jueves, 28 de junio de 2012

Se nos fue Otro grande Cháu, Germán…

En vísperas de los 39 años del golpe de Estado, otro pequeño gran golpe de ese otro enemigo cruel que ha venido siendo especialmente implacable con quienes debieron vivir la dictadura incesantemente perseguidos y hostigados por los verdugos del fascismo: el cáncer se llevó en las últimas horas al Compañero Germán Vidal, un pionero firme e inclaudicable del salto de la “revolución de las palabras” a la revolución de los hechos en el paradisíaco suelo oriental que en la década de los ´60, gracias al criminal pachecato blanqui-colorado y a la ejemplar resistencia popular a él, ya no pudo seguir llamándose “Estado de Bienestar” o “Uruguay Batllista-Civilista”.
“El Pato”, como le decíamos a Germán los que lo queremos mucho, no fue nunca un renombrado, ni jamás se lo vio sacando patente de “histórico”, pese a serlo sin comillas.
Su compromiso revolucionario –que no tuvo agachadas de ninguna índole ni aún cuando asomaron las “tentaciones” de la etapa de vuelta a la legalidad burguesa- lo llevó a ser co-fundador del Movimiento de Liberación Nacional (Tupamaros) en un proceso de introspección crítica y removedora, que le hizo irse desvinculando orgánicamente de su entrañable MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), aunque nunca “peleándose” con sus viejas compañeras y sus viejos compañeros maoístas de entonces.
Personaje de perfil bajo aunque de altos valores morales y enorme voluntad de ser protagonista clave sin afán de protagonismo, Germán muere sin que muchísima gente tenga idea siquiera de cuánto entregó sin mezquindad ni delirios de grandeza a la revolución oriental por la que avejentó muy prematuramente, dedicándole todo su tiempo y todo su amor revolucionario, no especulando con deslumbrantes “promociones” ni a la espera del salvoconducto de “cuadro” vitalicio atornillado en la fantasía de que haber empuñado un fusil cuando había que hacerlo, nos hace revolucionarios de una vez y para siempre.
En el intento de recomposición tupamara, Germán no descansó un minuto poniendo todo su empeño y toda su creatividad innata (aunque a veces más bien demasiado tímida y demasiado humilde), tratando de arrimar ideas e iniciativas que contribuyeran a la muy difícil unidad sin sacrificar principios por los que se jugó desde sus años mozos y de los que no podía ni siquiera imaginar desentendiéndose por más querida que fuera la necesaria recomposición post derrota.
Como muchas y como muchos –como la inmensa mayoría-, terminó concluyendo que al menos en aquel clima donde ya el segundo capítulo del triunfalismo cortoplacista volvería a hacer pomada los mejores sueños, no tenía sentido tratar de que las mejores horas de nuestras vidas se invirtieran en la quimera de torcer el rumbo de quienes ya lo tenían muy bien (¿?) definido y no se detendrían siquiera a reconsiderarse ni considerar al resto de la militancia.
Como muchas y como muchos, “El Pato”, finalmente, olfateó certeramente que la muerte de “El Bebe”, en 1989, significaba la desaparición del único compañero que en aquellas condiciones podía contribuir, con su liderazgo natural y su bien ganada autoridad moral, a tan siquiera mantener unidos a quienes no estábamos dispuestos a reiterar la experiencia decididamente suicida de un “seguidismo crítico” que inevitablemente se hubiese autoeliminado en poco tiempo morfado por la peor de las desviaciones aún “en democracia”: el aparatismo, la entrega de la organización de intención revolucionaria al monopolio político-ideológico de una diminuta corriente, polifacética socialmente y filosóficamente, pero férreamente homogénea en su práctica concreta, sus hábitos de pensamiento y su metodología política.
Nos decía Germán hace ocho años en el cementerio de La Teja, al cumplirse los quince de la partida de Raúl Sendic:
“(…) Raúl activó el disparador de las ideas y la lucha revolucionaria sin claudicaciones. Nos enseñó que la unidad es válida para avanzar y no para transar los derechos de los trabajadores, ni para transar con el imperio ni con sus lacayos de entrecasa. Esas ideas desencadenaron luchas internas en el movimiento obrero, en los estudiantes, en los partidos políticos y en toda la sociedad, articulando una línea de pensamiento que encontró en la lucha armada la continuidad de la lucha política y sindical (…)”.
Más claro, imposible. La idea de quién era y qué había significado “El Bebe”, era la que pintaba de cuerpo entero al mismo Germán en 2004, cuando ya el exceso del pucho venía disminuyendo sus riquísimas capacidades vitales.
Su lucha contra la enfermedad exhibió la misma entereza de su lucha revolucionaria. Aún con la máscara de oxígeno puesta y lleno de tajos quirúrgicos en toda su espalda, su presencia de ánimo fue la que lo habilitó para los dribligns mágicos con una parca de la que, bien lo sabía, no escaparía, pero a la que podía seguir distrayendo por unos añitos más…
El año pasado, cerca de “las fiestas”, nos tomamos un cafecito en “La Pasiva”, cuando ya se sabía que unos 40 laburantes quedarían en la calle por el cierre del emblemático boliche de 18 y Ejido que moriría tragado como un “pancho” por alguna multinacional de la gastronomía basura  y el genocidio “pacífico”.
Tratamos de tentar al par de mozos que nos atendían con la posibilidad de una “Pasiva” autogestionada cooperativamente, ocupándose el local y animándose a vivir sin patrones.
Imposible. Todo el mundo, nos dijeron, quería cobrar el despido y más nada…
“¿Qué te parece? –me dijo “El Pato” en su estilo de preguntar-debatir-preguntar- ¿No tendrá razón el “Pepe” con las inversiones extranjeras para que haya más clase obrera?”.
En una de sus frecuentes post terapias, había estado releyendo a Lenin, comentó, cuando “El tuerto rojo”, apenas asaltado el Palacio de Invierno, sopesaba la posibilidad de darle entrada en la URSS a capitales industriales alemanes, para engrosar las aguerridas pero flacas filas proletarias rusas de las que dependería el futuro del socialismo.
Los mozos no entendían mucho a dónde íbamos con nuestro coloquio ornamentado de miradas socarronas que en realidad, siempre, terminaban revelando una plena sintonía en las cosas importantes.
“Tenés razón –me dijo sonriente-; ya está todo inventado, de inventar explotados ya se ocupó eficazmente la burguesía… Hay que crear proletariado con inversión en revolución y de la revolución…”.
Despedimos el año, nos prometimos vernos “dentro de un rato”, y, ¡ta!, pasó lo de siempre o casi siempre: la noticia de mierda que nos pega en los huevos y los manda al lado de la “nuez de Adán”, que debe ser algo así como el cuarto apretado de las penitencias del alma humana.
¡Cháu, “Pato”, ninguna ni ninguno de nosotros dejaremos de quererte muchísimo y de extrañarte espantosamente!. Pero tampoco nadie dejará de sentirte siempre vivo y lleno de gestos y palabras afables, tiernas y justas, sin las que la revolución es sólo cuestión de cuentamusas!!!.
Nos vemos, Germán, en la Patria para Todos y en el Socialismo que nadie podrá robarnos.
¡Hasta la victoria, siempre, esa victoria cierta e inexorable  que también se va haciendo de estas victorias cotidianas de moquear como un gurí cuando nos enteramos de que locos como vos caen tempranamente, demasiado temprano, como para consolarnos así nomás!.
Gabriel –Saracho- Carbajales, Montevideo, 27 de Junio de 2012, a 39 años de la Heroica Huelga General antifascista.
Tomado de: http://noticiasuruguayas.blogspot.com/
 

lunes, 25 de junio de 2012

Monsanto golpea en Paraguay: Los muertos de Curuguaty y el juicio político a Lugo


Este artículo escrito unas horas antes del derrocamiento de Fernando Lugo en Paraguay. Idilio Méndez explica las claves detrás del complot político en un país acosado por la agroindustria y con una clase política al servicio de sus intereses.


El parlamento a favor del juicio político. Imagen: telesurtv.net.
¿Quienes están detrás de esta trama tan siniestra? Los propulsores de una ideología que promueven el máximo beneficio económico a cualquier precio y cuanto más, mejor, ahora y en el futuro.
El viernes 15 de junio de 2012, un grupo de policías que iba a cumplir una orden de desalojo en el departamento de Canindeyú en la frontera con Brasil, fue emboscado por francotiradores, mezclados con campesinos que reclamaban tierras para sobrevivir. La orden fue dada por un juez y una fiscala para proteger a un latifundista. Como resultado se tuvo 17 muertos; 6 policías y 11 campesinos y decenas de heridos graves. Las consecuencias: El laxo y timorato gobierno de Fernando Lugo quedó con debilidad ascendente y extrema, cada vez más derechizado, a punto de ser llevado a juicio político por un Congreso dominado por la derecha; duro revés a la izquierda, a las organizaciones sociales y campesinas, acusadas por la oligarquía terrateniente de instigar a los campesinos; avance del agronegocio extractivista de manos de las transnacionales como Monsanto, mediante la persecución a los campesinos y el arrebato de sus tierras y, finalmente, la instalación de una cómoda platea para la los oligarcas y los partidos de derecha para su retorno triunfal en las elecciones de 2013 al Poder Ejecutivo.

El 21 de octubre de 2011, el Ministerio de Agricultura y Ganadería, dirigido por el liberal Enzo Cardozo, liberó ilegalmente la semilla de algodón transgénico Bollgard BT de la compañía norteamericana de biotecnología Monsanto, para su siembra comercial en Paraguay. Las protestas campesinas y de organizaciones ambientalistas no se dejaron esperar. El gen de este algodón está mezclado con el gen del Bacillus Thurigensis, una bacteria tóxica que mata a algunas plagas del algodón, como las larvas del picudo, un coleóptero que oviposita en el capullo del textil.
El Servicio de Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas, SENAVE, otra institución del Estado paraguayo, dirigido por Miguel Lovera, no inscribió dicha semilla transgénica en los registros de cultivares, por carecer de los dictámenes del Ministerio de Salud y de la Secretaría del Ambiente, tal como exige la legislación.

Campaña mediática

Durante los meses posteriores, Monsanto, a través de la Unión de Gremios de Producción, UGP, estrechamente ligada al Grupo Zuccolillo, que publica el diario ABC Color, arremetió contra SENAVE y su presidente por no inscribir la semilla transgénica de Monsanto para su uso comercial en todo el país.
La cuenta regresiva decisiva pareció haberse dado con una nueva denuncia por parte de una seudosindicalista del SENAVE, de nombre Silvia Martínez, quien acusó el 7 de junio pasado a Lovera de corrupción y nepotismo en la institución que dirige, a través de ABC Color. Martínez es esposa de Roberto Cáceres, representante técnico de varias empresas agrícolas, entre ellas Agrosán, recientemente adquirida por 120 millones de dólares por Syngenta, otra transnacional, todas socias de la UGP.
Al día siguiente, viernes 8 de junio, la UGP publica en ABC a seis columnas: “Los 12 argumentos para destituir a Lovera” (1). Estos presuntos argumentos fueron presentados al vicepresidente de la República, correligionario del ministro de Agricultura, el liberal Federico Franco, quien en ese momento se desempeñaba como presidente de Paraguay en ausencia de Lugo, de viaje por Asia.


