del conjunto de la lucha de la Unidad Popular y esa va a ser un poco las dos cosas que van a estar persiguiendo nuestro trabajo allí en la bancada.

RC: Una cosita sobre los proyectos que se van a lanzar, yo creo que hay un material básico que el que quiera saber qué es lo que se va a plantear, allí no tiene un formato de ley pero el nivel de generación de insumos que tuvo este Programa, el desarrollo que tuvo, la especialización en algunos temas, todo eso creo que acerca, facilita mucho.
Hay temas que están muy bien tratados, otros más o menos, pero acerca mucho a lo que tiene que ser la propuesta final.

DM: Les agradezco mucho que hayan estado por acá.

ER: Saludos a toda la audiencia.

RC: Gracias a ustedes.

Nota de Redacción

(*) A continuación compartimos la nota que el Coordinador Nacional de la Unidad Popular envió al Dr. Tabaré Vázquez en respuesta a su propuesta:

Montevideo, 22 de Enero de 2015

Sr. Presidente Electo
Dr. Tabaré Vázquez
El Coordinador Nacional de la Unidad Popular, reunido en el día de ayer, para considerar las propuestas por Ud. realizadas a nuestra delegación, en la reunión del pasado lunes 19, ha resuelto:
1) Que la convocatoria a la Unidad Popular-lema Asamblea Popular, representa un reconocimiento al papel de nuestra organización en la vida política del país y en el desarrollo del proceso de lucha de nuestro pueblo. Es también un reconocimiento al esfuerzo y compromiso de cientos de militantes y miles de votantes, que conquistaron la representación parlamentaria de la Unidad Popular.
2) Que valoramos como positiva la voluntad expresada por el Presidente Electo de mantener una permanente comunicación con la oposición, más allá de las diferencias políticas en el tratamiento de los grandes temas del país.
Toda iniciativa que apunte a fortalecer la soberanía nacional, la defensa y fortalecimiento de los entes públicos, contra las privatizaciones y las tercerizaciones, a la defensa de los derechos humanos y a la lucha en contra de la impunidad, a la defensa de la tierra, el agua y el medio ambiente, a la lucha por el salario y las jubilaciones dignas, con un piso de media canasta familiar, contra las AFAP, a la defensa de la educación y la salud públicas, encontrará el apoyo de la Unidad Popular.
De la misma manera que todo proyecto o iniciativa que apunte en un sentido contrario nos encontrará como siempre en una oposición firme y clara.
3) En cuanto al ofrecimiento realizado al conjunto de la oposición para ocupar cargos en la dirección de Entes Autónomos y Organismos Descentralizados, para participar de esa forma en la gestión del gobierno que Ud. presidirá, el Coordinador Nacional de la Unidad Popular ha resuelto declinar dicha propuesta.
Tal como lo expresamos en la reunión del pasado lunes, el doble discurso no es parte de la práctica política de la Unidad Popular. Son claras para todos las características contradictorias que existen entre el proyecto político que su gobierno se propone implementar, continuando y profundizando el modelo vigente, con el proyecto político y el modelo de sociedad por el que luchamos desde la Unidad Popular. Estas contradicciones hacen inviable que desde la Unidad Popular participemos, tal como se propone claramente en el documento que se nos entregó, de la gestión de su gobierno.
Desde nuestro lugar en el Parlamento ejerceremos el rol de contralor y de control de la gestión del gobierno, como así también desde ese ámbito y el de la lucha social impulsaremos las propuestas y proyectos que representen los intereses de nuestro pueblo y en cercanía con las organizaciones del mismo.

Atentamente:
Por el Coordinador Nacional de la Unidad Popular,

Eduardo Rubio Gustavo López Ricardo Cohen


tomado de: http://www.radio36.com.uy/entrevistas/2015/01/27_/coordinador_up.html


viernes, 2 de enero de 2015

Uruguay ALIANZA DEL PACIFICO EN LA AGENDA

Aníbal Garzón (analista internacional español) plantea la división de nuestro continente en dos modelos: uno conformado por países partidarios de la extensión del modelo neoliberal, bajo el dominio de los Estados Unidos como potencia hegemónica, agrupados en el regionalismo abierto, y el otro constituido por aquellos países que buscan consolidar su autonomía e independencia nacional, a los cuales agrupa en el regionalismo estratégico. Ambos modelos -regionalismo abierto y estratégico- se encuentran en pugna y poseen esquemas regionales de integración antagónicos.
Los del regionalismo abierto defienden esquemas de integración como: La CAN, los tratados de libre Comercio (TLC), ahora la Alianza del Pacifico, etc. Asimismo los agrupados bajo el regionalismo estratégico plantean que la integración es viable a través de esquemas como la UNASUR, MERCOSUR y el ALBA, entre otros.
¿QUÉ ES LA ALIANZA DEL PACÍFICO?

Amliar: http://contratapapopular.blogspot.se/2014/12/alianza-del-pacifico-en-la-agenda.html


LA LARGA MARCHA AL SOCIALISMO. ANTE EL PROGRESISMO Y EL ULTRA-IZQUIERDISMO

viernes, 26 de diciembre de 2014


 (Artículo de Julio A. Louis con comentarios míos en rojo para abrir la discusión)

