viernes, 19 de abril de 2013

Paysandú es uno de los departamentos con la mayor cantidad de tierras vendidas en los últimos 13 años

Rurales | 19 Abr Un relevamiento realizado por la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA), del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, sostiene que en 13 años se vendieron en el país 7.100.000 hectáreas por U$S 9.061 millones, destacándose el departamento de Paysandú como uno de los de mayor cantidad de tierras vendidas.
Los datos fueron presentados por el director de la DIEA, Alfredo Hernández y el técnico Fernando Rincón, quienes establecieron que el valor de la hectárea comenzó a subir en forma ininterrumpida desde 2003, pero a tasas inferiores en los últimos tres años.
Del total de 7.115.000 hectáreas vendidas en los últimos 13 años a un precio promedio de U$S 1.274, operadores aseguran que hay muchas sucesiones y divisiones de predios que aparecen como operaciones nuevas, pero que en realidad es la misma tierra que se vende más de una vez. Es que entre 2000 y 2012 hay cinco departamentos que son donde están buena parte de las tierras de mayor potencial agrícola que concentran el 44% de la superficie vendida.
Lo que más impacta es el aumento de los precios, pues en los últimos 11 años --entre 2002 y 2012-- se pasó de un valor de U$S 385 por hectárea a U$S 3.477, es decir nueve veces mayor. El relevamiento de la DIEA también confirmó un incremento de 9% en el precio promedio de la hectárea el año pasado (U$S 3.477) al comparar con los valores de 2011 (U$S 3.196).
El aumento en el precio se dio pese a que bajó en 10% el número de operaciones y 5% la superficie vendida en 2012, siempre comprado con 2011; la superficie vendida fue una de las menores de los últimos 11 años y alcanzó un volumen similar al registrado en 2002, según la DIEA. El monto total negociado en 2012 fue de U$S 1.167 millones. Entre 2000 y 2012, Paysandú, Tacuarembó, Cerro Largo y Río Negro fueron los que registraron la mayor superficie vendida. De hecho, en Río Negro se vendió el equivalente al 62% de su superficie.
Último semestre
El valor promedio del segundo semestre de 2012 fue U$S 3.522 por hectárea, que representan un aumento de 10% respecto al segundo semestre de 2011, donde había cotizado a U$S 3.205. La DIEA mostró que los departamentos con más superficie vendida fueron Paysandú, Tacuarembó y Treinta y Tres, acumulando ventas de más de 50.000 hectáreas por más de U$S 225 millones (cerca del 25% del monto total de los negocios de compra-venta de tierras).
Los precios promedio más altos correspondieron a Colonia y Río Negro, donde están los suelos de mayor índice Coneat --índice que mide la productividad de la tierra-- y aquellos con mayor aptitud agrícola; los valores fueron U$S 6.272 y U$S 6.060. En el otro extremo y durante el mismo período de la comparación, el precio más bajo correspondió al departamento de Artigas y fue U$S 2.299. En este departamento son campos de piedra, buenos para la cría de lanares y en algunos casos con aptitud ganadera, pero están muy lejos de poder plantarse con granos.
Otro dato que llama la atención es que en el segundo semestre del año pasado, el 68% de las operaciones de compra-venta correspondió a campos de entre 10 y 100 hectáreas, pero acumulan apenas el 14% de la superficie vendida. En el otro extremo, las 14 operaciones con escala de más de 2.000 hectáreas, aportaron el 24% del área vendida y el 24% del monto operado.
Por otro lado, los precios promedio no muestran una asociación clara con el tamaño de los predios vendidos. Sí se destacan los negocios en un rango de 1.001 y 2.000 hectáreas que mostraron el precio promedio más alto: U$S 4.070 por hectárea. Este valor estuvo 16% por encima del promedio general, mientras que los campos de entre 201 y 500 hectáreas se negociaron a un precio promedio de U$S 2.941 por hectárea al año.
La DIEA destacó que cuando se analiza la información abierta por precios de venta, el tramo de precios que va desde U$S 3.001 y U$S 4.000 por hectárea es el que está concentrando el mayor número de negocios --15% del total por más de 47.000 hectáreas-- con un valor promedio de U$S 3.502 por hectárea.
De todas maneras, es claro afirmar que actualmente la oferta es reducida, con un mercado de comercialización de campos que está prácticamente paralizado y escasas operaciones en el mercado.
Algunos operadores sostienen que hay dos fondos de inversión en tierras destinadas a la agricultura y a la ganadería que están por comenzar a operar y, según la visión de varios referentes del mercado, pueden traer consigo un mantenimiento de los precios de la hectárea.

Fuente El Telegrafo de Paysandu, el gran diario del norte: http://www.eltelegrafo.com/index.php?id=73075&seccion=rurales&fechaedicion=2013-04-19

martes, 16 de abril de 2013

URUGUAY DEBERÁ PAGAR ESTE AÑO POR CONCEPTO DE INTERESES DE LA DEUDA EXTERNA SEIS MIL MILLONES DE DÓLARES

Entrevista al economista José Antonio Rocca. Miércoles 10 de abril de 2013.