El viernes 15 del corriente mes, en ocasión a una exposición anual organizada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería, el ministro Enzo Cardozo dejo escapar un comentario ante la prensa que un supuesto grupo de inversores de la India, del sector de los agroquímicos, canceló un proyecto de inversión en Paraguay por la presunta corrupción en SENAVE. Nunca aclaro de qué grupo se trataba. En esas horas de aquel día se registraban los trágicos sucesos de Curuguaty.
En el marco de esta exposición preparada por el citado ministerio, la transnacional Monsanto presentó otra variedad de algodón, doblemente transgénico: BT y RR o Resistente al Roundup, un herbicida fabricado y patentado por Monsanto. La pretensión de la transnacional norteamericana es la inscripción en Paraguay de esta semilla transgénica, tal como ya ocurrió en la Argentina y otros países del mundo.
Previamente a estos hechos, el diario ABC Color denunció sistemáticamente por presuntos hechos de corrupción a la ministra de Salud, Esperanza Martínez y al ministro del Ambiente, Oscar Rivas, dos funcionarios que no dieron su dictamen favorable a Monsanto.


Monsanto facturó el año pasado 30 millones de dólares, libre de impuestos, (porque no declara esta parte de su renta) solamente en concepto de royalties por el uso de semillas transgénicas de soja en Paraguay. Independiente, Monsanto factura por la venta de las semillas transgénicas. Toda la soja cultivada es transgénica en una extensión cercana a los tres millones de hectáreas, con una producción en torno a los 7 millones de toneladas en el 2010.


Por otro lado, en la Cámara de Diputados ya se aprobó en general el proyecto de Ley de Bioseguridad, que contempla crear una dirección de bioseguridad a cargo del Ministerio de Agricultura, con amplia potestad para la aprobación para su cultivo comercial de todas las semillas transgénicas, ya sean de soja, maíz, arroz, algodón y algunas hortalizas. Este proyecto de ley contempla la eliminación de la Comisión de Bioseguridad actual, que es un ente colegiado de funcionarios técnicos del Estado paraguayo.
En tanto transcurrían todos estos acontecimientos, la UGP viene preparando un acto de protesta nacional contra el gobierno de Fernando Lugo para el 25 de junio próximo. Se trata de una manifestación con maquinarias agrícolas, cerrando medias calzadas de las rutas en distintos puntos del país. Una de las reivindicaciones del denominado “tractorazo” es la destitución de Miguel Lovera del SENAVE, así como la liberalización de todas las semillas transgénicas para su cultivo comercial.


Las conexiones


La UGP está dirigida por Héctor Cristaldo, apoyado por otros apóstoles como Ramón Sánchez – quien tiene negocios con el sector de los agroquímicos – entre otros agentes de las transnacionales del agronegocio. Cristaldo integra el staff de varias empresas del Grupo Zuccolillo, cuyo principal accionista es Aldo Zuccolillo, director propietario del diario ABC Color desde su fundación bajo el régimen de Stroessner, en 1967. Zuccolillo es dirigente de la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP.
El Grupo Zuccolillo es socio principal en Paraguay de Cargill, una de las transnacionales más grandes del agronegocio en el mundo. La sociedad construyó uno de los puertos graneleros más importante del Paraguay, denominado Puerto Unión, a 500 metros de la toma de agua de la empresa aguatera del Estado paraguayo, sobre el Río Paraguay, sin ninguna restricción.
Las transnacionales del agronegocio en Paraguay prácticamente no pagan impuestos, mediante la férrea protección que tienen en el Congreso, dominado por la derecha. La presión tributaria en Paraguay es apenas del 13% sobre el PIB. El 60 % del impuesto recaudado por el Estado paraguayo es el Impuesto al Valor Agregado, IVA. Los latifundistas no pagan impuestos. El impuesto Inmobiliario representa apenas el 0,04% de la presión tributaria, unos 5 millones de dólares, según un estudio del Banco Mundial (2) aún cuando el agronegocio produce rentas en torno al 30 % del PIB, que representan unos 6.000 millones de dólares anuales.
Paraguay es uno de los países más desiguales del mundo. El 85 por ciento de las tierras, unas 30 millones de hectáreas, está en manos del 2 por ciento de propietarios (3) que se dedican a la producción meramente extractivista o en el peor de los casos a la especulación sobre la tierra.
La mayoría de estos oligarcas poseen mansiones en Punta del Este o Miami y tienen estrechas relaciones con las transnacionales del sector financiero, que guardan sus bienes mal habidos en los paraísos fiscales o le facilitan inversiones en el extranjero. Todos ellos, de alguna u otra manera, están ligados al agronegocio y dominan el espectro político nacional, con amplias influencias en los tres poderes del Estado. Allí reina la UGP, apoyada por las transnacionales del sector financiero y del agronegocio.
Los hechos de Curuguaty
Curuguaty es una ciudad ubicada al este de la Región Oriental del Paraguay, a unos 200 km de Asunción, capital del Paraguay. A unos kilómetros de Curuguaty se halla la estancia Morombí, propiedad del terrateniente Blas Riquelme, con más de 70 mil hectáreas en ese lugar. Riquelme proviene de la entraña de la dictadura de Stroessner (1954-1989) bajo cuyo régimen amasó una inmensa fortuna, aliado al general Andrés Rodríguez, quien ejecutó el golpe de Estado que derrocó al dictador Stroessner. Riquelme, que fue presidente del Partido Colorado por muchos años y senador de la República, dueño de varios supermercados y establecimientos ganaderos, se apropió mediante subterfugios legales de unas 2.000 hectáreas, aproximadamente, que pertenecen al Estado paraguayo.
Esta parcela fue ocupada por los campesinos sin tierras que venían solicitando al gobierno de Fernando Lugo su distribución. Un juez y una fiscala ordenaron el desalojo de los campesinos, a través del Grupo Especial de Operaciones, GEO, de la Policía Nacional, cuyos miembros de élite en su mayoría fueron entrenados en Colombia, bajo el gobierno de Uribe, para la lucha contrainsurgente.
Sólo un sabotaje interno dentro de los cuadros de inteligencia de la Policía, con la complicidad de la Fiscalía, explica la emboscada, en la cual murieron 6 policías. No se comprende cómo policías altamente entrenados, en el marco del Plan Colombia, pudieron caer fácilmente en una supuesta trampa tendida por campesinos, como quiere hacer creer la prensa dominada por los oligarcas. Sus camaradas reaccionaron y acribillaron a los campesinos, matando a 11, quedando unos 50 heridos. Entre los policías muertos estaba el jefe del GEO, comisario Erven Lovera, hermano del teniente coronel Alcides Lovera, jefe de seguridad del presidente Lugo.
El plan consiste en criminalizar, llevar hasta el odio extremo, a todas las organizaciones campesinas, para empujar a los campesinos a abandonar el campo para el uso exclusivo del agronegocio. Es un proceso lento, doloroso, de descampesinización del campo paraguayo, que atenta directamente contra la soberanía alimentaria, la cultura alimentaria del pueblo paraguayo, por ser los campesinos productores y recreadores ancestrales de toda la cultura guaraní.
Tanto la Fiscalía o Ministerio Público, como el Poder Judicial y la Policía Nacional, así como diversos organismos del Estado paraguayo, están controlados mediante convenios de cooperación por USAID, la agencia de cooperación de los Estados Unidos.
El asesinato del hermano del jefe de seguridad del presidente de la República obviamente es un mensaje directo a Fernando Lugo, cuya cabeza sería el próximo objetivo, probablemente a través de un juicio político, quien derechizó más su gobierno tratando de calmar a los oligarcas. Lo ocurrido en Curuguaty tumbó a Carlos Filizzola del Ministerio del Interior y fue nombrado en su reemplazo a Rubén Candia Amarilla, proveniente del opositor Partido Colorado, al cual Lugo lo derrotó en las urnas en el 2008, luego de 60 años de dictadura colorada, incluyendo la tiranía de Alfredo Stroessner.
Candia fue ministro de Justicia del gobierno colorado de Nicanor Duarte (2003-2008) y se desempeñó como fiscal general del Estado por un periodo, hasta el año pasado, cuando fue reemplazado por otro colorado, Javier Díaz Verón, a instancia del propio Lugo. Candia es acusado de haber promovido la represión a dirigentes de organizaciones campesinas y de movimientos populares. Su nominación a Fiscal General del Estado en el 2005 fue aprobado por el entonces embajador de los Estados Unidos, Jhon F. Keen. Candia fue responsable de un mayor control por parte de USAID del Ministerio Público y fue acusado en los inicios de su gobierno por Fernando Lugo de conspirar en su contra para quitarlo del gobierno.
Tras asumir como el ministro político de Lugo, lo primero que anunció Candia fue la eliminación del protocolo de diálogo con los campesinos que invaden propiedades. El mensaje es que no habrá conversación, sino simplemente la aplicación de la ley, lo que significa emplear la fuerza policial represiva sin contemplación.
Dos días después de asumir Candia Amarilla, los miembros de la UGP, encabezado por Héctor Cristaldo, ya visitaron al flamante ministro del Interior, a quien solicitaron garantías para la realización del denominado tractorazo. Sin embargo, Cristaldo dijo que la medida de fuerza puede ser suspendida en caso de nuevas señales favorables para la UGP (léase liberación de las semillas transgénicas de Monsanto, destitución de Lovera y otros ministros, entre otras ventajas para el gran capital y los oligarcas) derechizando aun más el gobierno.
Cristaldo es precandidato a diputado para las elecciones de 2013 por un movimiento interno del Partido Colorado, liderado por Horacio Cartes, un empresario investigado en el pasado reciente por Estados Unidos por lavado de dinero y narcotráfico, según el propio diario ABC Color, que se hizo eco de varios cables del Departamento de Estado de USA, publicado por WikiLeaks, entre ellos uno que aludía directamente a Cartes, el 15 de noviembre de 2011.
Juicio político a Lugo
En las últimas horas, mientras se redactaba esta crónica, la UGP, (4) algunos integrantes del Partido Colorado y los propios integrantes del Partido Liberal Radical Auténtico, PLRA, dirigido por el senador Blas Llano y aliado del gobierno, amenazan con un juicio político Fernando Lugo para destituirlo como presidente de la República del Paraguay.
Lugo depende del humor de los colorados para seguir como presidente de la República, así como de sus aliados liberales, que ahora lo amenazan con juicio político, con seguridad buscando más espacios de poder (dinero) como prenda de paz. El Partido Colorado, aliado a otros partidos minoritarios de la oposición, tiene la mayoría necesaria como para destituir al presidente de sus funciones.
Quizás se esperan “las señales favorables” de Lugo que la UGP – en nombre de la Monsanto, la patria financiera y los oligarcas – está exigiendo al gobierno. Caso contrario, se estaría pasando a una siguiente fase de los planes de copamiento de este gobierno que nació como progresista y lentamente va terminando como conservador, controlado por los poderes fácticos.
Entre algunos de sus haberes, Lugo es responsable de la aprobación de la Ley Antiterrorista, propiciada por Estados Unidos en todo el mundo después del 11 S. Autorizó en 2010 la implementación de la Iniciativa Zona Norte, consistente en la instalación y despliegue de tropas y civiles norteamericanos en el norte de la Región Oriental – en las narices del Brasil – supuestamente para desarrollar actividades a favor de las comunidades campesinas.
El Frente Guazú, coalición de las izquierdas que apoya a Lugo, no logra unificar su discurso, y sus integrantes pierden la perspectiva en el análisis del poder real, cayendo en los juegos electoralistas inmediatistas. Infiltrados por USAID, muchos integrantes del Frente Guazú que participan en la administración del Estado, sucumben ante los cantos de sirena del consumismo galopante del neoliberalismo. Se corrompen hasta los tuétanos y en la práctica se convierten en émulos vanidosos de engreídos ricos que integraban los recientes gobiernos del derechista Partido Colorado.
Curuguaty también engloba un mensaje para la región, especialmente para Brasil, en cuya frontera se producen estos hechos sangrientos, claramente dirigidos por los amos de la guerra, cuyos teatros de operaciones se pueden observar en Irak, Libia, Afganistán y ahora Siria. Brasil está construyendo hegemonía mundial junto a Rusia, India y China, denominado BRIC. Sin embargo, Estados Unidos no ceja en su poder de persuasión al gigante de Sudamérica. Ya está en marcha el nuevo eje comercial integrado por México, Panamá, Colombia, Perú y Chile. Es un muro de contención a los deseos expansionistas del Brasil hacia el Pacífico.