“La historia, implacable degolladora de sueños, solo realiza lo que es posible” (Enrique Broquen, maestro argentino de la generación de los 50 de Uruguay, en “Nosotros y nuestras circunstancias”, Revista “Nuestro Tiempo”, No.7, diciembre de 1960).
1. Abordaje de las contradicciones
La clase trabajadora, su intelectualidad y el bloque político-social popular y alternativo de Nuestra América, necesitan aventar idealizaciones “azucaradas” y “avinagradas”. Ni Nuestra América es ejemplo de un proceso nacional y socialista realizado, o ni siquiera en avanzado proceso de realización, ni son admisibles las exigencias “radicales” de soluciones socialistas inmediatas, alejadas de las posibilidades emanadas de la lucha de clases (a escala mundial, regional y nacional), de la lucha antiimperialista y de la madurez alcanzada por la clase trabajadora y sus aliados cercanos. Para obtener las soluciones que contemplen los deseos y necesidades de nuestros pueblos no alcanza el mentado “progresismo”. A la vez, hay que esclarecer que algunos “radicales” locales y escasos intelectuales extranjeros -como James Petras- critican desde un pedestal que ignora la lucha de clases concreta, la que se dirime en alianzas complejas, contradictorias, y a la vez ineludibles en ciertos períodos, como el vivido en estos años. ((Bien, acá hay un aspecto a profundizar. Podemos estar de acuerdo en la necesidad de alianzas complejas, contradictorias, y tal vez ineludibles, pero hay que establecer en concreto de que alianzas, con qué objetivos, cuáles son los límites, etc. Porque en toda alianza, uno cede en algunas cuestiones, y si hay algo en lo que no se debe ceder es en los principios. Y sin duda los objetivos también deberían marcar los límites. El FA, por ejemplo, fue en sus orígenes una alianza de los trabajadores con las capas medias de la ciudad y del campo e incluso con sectores de la burguesía cuyos intereses eran opuestos a los de la oligarquía y el imperialismo, pero los objetivos eran claramente antioligárquicos, antilatifundistas y antiimperialistas. Sin embargo, esa alianza hoy continúa y los objetivos quedaron por el camino.)) La cuestión no es sólo ver la montaña sino plantearse cómo escalarla. Cuando estamos en los albores de una nueva construcción (`el socialismo del siglo XXI’) no podemos saber todo lo que hay que hacer; pero tenemos que saber todo (o mucho) de lo que no hay que hacer. ((Ese es un buen punto. Luego de estas décadas de progresismo o post neoliberalismo, deberíamos tener bastante claro lo que no hay que hacer.))
El destacado historiador Caio Prado (“Evolución política de Brasil” ) plantea acerca de la independencia de su país que las clases populares no se encontraban políticamente maduras para que prevalecieran sus reivindicaciones ni las condiciones objetivas eran favorables todavía para la liberación económica y social, de lo que emanó la discontinuidad y la falta de rumbo claro. Su reflexión semeja a la de Engels, que asegura que lo peor que le puede pasar a un partido revolucionario es verse obligado a tomar el poder cuando la clase que representa no está suficientemente madura para sostenerlo. ((Si llegamos a la conclusión que lo que dice Engels es correcto...deberíamos de todas maneras intentar llegar al gobierno o al poder sin que la clase esté suficientemente madura?....no estamos condenando el proceso al fracaso y llevando a la clase a una frustración que sabemos se producirá?))Tales reflexiones motivan a hurgar en las debilidades de diversos regímenes de Nuestra América y a estimular el debate con el fin de evitar que los procesos transformadores se empantanen y devengan en nuevos regímenes derechistas, fuertemente influidos por el imperialismo norteamericano, tendencia dominante en Paraguay y -salvo Ecuador en los países del Pacífico, Chile, Colombia y parecería ser Perú.
Si nos basamos en los fundamentos teóricos del materialismo dialéctico (el marxismo) debemos reconocer que el proletariado, agente principal del proyectado mundo socialista ((acá mis dudas son existenciales y ya más sobre ideología, pero es algo que me preocupa; ¿es realmente el proletariado el agente principal del cambio?...no será que el agente del cambio es el hombre con conciencia revolucionaria, sea éste proletario, obrero manual, estudiante, campesino, trabajador independiente, científico o lo que fuera, incluso hasta burgués?). Hasta donde yo se ni Marx ni Engels ni Lenin, ni Fidel (por dar algunos ejemplos) eran proletarios)), ha sufrido un proceso de fragmentación producido por las transformaciones del capitalismo y una crisis ideológica profunda al esfumarse los principios que “determinaban” (sí o sí) el triunfo socialista enancado en el poder de la Unión Soviética. La debilidad actual del proletariado –o más ampliamente, sin mayores disquisiciones, de la clase trabajadora- se expresa en la inmadurez de su conciencia (no revolucionaria), en la inconsistencia de sus organizaciones sociales, en la debilidad de sus expresiones políticas (partidos de clase muy fragmentados, penetrados ideológicamente por el liberalismo burgués), en el tipo de alianzas políticas concretadas ((¿debilidad actual o histórica?)). Si a esta realidad, se le agrega que en Nuestra América se suman al bloque popular antiimperialista categorías sociales diversas, como las etnias aborígenes (muy importantes en los países andinos) o movimientos defensores de los derechos humanos, del ambiente, de la mujer, de minorías discriminadas (homosexuales, afrodescendientes, etc.), resultan conglomerados contradictorios, de difícil conjunción, de tendencia a la dispersión, bien aprovechada por el enemigo. Los frutos de estos frentes amplios son pasos adelante pero insatisfactorios, expresados por los gobiernos progresistas. Ante ello la posición revolucionaria se aparta del izquierdismo infantil- que acusa a todos de traidores y falsea hechos - como Petras para “demostrar” sus posiciones *- para investigar las correlaciones de clases a nivel nacional, regional y mundial, y hacer avanzar a la clase, a partir de la comprensión de su estado de situación concreta.
. * Petras en “América Latina: movimientos, cambios y gobiernos de centroizquierda”, Monte Ávila Editores Latinoamericana C. A., 2008 estampa estas groseras inexactitudes. En la página 84: “En 2006, Uruguay firmó unos acuerdos bilaterales sin precedentes: uno de libre comercio y otro sobre bases militares de Estados Unidos en territorio uruguayo”. En la página 92: “En Uruguay, un régimen de ex izquierdistas ha firmado un nuevo acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y consiente una base militar de entrenamiento.”
El materialismo dialéctico se basa en la metodología inductiva-deductiva, que constantemente va de lo particular a lo general y de lo general a lo particular. Una de las incomprensiones más frecuentes –del reformismo y del ultra-izquierdismo- es prescindir de esta metodología. Analizar la situación histórica concreta, la gama de contradicciones, es lo que permite captar la realidad en su conjunto, relacionando diferentes aspectos entre sí. El sistema capitalista dominante tiene como contradicción social fundamental, la lucha entre dos clases antagónicas: la burguesía y el proletariado (en la actualidad, más genéricamente, los trabajadores asalariados) ((de acuerdo, es la contradicción fundamental, pero ¿no falta también hablar de otras contradicciones existentes dentro de cada una de esas clases antagónicas? ¿no existen a veces contradicciones entre los distintos tipos de trabajadores, y también entre las distintas expresiones burguesas?)). Esa contradicción, a su vez, se manifiesta en una gama de contradicciones: entre la burguesía y el proletariado en las metrópolis, entre la burguesía y el proletariado en los países dependientes, entre la burguesía imperialista y el proletariado de los países dependientes, etc. La contradicción burguesía imperialista y sus aliados versus clases populares de las naciones dependientes es hoy la principal, porque su dilucidación facilita más que otras la resolución de las restantes. Esa zona de conflicto es la caliente, la zona de las tormentas.