Chury: José Antonio Rocca, le doy la bienvenida, el gusto de que esté por aquí...
Rocca: Bueno, buenos días. Es un gusto para mí estar aquí.
Chury: Bueno, Rocca, qué cantidad de cosas nuevas que hay y de las antiguas, pero hoy voy a revertir esto y a ponerlo a Rocca como si fuera preguntador y contestador.
¿De las últimas semanas, qué cosas te han preocupado más o te han sorprendido más en cuanto al escenario que habitualmente nosotros ocupamos y hablamos cuando tú vienes a aclararnos una cantidad de cosas? Porque hay montones...
Rocca: Bueno, yo te diría qué cosas no me han preocupado, porque los últimos datos económicos son reamente alarmantes a mi modo de ver...
Chury: ¿Ah sí?
Rocca: Por lo menos los que se difunden menos. Por un lado la deuda pública que el último dato es de diciembre de 2012, pasó entre el tercer y cuarto trimestre de U$S 27.000 millones, lo cual ya es una cifra enorme, a U$S 31.000 millones. O sea que un enorme crecimiento de la deuda pública, que ya es enorme.
Reiteramos siempre este concepto, una deuda pública de U$S 31.000 millones implica que cada familia uruguaya, más allá de sus deuda particulares, está debiendo U$S 31.000 vía Estado...
Chury: U$S 31.000...
Rocca: U$S 31.000 por familia...
Chury: Ah, pero hemos mejorado mucho...
Rocca: Es reamente muy alarmante.
Otro de los elementos es que ya prácticamente todos los indicadores de producción comienzan a mostrar su deterioro. El PBI del último trimestre del 2012 respecto al tercero no creció. Incluso bajó una pequeña décima.
En el primer trimestre del 2013, los poquitos datos que hay sobre el mismo, las exportaciones uruguayas en valores corrientes, en dólares corrientes, sin contar lo que implica el dólar que su poder de compra continúa muy menguado, incluso bajando, bajaron un 13% respecto al 2012. Obviamente la temporada turística marcó un freno, un descenso.
La industria, por lo menos los datos que difunde la Cámara de Industria, los del INE no son tan pesimistas, marca prácticamente un estancamiento industrial durante todo 2012 -respecto al 2011- con descenso de la ocupación industrial.
No hay datos, los últimos datos el empleo son de enero pero el empleo en 2012 a nivel global, no sólo en la industria, se estancó también, bajó incluso algunas décimas, otra de las cosas que tampoco se está difundiendo.
Hay por allí un dato aparentemente positivo, un descenso de la pobreza –según el INE- pero no coincide con la sensación térmica. Es decir, también, primero los datos sobre pobreza se calculan por un método que ya en el mundo se ha dejado de lado, un poco el método de la línea de pobreza, el método del ingreso que se le llama, según el cual si alguien gana $U 8.501 deja de ser pobre y si gana $U 8.499 es pobre.
O sea que se establece una línea del que gana un poquitito más  de esa línea deja de ser pobre...
Chury: $U 2 te pueden separar de la pobreza o no...
Rocca: Cualquier ser racional se da cuenta que es un método totalmente absurdo. Y además se consideran como ingresos en el Uruguay cosas que no lo son, por ejemplo, el derecho a la salud. Históricamente, como lo daba Salud Pública no se consideraba como un ingreso y desde que se hizo la reforma de la salud eso se suma como si fuera un ingreso...
Chury: No me diga que suman la salud pública como un ingreso...
Rocca: Exactamente, con lo cual, claro, desaparecen muchos pobres. No desaparecen en la realidad, en la realidad están allí, y además la salud está cada vez peor.
Pero del punto de vista contable, como los economistas y contadores somos maravillosos para maquillar la realidad con numeritos, se ha creado un mundo de papel que no coincide con la realidad, amén de que obviamente, si no lograron saber durante todo un año cuántos somos en el Uruguay en el INE, fijate vos si van a saber cuántos pobres hay.
Chury: Sí, sería muy difícil...
Rocca: Si demostraron su total incapacidad para saber...
Chury: Porque el censo en realidad fue una aproximación a la realidad y demoró cuánto, bueno, desde que empezó hasta ahora...
Rocca: Claro, no sabemos porque todavía no hemos visto los datos finales, no sé si alguien los vio.
Pero reitero un poco el concepto, demostraron, más allá de su incapacidad, demostraron su desconocimiento sobre la realidad que están analizando, la realidad sobre la que están haciendo indicadores. Por lo tanto reitero el concepto, si no logran saber cuántos somos durante un año, cómo van a saber cuántos pobres hay dentro de ese total. O sea que creo que no da para mucho comentario ¿verdad?
Amén, reitero, de todo el sistema de contabilización en el Uruguay que tiene muchos agujeros, por decirlo así, que tiene muchas deficiencias el sistema de contabilización que utiliza el INE. No sé tampoco la muestra estadística, yo lo que veo es cada vez más gente durmiendo en las calles, cada vez más gente expandiendo los cantegriles o asentamientos.
Por lo tanto, reitero, hay muchos datos preocupantes en la economía uruguaya, amén también de la deuda privada que sigue creciendo en la mayor parte de las familias. El pequeño crecimiento que se viene dando en términos de producción real, de producción material es sobre la base del consumo basado en el crédito, un crédito que crece también en forma alarmante porque el crédito por el otro lado es deuda de la gente.
Y si ya estábamos preocupados, y decíamos que estábamos ingresando en zona de tormenta en charlas anteriores, creo que ya estamos acercándonos al núcleo de la tormenta.
O sea, cada vez es más claro que la economía uruguaya presenta mayor grado de dificultad en todos los planos.
Chury: Aparentemente, y de acuerdo a las coberturas televisivas que hay en los informativos y a los títulos de los diarios, una cosa muy importante para salvar al Uruguay es el cero kilo. ¿Puede ser eso?
Rocca: No, todo el mundo sabe que los grandes contrabandistas no son los que cruzan el puente con un bolsito. Además tenemos todo un sistema de admisión temporaria de productos que es el contrabando legalizado para los grandes importadores, tenemos las zonas francas, o sea que el cero kilo es una parodia...
Chury: ¿Es el tiempo de los free shops?
Rocca: También, pero los free shops ahora posiblemente vendiendo para Uruguay. Es decir, ahora hay, por ejemplo, brasileros que, como para comprar en free shop tenés que tener documento extranjero, que te alquilan su documento para poder comprar en el free shop e ingresarlo después a Uruguay como si fueras extranjero...
Chury: De eso no se habla en los granes medios...
Rocca: Y no, de ese tipo de cosas no se habla. Pero el tema de fondo vuelve a ser el tema de la gran inflación en dólares que hay en el Uruguay, el atraso cambiario que ya creo que es muy evidente respecto a los países vecinos, con lo cual hay un ingreso bastante acelerado de productos desde las distintas fronteras del Uruguay u obviamente el cero kilo no representa prácticamente una solución para nadie.
Y el otro tema preocupante que me estaba olvidando es un poco el verdadero ajuste de salarios que se está procesando. Ya en primer lugar con lo que en su momento denunciábamos como una maniobra. Después prácticamente hasta muchos de los que elogiaron aquello reconocieron que fue una maniobra del Estado con el Índice de Precios al Consumo (IPC) para que los ajustes salariales no se adecuaran a la realidad, amén de la inflación proyectada entre el 4% y 6% para el año 2013 que es ridículo y sobre esas se hacen muchos de los ajustes de salario. Con lo cual las grandes transferencias de ingreso que se están realizando por un lado para los grandes bancos a través de todo el sistema de deuda del Estado, de deuda pública, esas grandes transferencias que se le hacen al sistema financiero alguien las tiene que pagar, y las va a comenzar a pagar los asalariados.
O sea, ya queda claro que en el esquema del gobierno, un poco el costo de esa transferencia, la pagan los trabajadores. Y por ese lado viene también esta especie de congelación salarial que comienza a instrumentarse por diversos mecanismos, por diversas vías.
Chury: Perdón, Rocca, hablaste de congelación salarial, es que estamos en cierne sobre eso ¿no?
Rocca: Creo que sí, creo que en el 2013 difícilmente el salario aumente, aun para las cifras oficiales que ese salario real se calcula sobre un índice de precios que también muchas veces hemos mencionado que no refleja la realidad e la evolución de los precios.
Chury: ¿Ahora, para que haya ajustes salariales o de jubilaciones, por ejemplo, tiene que pasar algo con la inflación, con los índices inflacionarios para que pueda haber un aumento en el transcurrir del año? ¿Cómo es ese mecanismo, la cláusula esa?
Rocca: Bueno, depende del tipo de negociación que haya hecho cada sindicato. Pero en términos generales hay muchos que hacen sobre la inflación futura más un cierto margen de ajuste. Pero esa inflación futura suele ser menor...
Chury: La inflación la controla el gobierno, los índices los controla el gobierno...
Roca: Y los índices los controla el gobierno, claro. Los índices los elabora el gobierno y además los elabora sobre canastas a veces no muy adecuadas.
Y además el otro tema, que creo que es palpable por cualquier uruguayo que lo vea, que muchos de los productos que tienen el mismo nombre que antes no son el mismo producto que antes.
¿A qué me refiero? A que si tú vas a comprar manteca, leche, una heladera o un televisor, no es la calidad la misma. Al que tiene la calidad vieja se le llama premium y tiene un precio mayor, pero el índice se calcula sobre el producto.
Por ejemplo, el asado, el asado actual y el asado de antes no tienen nada que ver pero se sigue llamando asado y el precio sobre el cual se calcula es el del asado.
Entonces, lo que se estima es el precio del producto con el nombre del producto, pero no la calidad de producto. Con lo cual allí hay una subvaloración de los índices de precios que es muy notoria, me parece a mí. Pero todo ese tipo de cosas juegan después cuando la gente va a consumir, se encuentra con precios que no condicen con los datos oficiales.
¿A quién le pueden hacer creer que en todo el 2012 los precios subieron un 7%?
Chury: No, eso no, eso más bien es una broma macabra que se le hace a la gente...
Rocca: Y sobre eso se hacen los ajustes de salarios y sobre eso se calcula el salario real. Por lo cual también, los índices de salario real son otra broma macabra que se le hace a la gente.
Y ni que hablar de lo que otras veces hemos mencionado, tú ya has mencionado, que la gente que está endeudada de más, la tasa de interés que paga y lo que termina pagando por los productos, es mucho mayor de lo que dicen las cifras, porque allí están los intereses de sus deudas y todo otro tipo de factores que encarecen la situación para la mayor parte de la población.