Mientras, Washington sigue con su ofensiva diplomática en Brasilia, tratando de convencer al gobierno de Dilma Rousseff a estrechar vínculos comerciales, tecnológicos y militares. Entre tanto, la IV Flota de los Estados Unidos, reactivada hace unos años después de estar fuera de
servicio apenas culminó la Segunda Guerra Mundial, vigila todo el Atlántico Sur, en carácter de otro cerco al Brasil por si no comprendiese la persuasión diplomática.
Y Paraguay es un país en disputa entre ambos países hegemónicos, dominado aun ampliamente por USA. Por eso lo de Curuguaty es también una pequeña señal para Brasil, en el sentido que el Paraguay puede convertirse en un polvorín que quebrantará el desarrollo del suroeste del Brasil.
Pero por sobre todo, los muertos de Curuguaty es una señal del capital, del gran capital, del extractivismo expoliador, que asuela el Planeta y aplasta la vida en todos los rincones de la Tierra en nombre de la civilización y el desarrollo. Por fortuna, los pueblos del mundo también van dando respuestas a estas señales de la muerte, con señales de resistencia, con señales de dignidad y de respeto a todas formas de vida en el Planeta.
Fuente: Radar.
1- http://www.abc.com.py/edicion-impresa/economia/presentan-12-argumentos-para–destituir-a–lovera-411495.html
2- Documento del Banco Mundial. Paraguay. Impuesto Inmobiliario: Herramienta clave para la descentralización fiscal y el mejor uso de la tierra. Volumen I: Informe principal. 2007.
3- Censo Agropecuario Nacional 2008.
4- http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/productores-se-ratifican-en-juicio-politico-416196.html
 Tomado de:
http://ea.com.py/monsanto-golpea-en-paraguay-los-muertos-de-curuguaty-y-el-juicio-politico-a-lugo/

sábado, 23 de junio de 2012

PANORAMA ECONÓMICO: Los ricos y sus riquezas


ECONOMÍA ›

  Por Alfredo Zaiat
 
Investigaciones académicas, organismos internacionales, opiniones en medios de comunicación y discursos políticos se ocupan de la pobreza. Proponen planes, realizan diagnósticos, financian programas asistenciales y prometen combatir la desigualdad. Los estudios sobre los pobres abundan. No desbordan, en cambio, centros estadísticos, cátedras universitarias ni congresos mundiales dedicados a explorar a los ricos y sus riquezas. Están protegidos de estudios molestos que puedan exponer las inequidades sociales y las políticas que hacen posible su existencia y desarrollo. La mención tradicional que los involucra está en referencia a los pobres, por índices de distribución del ingreso. Pero son escasos los datos específicos sobre los ricos en el mundo, evolución, características e ingresos. Existen publicaciones dedicadas a la frivolidad que muestra la ostentación de millonarios o a relatar historias edulcoradas de cómo construyeron sus fortunas. La lista Forbes es superficial y no brinda elementos sustanciales sobre acumulación de riquezas. Una aproximación sobre la cantidad de personas millonarias y magnitud de riqueza concentrada en pocas manos la brindan con más información dos documentos. Uno preparado por Merrill Lynch y Capgemini, y el otro por Wealth-X, firma que ofrece a las grandes compañías el perfil de los ultra ricos.

Existe una idea naturalizada en el espacio público que dice que en las grandes crisis todos pierden. Algunos más, otros menos, pero que todos contabilizan una reducción de patrimonio. Trabajadores y jubilados porque padecen el recorte de sus ingresos o pierden el empleo; y empresarios y banqueros porque disminuyen ventas y ganancias, bajan las acciones y bonos, o porque quiebran y tienen que ser rescatados por el Estado. Esto que parece tan lógico en el discurso y teoría no se verifica en los hechos. Desde que estalló la crisis en 2008 aumentó la cantidad de desocupados y pobres en Estados Unidos y Europa, y también subió la cantidad de ricos. La descripción sobre que el capital financiero es el dominante en esta etapa del desarrollo del capitalismo global, y que líderes políticos de las potencias están subordinados a proteger esos intereses, se expresa con nitidez en los resultados de los últimos informes dedicados a los ricos realizados por esas firmas.
El “World Ultra Wealth Report 2011” define como Ultra High Net Worth Individuals (Uhnwi) a personas con activos superiores a 30 millones de dólares, sin contabilizar sus casas y bienes de colección (obras de arte, entre otros) y de consumo durable (autos, aviones, yates). El informe contabiliza el efectivo y los activos de fácil realización. Por lo tanto, esos ricos tienen una riqueza superior a esos 30 millones de dólares de inmediata disponibilidad. La investigación tiene como objetivo ofrecer un estudio de mercado para profesionales de las finanzas dedicadas a la gestión de patrimonios privados (lo mismo que hace el diputado Alfonso Prat Gay con la riqueza y posterior herencia de Amalita Lacroze de Fortabat), para las principales marcas de lujo o para ONG que “trabajan con la comunidad de ricos o quieren entrar en ese mercado”, explica David Leppan, titular de Wealth-X, en la presentación de la página web de la compañía.
Según el último reporte, con datos compilados a partir de más de 1100 fuentes en 109 países, en 2011 había en todo el mundo 185.795 Uhnwi con una riqueza global de 25 billones de dólares. De ese total, 57.860 estaban en Estados Unidos y 54.325 en Europa. Esos 25 billones de dólares duplican el PIB de la Unión Europea de 27 países, y también son dos veces el Producto de Estados Unidos. Esa inmensa fortuna equivale entonces a casi la mitad del PIB mundial, y está concentrada en apenas 185.795 personas, el 0,002 por ciento de la población mundial.

Brasil lidera la tabla en América latina, con 4725 ultra ricos, seguido por México, con 2900, cerrando el podio Argentina, con 1050.
En España, modelo económico elogiado por conservadores durante las últimas dos décadas, hoy el borde de la quiebra, contabiliza 1875 ultra ricos. En el ranking europeo se ubica en el sexto puesto, detrás de Alemania, Reino Unido, Suiza, Francia e Italia. La existencia de esa elite española millonaria convive con el desempleo más elevado de Europa, cercano al 25 por ciento en promedio, que sube al 50 por ciento en los jóvenes, con el retroceso del salario real y la pérdida de derechos laborales.
En 2009, según el otro informe elaborado por Merrill Lynch y Capgemini, los Uhnwi eran un grupo formado por 93.100 personas con una riqueza conjunta de 13,8 billones de dólares. En dos años se han multiplicado por dos tanto los ultra ricos como sus riquezas acumuladas. Merrill Lynch era uno de los bancos de inversión líderes de Wall Street, absorbido por el Bank of America para evitar otra quiebra como Lehman Brothers. Capgemini, compañía no tan conocida como Merrill Lynch, tiene más de 90.000 empleados en todo el mundo y presta servicios de consultoría, servicios tecnológicos y outsourcing. Merrill Lynch y Capgemini trabajan para los ricos. Saben de lo que informan.

En esa investigación se evalúan, además de los ultra ricos, las personas con grandes patrimonios que parten de un activo líquido (efectivo) de un millón de dólares. Según Merrill Lynch y Capgemini, en esa categoría hubo 8,8 millones de personas con patrimonios elevados en el mundo en 2005, una cifra que subió a 9,5 millones en 2006 y a 10,1 millones en 2007. En 2008, con el inicio de la crisis económica, la cifra se redujo a apenas debajo de los niveles de 2005, con 8,6 millones. Para 2009, aumentó a 10 millones, casi lo mismo que en 2007, año previo a la crisis.

En este período de turbulencia económica global, la riqueza conjunta de esas personas fue de 33,4 billones de dólares en 2005, 37,2 billones en 2006, 40,7 billones en 2007, cayendo a 32,8 billones de dólares en 2008. En 2009, subió a 39,0 billones de dólares. El último reporte indica que en 2010 había 10,9 millones de ricos que en conjunto reunieron una riqueza de 42,7 billones de dólares. Ese monto es 9,7 por ciento más alto que el registrado el año anterior, superando el nivel precrisis de 2007, que de por sí ya había sido el más alto hasta entonces.

Esta sucesión de cifras ofrece una conclusión impactante. Transcurrido un lapso de cinco años de la peor crisis económica global desde la depresión del ’30 del siglo pasado, sin un horizonte cercano de su fin, aumentó la cantidad de ricos y el monto acumulado de sus riquezas.
¿Cómo se llega a ese resultado cuando no hay día en que no haya noticias sobre el drama social y profundidad de la crisis económica global?

Daniel Raventós, profesor de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona, brinda una pista en uno de sus artículos mencionando una declaración de Neil M. Barofsky, quien fuera inspector general del programa de rescate por 700 mil millones de dólares del sistema financiero de Estados Unidos, conocido como Troubled Asset Relief Programm (TARP), hasta febrero de 2011. Este funcionario escribió en The New York Times que hoy “los grandes bancos son un 20 por ciento más grandes que antes de la crisis y controlan una parte de nuestra economía mayor que nunca. Asumen de forma razonable que el gobierno los rescatará de nuevo si fuera necesario”.
El auxilio a la banca ha venido acompañado de recortes en el gasto social, en eliminación de derechos laborales para abaratar los despidos y en poda de salarios. Esa protección a banqueros se complementa con la política de no tocar privilegios de los ricos, no subir impuestos a los grandes patrimonios y sí al consumo, y cuidando de no afectar el funcionamiento de los paraísos fiscales, refugios donde ricos y ultra ricos resguardan sus riquezas.