Sólo investigando esa compleja trama de contradicciones, podremos concluir si las clases populares conquistarán gradualmente sus aspiraciones, o deberán recurrir a revoluciones. T.23 de Obras Escogidas. Páginas 148-149) Tampoco corresponde el “radicalismo” de exigir propuestas extremas, la “revolución ya o nada”, acusando de enemigos a quienes no las acompañan, actitud de sectas aisladas que recitan fórmulas vacías. Nadie que no sea un desequilibrado se introduce en la “vía más dolorosa” de la Revolución si se puede avanzar en los marcos del sistema. Pero debemos saber que el camino de las revoluciones se inicia cuando se cierran los senderos que posibilitan las transformaciones en beneficio de las mayorías. Avancemos por el camino de las reformas todo lo que se pueda, sabiendo que el imperialismo y sus aliados cerrarán esa vía siempre que también puedan (Honduras y Paraguay recientemente). Por lo tanto, las clases, sectores, fuerzas partidarias e individuos ubicados en la vanguardia ideológica y política deben bregar por profundizar las transformaciones que transitan al socialismo ((Esto es correcto; en el caso de Uruguay, no existen transformaciones que transiten hacia el socialismo, sino todo lo contrario, las transformaciones son hacia la profundización del capitalismo (gran concentración y extranjerización de la propiedad de los grandes medios de producción como la tierra y las cadenas industriales). No puede estar hablando del caso uruguayo, supongo)). Lo contrario equivale a cavarse la propia fosa. Lo ha sufrido el pueblo chileno con los gobiernos de la Concertación, el “modelo” de los Astori, Tabaré Vázquez y otros reformistas.
Si debemos combatir esa visión “pragmática”, conducente a la derrota, no es menos cierto que debemos combatir la ultra-izquierdista. Para James Petras “Los nuevos programas de centroizquierda de Lula, Kirchner y Morales son en realidad la nueva cara de la derecha neoliberal” (Ibidem, página 130). Petras se retroalimenta con la autodenominada “izquierda auténtica” del Uruguay y de otros países. Su estrategia se opone frontalmente a los gobiernos progresistas, que en tanto “cara nueva” de la “vieja derecha” es urgente desenmascarar y derrotar, prefiriéndose el retorno de la más conocida cara vieja. Los “auténticos” saben que no tienen incidencia de masas mientras subsistan los gobiernos progresistas, porque aquéllas valoran las transformaciones en materia de empleo, salud, vivienda, alimentación, pobreza. ((Bien. Dos cosas: 1) la cuestión es dilucidar si es cierto o no que los gobiernos progresistas son la “cara nueva” de la vieja derecha (un neoliberalismo tuneado, o algo así); 2) el hecho de que las masas valoren las transformaciones en materia de empleo, salud, vivienda, alimentación, pobreza, etc, implica que automáticamente los revolucionarios “deban” apoyar a los progresistas? O solo deben apoyar las reformas (para no quedar aislados de las masas) mientras simultáneamente desenmascaran el fondo de la cuestión?))- Desconocen que Lenin rebatía a los comunistas “de izquierda” británicos la postura “sin compromisos” frente al naciente Partido Laborista que enfrentaba a los liberales y conservadores, señalando que del hecho que la mayoría de los obreros esperara resultados positivos de ese Partido, obligaba a los comunistas a ayudarlo a vencer: “Proceder de otro modo significa dificultar la obra de la revolución, pues si no se produce un cambio en las opiniones de la mayoría de la clase obrera, la revolución es imposible, y ese cambio se consigue a través de la experiencia política de las masas, nunca con la propaganda sola.” (“La enfermedad infantil del ` izquierdismo ´ en el comunismo” 1920. Ediciones en Lenguas Extranjeras. Pág.78). ((Si los comunistas apoyan a los laboristas porque los obreros esperan resultados de ese Partido; y si con ese apoyo ganan los laboristas, y después los laboristas llevan a cabo políticas ajenas a los intereses de los obreros, ¿cómo quedan los comunistas ante las masas a las que llevaron a ese punto? Ese es uno de los temas centrales en el caso uruguayo. Se puede comprender perfectamente que negar o ponerse en contra de la baja de la pobreza, de la recuperación salarial, de ciertos logros de los gobiernos progresistas nos aísla de las masas, pero también nos aísla el hecho de apoyar a gobiernos que extranjerizan la tierra y la concentran en pocas manos, apoyar a gobiernos que primarizan la economía y que traen los extractivismos contaminantes como la minería a cielo abierto, el fracking, etc...¿Cuál es el término medio?..si es que lo hay...A qué se refiere Lenin?))
En cambio, al estilo de Stalin -que acusaba a la socialdemocracia de ser la cara izquierda del fascismo mientras éste avanzaba- los “auténticos” atacan las experiencias progresistas, desconociendo la realidad contradictoria y el estado de conciencia de las masas y de la clase, automarginándose en pequeños cenáculos sectarios, cuya prédica hiper-revolucionaria hecha nafta al fuego de la reacción.
Compartimos con Emir Sader (“El nuevo topo. Los caminos de la izquierda latinoamericana”. Siglo XXI Editores) que la estrategia correcta es la alianza con las fuerzas avanzadas de esos gobiernos y de esas coaliciones amplias ((Y bien....cuáles serían esas fuerzas avanzadas en los gobiernos del FA?....lo es el Partido Comunista, que votó el envío de las tropas a Haití, que apoyó la megaminería y el proyecto Aratirí, que promovió exultante la candidatura de un Tabaré Vázquez? Lo es el grupo de militantes que logró reunir Constanza Moreira? Cuál es el proyecto avanzado de Moreira, que también apoyó el proyecto Aratirí o promovió el desconocimiento de resoluciones del Plenario Nacional y que ahora también apoya a Tabaré Vázquez y su futuro ministro de economía Danilo Astori? No me refiero a Vázquez y a Astori porque las personas sean lo importante, sino porque representan una forma de pensar totalmente contraria a lo que uno supone fuerzas avanzadas))., promoviendo la radicalización viable de los procesos y principalmente, la articulación con las experiencias de Nuestra América, tanto de los países del ALBA como de un MERCOSUR que parece erigirse en una fuerza antiimperialista de efectiva proyección.
Pero si la política de los gobiernos progresistas está plagada de contradicciones (reflejo de la presencia de grandes masas detrás) ((No entiendo bien a qué se refiere Julio con que las contradicciones son reflejo de la presencia de grandes masas detrás; no será que justamente las contradicciones se producen por la falta de grandes masas detrás? Porque si hay grandes masas (masas conscientes, claro) detrás, las contradicciones se resuelven de inmediato)) la política de Petras y de los “auténticos” refleja no menores contradicciones, con la diferencia de que en ellas las masas están ausentes.