Entonces nos encontramos con un panorama global que continúa siendo muy malo, especialmente para los sectores de ingresos medios y bajos. Obviamente, hay todo un sector de la población para el cual la realidad está muy bien y siguen echando campanas a vuelo, aunque cada vez con menos intensidad porque creo que la realidad está rompiendo los ojos, ya es muy difícil de ocultar.
Chury: A mí se me ocurre una comparación que puede ser disparatada, que es el costo de la vida, el costo para vivir concretamente. A uno ya a esta altura le parece que en este país se está dando el fenómeno de la sobredosis que, o te deja sin reacción, porque no veo que nadie proteste, o te mata.
Rocca: Sí, sí.
Chury: Esa es la realidad, porque no es mentira que uno entre a una, ya no hablo de la gran superficie, hablo de la provisión de la esquina que está en el bario, es decir, aumentos del 20% de un día al otro de los productos. Y cuando aparecen en el INE no subieron...
Rocca: Sí, exactamente. Hay como una disparidad de realidades. Hay un país virtual, un país de papel que por un lado se proyecta y se promueve y se repite, porque uno escucha a todos los miembros del gobierno y todos repiten el mismo sonsonete sobre lo bien que estamos, sobre lo maravilloso que es el país.
Incluso el otro día escuchaba a un senador de la República decir, bueno, estamos muy bien porque la inversión extranjera directa bate todos los records históricos del Uruguay...
Chury: Por favor, he ahí la miseria...
Rocca: La inversión extranjera directa. Y es un senador que en su momento fue antiimperialista, o por lo menos decía que era antiimperialista. Y nunca se hizo autocrítica al respecto, decía que éramos dependientes, entre otras cosas por el papel, por el rol de estos grandes capitales extranjeros y ahora pasó a elogiar la maravilla que significan estos grandes capitales extranjeros.
 Que, por otro lado, cuando los vemos en qué están invirtiendo, más allá del sistema financiero, de la especulación, tenemos allá a UPM, a Montes del Plata. Tenemos todo un esquema de extracción, todo un esquema de explotación de los recursos básicos nacionales, del aire, de la tierra, del agua, con consecuencias incluso nefastas sobre todo el medio ambiente. Y sin embargo ahora, sin transición, sin una autocrítica, sin explicar por qué, aquello que era muy malo ahora pasó a ser muy bueno, dando por sentado que lo que el país necesita es sobredosis de capital extranjero y más capital extranjero y más entrega de recursos.
No sé cuándo el imperialismo dejó de ser malo y pasó a ser bueno.
Chury: Habría que preguntárselo al propio José Mujica que lo ha manifestado en reiteradas oportunidades...
Rocca: Sí, porque además uno ve que siguen matando niños con los drones famosos, con aviones no tripulados en todos los lugares del mundo. Que siguen teniendo cárceles clandestinas como la de Guantánamo, que es una afrenta a la humanidad. Que obviamente, desde el punto de vista económico, continúan explotando los recursos de todo el mundo en forma terrible.
Y sin embargo para esta gente pasaron de ser los malos de la película a ser el héroe. El antiguo villano pasó a ser el galán de la película...
Chury: Milagros de Hollywood...
Rocca: Milagros de Hollywood.
Chury: Nos llega una pregunta de un oyente que dice: “La carne no fue lo que subió más en el último año, cuesta un 1% más que el año pasado. Esto lo dijo Fratti en Canal 4 hoy a las 7:40 AM.”
Si estarán atentos nuestros oyentes...
Rocca: Sí, la verdad.
No, hay gente que vive en un mundo de maravillas, en un mundo de papel en cifras. Las cifras pueden servir para aclarar la realidad, para sistematizarla o pueden servir para ocultarla.
En el caso uruguayo las cifras están sirviendo, no sé si para ocultarla porque a veces como que se hacen trampas al solitario, piensan que la gente no ve la realidad. A veces son economistas, contadores, a veces intelectuales de ciertos medios que piensan que inundando de cifras, o mentiras en base a cifras, o verdades a medias en base a cifras se puede ocultar la realidad. Creo que no, que la realidad está allí para el que la quiera ver.
Claro, puede a veces servir de coartada para los que no la quieren ver, los que no quieren ver la realidad. Está aquel que busca autoconvencerse de que todo está bien...
Chury: ¿Hay mucha cantidad?
Rocca: Y me da la impresión que hay bastante cantidad. Aunque a veces también, en un momento de lucidez, se dan cuenta que la historia no es así. Porque han logrado hacer como el que es un hincha de un equipo y entonces se crea una afinidad que va más allá del análisis, que va más allá de la realidad y entonces...
Chury: No se modifica esa realidad con un voto en blanco, que se haga sobre determinada elección de directiva...
Rocca: Bueno, yo, por lo menos en lo personal, en ese plano yo intento siempre que mi voto marque un pensamiento de izquierda, que todo el mundo que lo vea diga que es de izquierda. Un voto en blanco puede ser interpretado para cualquier lado. En mi vida nunca he votado en blanco, salvo en situaciones en las cuales hay que optar entre 2 males muy malos. Pero normalmente, nunca ha sido mi opción personal.
Chury: Claro, es lo que uno piensa, que en realidad el sistema, cuando se habla de un voto en blanco y ese tipo de cosas, el sistema que nos domina festeja...
Rocca: Sí, porque en definitiva se puede interpretar...
Chury: Porque es la continuidad del sistema, forma parte...
Rocca: A veces ni siquiera se publicita cuántos votos en blanco hubieron. Nunca me convenció eso.
Chury: Hay una pregunta que la tengo como soldada aquí cuando viene Rocca, porque creo que vale la pena realizarla. El tema cambiario de la región, ya no sólo del Uruguay y el manido dólar sino lo que pasa ahora con el problema cambiario con Argentina, lo que pasa en Brasil porque Brasil también está teniendo sus propios problemas, no sólo con Brasil mismo sino también en su intercambio con Argentina. Se viene dando una situación bastante compleja que es que uno encuentra 3 países de los que integran el Mercosur con diferentes elementos de discusión para los problemas monetarios.
¿Eso a qué lleva? ¿Qué hace el dólar en ese baile?
Rocca: Bueno, eso diría yo que tiene varias consecuencias.
Por un lado es un tema que debilita las posibilidades de unión latinoamericana, por decirlo así. Es decir, un camino real de integración implicaría, entre otras cosas, a mi gusto, normas comunes frente al capital extranjero, normas comunes en cuanto al sistema de tipo de cambio, implicaría normas comunes respecto al ingreso de mercaderías del exterior, porque sino se produce una competencia entre los países pobres para ver quién genera mejores instrumentos para atraer al capital extranjero. Y en eso el único que se favorece son los grandes capitales. Extranjeros y a veces no tan extranjeros, estamos hablando de grandes capitales. Que por supuesto, en esta zona son normalmente extranjeros por un tema de dimensión.
O sea, cuando hablo de capitales extranjeros y cuestiono muchos de sus aspectos, no es en un sentido xenófobo ¿verdad? si viene un peruano o un boliviano y pone una pequeña empresita, es lo mismo que si fuese nacional. De lo que estoy hablando es de los grandes grupos transnacionales, de los que digitan todo esto.
Y además en estos esquemas el caso uruguayo creo que en este momento, a mi modo de ver es el más patético de la región, es el más terrible. ¿Por qué? Porque para sostener un peso supuestamente fuerte, y digo supuestamente porque el peso solamente es fuerte acá dentro de la frontera y dentro de cierto marco, se continúa realizando todo un sistema que lleva a este crecimiento de la deuda pública que mencionábamos hoy.
¿Parte de esta deuda pública a qué se debe? A que Uruguay, al que le presta dinero al Estado uruguayo, le paga intereses en dólares, que medidos en dólares, con este tipo de cambio actual, andan por el 10, 12 o 15% como también lo hemos expresado muchas veces.
Es decir, es un gran negocio prestarle pesos al Estado uruguayo porque el Estado uruguayo al que le presta pesos, que obviamente no estamos hablando del que le presta unos vintenes sino que de nuevo hablamos de los granes especuladores. El que le presta al Estado uruguayo cobra por ese préstamo tasas de interés de un 10, 12 ó 15% en dólares.
El otro lado, el Estado uruguayo le paga a los que le prestan un 12 ó 15% en dólares, a los que le prestan en pesos, haciendo la equivalencia en dólares ¿verdad?
¿Ahora, qué hace el Estado uruguayo con ese dinero? Lo deposita en el sistema financiero y cobra menos que el 1% en dólares. Es decir, cuando recibe ese préstamo paga un 10% arriba o más, cuando deposita ese dinero cobra un 1%, o sea que es una pérdida brutal para el Estado uruguayo. Que por otro lado, para cubrir ese costo, tiene que disminuir otros gastos. Gastos en salud, en educación, en salario de los trabajadores, etc., etc.
¿Por qué esto tiene que ver con el tipo de cambio? ¿Cómo vuelvo a tu pregunta inicial? ¿Cómo juega esto en el valor del dólar?
Porque en la medida en que es un gran negocio prestarle pesos al Estado uruguayo, los que tienen dólares qué hacen, venden esos dólares para obtener pesos y prestarle al Estado uruguayo. O traen dólares del exterior para cambiarlos y prestarle pesos al Estado uruguayo.
¿Esto qué implica? Si hay muchos grandes especuladores que salen a vender dólares, entre ellos las AFAP en su momento, el dólar baja como cualquier producto que abunde.
¿Y por qué abundó el dólar en el mercado uruguayo estos años? En parte por este mecanismo que es el que sigue vigente. Pero en parte también por otros mecanismos muy perversos para la economía uruguaya.
Por un lado el Uruguay vendió, como también lo hemos dicho muchas veces y lo reflejó el censo agropecuario, como ya lo hemos dicho muchas veces, el Uruguay ha vendido tierras a grandes capitales del exterior, ha vendido empresas y todo eso ha implicado ingreso de dólares.
Obviamente, la venta de tierras y la venta de empresas llega un momento que llega a un límite, no se puede vender más de lo que hay. Ya hemos llegado a un 40% de extranjerización. Creo que ya estamos en un tope muy difícil de superar aunque siempre se las han ingeniado para superar la lógica.
Pero vender empresas ya creo que, dentro del parque industrial uruguayo o de servicios, miremos lo que miremos, desde supermercados, a industrias de la carne, al arroz, a la bebida, a la química. Miremos el rubro que miremos, el papel, la celulosa, ya está todo extranjerizado.