La brecha entre los ricos y los pobres de los países desarrollados reunidos en la OCDE es de ese modo la más grande de los últimos 30 años, según el reciente informe de esa organización “Divided we stand: why inequality keeps rising?”. En una de sus conclusiones destaca que el coeficiente de Gini, una medida de la desigualdad de ingresos que oscila entre 0 (distribución equitativa) a 1 (máxima desigualdad), se situó en un promedio de 0,29 en los países de la OCDE a mediados de 1980. En 2010 se había incrementado casi 10 por ciento, al ubicarse en 0,316.
Si muchos quieren saber el motivo del estallido de la crisis y por qué los líderes de las potencias no pueden orientar sus economías para superar la debacle que está afectando al resto del mundo, el aumento de la desigualdad en esos países y esas cifras de ricos y ultra ricos es el comienzo de la respuesta.

azaiat@pagina12.com.ar
 

miércoles, 20 de junio de 2012

Uruguay Economia PECADOS DE LA CARNE

O cuando los crudos hechos desmienten a un ministro (neo) liberal


Autor: William Yohai
18 de junio de 2012
Transcribimos más abajo un fragmento de una larga entrevista que Pablo Mestre (1) le realizó días atrás al Ministro de Ganadería Agricultura y Pesca Tabaré Aguerre.
“-Tema polémico el de la exportación en pie...
-Desde el primer día la exportación de ganado en pie ha estado habilitada. Nunca se ha exportado tanto ganado en pie en este país como desde el 1º de marzo de 2010 para acá.
-Y vaya si ha sido favorable al mercado…
-Yo no creo que haya mejores cosas para el mercado que la gente tenga opciones donde vender. Más allá que también si uno lo mira globalmente desde el punto de vista de la industria frigorífica, de las fuentes de empleo, no se piensa así. Hoy Uruguay tiene una capacidad instalada de faena para 3 millones de animales y está faenando 2,2 millones. La única manera que llegue a 3 millones de ganado faenado es que se produzcan 3,2 o 3,3 millones de terneros. Y para que los terneros se produzcan, quienes toman las decisiones de entorar, destetar y cuidar son los productores. Si los terneros no valen, vamos a seguir teniendo 2,2 o 2,3 millones. O sea que para que haya más terneros que se transformen en novillos el primer eslabón de la cadena debe sentir que tiene libertad. Y por eso hemos mantenido la exportación de ganado en pie (salvo en diciembre de 2010 por una controversia por exigencias de Turquía).
-¿Por qué se demoran los permisos?
-Se entregan con determinada cadencia. ¿Qué es un permiso? Es una habilitación. Cuando Uruguay exporta un barco de terneros para el destino que fuera, son animales vivos que salen del país y llegan a un lugar determinado y si llegan enfermos, es el país el que queda mal. Y todo el mundo valora la seriedad y trasparencia con que Uruguay maneja esos temas. Ahí aparece la priorización cuando los recursos son escasos. Yo priorizo la sanidad, mantener abiertos todos los mercados que tengo, que se haga un buen control de ruta de vacunación. Eso determina que haya períodos en el año donde los 64 veterinarios que tengo para cubrir el país (en el presupuesto son 36 más que no han entrado todavía) están a full. En esta rendición de cuentas estoy tratando de priorizar el rubro sanitario, porque si se cae, se le cae el rubro cárnico y el rubro lácteo. Porque la mayoría de los uruguayos desconoce la importancia que tiene el rubro agropecuario en la economía nacional. Buena parte de los buenos índices de desempeño económico que Uruguay tiene están asociados a la actividad económica agropecuaria”.
Sólo la primera frase resume, como tal vez no lo podrían hacer varios libros de análisis económicos la esencia de este gobierno. Cuando, suponemos que con conocimiento de causa dice:
Nunca se ha exportado tanto ganado en pie en este país como desde el 1º de marzo de 2010 para acá”
Nos está sintetizando una política económica en una sola frase. Brillante, Sr. Ministro, Brillante.
Y el segundo párrafo ahonda en su pensamiento: está clarísimo; el país tiene un problema, demasiado poco ganado para la capacidad instalada en la industria frigorífica. Se precisa llegar a producir 3,2 millones de terneros al año. Y sólo se producen 2,2 millones. Entonces, afirma el Ministro, démosle al “mercado”, dios todopoderoso si los hay, señales: el que produzca terneros podrá exportarlos libremente. No importa demasiado si, también de acuerdo al MinistroMás allá que también si uno lo mira globalmente desde el punto de vista de la industria frigorífica, de las fuentes de empleo, no se piensa así”. Total, lo que se pierde ahora se recuperará en el ¿largo plazo?, cuando las “expectativas racionales de los agentes” (frase típica de los textos de economía que predominan hoy en el ambiente académico) hagan aumentar en un 50% la producción de terneros. Los trabajadores en seguro de paro o despedidos, las compras en plaza de insumos que los frigoríficos realizan, los aportes a la seguridad social, o sea, los innumerables aportes que una industria realiza al tejido económico se pierden ahora pero se recuperarán algún día…
Ante las “señales de precios” los criadores, o sea, los empresarios en su mayoría terratenientes que integran el sector invertirán más para producir más terneros…¿o no?
Porque en otro artículo muy interesante el   periodista especializado en temas económicos que escribe para El País   Jorge Rebella (2) entrevista a un operador clave, quien afirma lo siguiente: “La industria cárnica tiene hoy capacidad suficiente para faenar 3,5 millones de cabezas anuales, o sea 1,5 millones por encima de los niveles actuales. Esto genera, entre otros efectos, una fuerte desocupación en el sector que queda encubierta por la gran demanda de mano de obra en la construcción, sostuvo Daniel Belerati, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Frigorífica. A continuación un resumen de la entrevista.
-¿Cómo evalúa la situación de la industria frigorífica a fines del primer semestre de 2012?
-La actividad del sector se viene resintiendo en forma sistemática desde 2006 cuando se faenaron 2.588.000 cabezas. En 2011 la faena sufrió una caída del 22% en un período de cinco años y va a caer aún más vistos los registros de los primeros cinco meses del año.
-¿Cuáles son sus proyecciones de faena de vacunos, volumen de exportaciones de carne vacuna y el precio promedio de la tonelada exportada para este año?
-El número de cabezas faenadas va a descender de 2.011.000 registrado el año pasado a unos 1,9 millones, o sea una baja del 5% aproximadamente. A su vez, las exportaciones podrían sumar unas 310.000 toneladas (peso carcasa) en comparación con las 322.000 toneladas que se colocaron en 2011. El precio promedio de exportación va a estar en el entorno de US$ 3.750 la tonelada, o sea un 3%-4% por debajo del año anterior.
-¿Cómo se explican esas perspectivas poco auspiciosas del sector cuando los precios internacionales de la carne subieron progresivamente desde 2004 hasta noviembre de 2011, salvo un breve descenso experimentado por la crisis global de 2008-2009?
-Por cierto, ese mayor valor de las exportaciones de carne lleva a pensar, tanto al público como a los gobernantes, que la actividad de la industria frigorífica es floreciente cuando, en realidad, está enfrentando serios problemas.
-¿Qué dificultades afectan a la industria cárnica?
-Quizás el problema más grave es la creciente capacidad ociosa del sector. Luego de la inauguración del frigorífico Breeders & Packers en Durazno y la importante ampliación de FrigoYí en el mismo departamento, la industria cárnica hoy tiene capacidad suficiente para faenar 3,5 millones de cabezas anuales, o sea 1,5 millones por encima de los niveles actuales. En consecuencia, hay una fuerte desocupación en los frigoríficos que mantienen alrededor de 2.000 trabajadores en el seguro de paro durante todo el año y que envían un gran número de trabajadores adicionales al seguro de paro parcial en post-zafra. De alguna manera, esta situación queda encubierta por la gran demanda actual de mano de obra en la construcción.
-¿Sigue siendo rentable la industria frigorífica en las actuales circunstancias?
-Su rentabilidad está muy comprometida porque los costos uruguayos se han desalineado con respecto al resto del Mercosur. La fuerte depreciación del real frente al dólar registrada desde fines de abril ha profundizado el desfasaje con relación a Brasil, que es nuestro principal competidor y que también se ha vuelto un cliente muy importante de cortes vacunos en años recientes debido a la mejora del poder adquisitivo de su población. Eso ha llevado a que, por primera vez en los últimos cuatro años, el precio de la carne brasileña esté sensiblemente por debajo de la uruguaya. Además, existe una gran oferta de ganado antes de la post-zafra de Brasil que complica aún más nuestras exportaciones cárnicas.
-¿Cuándo prevé que se revierta está situación coyunturalmente desfavorable para Uruguay?
-No es fácil vislumbrar una mejora porque uno de los principales inconvenientes, que es la escasez de oferta de materia prima, no parece tener solución a mediano plazo. Por algún tiempo se dijo que los precios que se pagaban por el ganado de cría eran la causa de que Uruguay tuviera un nivel tan bajo de procreo. Pero ya ha quedado demostrado que no es cierto. Después de la gran sequía de 2008-2009 -con la que se ha justificado en parte el descenso de la faena a dos millones de cabezas- no se han visto índices de procreo razonables en relación a la suba de los precios de los terneros. Por ejemplo, luego de más de tres años de incrementos permanentes, se llegó a pagar en el segundo semestre de 2011 y en los primeros meses de este año, más de US$ 3 el kilo en pie de terneros y novillitos de "sobre año". Sin embargo, no hay perspectivas de que esa señal del mercado haya incidido para que se alcancen niveles del 80% de nacimientos sobre las vacas de cría, ya que se siguen registrando tasas históricamente bajas del orden del 62%-63%.
O sea, nada más ni nada menos que un capitoste de la industria frigorífica, difícilmente un “economista de izquierda” o cosa parecida afirma que las “señales del mercado” han fracasado en su objetivo, en este caso, de aumentar la producción de terneros. A pesar de ganar plata como nunca, los medianos y grandes criadores (la realidad de los pequeños es siempre más matizada ya que las escalas de producción inciden mucho en la rentabilidad) no han mejorado los índices productivos. Tres años de precios crecientes no han bastado para ello ¿cuántos harían falta?
A todo esto dos cosas nos llaman la atención: 1) lo moderado de la protesta de los sindicalistas. Apenas algunas entrevistas de los dirigentes de FOICA (federación de obreros de la industria de la carne). Que sepamos ni paros ni huelgas. Ni demandas claras de cesar la exportación de ganado en pie de una vez y para siempre. ¿razones? Sería un tema para otro trabajo. 2) la moderada, casi diríamos nula reacción de la industria. Y en este caso las razones están claras. Por un lado la ideología neoliberal que manda en los sectores empresariales. Por otro, sabemos que algunos, por lo menos, dueños de frigoríficos son también exportadores de ganado en pie. Ganan de una forma y ganan de la otra. Esto refiere a los frigoríficos en manos de empresarios nacionales. En el caso de los trasnacionales, pasa lo mismo. Si el ganado no se faena acá lo faenarán en otro lado. Y la exportación libre de ganado en pie les sirve siempre.
Pero falta responder una gran pregunta, la esencial: ¿porqué los terratenientes ganaderos de cría, o los que hacen “ciclo completo”, o sea, invernada y cría, no mejoran sus índices productivos?
Una serie de datos de los últimos años puede resultar ilustrativa: El cuadro de más abajo (3) detalla el monto de los arrendamientos promedio los últimos 11 años.
                                               2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
 Superficie (miles ha/año)        415  407  476   561  574  536  540  826  1.116      727     1.105   910
Precio medio (U$S/ha/año)       28   26     24     29   37    38    47    60    124        101       128     152
O sea, la rentabilidad del sector agropecuario en conjunto, basándonos para estimarla en la parte que corresponde a renta pura de la tierra ha crecido, expresada en dólares corrientes desde 28 hasta 152 en los 11 años desde 2000 a 2011. O, lo que es lo mismo un 483% en el período. Anualizado dicho crecimiento significa un 40% anual. Si bien el dato promedio refiere al conjunto de campos que se arriendan para distintos usos (agricultura de secano, arroz, lechería, ganadería), no cabe duda que a los criadores les está yendo bien. ¿para qué, entonces “complicarla” invirtiendo para producir más terneros? Se aplica entonces la vieja consigna: “no arregle lo que no está roto”.
El único problema que lo que sí está roto es, precisamente, el sistema de cría ganadera en el país. No desde el punto de vista de los terratenientes empresarios. Estos ganan cada vez más plata. Porque, ojo, el tan mentado aumento de costos, que es real, no alcanza ni de lejos para compensar el aumento sostenido de los precios de venta del ternero. Pero todo parece indicar que este hecho no ha bastado ni para aumentar la superficie de tierra dedicada a este rubro ni la intensidad de dicha producción en capital y trabajo.
Pero no deberíamos achacar la escasez de terneros sólo a la pobre actuación de los ganaderos de cría. Seguramente un gran papel en esta historia lo juega la desviación de los mejores campos ganaderos y agrícolas para dos actividades también fuertemente promovidas por la política económica y los mercados internacionales: la agricultura fundamentalmente sojera y la forestación.
El tema de la “rentabilidad” lo concebimos aquí como cantidad de dólares corrientes que genera para el propietario una hectárea de tierra. Es común, cuando se manifiestan los interesados, a saber, los terratenientes, hablar de la rentabilidad en relación a la “inversión”. Y toman como base para cuantificar ésta el precio de la hectárea de tierra. Olvidando que es patente el hecho de que el precio de la tierra depende de su renta, y no a la inversa. Y, por supuesto, dejando de lado el “pequeño detalle” de que dicho “perjuicio”, o sea, la supuesta “baja rentabilidad” es, en este caso fruto directo del enorme beneficio que se deriva del aumento de precio de sus campos.
La “rentabilidad” así definida no es otra cosa que la que se obtiene por el capital en un país dado en un momento dado, ajustada por las particularidades de la inversión en tierra, mencionando, entre otras, seguridad, baja liquidez, etc.
Es perfectamente lógico que, en un entorno internacional en que los intereses de las colocaciones financieras consideradas más seguras, por ejemplo bonos del tesoro de países como Alemania o los EEUU estén en niveles históricamente bajos, de hecho negativos en términos reales, la “rentabilidad”, o sea, la renta de la tierra en relación al precio de ésta sea también baja. Esto se disocia, necesariamente, de la ganancia empresarial que genera la explotación directa de la tierra.
El arrendatario deberá, por un lado, pagar la renta del propietario, y por otro generar una utilidad que justifique sus dos grandes rubros de inversión: el compromiso de pagar una renta por un plazo dado y la inversión necesaria (maquinaria, ganado, fuerza de trabajo, etc.) necesarias para poner en marcha una explotación agropecuaria en un campo arrendado.
En síntesis, la manganeta argumental de los terratenientes es que su “rentabilidad” es baja en relación al “capital invertido” o sea el precio de sus campos en el mercado de tierras hoy. Pero, aún desde un punto de vista estrictamente capitalista esta argumentación es falsa. Comprar un campo no es “invertir”. Es, simplemente, cambiar de propietario un recurso, bien o activo ya existente. Y, por supuesto, saliendo un poco nomás de la lógica capitalista más estricta, los derechos del terrateniente no son más que el precio que dicha clase hace pagar al conjunto de la sociedad por el hecho de haberse apropiado en régimen de oligopolio de un recurso natural que debería ser un bien común, o sea, propiedad del conjunto de ésta.
Un párrafo aparte merece la hermosa adecuación a la realidad económica que parece mostrar hoy el crecimiento de la capacidad frigorífica instalada en relación a la producción ganadera. Pero aquí, además de las excelsas virtudes del mercado para asignar recursos está presente la política económica neoliberal de los últimos años. Estamos convencidos que la desgravación impositiva que generó la reforma de dicho sistema en 2007, que entre otras cosas cambiaba la tasa del IRIC (que pasó a llamarse IRAE) rebajándola de 30% a 25% cuando las ganancias se destinaran a inversión promovió dicho aumento de la capacidad, no justificado al no acompañarse de una política que generara al mismo tiempo más producción ganadera. O sea, se regalaron recursos fiscales (por la vía mencionada pero, además, seguramente por otras vinculadas a la ley de inversiones) que se usaron para generar una capacidad productiva que no podría ser utilizada.
Como siempre, carencia de cualquier sentido de la planificación, palabra maldita para nuestra conducción política y económica nacional.
De todas formas, ¿para que preocuparse? Lo que el mercado rompe el mismo mercado lo “arregla”. El proceso se denomina “destrucción creativa”. Habrá, pues, en el futuro muchos trabajadores de la industria desocupados y varias plantas industriales novísimas pudriéndose por ahí. Y los sagrados principios económicos fundamentales del capitalismo estarán completamente a salvo.
     3)     http://www.mgap.gub.uy/portal/agxppdwn.aspx?7,5,27,O,S,0,5141%3bS%3b1%3b116  
Información disponible también en este link: resonandoenfenix.blogspot.com