Dice bien Petras “Aquí enfocamos cuatro niveles de análisis del cambio y la continuidad socioeconómica. En el nivel más fundamental nos referimos a los cambios en las relaciones de propiedad y de clase, la propiedad –pública, privada o extranjera- de sectores económicos estratégicos; la distribución de las rentas y los recursos; la ideología y las políticas aplicadas; la protección medioambiental y el saqueo de los recursos naturales. La política exterior y los
alineamientos internacionales a favor o en contra del imperialismo constituyen un primer nivel a tener en cuenta.” (Obra Citada, página 10; los subrayados pertenecen al autor de este análisis).
Otros niveles a considerar son económico-sociales, político institucionales, ideológico-culturales.
Podríamos pensar que de acuerdo a la teoría de Petras los “auténticos” de Uruguay estarían muy satisfechos con las cumbres del MERCOSUR y de UNASUR, en las que se suspendió al gobierno golpista de Paraguay y se ingresó a Venezuela. Sin embargo la cortedad de miras esa sí, es auténtica. El diario “La Juventud” (4 de julio de 2012) titula arriba de una gran foto de las presidentas de Argentina y Brasil: “Acercamiento que enoja al Imperio”. Y subtitula “EEUU y Europa nos siguen considerando su patio trasero”. Más aún: “El economista José Antonio Rocca dijo que la entrada de Venezuela al MERCOSUR abre grandes oportunidades de que el MERCOSUR se convierta realmente en un freno a la base imperialista de la región.” (nota de tapa). ¡Qué bueno! Pero el elogio a las presidentas de Argentina y de Brasil se convierte en crítica cuando se trata del Presidente de Uruguay. Así, en la página 5 se titula: “Esto que ocurre en el MERCOSUR despeja dudas”. El sub-título es: “América Latina movilizada, Uruguay mirando hacia el norte”. Más abajo abunda: “El papel de los gobiernos uruguayos ha sido retardatario, al servicio del imperialismo, a favor de los TLC” dijo Rubio. “Venezuela solo les sirve para pedirle plata, para pedirle petróleo y no pagárselo”, dijo el dirigente del Movimiento 26 de Marzo.
Mujica se regocija pues “en esta América empezamos a encontrarnos, existe una voluntad política de integración como nunca tuvo globalmente América del Sur” (“La República”, 2 de agosto). Chávez opina que se abre “un nuevo período de aceleración de la historia” de “cambio histórico, geográfico y geopolítico” (ibidem). Ambos mandatarios se abrazan y elogian. Mujica es duramente criticado por la derecha por “entregar” la soberanía nacional a Argentina, Brasil y Venezuela. Venezuela y Uruguay suscriben diferentes acuerdos (uno es el pago adeudado del petróleo) pero los “auténticos” lo ignoran.
2. Ofensiva neoliberal y progresismo
Quienes valoramos que la lucha de clases es el motor de la historia y que en ella están sus claves interpretativas, debemos analizar el estado de esa lucha de clases en las tres formas en que se manifiesta: económica, política e ideológica, especialmente durante el último cuarto de siglo.
El ´socialismo real’ cae y el capitalismo se reestructura aplicando la orientación neoliberal, que significa mayor centralización del capital, concentración de la riqueza y aumento de la desigualdad y la miseria para las grandes mayorías. El proceso implica la recomposición profunda de la clase trabajadora, afectándola en su articulación, en su unidad, en su transmisión de ideas. La nueva estructura económica debilita a la clase trabajadora y a las populares en general, a escala mundial, regional y nacional.
El neoliberalismo comienza a implementarse con Pinochet, prosigue con los gobiernos de Thatcher y Reagan y se generaliza al tiempo que se desarticula el ´ sistema socialista’. En la ofensiva de los años 90, las Fuerzas Armadas del Cono Sur sudamericano son los garantes de la subordinación al imperialismo norteamericano, merced a las dictaduras de la Doctrina de la Seguridad Nacional, coordinadas por el Plan Cóndor para la represión. Pero aún después de este período, el imperialismo perdura en su agresividad, manifestada en intervenciones que se burlan del derecho internacional, guerras -directas o indirectas- contra los pueblos de Afganistán, Irak, Palestina, Libia, Siria, etc. A pesar de lo cual el capitalismo no evita que sus crisis se profundicen y sufra hoy una generalizada.
La hegemonía ideológica de la burguesía imperialista, expuesta con la afirmación del ´fin de las ideologías’ de Fukuyama, se fortalece con el control férreo de los medios de comunicación masivos, capaces de proyectar hasta noticias comunes con un fuerte basamento ideológico defensor del sistema.
¿A qué se denomina “progresista”? El término ha tenido diversas aplicaciones históricas. Por ejemplo, se le ha calificado así a un partido liberal español, cuya mira era el desenvolvimiento de las libertades públicas; o en Uruguay, al batllismo. En el presente continental, la acepción se refiere a los gobiernos que proceden de la izquierda, de los movimientos sociales, o agrupan al pueblo en derredor de figuras carismáticas (Uruguay, Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Venezuela, etc.). Todos surgen después que se ha pasado del escenario mundial bipolar (EE. UU.-
URSS.) al unipolar (EE. UU.) y del modelo capitalista keynesiano al neoliberal, modelo nacido en Chile. Es en el Cono Sur, donde el neoliberalismo más ha gravitado, que los gobiernos que le suceden –frutos de amplias alianzas de clases e influidos o dirigidos por sectores burgueses- gestan una convivencia contradictoria entre la aceptación de pautas neoliberales (respeto a la propiedad privada, a los privilegios y el estilo de vida de los burgueses, no contravención de conceptos ideológicos del gran capital, no modificación de la constitución ((y no modificación de ninguno de los instrumentos creados por el neoliberalismo, mantenimiento de ley de zonas francas, de forestación, tercerizaciones, etc.)) con orientaciones sociales, democráticas, laborales, de derechos humanos, en beneficio de los más necesitados, logros significativos para los trabajadores, pequeños propietarios y segmentos marginados de la sociedad.
De allí que en una coyuntura favorable para los precios de la producción exportada se ha dado la extraña combinación de que los privilegiados nunca han ganado tanto y que los desheredados han mejorado mucho su nivel de vida. Híbrido insostenible con el avance de la crisis capitalista en la región. Ante tal situación, cualquier análisis unilateral lleva a un callejón sin salida.
3. La reconstrucción en retirada
En términos ideológicos, políticos y sindicales los trabajadores y las clases populares -y las izquierdas, sus expresiones- se han batido en retirada y recompuesto en medio de contradicciones agudas. La superación de los fracasos del pasado y del presente exige enfrentar las visiones dogmáticas y especialmente las liberales ((de acuerdo, nada de dogmatismos)). En el Frente Amplio de Uruguay, bajo los liderazgos de Líber Seregni y de Tabaré Vázquez, se realiza un Congreso ideológico (el ´Tota Quinteros’ del 2001) con dirigentes que estimulan la derechización, y que intentan hasta cambiarle su bandera y denominación. Bien le cabe a ésa y a otras fuerzas políticas la afirmación de Perry Anderson en referencia a la izquierda francesa: “Y cuando por fin la izquierda llegó al gobierno, había perdido la batalla de ideas”. (Sader, ibidem, página 92). Pero en las marchas y contramarchas, la batalla de ideas renace y vuelve a ocupar primeros planos.