Además se ha extranjerizado de la peor manera, en el sentido de que son grandes capitales extranjeros. Ya no se puede seguir vendiendo empresas e industrias, porque incluso los entes o algunos entes que supuestamente continúan siendo nacionales... El otro día pensaba, tuve un problema con ANTEL porque me robaron en mi casa hace un tiempito, hace unos meses y entre otras cosas me robaron el modem y tuve que recuperarlo.
Pero para recuperar el modem, hablo por teléfono a ANTEL y me atiende una tercerizada que no sé dónde está, no sé quién es. Es de esos que te ponen una musiquita y te dicen que ya va a ser atendido, para tal cosa apriete tal botón...
Chury: Sí, que estaban en Uruguay o de repente estaban en Birmania...
Rocca: Claro.
Entonces, después me lo trae otra empresa que también es tercerizada, el que me coloca el modem. ¿Entonces qué queda estatal? Y lo mismo pasa con otros entes que supuestamente siguen siendo nacionales. Más allá de que hay que defender lo que queda. No sé cuánto queda pero bueno.
Pero en estos años hemos vendido, hemos extranjerizado prácticamente todo. Y eso implicó una inundación de dólares, una abundancia de dólares en el mercado que llevó a que el dólar se planchara o bajara como lo hemos visto...
Chury: Es copia fiel del menemismo...
Rocca: Exacto, a esto le llamo el menemismo tardío.
Además el “pecado” me parece que es mayor, porque ya sabemos a dónde condujo el menemismo. Que además no deja de ser tampoco un calco de lo que pasó en toda la historia de América Latina en los países de plantaciones, en los países de enclaves mineros, es la misma historia después de saber el final de la película. Es una reiteración real ¿no?
Y también, más triste es cuando los que implementan esto supuestamente era gente que fue de izquierda o que se dijo de izquierda...
Chury: Lo afirmaron hasta el grito, ya no a la expresión natural.
Yo quería plantearte un tema que cuando tú hablabas de la venta de la tierra, por ejemplo, en su 40% que lo dice en censo y otra cantidad de cosas que se siguen privatizando y vendiendo. Se hicieron plebiscitos aquí, el Frente Amplio hizo la propaganda de todos los grandes plebiscitos aquí, salvo los que conducen hoy la economía que nunca participaron de reivindicaciones, de plebiscitos en defensa de nada...
Rocca: No, pero hay que reconocer que participaron en el asesoramiento a grandes empresario como, por ejemplo, Leadgate cuando la cosa de PLUNA...
Chury: Sí, en eso ha participado el astorismo...
Rocca: Su participación ha sido importante...
Chury: Pero nosotros decimos a veces, no decimos la venta de la tierra, decimos la enajenación del territorio.
¿Por qué decimos una cosa que parece diferente? Por una razón muy sencilla, porque cuando se vende la tierra en el Uruguay se vende exenta de casi todas las obligaciones que tienen los propios propietarios vernáculos. No la tiene la multinacional esa obligación.
Nosotros no sabemos plazos pero sabemos que hay plazos próximos a los 100 años de exoneraciones, o por allí andan.
¿Ahora, eso es una venta o es una entrega? No, no, en los gobiernos frenteamplistas es entrega eso. ¿Pero qué es la tierra? Es soberanía entregada en esas condiciones. Es decir, entregaron la soberanía.
¿Por qué entregaron la soberanía? Porque hipotecaron al Estado.
¿Por qué hipotecaron al Estado? Porque de acuerdo a las normas del CIADI y a las otras normas que rigen en realidad hasta la Justicia uruguaya desaparece en esos negociados hechos en estos últimos 2 gobiernos.
Rocca: Sí, sí, ya desde el punto de vista de la soberanía entendida sobre la capacidad de decisión sobre nuestros recursos como dices tú, estoy totalmente de acuerdo, es una verdadera enajenación de la peor cuña, porque incluso como tu bien decías el tema del CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias sobre Inversiones) todo esto ha ido acompañado, toda esta entrega ha sido acompañada de firmas de tratado de inversión por los cuales el país que hace el tratado con Uruguay se compromete a defender los capitales uruguayos en su territorio y Uruguay se compromete a defender también sus capitales en nuestro territorio que esa es la única realidad, porque decíamos en aquel momento y lo reiteramos ahora que capitales, que inversiones tiene Uruguay en los países escandinavos o en Estados Unidos o en muchos de los países con los cuales ha firmado este tipo de tratado, ninguna, lo único que está aquí es el defender a ultranza a esos grandes inversores e incluso en tribunales del CIADI como tu mencionabas, cuya composición es un representante de la empresa que invierte, un representante del Banco Mundial y un representante uruguayo, siempre decimos que con suerte perdemos 2 a 1, de repente corremos el riesgo de perder 3 a 0, en el mejor de los casos ya entramos perdiendo 2 a 1
Chury: Sí, hay un mérito para mucha gente que pertenece a la anterior presidente Tabaré Vázquez, porque la gente no lo ha analizado, el Frente Amplio como fuerza política y el doctor Tabaré Vázquez prohibieron la revolución en el Uruguay, creo que es uno de los pocos países que prohibió la revolución así como prevención, porque cuando viene UPM, cuando viene Botnia, Botnia está blindada para los movimientos de protesta social de acuerdo al contrato, es decir que no se puede hacer nada socialmente por cualquier reclamo, si usted se siente explotado joróbese pero en el Uruguay está prohibido por contrato con las multinacionales las protestas...
Rocca: Sí y además lo peor de todo esto es que son acuerdos similares a los de PLUNA, me refiero a que en definitiva el estado uruguayo también es garante de estas empresas, es decir que si hoy o mañana dejan algún agujero el que termina siendo el responsable indirecto de todo esto es el estado uruguayo y muchas de las nuevas inversiones como el caso de Valentines que se pretende realizar se está negociando también ese aval del estado uruguayo para los préstamos que pueda recibir la empresa, el estado uruguayo sería garantía de los préstamos que reciben con lo cual si hoy o mañana esta gente deja agujeros el estado uruguayo aparece como responsable
Chury: Hemos llegado a un punto de enajenación que el país no había alcanzado, eso lo tenemos que reconocer, ese 41% de la tierra en manos extranjeras protegidas pero todo eso que veníamos diciendo, pero no solo las empresas, hablemos de los entes que por un lado o por otro, por las PPP, por lo que se le haya ocurrido al imperio aquí se ha ido aplicando para enajenar, privatizar, tercerizar, en una palabra tratando de que en definitiva el ciudadano de a pie vaya quedando más desvalido, más inerme frente a la realidad, el tema que seguramente la gente se pregunta, cuánto puede costar al menos a groso modo recuperar -ya no hablemos de lo que perdimos- cuánto puede costar recuperar lo perdido, es posible, de qué manera, cómo vamos...
Rocca: Yo creo que siempre es posible pero allí la base de todo es la voluntad política y la voluntad social del pueblo uruguayo por recuperarlo, el primer paso es ese y creo que por otro lado en algún momento va haber una necesidad porque esto es totalmente inviable, un esquema de este tipo no tiene futuro o el futuro que tiene es que sé yo, lo que fue en su momento el futuro de algunos países centroamericanos, de Honduras, de Guatemala, o sea que todo esto no tiene a mi modo de ver, es decir la búsqueda de alternativas creo que es una necesidad imperiosa porque no sé cuál es el camino correcto, de lo que sí estoy absolutamente seguro es que este camino es totalmente incorrecto, inviable y nefasto para el pueblo uruguayo
Chury: Entre intereses de deuda, de déficit fiscal, parafiscal también y capital de deuda, cuánto hay que pagar este año, se sabe eso...
Rocca: Sí, más o menos lo que está estimado son alrededor de  6mil millones de dólares, es mucha plata, es muchísima plata, eso está en el calendario de pagos que edita el Banco Central del Uruguay, anda por allí, la cifra exacta si el compañero que manda el mensaje la quiere buscar está en la planilla del calendario de vencimiento de deudas del Banco Central del Uruguay, ahí vienen discriminado intereses y amortizaciones
Chury: Pero intereses y amortizaciones no significa pagar la deuda...
Rocca: No, es la parte de la deuda que se pagaría durante el 2013, que lo que está haciendo el estado uruguayo generalmente es no pagar digamos no pagar sino refinanciaría ampliar la deuda, por eso ese crecimiento vertiginoso de la deuda pública que ha pasado en poquitos años de U$S 13.000 millones a U$S 31.000 prácticamente en esta última etapa
Chury: ¿Pero eso no es una continuidad de ajustes fiscales?
Rocca: Sí, condice. La contrapartida de esto siempre ha sido ajuste fiscal porque llega un momento que alguna parte hay que pagarla efectivamente, no se puede continuar elevando la deuda pública tampoco eternamente. Porque además, aparte de lo que hay que pagar en 2013, en este año, tenemos deuda hasta el 2044. Hay amortizaciones de deuda que llegan hasta arriba del 2040.
Y lo más lindo es que mucha de esta gente habla y dice que la deuda pública no es problema, la deuda externa no es problema, en su momento incluso algunos economistas del régimen llegaron a decir que el tema de la deuda ya no existía más, que ya lo habían solucionado. Vaya solución...
Chury: ¿Es lógico que paren a los kileros?
Rocca: Bueno, creo que en este esquema no, o por lo menos, yo en estas cosas siempre digo, hay una forma de justicia injusta. Es decir, si yo no comienzo por castigar al gran contrabando, no hay autoridad mora para cuestionar al kilero. Especialmente cuando se trata de una forma de vida a la cual no se le ha encontrado otra solución viable desde el punto de vista de integración productiva de muchos de estos sectores.
O sea que allí es cortarle la mano a mucha gente, además, no para beneficio de la población, es para beneficio de los grandes importadores y para beneficio de los grandes contrabandistas que quizás en algún caso haya un conjunto allí de que la misma gente juega en las 2 partes de la historia. Quizás, no sé porque son cosas que no...
Chury: ¿Los fideicomisos son una tercerización de las deudas?
Rocca: En muchos casos sí, porque lo que hay allí es el compromiso de que ciertos ingresos se destinen al pago de ciertas deudas.
¿Qué es un fideicomiso? Aislar una parte de los recursos de una empresa, de un país o de lo que fuera para una cierta finalidad. En definitiva es eso el fideicomiso ¿verdad?
Por ejemplo, un equipo de fútbol hace un fideicomiso, entonces dice: lo que entra por entrada se va a destinar a pagar tal cosa. Entonces, si el Estado hace eso está tercerizando de algún modo la actividad o ese ingreso. Es decir, ya el Estado deja de disponer de ese ingreso para lo que el estado quiera sino que ese ingreso futuro va a tener que ser destinado a pagarle a “Mc Rico”.
Chury: Muy bien, José Antonio, te agradezco mucho...
Rocca: No, por favor, el agradecido soy yo.