lunes, 18 de junio de 2012

España En Marinaleda (Andalucía), construyeron una alternativa al sistema capitalista





Written by Correo del Orinoco   
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Alcalde de Marinaleda, Sánchez Gordillo: "la utopía se hizo realidad" 

Alcalde Sánchez Gordillo asegura que la utopía se hizo realidad


17 mayo 2012 | 
 
Tras la caída del dictador Francisco Franco, en este municipio español comenzaron a luchar por la tierra, la industria y el empleo. Más adelante se dieron cuenta que había otros elementos fundamentales como la vivienda, la salud y la educación


Con aproximadamente 3 mil habitantes, el municipio sevillano de Marinaleda se erige en la actualidad como una comunidad modelo por sus avances sociales, políticos  y económicos,  dentro de una España visiblemente afectada, al igual que otras naciones europeas, por la crisis sistémica.
La mayor parte de la economía en Marinaleda gira en torno a las cooperativas populares. Las trabajadoras y los trabajadores de esta pequeña comunidad situada en la comarca de Estepa, devengan un salario de 1.128 euros al mes por una jornada de 6 días y 35 horas semanales. Pese a la crisis, la vida para ellos es más fácil que para el resto de las españolas y los españoles, pues al recuperar las tierras y ponerlas a producir para su propio consumo y para el intercambio, sus gastos  se redujeron notoriamente.
El Correo del Orinoco entrevistó en exclusiva a  Juan Manuel Sánchez Gordillo, profesor de historia, diputado del Parlamento de Andalucía por el partido Izquierda Unida y alcalde de Marinaleda desde las primeras elecciones democráticas celebradas en 1979, tras la caída del régimen dictatorial de Francisco Franco. Sánchez Gordillo visita Venezuela -invitado por YVKE Mundial, AVN, VIVE TV y Saime- para dar a conocer la exitosa experiencia  desarrollada en  su tierra natal.
 
¿Cómo fue la adaptación del franquismo de los 70 a la democracia social del siglo XXI?

-Nos organizamos sindical y políticamente. Sindicalmente, cuando se legalizaron los sindicatos en España, después de la dictadura de Franco; y políticamente en el Colectivo de Unidad de los Trabajadores, que es un partido anticapitalista. En el año 1979 nos presentamos en las elecciones municipales, a través de la CUT, obtuvimos mayoría absoluta, y esa mayoría absoluta la hemos mantenido hasta la fecha. En las últimas elecciones, hechas hace menos de un año, hemos obtenido 73% de los votos.
“Cuando llegamos al ayuntamiento dijimos que el poder que había servido para oprimir, no podía servir para liberar, y quisimos construir una especie de contrapoder, que es el poder de los que no tienen poder, el poder de los jornaleros, de los explotados, de los pobres, frente al poder de los terratenientes y del gobierno”, añadió.
Para que ese poder fuera fuerte “había que darle participación al pueblo, y creamos los presupuestos participativos. De esta manera los vecinos discuten el presupuesto del ayuntamiento y deciden en qué se gasta el dinero. Ese fue el primer paso: una democracia directa en la que la asamblea se convierte en el máximo órgano para la toma de decisiones. Luego pensamos que no valía la democracia política sin democracia económica”.
El principal problema era el paro, señaló. “¿Cómo fomentábamos el empleo? Consiguiendo tierras, entonces indagamos a ver quién tenía más tierras, y el que más tierras tenía era el Duque de un infantado, amigo del rey Juan Carlos. Presionamos, y obtuvimos algunas tierras, y fue cuando comenzamos a mejorar. La tierra es de quien la trabaja”.
Ahora en Marinaleda “todo el mundo gana el mismo dinero; eso es la democracia económica, nuestro segundo eje, porque de esta manera no se reparte el beneficio sino que los beneficios que generan las cooperativas se reinvierten en nuevos puestos de trabajo”.
La tercera fase del proyecto, acotó, “es la democracia social, a la que vemos como un mecanismo que brinda a la población entera el acceso a todos los bienestares, y que tiene que ver con las facilidades que damos para la obtención de viviendas. Partiendo de allí, comenzamos a desarrollar un sistema urbanístico de autoconstrucción, mediante el cual se ha podido garantizar, sin distingo alguno,  el derecho universal a la vivienda, con un pago mensual de al menos 15 euros”.
COMERCIALIZACIÓN SIN INTERMEDIARIOS
-Además de la tierra, las industrias y el empleo, ¿qué falta por alcanzar en Marinaleda?
-Un elemento fundamental es la comercialización de los productos que elaboramos. Estamos tratando de ser horizontales con otras cooperativas o pueblos hermanos con los que podamos tener algún tipo de relación. Nosotros podemos vender directamente del productor al consumidor, por eso nos interesa establecer intercambios con otros países. También estamos intentando vender con nuestra propia marca, y para eso estamos fomentando el comercio de cercanía.
Por otra parte, con esta crisis, “nos están cortando el crédito, tenemos dificultades económicas porque no tenemos liquidez y los precios de los productos agrarios están muy bajos.  Por eso, quisiéramos hacer una especie de banco público o un convenio de financiación pública, que pudiera prestarnos con intereses mucho más llevaderos que los que ofrecen los bancos comerciales”.
En Marinaleda prácticamente se produce de todo. “Mucho aceite, el mejor del mundo, y somos el primer productor de alcachofas de España. También producimos remolacha, acelga, aceitunas, habas; es decir, casi cualquier producto, porque nuestras tierras están de regadío. Pero tenemos que salirnos del círculo del mercado en donde las multinacionales, que son los intermediarios, se llevan casi todo el dinero”.
La diferencia entre el producto en origen y el producto en destino es de 704%, calculó, “y queremos acabar con eso. Podemos nosotros vender directamente al consumidor. Así el consumidor compraría más barato y nosotros ganaríamos más dinero, por eso buscamos hacer comercio horizontal”.
“Nosotros queremos que el bien llegue al productor y al consumidor. El que produce también arriesga, es un trabajador, y el que consume  es el pueblo, necesita alimentarse, lo que hay que quitar del medio es al intermediario”.
-En el mundo se sataniza a la izquierda y a todo lo que tenga que ver con el socialismo. ¿Está contento su pueblo con lo que se ha logrado bajo esta modalidad?
-En este momento, cuando hay 500 mil familias en España que están amenazadas por vía judicial de que van a perder sus casas porque no pueden pagar las hipotecas a los bancos, en Marinaleda no hay ni una sola familia hipotecada; más bien, todas las familias tienen acceso a la vivienda. Contrasta también el hecho de que en una Andalucía donde existen actualmente 250 mil parados (desempleados), 3 millones de pobres y 33% de la población activa parada, en Marinaleda prácticamente tenemos pleno empleo y acceso a todos los bienestares públicos de manera sencilla. Todo esto, entre otras cosas, hace que la gente esté consciente de que este es un proyecto de calado histórico, y que aunque sea pequeñito, constituye un referente importante a escala nacional e internacional.
El nivel de vida en Marinaleda ha cambiado en 180%, porque antes la gente no tenía trabajo y ahora tiene, indicó el alcalde; “porque no había otra opción que la emigración y ahora se quedan en su pueblo, porque no tenían vivienda y ahora la tienen, y porque en este momento todos allí tenemos nuestras necesidades cubiertas y antes no, porque todos tienen acceso a la sanidad y a la educación y porque hemos conseguido que el impuesto indirecto no se suba. Todos esos han sido bienestares muy concretos que han repercutido en la vida diaria de la gente, de manera que no es que la gente sueñe la utopía en Marinaleda sino que la utopía está llegando a sus vidas y a sus bolsillos”.