En Uruguay la acción de la dictadura militar y de los gobiernos neoliberales colorados y blancos, más la adquisición de mayor conciencia de clase, conducen a las masas al Frente Amplio.
En países hermanos también a las dictaduras de la Doctrina de la Seguridad Nacional y a las democracias tuteladas por las Fuerzas Armadas de signo neoliberal, le suceden expresiones semejantes: el Partido de los Trabajadores de Brasil, el neo-justicialismo en Argentina, la Concertación en Chile, el Movimiento Al Socialismo en Bolivia, el Movimiento de la Quinta República en Venezuela, etc. Si se ejemplifica con Uruguay, los antiimperialistas o socialistas –salidos de las cárceles, des-exiliados o provenientes de la lucha clandestina- bajo el régimen de la democracia tutelada desde 1985, se reincorporan a la lucha en esa legalidad para insertarse en profundidad en el pueblo, con inmensas dificultades y limitaciones: la represión intacta, la fragmentación del proletariado y el retroceso ideológico y político gestados durante la dictadura fascista, que entre otras cosas, impide la transmisión intergeneracional de experiencias. Y de esas condiciones, con particularidades distintas en la región, se logra el acceso a los gobiernos de movimientos policlasistas, heterogéneos ideológicamente, con agudas contradicciones.
4. El poder
“Se dice que el gobierno no es el poder. ¿Y qué es el poder?” ha preguntado Mujica. El poder tiene diferentes componentes: el gobierno, el régimen, el Estado, y los organismos supranacionales.
Sin distinguirlos se cae en la superficialidad pragmática o en el infantilismo ´ de izquierda’.
El gobierno es el Poder Ejecutivo: el presidente y los ministros. El régimen son las instituciones políticas temporales –electas democráticamente o no, civiles o militares- que elaboran la política: el Poder Ejecutivo, pero también el Poder Legislativo, las Intendencias, las Alcaldías, las Juntas Departamentales, la Corte Electoral, el Tribunal de Cuentas, los Directorios de los Entes.
Por ende, el gobierno es sólo una parte del régimen, por lo que se puede acceder al gobierno sin que éste controle al régimen, como sucede en grados diferentes en Uruguay, en Brasil o en Bolivia, por ejemplo. A su vez, el régimen es sólo parte del Estado, que además del régimen, se compone de las instituciones permanentes: Fuerzas Armadas, Servicios de Inteligencia, Policía, Poder Judicial, Administración Pública. El Estado (globalmente) detenta el poder. El gobierno no impone siempre sus enfoques en el Estado, y suele ser enfrentado por instituciones de éste. Las crisis políticas estallan cuando el régimen, o más limitadamente el gobierno, choca contra las instituciones permanentes, en cuyo caso, o se transforma el Estado (Cuba en 1959) o cae el régimen (Chile en 1973), o simplemente el gobierno (Paraguay en 2012). En suma, el gobierno es al Estado, lo que el volante al auto: lo guía, pero si falla el motor o los neumáticos, el volante por sí solo no garantiza la marcha. Todavía, la institucionalidad del sistema capitalista ha creado organismos que controlan, regentean o mandan sobre los Estados Nacionales, como la ONU, las instituciones financieras de créditos, la OTAN, la OMC, además de las empresas transnacionales. Es el Poder Trasnacional del capitalismo mundializado. Por ejemplo, de acuerdo a las pautas neoliberales a los Bancos Centrales -instrumentos claves para manejar la moneda nacional- se les independiza de los gobiernos, por lo cual el gobernante carece de un estratégico instrumento. En Uruguay, los legisladores del Frente impidieron que prosperase tal autonomía defendida por su Ministro de Economía, acorde con las instituciones financieras.
((El párrafo siguiente es muy importante))
Luchar por el gobierno es un imperativo político y ético. Pero no basta. Nos debemos preguntar: ¿gobernar para qué? ¿Puede un gobierno popular o progresista convivir con instituciones asentadas para afirmar al bloque del gran capital dominante? Los procesos revolucionarios en curso de Bolivia, Ecuador o Venezuela, donde han habido reformas constitucionales, modificando el contenido de clase del Estado (de Estado al servicio de la burguesía, se ha buscado convertirlo en Estado al servicio de las clases populares) prueba que no pueden. En cambio en Chile el gobierno de la Concertación se resignó a administrar el Estado del gran capital, hasta ser barrido por la derecha ante la indiferencia de las clases populares. Destino similar ha tenido el gobierno de Lugo en Paraguay –con apoyo de masas pero sin el poder ni la hegemonía- que fue tumbado aun sin promover reformas radicales, por el mero entorpecimiento a las multinacionales, a los terratenientes y a los planes militares de EE. UU. ((E igual destino podría tener el gobierno del FA por no haber tenido el coraje de emprender el cambio de las instituciones mediante la Convención Constituyente que figuraba en su programa u otro mecanismo)).
En síntesis: el progresismo avanza (sorteando, entre otros, escollos internos) y enfila al socialismo o es barrido por la reacción triunfante abiertamente en Chile, Colombia, Panamá, Costa Rica, Honduras, Paraguay. Los dirigentes progresistas están en la disyuntiva de ser audaces (que no significa ser aventureros) y avanzar en una transición prolongada al socialismo (como Chávez, Correa, Morales) combatiendo a los enemigos de los pueblos, o ser timoratos y desencantarlos ((como en Uruguay)).
En esta América del Sur –a la vanguardia política mundial- se vive la singularidad que las clases dominantes no pueden gobernar ´ como antes’ y que las clases populares acceden a los gobiernos, a través de expresiones políticas novedosas, progresistas, descalificadas como ´populistas’ por los reaccionarios. Pero su incidencia en los gobiernos dista mucho de la conquista
del poder, mantenido por el bloque dominante burgués trasnacional, que se abroquela y defiende con la posesión del dinero, de las armas y de los medios masivos de comunicación. La lucha de clases se traduce en cierto equilibrio, que no es igualdad o empate: la debilidad del bloque dominante se manifiesta en que pierde el gobierno, en tanto que la debilidad de las clases explotadas y oprimidas se expresa en sus marchas y contramarchas, en las dificultades para elegir a sus dirigentes, para defender sus programas, para pasar de la posesión del gobierno a la conquista del poder y a la hegemonía ideológica. Todo análisis que desconozca el estado general de la conciencia de las grandes masas y se centre en explicaciones basadas en las ‘traiciones’ de las dirigencias es seudo-científico, subjetivo, y desvía de las enormes tareas a realizar.
Se trata pues de ganar el poder, de obtener el dominio o la autoridad para revolucionar la sociedad, para enfrentar al sistema. Pero el poder “no se toma” en un acto, como pudo pensarse en la toma de la Bastilla (1789) o del Palacio de Invierno de Petrogrado (1917). Implica una larga, perseverante y sinuosa marcha para su conquista, para lo cual se debe actuar “desde arriba” y “desde abajo”. “Desde arriba” trabajando en el gobierno, las instituciones temporales del régimen, las instituciones permanentes del Estado, las instituciones supranacionales principalmente las de sustento político-ideológico emancipadoras (MERCOSUR, ALBA, UNASUR, CELAC). “Desde abajo” trabajando en las organizaciones populares: partidos, sindicatos, centros estudiantiles, comisiones barriales, cooperativas, instituciones culturales, deportivas.