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viernes, 12 de abril de 2013

Biografía de Hugo Chavez - Los sueños llegan como la Lluvia



http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=lni8g3QuFN8

The Economic and Social Crisis: Contemporary Capitalism and Class Struggle

Global Research, April 10, 2013


One of the most important and yet most neglected determinants of the outcomes of the economic crisis and resultant deepening of social inequalities and immiseration is the ‘class struggle’. In one of his most pithy metaphors, Karl Marx referred to class struggle as ‘the motor force of history’. In this essay we will analyze the central role of class struggle, its impact and reflection in economic decisions and, most especially, the different methods and forms , according to the particular classes engaged in class struggle.
Having clarified the types and methods of class struggle, we will turn to the specific results of class struggles in different regions and countries: the different policies adopted as a result of class struggle reflect the balance of class power at both the national and regional level.
In the last section, we will compare and analyze a series of case studies of class struggles, highlighting the particular class configurations of power, the changing nature of class struggle (CS) and the concrete contingencies, which need to be taken into account in order for the ‘class struggle from below’ to effectively counter-act the class offensive from above.
The Two Faces of the Class Struggle: ‘From Above and Outside’ and ‘From Below’
Too often writers conceive of class struggle as actions taken by workers for working class interest, overlooking the equally significant (and in our epoch even more important) class struggle organized and directed by the ruling classes via the state.
The entire panoply of neo-liberal policies, from so-called ‘austerity measures’ to mass firings of public and private employees, to massive transfers of wealth to creditors are designed to enhance the power, wealth and primacy of diverse sectors of capitol at the expense of labor. To paraphrase Marx: class struggle from above is the motor force to reverse history – to seize and destroy the advances secured by workers from previous class struggles from below.
Class struggle from above and the outside is waged in boardrooms, stock markets, Central Banks, executive branches of government, parliaments and Congresses. Decision makers are drawn from the ruling class and are ‘in their confidence’. Most strategic decisions are taken by non-elected officials and increasingly located in financial institutions (like the International Monetary Fund, European Central Bank and the European Commission) acting on behalf of creditors, bondholders and big banks.
Class struggle from above is directed at enhancing the concentration of wealth in the ruling class, increasing regressive taxes on workers and reducing taxes on corporations, selectively enforcing regulations, which facilitate financial speculation and lowering social expenditures for pensions, health and education for workers families. In addition, class struggle from above is directed at maximizing the collective power of capital via restrictive laws on labor organizations, social movements and public workers’ collective bargaining rights.
In other words, class struggle penetrates numerous sites besides the ‘workplace’ and the strictly ‘economic sphere’. State budgets over bailouts are sites of class struggle; banks are sites of class struggle between mortgage holders and households, creditors and debtors.
The fact that ‘class struggle from above’ usually precludes public demonstrations is largely because the ruling class controls the decision-making institutions from which to impose its class policies. Nevertheless, when institutional power bases are fragile or under siege from labor, ruling classes have engaged in extra-parliamentary and violent public activity such as coups-d’état, ‘appointed technocratic regimes’, and engaged in lockouts, financial intimidation and blackmail, as well as mass firing of workers and cooption of collaborators within the political class.
In time of severe crisis, the ruling class nature of political institutions and policies becomes transparent and the class struggle from above intensifies both in scope and depth. Trillions of dollars are transferred from the public treasury to bailout bankers. Hundreds of billions in social cuts are imposed on workers, cutting across all sectors of the economy. During depressions, the class struggle from above takes the form of an all-out war to save capital by impoverishing labor, reversing decades of incremental income and benefits gained in previous class struggles from below.
Class Struggle from Below
Working class struggles from below range from workplace strikes over wages and social benefits, to general strikes to secure social legislation (or to defend past gains) or to prevent assaults on living standards. In critical moments, struggles from below lead to social upheavals in the face of systemic breakdowns, destructive wars and autocratic rule. The methods, participants and results of class struggle from below vary greatly, depending on the socio-economic and political context in which class conflict ensues. What is striking in the contemporary period is the uneven development of the class struggle between countries and regions, between workers in the imperial creditor countries and those in debtor neo-colonial countries. The class struggle from below is especially intensifying among some of the more dynamic capitalist countries in which workers have experienced a prolonged period of intense exploitation and the emergence of a new class of ruling billionaires linked to a dominant one party elite – cases of China and South Africa.
The Class Struggle, Capitalist Crisis: The Ruling Class Offensive
In time of capitalist crisis with declining economic wealth, growing threats of bankruptcy and intense demand for state subsidies, there is no basis for sharing wealth – even unequally – between capitalist, bankers, creditors and workers, debtors and rentiers. Competition over shrinking resources intensifies conflict over shares of a shrinking pie. The ruling class, facing a life and death struggle over survival, strikes back with all the forces – state and private – at its disposal to ensure that its financial needs are met .The public treasury exclusively finances its debts and stimulates its recovery of profits. Ruling class warfare defines who pays for the crisis and who benefits from the ‘recovery ... of profits’. The crisis is, by turn, a temporary threat to the capitalist economic system and then, in the course of recovering from the crisis, a political economic and social pretext for a ruling class general offensive aimed at reversing labor and social advances over the past half century: Capitalist class warfare dismantles the social safety net and undermines the entire legal and ideological underpinnings of ‘welfare capitalism’. ‘Austerity’ is the chosen term to mark the ruling class’ seizure of the public treasury on its own behalf – without any regard for its social consequences. ‘Austerity’ is the highest form of class struggle from above because it establishes the arbitrary and unilateral power of capital to decide the present and future division between wages and profits, employment and unemployment and the returns to creditor states and the interest and principal payments of neo-colonial debtor states.
As crisis deepens among debtor nations so does the ruling class intensify its class war on the workers, employees and small business classes. First, the creditor imperial states, (in Europe the Troika -the European Commission, International Monetary Fund and European Central Bank) overthrow the constitutional order by seizing control over state power. Then they proceed to decree macro and micro socio-economic policies. They decree employment, wage and fiscal policies. They decree the present and future allocation of state revenues between imperial creditors and local workers. Class warfare goes ‘global’: Regional organizations, like the European Union, which embody formally equal members, reveal themselves as imperial organizations for concentrating wealth among the dominant banks in the imperial centers.
Class Struggle from Below in Time of Crisis
The organizations of the workers – trade unions, pensioners’ associations, etc. – are ill-prepared to confront the open and aggressive all-out war of the ruling class. For decades they were accustomed to ‘collective bargaining’ and occasional strikes of short duration to secure incremental improvements. Their parties, labor or social democratic, with dual loyalties to capitalist profits and social welfare, are deeply embedded in the capitalist order .Under pressure of ‘the crisis’, they abandoned labor and embraced the formulae of the ruling class, imposing their own versions of ‘austerity’. Labor was abandoned; the working classes were on their own – without access to the state and without reliable political allies. The trade unions, narrowly focused on everyday issues and their immediate membership, ignored the mass of unemployed, especially the young unemployed, workers. The class struggle from below lacks the leadership, vision, organization and state resources, which the ruling class possesses, to launch a counter-offensive. Class struggle from below was, at first, entirely defensive; to salvage fragments of labor contracts, to save jobs or reduce firings. The fundamental problem in the ongoing class struggle is that the trade unions and many workers failed to recognize the changing nature of the class struggle: The ‘total war strategy’, adopted by the ruling class, went far beyond pay raises and profit reports and embraced a frontal attack on the living, working, housing, pension, health and educational conditions of labor. The politics of ‘social pacts’ between labor and capital was totally discarded by the ruling class .It demanded unconditional surrender of all social demands and seized the executive prerogatives of the state to enforce and implement the massive re-concentration of income and political power.
Under these conditions, prevalent throughout Europe and the US , what can be said of the ‘class struggle from below’? More than ever the class struggle has developed unevenly between the new imperial creditor centers and the debtor working class regions. The most advanced forms of struggle, in terms of scope, demands and intensity, are found in Greece , Portugal , Spain , Italy and, to a lesser degree, France and Ireland . The least advanced forms of working class struggle are found in the United States , Canada , Germany , England , Scandinavia and the Low Countries . Among the BRIC countries, class struggle is intensifying in China and South Africa and, to a lesser degree, in India , Russia and Brazil .
The issues raised in each region are significantly different: In China the working class is demanding socio-economic changes and is securing positive improvements in wages, working conditions, housing and health programs via ‘offensive’ class struggles. In Brazil , the working class has lowered poverty levels and unemployment. In South Africa , mining workers, despite bloody massacres by the state, have increased wages and salaries.
For most of the rest, the class struggles are defensive and, in many cases, unsuccessful efforts to defend or lower the loss of employment, labor rights, social insurance and stable employment. The most intensive militant working class struggles are taking place in countries in which the offensive of capital – the ‘class struggle from above’- has been most prolonged, widest in scope and deepest in terms of the cuts in living standards.
The working class struggle has been weakest among the Anglo-American countries where traditions of class struggle and general strikes are weakest. Their trade unions have shrinking memberships; the trade union leaders are closely linked to capitalist parties and there is a very weak or non-existent political identification with class solidarity, even in the face of massive transfers of state revenues to private wealth, and earnings from workers to capital.
Class Struggle: Case Studies
The most sustained and successful advances in social welfare and public services over the past decade have occurred in Latin America where the crisis of capitalism led to militant, broad-based class movements, which overthrew neo-liberal regimes, and imposed constraints on speculative capital and debt payments to imperial centers .Subsequently, nationalist resource-based regimes re-oriented state revenues to fund employment and social legislation. The sequence of popular revolts and political intervention, followed by the election in most cases of nationalist-populist regimes, ameliorated the crisis and sustained policies incrementally advancing working class interests.
In Southern Europe , in contrast, the collapse of capitalism led to a capitalist offensive, led by imperial creditors. They imposed the most retrograde neo-colonial regimes, engaged in savage class warfare – while the organized working class fell back on defensive strategies and large scale social mobilization within the institutional framework of the existing capitalist state. No political offensive, no radical political changes and no social offensive ensued. Movements that do not move forward, move backward. Each defensive struggle, at most, temporarily delayed a new set of social reversals, setting in motion the inexorable advance of the ‘class struggle from above’. The ruling classes have imposed decades of debt payments while pillaging budgets for the foreseeable future. The result will be the lowering of wage structures and social payments. New employment contracts are designed to concentrate greater shares of wealth in the hands of the capitalist class for foreseeable future. The policies, imposed via the class struggle from above, demonstrate that welfare programs and social contracts were temporary, tactical concessions – to be definitively discarded once the capitalist class seized exclusive prerogative powers and ruled through executive decrees.
The financial classes of the West have been bailed out and profits have returned to the banks, but the stagnation of the ‘real economy’ continues. The working classes have, in thought and via militant action, realized that ‘collective bargaining’ is dead. The state, especially the foreign/imperial creditor-banking state, holds power without any electoral mandate or claim to broad representation. The façade of parliamentary-electoral parties remains as an empty shell. Trade unions, in the most militant instances, engage in almost ritualistic mass protests, which are totally ignored by the imperial ruling class bankers and their local political collaborators. The Troika dons ear plugs and blindfolds while chanting for ‘greater austerity’ for workers; in the streets, the mantra of the destitute — ‘Basta’ –echoes in executive palaces.
Final Reflections on the Two Faces of Class Struggle
Unfortunately the ruling classes, especially of the imperial countries, have taken Karl Marx’s dictum that ‘class struggle is the motor force of history’ in a much more consequential manner than the labor movement and its bureaucratic officials. They are better students of Marx.
Taking up class struggle from above and the outside as their main strategic weapon, the ruling classes have launched the most comprehensive, intensive assault on the working class in modern history. They have reversed decades of social legislation and wage and employment gains. They have dramatically lowered living standards and established a new framework to perpetuate and deepen the transfer of wealth for decades to come.
Those, namely labor and the left, who refused to recognize class struggle as the central pivot for political action, have been struck dead on the head. The sustained class-struggle from above shows no limits and no constraints: every social right is denied and every economic resource is subject to large-scale, long-term pillage. A new radical ruling class ideology has emerged proclaiming that everything of value should be taken and will be taken and relegates the peons to eat crow.
Despite being confronted by this new extremist ideology and practice, the practioners of class struggle from below continue to engage in the same methods appropriate to other ‘pragmatic’, ‘consensual’ times of limited struggles with incremental gains or loses. The failure to recognize the radical changes is structural and congenital. The labor movement refuses to face new class/realities, ones they had failed to anticipate and a reality they have categorically rejected. ‘Class struggle’ according to the most up-to-date speeches of the ‘labor bureaucrats’ was superseded by ‘modern pragmatic understandings of the common interests of labor and capital’.
What is radical and dramatic is the massive entry of decisive new social class actors. They include the rise of non-elected officials to decisive positions of power, forming the “Troika” (the European Central Bank, the IMF, the EU), the equivalent of imperial viceroys, engaged in pillaging the economies of debtor countries; a mass of unemployed youth representing over 50% of workers under 25 years of age; a large sector of low-paid temporary workers not covered by social or labor legislation; a majority of downwardly mobile middle classes, especially among public sector employees and professionals – in the process of being ‘proletarianized’ – losing job tenures, pension benefits, facing rising retirement ages; bankrupt small business people (‘petty bourgeois’) facing unemployment, loss of assets and savings; and downwardly-mobile skilled and semi-skilled workers facing firings, cuts in salaries and wages as well as social benefits.
The deteriorating conditions of these social classes cannot be altered by workplace trade union activity or by ‘collective bargaining’ – only a political solution- a change of political regime – can shift economic resources from debt payments to productive job-creating investments. The so-called ‘Eurozone’ is, in reality, a mini-empire of tributary vassals and imperial states – reforming empires has been historically demonstrated to be a futile enterprise.
The political class, as currently constituted which supports or operates as opposition within the imperial framework, is organically incapable of reversing the changes resulting from the ruling class offensive. The historical legacy of the ruling class offensive and the emergence of new systemic ‘fault lines’ demands new political movements reflecting the weight of the new dispossessed classes: the specific demands of the downwardly- mobile middle class, businesspeople and workers; the desperate demand for jobs by the vast army of unemployed youth with no future. What is to be done? Clearly parliamentary dissent and electoral politics provide no answers to those millions losing homes, to those losing businesses.
There are tens of millions who have never known any employment. Only action directed at mobilizing the unemployed to paralyze the circulation of goods and services; only collective action directed at preventing foreclosures of mortgage holding households; only demands for public works to provide jobs; only factory occupations can save jobs; only worker takeovers and running of factories can provide alternatives and build support for regime change, a political revolution and a break with the tributary empire.
In the short run there can only be international solidarity among the workers in the vassal states: the workers in the imperial states – the U.S. , Germany , the Nordic states and the UK are still bound and tied to their respected ruling classes. The future lies in building bridges within and between the millions of exploited, excluded and dispossessed who have lost everything and have finally recognized that only via the class struggle can they recover their humanity and a dignified standard of living.