De alguna forma en Marinaleda “hemos intentado demostrar que es posible hacer una política más humana, pero que no hay que esperar llegar al socialismo, sino que mientras llegamos a él, vamos construyendo. Mientras llegamos a lo que queremos, hagamos parte de eso”.
Insistió en que no es prudente poner “todas nuestras esperanzas en el mañana. Hay que ir por el objetivo, pero en el camino hay que resolver los problemas concretos para que la gente visualice que ha llegado otra forma de hacer política y para que los procesos,  que seguramente van a tener muchas críticas y van a ser criminalizados a través de la prensa burguesa, puedan sostenerse sin que los pueblos, que muchas veces son flacos de memoria, no nos den la espalda”.
-¿Considera factible trasladar esta experiencia a otros países?
-Para lograr una verdadera democracia social hace falta tener la voluntad política y vencer muchas dificultades. ¿Por qué la vivienda no puede dejar de ser un negocio y convertirse en un derecho? Si en los países existiera una ley que dijera que todo el suelo para primera vivienda es público e inespeculable, abarataríamos los costos, se podrían construir viviendas a través de cooperativas y del propio Estado, sin ánimos de lucro, y  se convertiría en un derecho universal, igual que la sanidad y la educación.
Discutir los presupuestos con la gente tampoco es difícil, enfatizó, ya que “se pueden dividir las ciudades en distritos y se va explicando distrito por distrito qué es lo que la gente quiere que se haga con su dinero. Que no haya diferencia entre dirigente y dirigido, también se puede hacer y que los trabajadores vayan accediendo a los medios de producción, también es posible”.

DIFERENCIA CUESTIONADA POR EL SISTEMA

-¿Cuál ha sido la reacción de la derecha ante este modelo de democracia social?
-Yo he tenido dos atentados: uno en los años 80, y otro en 1997, por gente de la extrema derecha. También he estado en la cárcel un montón de veces, en plena democracia. Además en Marinaleda hemos tenido procesos y multas de todo tipo, así como graves amenazas cada vez que nos movilizamos.
El sistema español no permite las diferencias, precisó. “Marinaleda es diferente por muchas razones, entre ellas, porque nunca tiene el retrato del Rey de Borbón y Borbón, porque no creemos en la monarquía, que además de corrupta  fue establecida por Franco. Lo que hace falta en España es una tercera República”.
“También somos diferentes”, refirió, porque “no nos conformamos con el orden establecido y hemos tocado el santa sactorum del capitalismo, que es la propiedad privada de los medios de producción, y eso en España es pecado mortal. Somos diferentes, además, porque queremos que España salga de la OTAN y que no entre en ninguna guerra”.
En ese sentido “hemos hecho un llamado a los diputados del PP y del PSOE, pues señores que bendicen el terrorismo internacional como José María Aznar, cuando nos metió en la guerra de Irak, y José Luis Rodríguez Zapatero, que nos metió en la guerra contra Libia, tenían que ser juzgados en el tribunal penal internacional. Eso ha provocado que nos cierren una emisora de radio y otra de televisión que tenemos, que tengamos persecución y que nos criminalicen una y otra vez”.

ALIMENTOS CONVERTIDOS EN NEGOCIO

-¿En la actual crisis alimentaria mundial podría ser Marinaleda un ejemplo a seguir?
-La vía de la soberanía alimentaria es la gran apuesta. La agricultura y la política de precios no pueden ser controladas por el Fondo Monetaria Internacional. Hace falta que apostemos por una agricultura ecológica para que vendamos alimentos sanos y no venenos.
El modelo capitalista de agricultura se está apoderando de grandes extensiones de tierra en África, Asía, e incluso en América Latina, donde las grandes multinacionales se están convirtiendo en los nuevos terratenientes, advirtió. Además, “la aparición de los transgénicos, impulsados por este modelo agrario,  ha privatizado las semillas, de manera que ahora no solo hay terratenientes sino también semillatenientes, y eso ha provocado el desplazamiento de miles de campesinos”.
También, recordó, “es el responsable de 32% de los gases invernadero; por eso tenemos que ir a otro sistema sostenible, solidario, ético, donde la tierra, la semilla y los recursos naturales estén en manos de las comunidades de trabajadores, campesinos, y consumidores, que son los que tienen que ver con la alimentación humana y no gente extraña que viene a especular con una necesidad tan humana y vital como es la de comer todos los días”.
El gran problema en el mundo “es que han convertido a los alimentos en un negocio para especular, pero estos son un derecho. Nosotros apostamos por una revolución agraria, llamada soberanía alimentaria,  en la que cada pueblo pueda decidir su propia política agraria y agroindustrial, que cada pueblo pueda autoabastecerse al menos en la alimentación básica y no dependa del gran negocio especulativo de las grandes multinacionales, que son cuatro o cinco en el mundo”.
A su juicio, “hay que establecer mecanismos de defensa de los países, frente a la invasión de productos abaratados artificialmente por las multinacionales que lo que hacen es cargarse el comercio local, e impedir que pueda haber desarrollo en los pueblos; por tanto, se trata de una acción y una opción revolucionaria que hay que fomentar entre toda la gente. Creemos en otro mundo que no sea el del sistema capitalista de producción”.

LATINOAMÉRICA: UNA ESPERANZA PARA EL MUNDO

-¿Cómo valora la situación actual en Venezuela y en otros países latinoamericanos y caribeños como Bolivia, Ecuador, Argentina y Cuba, que se mantienen unidos en lucha contra el modelo capitalista?
-Estos países son una esperanza, no solo para América Latina sino para el mundo entero. Los intentos de Venezuela, Bolivia y Ecuador, son una esperanza para la humanidad, con un capitalismo en crisis y una crisis sistémica que se quita la careta y muestra toda la crueldad infinita de este sistema violento e inhumano. En estas elecciones que ahora se originan en Venezuela, es muy importante, no solo la victoria de Hugo Chávez, sino lograrlo también con la amplia mayoría, para que no se cuestione el proceso, sobre todo en la prensa internacional burguesa.
Con el ALBA, estimó, “también se está construyendo una forma de comercio que es imprescindible para poder sobrevivir al gran comercio que impone e imperialismo económico”.
El hecho de que los pueblos  se ayuden entre sí para lograr el bienestar común “es un intento revolucionario muy significativo. Eso es lo que antes se llamaba internacionalismo proletario o la filosofía del entendimiento y la solidaridad. Experiencias como estas están mostrando que otros modelos de economía son posibles”.

LOS MEDIOS BURGUESES ESTÁN INCAPACITADOS PARA HABLAR DE DEMOCRACIA

Algunos medios de comunicación, nacionales e internacionales, promueven la hipótesis de que en Venezuela prevalece un modelo político represivo. En opinión del alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, esto revela el comportamiento antiético de las corporaciones mediáticas.
Esas noticias demuestran “que la mayoría de los medios de comunicación en el mundo están al servicio de la propaganda de la clase dominante. Estos no son instrumentos de libertad de expresión de los pueblos sino perritos falderos del sistema capitalista que les paga”.
En el mundo, más que libertad de expresión, “lo que hay es libertad de posesión de los grandes medios de comunicación que valen mucho dinero. No hay, o existen pocos medios de comunicación de izquierda, de la clase obrera, que en el mundo cuenten otro discurso y otros valores. Esa, la batalla de las ideas, es otra que debemos emprender”.
Consideró que “una verdadera dictadura es la que ejercen los mercados en Europa. ¿Por qué Mariano Rajoy tiene que preguntar antes de decidir el presupuesto para España, a la señora Ángela Merkel, que a su vez consulta a los bancos alemanes?”.
Recordó que en Italia “han quitado un presidente electo; en Grecia han quitado un presidente electo con mayoría absoluta. ¿Dónde está la democracia? Hay dos conceptos antagónicos que son democracia y capitalismo. El capitalismo necesita ganar dinero sea como sea y la única libertad que conoce es la de hacer lo que le venga en gana en su propio beneficio, todas las demás libertades, las de los ciudadanos y los pueblos, le estorban.  Por tanto, democracia, poder del pueblo y la tiranía del dinero son incompatibles”.
De acuerdo con el mandatario local, “habría que preguntarle muchas cosas a estos medios. ¿Acaso la invasión a Libia, o  lo que se ha hecho en Irak en nombre de una supuesta arma de destrucción masiva que nunca existió, no es neofascismo, terrorismo internacional de Estado y dictadura criminal? ¿Entonces con qué fuerza moral nos hablan de democracia? Estos burgueses y sus medios están incapacitados para hablar de democracia”.
Aseguró que, para ese tipo de prensa y para el capitalismo, “todo lo que no gusta es criminalizado para poder justificar y quitarlo del medio. Criminalizaron a Saddam Hussein porque había que invadir a Irak. Justificaron sus acciones con la existencia de supuestas armas de destrucción masiva, pero no dicen que por causa de esta invasión se han producido 600 mil muertos y se han quedado con el petróleo las grandes multinacionales. Lo mismo ha pasado con Gaddafi en Libia, y mientras sigamos bajo este sistema capitalista mundial, cualquiera que se levante contra ese orden establecido lo criminalizarán, lo perseguirán, y si molesta mucho, lo quitan del medio”.
Otra gran mentira, “además de la idea de democracia que nos han vendido los medios, es el bipartidismo. La democracia sin bienestar para el pueblo es un engaño, porque le hace creer a la gente que son parte de un proyecto, cuando realmente la mayoría de los gobiernos no los toman en cuenta”.
En Estados Unidos hay dos partidos: el Demócrata y el Republicano; en España están el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español, explicó, “pero esto es una gran estafa política, porque en ambos países te hacen creer que tu puedes elegir entre uno u otro partido, pero votes por quien votes le estás dando tu voto al propio verdugo, es decir, al capitalismo. Por eso hace falta que los pueblos se organicen y se voten a sí mismos. Eso es lo que está sucediendo en Venezuela, porque al votar por Chávez se le está dando el poder al pueblo”.
  fuente  Correo del Orinoco - Venezuela 

martes, 12 de junio de 2012

Jorge Giles El origen de los días kirchneristas Por Jorge Giles

El origen de los días kirchneristas

El dedo índice de la historia trazó otro círculo virtuoso en el eterno espacio de sus días. Lo hizo este viernes 27 de abril en el estadio de Vélez, vivando a YPF, a Malvinas, a Néstor y Cristina. Lo hizo con un pueblo de jóvenes que demostró que la unidad, esta vez es pura realidad. “Unidos y organizados” fue la consigna dominante en las tribunas y en la voz de Cristina. Recuperamos la soberanía energética de los argentinos y se notó en el estadio y sus alrededores. La emoción dejó entrever que se estaba pariendo definitivamente una nueva identidad, alumbrando el sueño que tuvo Néstor Kirchner: las flores que antes florecieron, empiezan a ser partes de un jardín confederado. Repasemos el origen de estos días kirchneristas como una forma de entender y responder en consecuencia, por qué YPF ahora, por qué Cristina, su emoción y su enorme liderazgo, por qué esta nueva Argentina, por qué es posible juntar en un mismo espacio como se juntó en Vélez al peronismo kirchnerista, al progresismo, los trabajadores, la juventud, los movimientos sociales, los estudiantes, las amas de casa, los oficinistas, las Madres de Plaza Mayo, las Abuelas y los

Hijos, los intelectuales y los artistas populares. Una anécdota cuenta que alguna vez Kirchner respondió con estas palabras al dirigente que le reclamaba nacionalizar YPF: “Juntame un millón de personas en la Plaza y firmo la nacionalización”. El pueblo, la hora de la historia, la victoria del 23 de octubre, la decisión y coraje de Cristina juntaron en esta etapa histórica mucho más que un millón de voluntades. Son millones de argentinos los que la acompañan. Una modesta tesina de sur, paredón y después, diría que es la justa culminación de una historia coherente y consecuente. Es eso. Ya no es creíble sostener que el proyecto nacional y popular sólo crece a borbotones.