En síntesis, se debe destruir a los Estados del gran capital desarticulando el poder de las clases explotadoras y erigiendo el poder de las clases explotadas, en vías de emancipación.
5. El valor de la geopolítica
Por otra parte, es esencial considerar la geopolítica en la lucha por el poder, y más en esta realidad de capitalismo mundializado y de primacía del Poder Trasnacional. La geopolítica estudia la influencia de la geografía en la vida y evolución de los Estados, con el fin de orientar su política.
En el caso de Uruguay la base geopolítica de la soberanía pasa por comprender su debilidad, inserto entre vecinos fuertes y en una región de dura pugna entre estadounidenses y europeos, y de reciente influencia de chinos e indios. Uruguay no puede desprenderse de Argentina y Brasil e iniciar un proceso nítidamente diferenciado, a no ser para convertirse en base político-militar del imperialismo. Es el ABC a asimilar de dos siglos de historia. En ese sentido es saludable el giro del gobierno de Mujica respecto al de Vázquez. El presidente ha declarado que las relaciones con Argentina y Brasil son “de carácter estratégico” y ha entablado relaciones directas con el gobierno de Argentina con vistas a mejorarlas, anticipándose al fallo del Tribunal de La Haya al que apelaron ambos países, a raíz de la planta procesadora de pasta de celulosa en el río Uruguay, la de Botnia- UPM. Mujica se ha apoyado y apoya a Lula y a Dilma, lo que es decir a Brasil, como potencia líder regional. Ha pasado de la crítica al MERCOSUR a plantear que debemos estar unidos “hasta que la muerte nos separe”. El enfoque de Patria Grande, ha sido manifestado desde los primeros viajes oficiales, primero a los vecinos, luego a Chile -durante la asunción de Piñera- a Bolivia, y a Venezuela para sellar diversos acuerdos y apoyar activamente los procesos de integración del MERCOSUR y UNASUR, la recuperación de URUPABOL (Uruguay, Paraguay, Bolivia) y mantenerse como observador en el ALBA. Pero cuando Mujica ha dudado –llevaba una postura timorata a la Cumbre de Mendoza (2012), reflejada en las opiniones de su Canciller- la visión de las presidentas de Brasil y de Argentina, le ha alineado con firmeza. “La política exterior y los alineamientos internacionales a favor o en contra del imperialismo constituyen un primer nivel a tener en cuenta.”. Como bien lo ha dicho, Petras debería tenerlo presente y asesorarse con informantes calificados y honestos.
Coincidimos con Sader: “América Latina fue el laboratorio de las experiencias neoliberales: el modelo nació aquí, y aquí se propagó y asumió sus formas más radicales. Por esa razón, el continente sufrió los efectos más adversos del neoliberalismo y pasó a ser el eslabón más débil de la cadena, en el que proliferaron una gran cantidad de gobiernos elegidos con espíritu de rechazo al neoliberalismo, a contramano de las tendencias mundiales.” […] “El período al que asistimos se caracteriza por la pérdida de legitimidad de los gobiernos y de los modelos neoliberales, pero también por las dificultades para construir proyectos alternativos, ya sea por la mencionada fragmentación social, por el consenso conservador que mantiene el predominio del libre comercio en el mundo, o en fin, por el consenso neoliberal.” […] “El futuro de América Latina en la primera mitad del siglo XXI depende del destino de los gobiernos que actualmente protagonizan procesos de integración regional, resisten las políticas de libre comercio de EE. UU. , avanzan rumbo a la construcción de un modelo post-neoliberal, o lo flexibilizan desarrollando políticas sociales contrapuestas a su debilitamiento.” (ibidem, páginas 71-73)
6. La hegemonía
Para asegurar el Poder –y no reiterar lo sucedido en la Rusia soviética- es preciso conseguir la hegemonía. Es decir, el dominio ideológico, la identificación de los interesados –el haz de clases, capas y sectores populares- con el proyecto emancipador socialista ((esto es vital, como dice Andrés Figari: ninguna fuerza política con pretensiones transformadoras tiene alguna perspectiva de serlo cuando ni siquiera es capaz de atraer y de transformar culturalmente a sus propios seguidores.  Porque el problema de cambiar un “país” no consiste como creen algunos en hacer más infraestructuras, producir más bienes o lograr que los pobres desaparezcan;  el problema de verdad consiste en hacer que una parte de los hombres y mujeres de hoy se transformen en otros hombres y mujeres capaces de producir otro mañana.  Es una misión cuasi religiosa, pero si eso se consigue, todo lo demás vendrá por añadidura.)). La hegemonía se obtiene partiendo de la comprensión que en todo movimiento hay sectores avanzados, medios y atrasados; la tarea de los avanzados es arrastrar a los medios y neutralizar a los atrasados para marchar con el conjunto de los interesados. Para prevalecer sobre otros, una clase, un país, una etnia, un partido, una iglesia, etc., se necesita dos instrumentos: el poder y la capacidad de convencer, de penetrar con las ideas y valores del sujeto dominante a los dominados, esto es, la hegemonía. Esa capacidad de convicción (hegemonía) reside en parte en el Estado, principalmente a través de la educación, pero además en lo que Gramsci denomina “la sociedad civil”, o sea la red de instituciones culturales, partidos, sindicatos, cooperativas, iglesias, medios de comunicación, etc., representativas del pueblo.
Emir Sader describe una dura verdad: “La influencia ideológica de los Estados Unidos encarna, por el contrario, un caso típico de hegemonía en el sentido gramsciano del concepto, que se refleja en la capacidad de convicción, de persuasión, de fascinación, de adopción de los valores del modo de vida norteamericano. En el caso de las poblaciones pobres, los síntomas de la inducción de los valores estadounidenses son la atracción por el consumo de marcas, Mc Donald´s, Internet (…)” “La utopía son los shopping centers” ((ibidem, páginas 61 y 63).
El bloque dominante impone con el modelo neoliberal y la hegemonía imperial el más grosero individualismo. No considerar esta evidencia conduce a análisis irreales.
Por consiguiente, la cuestión de la hegemonía se relaciona con la cuestión del poder. Trabajar por la revolución, ante todo y por sobre todo en nuestro tiempo, es batalla de ideas, convencer a las mayorías explotadas y oprimidas, educarlas y capacitarlas para llevar adelante los programas que las expresan, sin lo cual la pretensión de “tomar el poder” sería una empresa inútil. No hay hegemonía de una clase u otra categoría social sin que ella apareje la conquista del poder; y no hay poder que valga, si no se afirma en el convencimiento mayoritario de las bondades propuestas por sus detentadores. Por eso el valor de la participación democrática. Y el valor de la imposición de la autoridad. Cuando ésta se ejerce sobreviene la reacción virulenta de la burguesía; por ejemplo, cuando el Estado pauta las directivas de los medios de comunicación, vehículos principales de hegemonía, trasmisores de la ideología alienante del gran capital trasnacional dirigida a embrutecer a las grandes mayorías. También los gobiernos tienen que ejercer su autoridad sin recelos contra los elementos anti-sociales (víctimas del sistema, y victimarios del pueblo) y contra los delincuentes militares o civiles al servicio del gran capital.