sábado, 6 de abril de 2013

Noam Chomsky ¿Puede la civilización sobrevivir al capitalismo? Noam Chomsky


Autoridades de Río de Janeiro, Brasil, ordenaron el pasado día 14 levantar cerca de 65 toneladas de peces que murieron por los bajos índices de oxígeno en la laguna Rodrigo de Freitas, debido a la contaminaciónFoto Reuters
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Hay "capitalismo" y luego el "verdadero capitalismo existente". El término "capitalismo" se usa comúnmente para referirse al sistema económico de Estados Unidos con intervención sustancial del Estado, que va de subsidios para innovación creativa a la póliza de seguro gubernamental para bancos "demasiado-grande-para-fracasar".

El sistema está altamente monopolizado, limitando la dependencia en el mercado cada vez más: En los últimos 20 años el reparto de utilidades de las 200 empresas más grandes se ha elevado enormemente, reporta el académico Robert W. McChesney en su nuevo libro Digital disconnect. "Capitalismo" es un término usado ahora comúnmente para describir sistemas en los que no hay capitalistas; por ejemplo, el conglomerado-cooperativa Mondragón en la región vasca de España o las empresas cooperativas que se expanden en el norte de Ohio, a menudo con apoyo conservador –ambas son discutidas en un importante trabajo del académico Gar Alperovitz. Algunos hasta pueden usar el término "capitalismo" para referirse a la democracia industrial apoyada por John Dewey, filósofo social líder de Estados Unidos, a finales del siglo XIX y principios del XX. Dewey instó a los trabajadores "a ser los dueños de su destino industrial" y a todas las instituciones a someterse a control público, incluyendo los medios de producción, intercambio, publicidad, transporte y comunicación. A falta de esto, alegaba Dewey, la política seguirá siendo "la sombra que los grandes negocios proyectan sobre la sociedad". La democracia truncada que Dewey condenaba ha quedado hecha andrajos en los últimos años. Ahora el control del gobierno se ha concentrado estrechamente en el máximo del índice de ingresos, mientras la gran mayoría "de los de abajo" han sido virtualmente privados de sus derechos.

El sistema político-económico actual es una forma de plutocracia que diverge fuertemente de la democracia, si por ese concepto nos referimos a los arreglos políticos en los que la norma está influenciada de manera significativa por la voluntad pública. Ha habido serios debates a través de los años sobre si el capitalismo es compatible con la democracia. Si seguimos que la democracia capitalista realmente existe (DCRE, para abreviar), la pregunta es respondida acertadamente: Son radicalmente incompatibles. A mí me parece poco probable que la civilización pueda sobrevivir a la DCRE y la democracia altamente atenuada que conlleva. Pero, ¿podría una democracia que funcione marcar la diferencia? Sigamos el problema inmediato más crítico que enfrenta la civilización: una catástrofe ambiental. Las políticas y actitudes públicas divergen marcadamente, como sucede a menudo bajo la DCRE. La naturaleza de la brecha se examina en varios artículos de la edición actual del Deadalus, periódico de la Academia Americana de Artes y Ciencias.