 Entender el incendio del 2001 y 2002 es entender la explosión del neoliberalismo dominante desde la dictadura. Pero entender este proceso histórico, su permanencia en el tiempo, sus tropiezos y su crecimiento, sus amigos y sus enemigos, es entender aquel 27 de abril de 2003. Al terminar la jornada electoral de aquel domingo, las pantallas de la televisión indicaban el siguiente resultado: Menem el 24,14 % de los votos. Kirchner el 22,04 %. López Murphy el 16,42 %. Carrió el 14,21 %. Rodríguez Saa el 14,13. Después del mandato pendenciero, “que se vayan todos”, el pueblo acudió a las urnas y redobló la apuesta por la democracia. Ese día votó el 80% del padrón. ¿Qué dijo Kirchner por la noche en su primera declaración pública? Desde Santa Cruz dijo que para la segunda vuelta “en la Argentina se enfrentarán dos modelos, el de la exclusión, el del ajuste, el que endeudó al país y el modelo de la producción, el trabajo y la estabilidad que no es propiedad de partido alguno, ni de quien les habla”. Y llamó “a todos los argentinos a construir un modelo de igualdad”; horas después diría “soy tal cual soy, un sureño corajudo, decidido y responsable”.

Mientras otros pensaban en roscas dirigenciales para juntar votos pretendidamente cautivos, Kirchner declaró que él no debatía con el pasado, encabezó actos militantes y viajó a Chile a reunirse con el presidente Ricardo Lagos y dos días después al Brasil a encontrarse con Lula, el otro gran arquitecto de la unidad latinoamericana que se venía al galope. Kirchner siempre miró más lejos que todos. ¿Y qué decía entonces su esposa y compañera, la senadora Cristina Fernández de Kirchner? “El principal aporte que tiene que hacer Kirchner en el Gobierno es volver a ser nosotros, que Argentina vuelva a ser Argentina. Ahora tenemos la oportunidad de cerrar el ciclo inaugurado en 1976, cuando se inició la última dictadura militar. Se terminaron los liderazgos mesiánicos, fundamentalistas, excluyentes, personalistas y hegemónicos.” Luego Menem desertó y Kirchner se hizo presidente. En sólo cinco días resolvió el conflicto docente más largo en la historia de Entre Ríos, adelantó el aguinaldo a los jubilados, envió su gabinete a la inundada Santa Fe, descabezó la vieja cúpula de las Fuerzas Armadas, envió varios proyectos de ley al Congreso, se reunió con 12 mandatarios latinoamericanos, adelantó su firme posición respecto a la Corte de Justicia, se zambulló en la Plaza cuantas veces pudo y abrazaba a quienes se acercaban como si fuera un viejo conocido.

 Es el mismo ritmo que hoy mantiene Cristina. Estaba construyendo un puente entre la Casa Rosada y la gente y al hacerlo reconstruía el valor de la política, la democracia, la figura presidencial tan desgastada, la autoestima de un pueblo. Volvíamos a creer. En el origen de esos días, Kirchner pudo optar por recostarse hacia el consenso de los conservadores. Era más fácil y explicable con candidatos de un centro derecha que representaba el 60% del electorado. Y sin embargo, Kirchner no lo hizo. Desde su flaco 22% optó por recostarse sobre la infinita memoria devaluada, humillada, secuestrada por la historia liberal, una memoria de nación y pueblo, de desaparecidos y excluidos. Allí abrevó sus fuerzas. Y arremetió cantando que no iba a dejar sus convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno. Esa voluntad kirchnerista es la que marca el origen de esta etapa. No fue una multitud corriéndolo por el carril izquierdo. Esa voluntad es la que hizo entrar a Néstor y Cristina por la puerta grande de la historia. Diría Cristina, años después, que “más que una gestión ocasional, somos un proyecto de país que viene del fondo de la historia”. Por eso, encallan los navíos operativos que se lanzan contra ella y su gobierno. No entienden o no quieren aceptar que gobierna un proyecto que renueva sus cuadros y profundiza su modelo de crecimiento con inclusión social. Por eso la multitud de jóvenes en Vélez y ese ida y vuelta de amores con Cristina. Estamos viviendo un cambio de paradigma. Sucede una vez por siglo. Argentina está girando sobre su nuevo eje: la democracia inclusiva, la soberanía, la memoria.
Como quería Kirchner. Como lo hace Cristina, día a día.
Tomado de: http://sur.infonews.com


Noam Chomsky Plutonomía y precariado: el declive de la economía estadounidense





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Noam Chomsky

de: "sin permiso" 13 de mayo 2012
El movimiento “Ocupemos” ha experimentado un desarrollo estimulante. Hasta donde mi memoria alcanza, no ha habido nunca nada parecido. Si consigue reforzar sus lazos y las asociaciones que se han creado en estos meses a lo largo del oscuro periodo que se avecina –no habrá victoria rápida– podría protagonizar un momento decisivo en la historia de los Estados Unidos.
La singularidad de este movimiento no debería sorprender. Después de todo, vivimos una época inédita, que arranca en 1970 y que ha supuesto un auténtico punto de inflexión en la historia de los Estados Unidos. Durante siglos, desde sus inicios como país, fueron una sociedad en desarrollo. Que no lo fueran siempre en la dirección correcta es otra historia. Pero en términos generales, el progreso supuso riqueza, industrialización, desarrollo y esperanza. Existía una expectativa más o menos amplia de que esto seguiría siendo así. Y lo fue, incluso en los tiempos más oscuros.
Tengo edad suficiente para recordar la Gran Depresión. A mediados de los años 30, la situación era objetivamente más dura que la actual. El ánimo, sin embargo, era otro. Había una sensación generalizada de que saldríamos adelante. Incluso la gente sin empleo, entre los que se contaban algunos parientes míos, pensaba que las cosas mejorarían. Existía un movimiento sindical militante, especialmente en el ámbito del Congreso de Organizaciones Industriales. Y se comenzaban a producir huelgas con ocupación de fábricas que aterrorizaban al mundo empresarial –basta consultar la prensa de la época-. Una ocupación, de hecho, es el paso previo a la autogestión de las empresas. Un tema, dicho sea de paso, que está bastante presente en la agenda actual. También la legislación del New Deal comenzaba a ver la luz a resultas de la presión popular. A pesar de que los tiempos eran duros, había una sensación, como señalaba antes, de que se acabaría por “salir de la crisis”.
Hoy las cosas son diferentes. Entre buena parte de la población de los Estados Unidos reina una marcada falta de esperanza que a veces se convierte en desesperación. Diría que esta realidad es bastante nueva en la historia norteamericana. Y tiene, desde luego, una base objetiva.
    
La clase trabajadora
En los años 30’ del siglo pasado los trabajadores desempleados podían pensar que recuperarían sus puestos de trabajo. Actualmente, con un nivel de paro similar al existente durante la Depresión, es improbable, si la tendencia persiste, que un trabajador manufacturero vaya a recuperar el suyo. El cambio tuvo lugar hacia 1970 y obedece a muchas razones. Un factor clave, bien analizado por el historiador económico Robert Brenner, fue la caída del beneficio en el sector manufacturero. Pero también hubo otros. La reversión, por ejemplo, de varios siglos de industrialización y desarrollo. Por supuesto, la producción de manufacturas continuó del otro lado del océano, pero en perjuicio, y no en beneficio, de las personas trabajadoras. Junto a estos cambios, se produjo un desplazamiento significativo de la economía del ámbito productivo –de cosas que la gente necesitara o pudiera usar- al de la manipulación financiera. Fue entonces, en efecto, cuando la financiarización de la economía comenzó a extenderse.
Los bancos
Antes de 1970, los bancos eran bancos. Hacían lo que se espera que un banco haga en una economía capitalista: tomar fondos no utilizados de una cuenta bancaria, por ejemplo, y darles una finalidad potencialmente útil como ayudar a una familia a que se compre una casa o a que envíe a su hijo a la escuela. Esto cambió de forma dramática en los setenta. Hasta entonces, y desde la Gran Depresión, no había habido crisis financieras. Los años cincuenta y sesenta fueron un periodo de gran crecimiento, el más alto en la historia de los Estados Unidos y posiblemente en la historia económica. Y fue igualitario. Al quintil más bajo de la sociedad le fue tan bien como al más alto. Mucha gente accedió a formas de vida más razonables –de “clase media”, como se llamó aquí, de “clase trabajadora”, en otros países–. Los sesenta, por su parte, aceleraron el proceso. Tras una década un tanto sombría, el activismo de aquellos años civilizó el país de forma muchas veces duradera. Con la llegada de los setenta, se produjeron una serie de cambios abruptos y profundos: desindustrialización, deslocalización de la producción y un mayor protagonismo de las instituciones financieras, que crecieron enormemente. Yo diría que entre los años cincuenta y sesenta se produjo un fuerte desarrollo de lo que décadas después se conocería como economía de alta tecnología: computadores, Internet y revolución de las tecnologías de la información, que se desarrollaron sustancialmente en el sector estatal. Estos cambios generaron un círculo vicioso. Condujeron a una creciente concentración de riqueza en manos del sector financiero, pero no beneficiaron a la economía (más bien la perjudicaron, al igual que a la sociedad).
   
Política y dinero
La concentración de riqueza trajo consigo una mayor concentración de poder político. Y la concentración de poder político dio lugar a una legislación que intensificaría y aceleraría el ciclo. Esta legislación, bipartidista en lo esencial, comportó la introducción de nuevas políticas fiscales, así como de medidas desreguladoras del gobierno de las empresas. Junto a este proceso, se produjo un aumento importante del coste de las elecciones, lo que hundió aún más a los partidos políticos en los bolsillos del sector empresarial.
   