En el sistema capitalista –con la burguesía usufructuando de la hegemonía y del poder- la clase trabajadora para conseguir la hegemonía debe prepararse, resistir, afirmar un polo contendor en la batalla de ideas, una contra-hegemonía. Para esa tarea necesita su intelectualidad, que se expresa por sus componentes individuales y de uno colectivo, la herramienta política, el partido.
7. Los intelectuales al servicio de los trabajadores
Con el vertiginoso desarrollo científico-técnico de la civilización contemporánea, los trabajadores tienden a que pese más su actividad intelectual en relación a la manual o física. La clase se eleva en calidad por su nivel de instrucción, capacitación técnica, teórica o cultural. La separación entre trabajador intelectual y manual es cada vez más difusa, porque aún en las tareas menos calificadas la función intelectual se desarrolla. Por el contrario, el abismo es más profundo con los marginados desvinculados de actividades laborales. Pero no todos los trabajadores tienen la función de intelectuales. Éstos son los trabajadores que venden su fuerza de trabajo por un salario, pero que ejercen una función trascendente en la formación y reproducción ideológica.
Los intelectuales se distinguen entre sí en tanto expresan aspiraciones y necesidades de clases o categorías sociales diferentes o directamente opuestas, con el fin de elaborar una conciencia de sí y de persuadir de sus virtudes a otras clases o categorías (etnias, naciones, religiones, etc.). El clero es una intelectualidad superviviente de antiguas clases dominantes, tardíamente avenida en occidente a la hegemonía de la burguesía. La intelectualidad laica fundamenta la estabilidad del orden burgués (hoy trasnacional) en nombre de principios ´superiores’ tales como los de libertad o propiedad, entendidos a su manera. Su presencia es bien considerada en la academia o en los medios masivos de comunicación por su función conservadora o reaccionaria, aunque ninguno de esos intelectuales reconocerá que es un servidor del sistema capitalista, funcional a sus designios.
Distinto es el rol de la intelectualidad al servicio de las clases populares por la finalidad perseguida, puesto que su elaboración ideológica y política trabaja por la contra-hegemonía de esas clases. Por ende, es indeseable para el sistema y molesta, muchas veces, a los dirigentes de su misma clase.
El materialismo dialéctico ha aportado para definir el perfil de este intelectual al servicio de los trabajadores y de sus aliados. Valora que debe inmiscuirse activamente en la vida de su clase o bloque de clases, construyendo, organizando, persuadiendo. Son quienes –expresadas con la palabras y poesía de José Martí- dicen que “con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar”.
Esos intelectuales son filósofos, docentes, artistas, periodistas, profesionales, expertos científicos, técnicos, etc. Mas poseen una concepción que liga la teoría y la práctica (praxis) de modo que les permite pasar toda vez que se les requiere, de la condición de “especialistas” a la de cuadros políticos, entendiendo por tales, como sostuvo el Che, a dirigentes de alto nivel. En síntesis: el intelectual al servicio de los trabajadores y de las clases populares es un especialista en algún área del conocimiento y un político práctico.
8. La herramienta partidaria
Sin embargo, no alcanza con la adhesión individual de intelectuales a la lucha de los trabajadores y de los explotados; es necesaria la herramienta política, que obre como intelectual colectivo. Es el Partido de los trabajadores y del pueblo, compuesto de trabajadores manuales (la mayoría) y de trabajadores intelectuales, así como de personas de otras clases, capas y sectores populares. En Uruguay llama la atención que mientras los sectores liberales y socialdemócratas del Frente Amplio (“apenas progresistas” según Mujica) están unidos en el Frente Líber Seregni, los socialistas y revolucionarios, carecen de organicidad similar ((difícil pa sagitario juntar esas moscas por el rabo)). Se reproduce el cuadro mundial, donde la izquierda muestra confusión ideológica y diversidad política sin precedentes. En Uruguay
esos sectores están dispersos en una gama de organizaciones. Incluso ha habido intentos unificadores, el último de los cuales -la Corriente de Izquierda- llega a ser segunda fuerza en las elecciones internas del Frente Amplio (1997) compuesto de ocho organizaciones, entre ellas, el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros y el Movimiento 26 de Marzo. Al año esos dos agrupamientos se alejan, el primero en pos de alianzas oportunistas con los Saravia y los Semproni, el segundo en actitud seguidista del primero e igualmente oportunista. El resto de la Corriente de Izquierda rápidamente se resquebraja y se marchita, a pesar de su actuación destacada en el Congreso ideológico del Frente Amplio, “Tota Quinteros” (2001).
El juego de alianzas en el Frente Amplio oscila permanentemente, más preocupados los agrupamientos políticos de lo electoral que de los acuerdos programáticos y metodológicos adecuados. Sólo con esa característica se explica el interés por el reingreso a la vida política activa del ex presidente Tabaré Vázquez, probable candidato para un tercer gobierno. Sus propulsores optan por asegurar votos de “centro” a cambio de reeditar claudicaciones gruesas. Vázquez ha sido conductor de la aprobación de un Tratado de Inversiones con Estados Unidos gestado durante la presidencia de Jorge Batlle, ha intentado en vano un Tratado de Libre Comercio con ese país, frenado por la resistencia popular, el Canciller Gargano, el Frente Amplio y los socios del MERCOSUR, Argentina y Brasil. Llega a pensar en solicitar ayuda al “aliado” Bush para enfrentar un conflicto bélico con Argentina. Veta una Ley de Salud Sexual y Reproductiva emanado de su fuerza política, con argumentos contra el aborto que lo alía a la Iglesia Católica y al Opus Dei. Se ha complacido en su alianza con los sionistas. Después de su presidencia, ha colaborado para “limpiarle la cara” al FMI y oficiado de observador en las elecciones dominicanas por la O. E. A.
Todo un currículo que augura a Uruguay (en caso de ser presidente nuevamente) un conflicto previsible con sus socios del MERCOSUR y un acercamiento estrecho con la potencia imperialista.
De todos modos, será con fuerzas socialistas, más los militantes sin partido dispuestos, que deberá construirse un Bloque Socialista, que oficie de intelectual colectivo, de vanguardia, hasta devenir en un auténtico Partido de los Trabajadores. En Uruguay esta fuerza, habrá que construirla en el Frente Amplio y no fuera de él, porque el pez necesita para vivir del agua de las masas y éstas se identifican con el F. A. ((En este punto es donde me cuesta más coincidir con Julio. Es evidente que las fuerzas socialistas para construir ese intelectual colectivo de vanguardia en el FA de hoy en día son absolutamente minoritarias. La prueba más a la vista es que quienes promovieron la candidatura de Vázquez – que el propio Julio condena- fueron la amplísima mayoría de los grupos (sólo no lo apoyaron el PVP y el PST) y que se pudo conformar una corriente opositora unicamente con militantes sin partido y con el apoyo de disidentes de otros. Pero aún si tomáramos como bueno ese agrupamiento, tenemos la paradoja de que, luego de las internas, también ellos apoyan a Vázquez y llaman a votar por él; sabiendo de antemano que incluso el ministro de economía será el propio Danilo Astori, cómplice del TPI y coautor del intento de TLC, y quien bregó inútilmente por la autonomía del Banco Central)).  Las posturas sectarias –cuya mayor expresión es Asamblea Popular- con su ceguera de negar los avances de los gobiernos del Frente Amplio –más allá de sus limitaciones y contradicciones- obran en contra de las aspiraciones y necesidades de las masas, e irritan con sus desplantes e insultos desencajados al pueblo y a la militancia del Frente Amplio. En poco tiempo, han logrado crear una barrera de difícil reversión. ((Esto es cierto, pero no está muy claro si lo que irrita es el estilo o la verdad de la mayoría de las críticas)).