El investigador Kelly Sims Gallagher descubre que "109 países han promulgado alguna forma de política relacionada con la energía renovable, y 118 países han establecido objetivos para la energía renovable. En contraste, Estados Unidos no ha adoptado ninguna política consistente y estable a escala nacional para apoyar el uso de la energía renovable". No es la opinión pública lo que motiva a la política estadunidense a mantenerse fuera del espectro internacional. Todo lo contrario. La opinión está mucho más cerca de la norma global que lo que reflejan las políticas del gobierno de Estados Unidos, y apoya mucho más las acciones necesarias para confrontar el probable desastre ambiental pronosticado por un abrumador consenso científico –y uno que no está muy lejano; afectando las vidas de nuestros nietos, muy probablemente. Como reportan Jon A. Krosnik y Bo MacInnis en Daedalus: "Inmensas mayorías han favorecido los pasos del gobierno federal para reducir la cantidad de emisiones de gas de efecto invernadero generadas por las compañías productoras de electricidad. En 2006, 86 por ciento de los encuestados favorecieron solicitar a estas compañías o apoyarlas con exención de impuestos para reducir la cantidad de ese gas que emiten... También en ese año, 87 por ciento favoreció la exención de impuestos a las compañías que producen más electricidad a partir de agua, viento o energía solar. Estas mayorías se mantuvieron entre 2006 y 2010, y de alguna manera después se redujeron". El hecho de que el público esté influenciado por la ciencia es profundamente preocupante para aquellos que dominan la economía y la política de Estado. Una ilustración actual de su preocupación es la "enseñanza sobre la ley de mejora ambiental", propuesta a los legisladores de Estado por el Consejo de Intercambio Legislativo Estadunidense (CILE), grupo de cabildeo de fondos corporativos que designa la legislación para cubrir las necesidades del sector corporativo y de riqueza extrema. La Ley CILE manda "enseñanza equilibrada" de la ciencia del clima en salones de clase K-12. La "enseñanza equilibrada" es una frase en código que se refiere a enseñar la negación del cambio climático, a "equilibrar" la corriente de la ciencia del clima. Es análoga a la "enseñanza equilibrada" apoyada por creacionistas para hacer posible la enseñanza de "ciencia de creación" en escuelas públicas. La legislación basada en modelos CILE ya ha sido introducida en varios estados.

Desde luego, todo esto se ha revestido en retórica sobre la enseñanza del pensamiento crítico –una gran idea, sin duda, pero es más fácil pensar en buenos ejemplos que en un tema que amenaza nuestra supervivencia y ha sido seleccionado por su importancia en términos de ganancias corporativas. Los reportes de los medios comúnmente presentan controversia entre dos lados sobre el cambio climático. Un lado consiste en la abrumadora mayoría de científicos, las academias científicas nacionales a escala mundial, las revistas científicas profesionales y el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (PICC). Están de acuerdo en que el calentamiento global está sucediendo, que hay un sustancial componente humano, que la situación es seria y tal vez fatal, y que muy pronto, tal vez en décadas, el mundo pueda alcanzar un punto de inflexión donde el proceso escale rápidamente y sea irreversible, con severos efectos sociales y económicos. Es raro encontrar tal consenso en cuestiones científicas complejas. El otro lado consiste en los escépticos, incluyendo unos cuantos científicos respetados –que advierten que es mucho lo que aún se ignora–, lo cual significa que las cosas podrían no estar tan mal como se pensó, o podrían estar peor. Fuera del debate artificial hay un grupo mucho mayor de escépticos: científicos del clima altamente reconocidos que ven los reportes regulares del PICC como demasiado conservadores. Y, desafortunadamente, estos cientí- ficos han demostrado estar en lo correcto repetidamente. Aparentemente, la campaña de propaganda ha tenido algún efecto en la opinión pública de Estados Unidos, la cual es más escéptica que la norma global. Pero el efecto no es suficientemente significativo como para satisfacer a los señores.

Presumiblemente esa es la razón por la que los sectores del mundo corporativo han lanzado su ataque sobre el sistema educativo, en un esfuerzo por contrarrestar la peligrosa tendencia pública a prestar atención a las conclusiones de la investigación científica. En la Reunión Invernal del Comité Nacional Republicano (RICNR), hace unas semanas, el gobernador por Luisiana, Bobby Jindal, advirtió a la dirigencia que "tenemos que dejar de ser el partido estúpido. Tenemos que dejar de insultar la inteligencia de los votantes". Dentro del sistema DCRE es de extrema importancia que nos convirtamos en la nación estúpida, no engañados por la ciencia y la racionalidad, en los intereses de las ganancias a corto plazo de los señores de la economía y del sistema político, y al diablo con las consecuencias. Estos compromisos están profundamente arraigados en las doctrinas de mercado fundamentalistas que se predican dentro del DCRE, aunque se siguen de manera altamente selectiva, para sustentar un Estado poderoso que sirve a la riqueza y al poder.

Las doctrinas oficiales sufren de un número de conocidas "ineficiencias de mercado", entre ellas el no tomar en cuenta los efectos en otros en transacciones de mercado. Las consecuencias de estas "exterioridades" pueden ser sustanciales. La actual crisis financiera es una ilustración. En parte es rastreable a los grandes bancos y firmas de inversión al ignorar el "riesgo sistémico" –la posibilidad de que todo el sistema pueda colapsar– cuando llevaron a cabo transacciones riesgosas. La catástrofe ambiental es mucho más seria: La externalidad que se está ignorando es el futuro de las especies. Y no hay hacia dónde correr, gorra en mano, para un rescate. En el futuro los historiadores (si queda alguno) mirarán hacia atrás este curioso espectáculo que tomó forma a principios del siglo XXI. Por primera vez en la historia de la humanidad los humanos están enfrentando el importante prospecto de una severa calamidad como resultado de sus acciones –acciones que están golpeando nuestro prospecto de una supervivencia decente. Esos historiadores observarán que el país más rico y poderoso de la historia, que disfruta de ventajas incomparables, está guiando el esfuerzo para intensificar la probabilidad del desastre. Llevar el esfuerzo para preservar las condiciones en las que nuestros descendientes inmediatos puedan tener una vida decente son las llamadas sociedades "primitivas": Primeras naciones, tribus, indígenas, aborígenes. Los países con poblaciones indígenas grandes y de influencia están bien encaminados para preservar el planeta. Los países que han llevado a la población indígena a la extinción o extrema marginación se precipitan hacia la destrucción. Por eso Ecuador, con su gran población indígena, está buscando ayuda de los países ricos para que le permitan conservar sus cuantiosas reservas de petróleo bajo tierra, que es donde deben estar. Mientras tanto, Estados Unidos y Canadá están buscando quemar combustibles fósiles, incluyendo las peligrosas arenas bituminosas canadienses, y hacerlo lo más rápido y completo posible, mientras alaban las maravillas de un siglo de (totalmente sin sentido) independencia energética sin mirar de reojo lo que sería el mundo después de este compromiso de autodestrucción. Esta observación generaliza: Alrededor del mundo las sociedades indígenas están luchando para proteger lo que ellos a veces llaman "los derechos de la naturaleza", mientras los civilizados y sofisticados se burlan de esta tontería. Esto es exactamente lo opuesto a lo que la racionalidad presagiaría –a menos que sea la forma sesgada de la razón que pasa a través del filtro de DCRE.

(El nuevo libro de Noam Chomsky es Power Systems: Conversations on Global Democratic Uprisings and the New Challenges to U.S. Empire. Conversations with David Barsamian)

Tomado de La Jornada: http://www.jornada.unam.mx/2013/03/17/mundo/022a1mun

jueves, 4 de abril de 2013

Independencia y socialismo en la América nuestra.




Hay que llamar a las cosas por su nombre. El socialismo es la forma nuestra, latinoamericana, de ser independientes.