Los partidos, en realidad, comenzaron a degradarse por diferentes vías. Si una persona aspiraba a un puesto en el Congreso, como la presidencia de una comisión, lo normal era que lo obtuviera a partir de su experiencia y capacidad personal. En solo un par de años, tuvieron que comenzar a contribuir a los fondos del partido para lograrlo, un tema bien estudiado por gente como Tom Ferguson. Esto, como decía, aumentó la dependencia de los partidos del sector empresarial (y sobre todo, del sector financiero).
Este ciclo acabó con una tremenda concentración de riqueza, básicamente en manos del primer uno por ciento de la población. Mientras tanto, se abrió un período de estancamiento e incluso de decadencia para la mayoría de la gente. Algunos salieron adelante, pero a través de medios artificiales como la extensión de la jornada de trabajo, el recurso al crédito y al sobreendeudamiento o la apuesta por inversiones especulativas como las que condujeron a la reciente burbuja inmobiliaria. Muy pronto, la jornada laboral acabó por ser más larga en Estados Unidos que en países industrializados como Japón o que otros en Europa. Lo que se produjo, en definitiva, fue un período de estancamiento y de declive para la mayoría unido a una aguda concentración de riqueza. El sistema político comenzó así a disolverse.
Siempre ha existido una brecha entre la política institucional y la voluntad popular. Ahora, sin embargo, ha crecido de manera astronómica. Constatarlo no es difícil. Basta ver lo que está ocurriendo con el gran tema que ocupa a Washington: el déficit. El gran público, con razón, piensa que el déficit no es la cuestión principal. Y en verdad no lo es. La cuestión importante es la falta de empleo. Hay una comisión sobre el déficit pero no una sobre el desempleo. Por lo que respecta al déficit, el gran público tiene su posición. Las encuestas lo atestiguan. De forma clara, la gente apoya una mayor presión fiscal sobre los ricos, la reversión de la tendencia regresiva de estos años y la preservación de ciertas prestaciones sociales. Las conclusiones de la comisión sobre el déficit seguramente dirán lo contrario. El movimiento de ocupación podría proporcionar una base material para tratar de neutralizar este puñal que apunta al corazón del país.
 
Plutonomía y precariado
Para el grueso de la población –el 99%, según el movimiento Ocupemos– estos tiempos han sido especialmente duros, y la situación podría ir a peor. Podríamos asistir, de hecho, a un período de declive irreversible. Para el 1% -e incluso menos, el 0,1%- todo va bien. Son más ricos que nunca, más poderosos que nunca y controlan el sistema político, de espaldas a la mayoría. Si nada se lo impide, ¿por qué no continuar así?
Tomemos el caso de Citigroup. Durante décadas, ha sido uno de los bancos de inversión más corruptos. Sin embargo, ha sido rescatado una y otra vez con dinero de los contribuyentes. Primero con Reagan y ahora nuevamente. No incidiré aquí en el tema de la corrupción, pero es bastante alucinante. En 2005, Citigroup sacó unos folletos para inversores bajo el título: “Plutonomía: comprar lujo, explicar los desequilibrios globales”. Los folletos animaban a los inversores a colocar dinero en un “índice de plutonomía”. “El mundo –anunciaban- se está dividiendo en dos bloques: la plutonomía y el resto”.
   
La noción de plutonomía apela a los ricos, a los que compran bienes de lujo y todo lo que esto conlleva. Los folletos sugerían que la inclusión en el “índice de plutonomía” contribuiría a mejorar los rendimientos de los mercados financieros. El resto bien podía fastidiarse. No importaba. En realidad, no eran necesarios. Estaban allí para sostener a un Estado poderoso, que rescataría a los ricos en caso de que se metieran en problemas. Ahora, estos sectores suelen denominarse “precariado” –gente que vive una existencia precaria en la periferia de la sociedad–. Solo que cada vez es menos periférica. Se está volviendo una parte sustancial de la sociedad norteamericana y del mundo. Y los ricos no lo ven tan mal.
Por ejemplo, el ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, llegó a ir al Congreso, durante la gestión de Clinton, a explicar las maravillas del gran modelo económico que tenía el honor de supervisar. Fue poco antes del estallido del crack en el que tuvo una responsabilidad clarísima. Todavía se le llamaba “San Alan” y los economistas profesionales no dudaban en describirlo como uno de los más grandes. Dijo que gran parte del éxito económico tenía que ver con la “creciente inseguridad laboral”. Si los trabajadores carecen de seguridad, si forman parte del precariado, si viven vidas precarias, renunciarán a sus demandas. No intentarán conseguir mejores salarios o mejores prestaciones. Resultarán superfluos y será fácil librarse de ellos. Esto es lo que, técnicamente hablando, Greenspan llamaba una economía “saludable”. Y era elogiado y enormemente admirado por ello.
La cosa, pues, está así: el mundo se está dividiendo en plutonomía y precariado –el 1 y el 99 por ciento, en la imagen propagada por el movimiento Ocupemos. No se trata de números exactos, pero la imagen es correcta. Ahora, es la plutonomía quien tiene la iniciativa y podría seguir siendo así. Si ocurre, la regresión histórica que comenzó en los años setenta del siglo pasado podría resultar irreversible. Todo indica que vamos en esa dirección. El movimiento Ocupemos es la primera y más grande reacción popular a esta ofensiva. Podría neutralizarla. Pero para ello es menester asumir que la lucha será larga y difícil. No se obtendrán victorias de la noche a la mañana. Hace falta crear estructuras nuevas, sostenibles, que ayuden a atravesar estos tiempos difíciles y a obtener triunfos mayores. Hay un sinnúmero de cosas, de hecho, que podrían hacerse.
Hacia un movimiento de ocupación de los trabajadores
Ya lo mencioné antes. En los años treinta del siglo pasado, las huelgas con ocupación de los lugares de trabajo eran unas de las acciones más efectivas del movimiento obrero. La razón era sencilla: se trataba del paso previo a la toma de las fábricas. En los años setenta, cuando el nuevo clima de contrarreforma comenzaba a instalarse, todavía pasaban cosas importantes. En 1977, por ejemplo, la empresa US Steel decidió cerrar una de sus sucursales en Youngstown, Ohio. En lugar de marcharse, simplemente, los trabajadores y la comunidad se propusieron unirse y comprarla a los propietarios para luego convertirla en una empresa autogestionada. No ganaron. Pero de haber conseguido el suficiente apoyo popular, probablemente lo habrían hecho. Gar Alperovitz y Staufhton Lynd, los abogados de los trabajadores, han analizado con detalle esta cuestión. Se trató, en suma, de una victoria parcial. Perdieron, pero generaron otras iniciativas. Esto explica que hoy, a lo largo de Ohio y de muchos otros sitios, hayan surgido cientos, quizás miles de empresas de propiedad comunitaria, no siempre pequeñas, que podrían convertirse en autogestionadas. Y esta sí es una buena base para una revolución real.
     
Algo similar pasó en la periferia de Boston hace aproximadamente un año. Una multinacional decidió cerrar una instalación rentable que producía manufacturas con alta tecnología. Evidentemente, para ellos no era lo suficientemente rentable. Los trabajadores y los sindicatos ofrecieron comprarla y gestionarla por sí mismos. La multinacional se negó, probablemente por consciencia de clase. Creo que no les hace ninguna gracia que este tipo de cosas pueda ocurrir. Si hubiera habido suficiente apoyo popular, algo similar al actual movimiento de ocupación de las calles, posiblemente habrían tenido éxito.
Y no es el único proceso de este tipo que está teniendo lugar. De hecho, se han producido algunos con una entidad mayor. No hace mucho, el presidente Barack Obama tomó el control estatal de la industria automotriz, la propiedad de la cual estaba básicamente en manos de una miríada de accionistas. Tenía varias posibilidades. Pero escogió esta: reflotarla con el objetivo de devolverla a sus dueños, o a un tipo similar de propiedad que mantuviera su estatus tradicional. Otra posibilidad era entregarla a los trabajadores, estableciendo las bases de un sistema industrial autogestionado que produjera cosas necesarias para la gente. Son muchas, de hecho, las cosas que necesitamos. Todos saben o deberían saber que los Estados Unidos tienen un enorme atraso en materia de transporte de alta velocidad. Es una cuestión seria, que no sólo afecta la manera en que la gente vive, sino también la economía. Tengo una historia personal al respecto. Hace unos meses, tuve que dar un par de charlas en Francia. Había que tomar un tren desde Avignon, al sur, hasta el aeropuerto Charles de Gaulle, en París. La distancia es la misma que hay entre Washington DC y Boston. Tardé dos horas. No sé si han tomado el tren que va de Washington a Boston. Opera a la misma velocidad que hace sesenta años, cuando mi mujer y yo nos subimos por primera vez. Es un escándalo.
Nada impide hacer en los Estados Unidos lo que se hace en Europa. Existe la capacidad y una fuerza de trabajo cualificada. Haría falta algo más de apoyo popular, pero el impacto en la economía sería notable. El asunto, sin embargo, es aún más surrealista. Al tiempo que desechaba esta opción, la administración Obama envió a su secretario de transportes a España para conseguir contratos en materia de trenes de alta velocidad. Esto se podría haber hecho en el cinturón industrial del norte de los Estados Unidos, pero ha sido desmantelado. No son, pues, razones económicas las que impiden desarrollar un sistema ferroviario robusto. Son razones de clase, que reflejan la debilidad de la movilización popular.
    
Cambio climático y armas nucleares
Hasta aquí me he limitado a las cuestiones domésticas, pero hay dos desarrollos peligrosos en el ámbito internacional, una suerte de sombra que planea sobre todo lo el análisis. Por primera vez en la historia de la humanidad, hay amenazas reales a la supervivencia digna de las especies.
 
Una de ellas nos ha estado rondando desde 1945. Es una especie de milagro que la hayamos sorteado. Es la amenaza de la guerra nuclear, de las armas nucleares. Aunque no se habla mucho de ello, esta amenaza no ha dejado de crecer con el gobierno actual y sus aliados. Y hay que hacer algo antes de que estemos en problemas serios.
La otra amenaza, por supuesto, es la catástrofe ambiental. Prácticamente todos los países en el mundo están tratando de hacer algo al respecto, aunque sea de manera vacilante. Los Estados Unidos también, pero para acelerar la amenaza. Son el único país de los grandes que no ha hecho nada constructivo para proteger el medio ambiente, que ni siquiera se ha subido al tren. Es más, en cierta medida, lo están empujando hacia atrás. Todo esto está ligado a la existencia de un gigantesco sistema de propaganda que el mundo de los negocios despliega con orgullo y desfachatez con el objetivo de convencer a la gente de que el cambio climático es una patraña de los progres “¿Por qué hacer caso a estos científicos?”.
Estamos viviendo una auténtica regresión a tiempos muy oscuros. Y no lo digo en broma. De hecho, si se piensa que esto está pasando en el país más poderoso y rico de la historia, la catástrofe parece inevitable. En una generación o dos, cualquier otra cosa de la que hablemos carecerá de importancia. Hay que hacer algo, pues, y hacerlo pronto, con dedicación y de manera sostenible. No será sencillo. Habrá, por descontado, obstáculos, dificultades, fracasos. Es más: si el espíritu surgido el año pasado, aquí y en otros rincones del mundo, no crece y consigue convertirse en una fuerza de peso en el mundo social y político, las posibilidades de un futuro digno no serán muy grandes.
Noam Chomsky es profesor emérito del Departamento de Lingüística y Filosofía del MIT. Universalmente reconocido como renovador de la lingüística contemporánea, es el autor vivo más citado, el intelectual público más destacado de nuestro tiempo y una figura política emblemática de la resistencia antiimperialista mundial.  
Traducción para www.sinpermiso.info: Gerardo Pisarello
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