El Partido Socialista Unido de Venezuela parece la principal experiencia continental a considerar, tanto como su propuesta constitutiva de una Quinta Internacional. El proceso venezolano -que no es lineal ni modelo a seguir a pie juntillas- a través de su dirigencia, y en particular de Hugo Chávez, ha comprendido que no puede basar la edificación socialista en liderazgos individuales.
9. Nociones básicas para la construcción socialista
¿Puede lograrse lo que exige el ultra-izquierdismo cuando el proletariado está en reconstrucción, “el campo socialista” ha desaparecido, China se debate entre el capitalismo y el socialismo (según Petras es capitalista), la utopía soñada de vastos sectores populares son los shopping centers, y en los medios masivos de comunicación la procacidad chabacana de los Tinelli y los Petinatti los hace deseados y famosos? ¿Puede un país dependiente abolir la miseria, el analfabetismo, preservar el medio ambiente, lograr la igualdad de género, gozar de la plenitud de los derechos humanos, convertirse por sí mismo en un “país de primera”, eslogan electoral del Frente Amplio? ((Supongamos que no, que no se puede....y entonces?....cuál es la propuesta?....como no se puede entonces nos plegamos a la experiencia progresista aunque vaya en sentido contrario solo porque tiene masas atrás?...si ese argumento era válido en el 71, deberíamos habernos plegado al Partido Colorado o al Partido Nacional de Ferreira Aldunate?)) Incluso, ¿pueden estos logros obtenerse en Estados supranacionales (como podría llegar a ser la UNASUR) o es la República Popular China, en tiempos en que estos Estados Supranacionales deben destinar ingentes sumas a los presupuestos militares contra el intervencionismo imperialista, o enfrentar los efectos del calentamiento global, acelerado por la apetencia de ganancia de los capitalistas?
Los maestros del materialismo dialéctico sostuvieron que aunque la Revolución Socialista sería mundial y sólo se alcanzaría en esa escala, la conquista del poder por la clase trabajadora y sus aliados próximos no podría ser simultánea en todos los países. A partir de esa constatación, debe apelarse a la diferenciación de Lenin entre los conceptos de revolución en sentido amplio y revolución en sentido estricto. En sentido amplio implica transformaciones profundas de las estructuras (económicas, sociales, políticas, culturales) para las cuales el espacio es mundial y el tiempo comprende toda una época histórica. No es ni “acá” ni “ya”. En sentido estricto define la conquista del poder por los trabajadores y sus aliados dispuestos a la construcción socialista; el espacio es nacional o estatal y el tiempo se reduce a un período históricamente breve. En los maestros fundadores la diferencia ni fue considerada porque aún cuando pensaban en la posibilidad de la victoria en tal o cual país –y utilizaran el concepto en sentido estricto- nunca se habían planteado que la revolución quedara aislada en un espacio nacional o estatal por un tiempo prolongado. Sólo Lenin comprende la contradicción que angustia el final de su vida.
En tiempos del capitalismo mundializado o “globalizado” podemos y debemos percibir la diferencia entre ambos conceptos. Cuando Evo Morales, Rafael Correa, Hugo Chávez o los dirigentes cubanos postulan la Revolución Socialista saben que su construcción se realiza en un espacio nacional y estatal limitado, sin ignorar que las economías de sus países siguen siendo predominantemente capitalistas y los nuevos Estados en construcción mantienen fuertes rémoras del pasado burgués. Lo positivo y distintito, es que ellos se orientan ideológica y políticamente a superar al capitalismo ((cuestión que por cierto no está planteada en el Uruguay por el FA)) mediante una prolongada transición socialista, que sólo se sostendrá y afirmará en mega-naciones a construir, hasta que el espacio se vuelva mundial, con aportes mutuos de los pueblos por la vía de complementación productiva, de cooperación científica, de defensa militar, etc. De allí la apuesta a la integración de Nuestra América. Y a favorecer un mundo multipolar que frene el belicismo imperialista.
Para iniciar esa construcción nos parece que las condiciones básicas, simultáneas e interrelacionadas, son el desarrollo de las fuerzas productivas en pos de alcanzar a las economías capitalistas centrales, conservando férreamente la soberanía, e impidiendo tratados de inversiones o de “libre comercio” que subordinen a los estados firmantes a las normativas del FMI, Banco Mundial, etc.; la construcción de bloques supra-nacionales de Estados en relación a los actuales Estados nacionales, que potencien la construcción económica, social, política, militar, cultural, en tanto sean barreras más eficaces contra el poder del gran capital trasnacional; el incentivo a formas diversas de producción social (cooperativas, empresas autogestionadas, comunitarias, micro, pequeñas y hasta medianas empresas); el fortalecimiento de la propiedad y la gestión estatal; el fomento de la planificación local, nacional, regional; la batalla ideológica en pos de una nueva hegemonía, solidaria, socialista; y la promoción de Estados democráticos de nuevo tipo, en manos de las clases populares, tanto a nivel de las decisiones generales como de las particulares, de índole productiva, educativa, social, etc. Eso es iniciar la larga marcha al socialismo, siendo conscientes los trabajadores y explotados que no estamos en condiciones de vencer plenamente, pero sí de ir obteniendo victorias que nos aproximen a la meta final. El socialismo es incompatible con la miseria y con la ignorancia. A no desesperarse, a ser conscientes de nuestras limitaciones, “teniendo en claro que por delante se presenta una etapa lenta, de avance gradual, de resistencia activa. Que como toda etapa de este signo, plasmará en un salto cualitativo, de avance veloz, potente, por la sencilla razón de que el socialismo no está muerto, sigue teniendo razón de ser, y vencerá al capitalismo a través de la revolución. Porque la pauperización se agrava en el capitalismo, sistema, en el cual un niño muere cada dos segundos de desnutrición. Y porque todo nuevo modo de producción portador de transformaciones positivas para las grandes masas, acaba imponiéndose en el curso histórico.” (“¿Restauración capitalista o revolución socialista? Los clásicos, la Revolución Rusa y la vigencia del socialismo”. Julio A. Louis. “Alfaguara”. No.1
Noviembre-diciembre de 1992. Y en “Lenin, la Revolución Rusa y el socialismo del siglo XXI”.
Parte. Editorial ARCA. 2009)
La opción al socialismo ya no es la barbarie como pensara Rosa Luxemburgo sino la extinción de la especie humana.

Montevideo-Uruguay, agosto de 2012
 
tomado de: Ser Aguila:http://contratapapopular.blogspot.se/