El 12 de junio pasado, el Comandante Hugo Chávez Frías escribió, en su Programa de Gobierno para 2013-2019: “a la tesis reaccionaria del imperio y de la burguesía contra la Patria, nosotros y nosotras oponemos la tesis combativa, creativa y liberadora de la independencia y el socialismo como proyecto abierto y dialéctica construcción”. La riqueza de esa proposición me inspira a hacer un breve comentario sobre algunas de las cuestiones que ella plantea.
La primera independencia, obtenida en la gesta continental que va de 1791 a 1824, fue insuficiente, pero fundó a nuestras naciones cuando la idea misma de nación era incipiente en Europa, creó nuevas identidades y nos aportó una extraordinaria acumulación cultural revolucionaria, un legado inapreciable al que atenernos y la necesidad de promover nuevos proyectos de liberación.
La gran Revolución haitiana, el Grito de Murillo, la obra, el pensamiento y el proyecto de Bolívar, Sucre --el antioligarca de virtud sin par--, la epopeya de Hidalgo y Morelos, y después la trascendente propuesta de Martí, confirmada por la sangre del pueblo cubano, le pusieron metas muy altas a la libertad, mucho más altas que las vigentes en Europa. Esos revolucionarios bregaban por el gobierno del pueblo desde mucho antes de que el liberalismo europeo se decidiera a aceptar y utilizar su democracia. Le dieron un lugar preferente a la igualdad y la justicia en sus combates, algo que negaba los fundamentos mismos del sistema colonialista-imperialista que se fue desarrollando en el mundo, y que puso al derecho internacional y a la conciencia común a su servicio. La resistencia, la rebeldía y el proyecto de la América nuestra resultaban opuestos incluso a los fundamentos ideales burgueses de la civilización como misión patriarcal colonial de las potencias, y a su racismo “científico”, que eran dominantes hace un siglo en el mundo espiritual y de las ideas.
En América del Sur, las guerras de independencia se internacionalizaron, la independencia se consideró parte de una épica y un proyecto americanos y así quedó fijada en la conciencia social. Hidalgo se proclamó “General de los ejércitos de América”; Morazán intentó lograr la unión centroamericana. Esa experiencia nos permite hasta hoy referirnos a hechos históricos cuando pretendemos una integración continental.
En estos dos últimos siglos, los que han ejercido la dominación les han negado a amplios sectores de la población la igualdad real, la justicia social y muchos derechos en sus repúblicas, en todo lo que consideraron necesario y todo el tiempo que han podido hacerlo, para defender y ampliar sus ganancias, mantener su poder político y social y su propiedad privada, con un ordenamiento legal y político favorable a ellos. Han preferido no ser clase nacional y, cada vez que ha sido necesario, han sido antinacionales. Al mismo tiempo, el capitalismo mundial se impuso en la región de acuerdo a las características de sus fases sucesivas, mediante su viejo y su nuevo colonialismo, aplastando resistencias y rebeldías, cooptando y subordinando, hasta que en la actualidad su propia naturaleza imperialista saqueadora, parasitaria y depredadora ha cerrado la posibilidad de que bajo su sistema la América Latina pueda satisfacer las necesidades básicas de sus pueblos, mantener las soberanías nacionales, desarrollar sus economías y sus sociedades, defender y aprovechar sus recursos y organizar su vida en comunión con el medio natural.
Pero una constante latinoamericana y caribeña de resistencias, ideas, combates y sentimientos ha mantenido vivo el carácter popular del legado patriótico, sin entregarlo a los burgueses cómplices y subalternos del capitalismo imperialista, y le ha ido aportando desarrollos. El Presidente de Venezuela, compañero Nicolás Maduro, recordó en el funeral de Estado del Comandante Chávez en la Academia Militar los avatares póstumos del Libertador y de Sucre. Cada época tuvo sus logros y sus avances, porque, en su saldo histórico, ninguna revolución verdadera es derrotada.
El largo camino ha brindado conocimientos y certezas, que ayudan a los que se han puesto en marcha en este continente a tener una conciencia superior. La primera región del Tercer Mundo que logró crear Estados independientes y mantenerlos aprendió que el capitalismo también podía desarrollarse y establecer sistemas de dominación nuevos, neocoloniales, más funcionales a su madurez que el bárbaro colonialismo, y así subordinarnos, dividirnos y perpetuar nuestra condición mísera e inerme, teniendo a las relaciones económicas capitalistas como centro de esa dominación. Pero no por eso los revolucionarios despreciaron a sus repúblicas. Al contrario, levantaron en una sola bandera la causa del verdadero patriotismo y la causa de las luchas de las clases explotadas y oprimidas.
Hemos tenido que ir más lejos que compañeros de otras regiones, que no lograron entender que esta mitad del mundo no podía considerarse “atrasada” y resignarse a vivir en supuestas etapas intermedias en espera de una providencia ajena. Que para poder ser nosotros, y para pelear por ser realmente libres, teníamos que pensar con cabeza propia.
Cuando la libertad y la justicia son planteadas de tal modo y con tanta hondura desde el inicio, la independencia tiene que tornarse liberación nacional, y la justicia social, socialismo. Experiencias y estudios, combates y debates, han sido el taller y la escuela. Un avance fundamental está en la comprensión de la relación que ha existido históricamente entre la independencia y el socialismo. No ha sido fácil ni rápido, una cultura entera universalizante ha estado en contra de que lo entendamos, sobre todo desde el imperialismo, que levantó promesas sucesivas, como el progreso, el panamericanismo y el desarrollo, siempre dirigidas a conducir a los emprendedores, confundir a todos y neutralizar y vencer a los rebeldes y a los que querían avances para sus países. El capitalismo actual ha perdido la posibilidad de ofrecer promesas, solo propone palabras como éxito y fracaso, imágenes e informaciones controladas en un sistema totalitario de formación de opinión pública y conversión de la gente en el público --el rostro de un mundo despiadado en que todo es mercancía--, y reparte algunos premios para los cómplices. Sin embargo, no podemos subestimar su poder, su agresividad y su criminal inmoralidad, ni los atractivos de su colosal capacidad de manipulación cultural.
Pero también hemos encontrado muchas dificultades y obstáculos en nosotros mismos. En la nación independiente que no sabe ser la nación para todos sus hijos, y el gobierno que ante las crisis no lleva su desafío frente a enemigos tan poderosos hasta cruzar la frontera de darle más poder al pueblo, que es al final su única fuerza, y convertirse en un poder popular. En la educación y la cultura que, en países formalmente independientes, siguen siendo escuela y agencia de colonización de las mentes y los sentimientos, sostén de desprecios y exclusiones de una parte del propio pueblo y refugio de la legitimación de las dominaciones de unas personas sobre otras. En los Estados que no logran liberarse de las marcas infamantes de la época de balcanización, y en los que levantan demasiado la ventaja particular en sus tratos con los países que su interés estatal bien entendido debiera considerar como hermanos.
Otra América nuestra es posible, porque hemos ido creando sus cimientos. Para que tomemos posesión de esa fuerza fue que el Presidente Chávez se lanzó a liberar el pasado. Una historia en la que Simón Rodríguez enseñó a Simón Bolívar que es necesaria una revolución social, cultural y económica junto a la revolución política. En la que Sandino dirigió una gran insurrección de campesinos pobres que pelearon durante seis años contra el invasor yanqui sin ser derrotados, y le pudo escribir a un dirigente comunista que su ejército era la vanguardia del proletariado de la América Latina. En la que el Che, entre tantas lecciones incomparables de pensamiento y de acción que dio, afirmó que en este continente se hará “revolución socialista o caricatura de revolución”, y que para triunfar, habrá que instaurar gobiernos de corte socialista. Y el líder de la herejía cubana, Fidel, que es tan grande y es de todos, aclaró hace más de cuarenta años que el gran revolucionario Carlos Marx concibió el socialismo como consecuencia del desarrollo, pero en nuestro mundo, será el socialismo el que haga posible el desarrollo.
Ese socialismo, dice Chávez hace dos años, tiene que ser un poder, pero un poder del pueblo, una nueva concepción de poder y una nueva forma de crear poder y distribuir poder. Como reza la Constitución venezolana, en un Estado democrático y social de derecho y de justicia que propugna como valores superiores la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia y los derechos humanos. Y en su texto de junio de 2012: “Este es el tiempo, como nunca antes lo hubo, de darle rostro y sentido a la Patria Socialista por la que estamos luchando”.
Ya sabemos que la bonanza económica por sí sola no trae ningún avance real para las mayorías, y las modernizaciones bajo un régimen de dominación traen consigo, en el mejor caso, la modernización de la dominación. La actividad liberadora es lo decisivo, ella es la que será capaz de darle un sentido a las fuerzas sociales económicas. El carácter de una revolución no está determinado por la medición de la estructura económica de la sociedad, sino por la práctica revolucionaria. En las condiciones desventajosas de la mayoría de los países del mundo, la transición socialista y la sociedad a crear están obligadas a ir mucho más allá de lo que su “etapa del desarrollo” supuestamente le permitiría, y ser superiores a la reproducción esperable de la vida social: consistir en simultáneas y sucesivas revoluciones culturales, que las vuelvan invencibles. Es preciso acometer la creación de una nueva cultura, que implica una nueva concepción de la vida y del mundo, al mismo tiempo que se cumplen las tareas imprescindibles, más inmediatas, urgentes e ineludibles.
Lo decisivo es que existe una gran acumulación cultural en este continente, de capacidades económicas, cultura política y social, identidades, experiencias e ideas, de poderes populares y procesos autónomos que buscan bienestar para sus pueblos y tienen voluntad de integración y unión. Esa acumulación cultural nos hace capaces de enfrentar en mejores condiciones que las otras regiones del mundo los males a los que ha sido sometido en las últimas décadas y la rapacidad y las guerras actuales del imperialismo, y de emprender en consecuencia transformaciones profundas que hagan posible y conviertan en realidad lo que impide el sistema capitalista.
Somos los herederos de una tradición maravillosa, que convirtió lo que en el Viejo Mundo y en las ideas colonizadas se consideraban luchas nacionales burguesas o rebeldías primitivas de grupos sociales arcaicos en unas formidables revoluciones de los humildes y sus guiadores y representantes, lanzados a conquistar la asunción de la plena soberanía sobre nuestras patrias y el pleno dominio sobre nuestros recursos, y desde ellos, como plantea el Plan de la Patria, asegurar la mayor suma de seguridad social, estabilidad política y felicidad.
Hay que llamar a las cosas por su nombre. El socialismo es la forma nuestra, latinoamericana, de ser independientes.

- Fernando Martínez Heredia, investigador cubano, galardonado con el Premio Nacional de Ciencias Sociales 2006.

Intervención para el X Encuentro Internacional de intelectuales, artistas y luchadores sociales en defensa de la humanidad, Plan de la Patria: pensamiento y acción de Hugo Chávez, celebrado en Caracas los días 25 y 26 de marzo de 2013.