miércoles, 29 de junio de 2011

El factor primario: Porqué el capitalismo hace la guerra y no el amor


Contrariamente a lo que predican analistas y modernos sacerdotes pacifistas del sistema, el ideario de realización de la civilización imperial capitalista no se basa en la búsqueda de la (idílica) "paz social", sino en la búsqueda de la (pragmática) guerra militar como factor primario de dominación y control a escala global. El capitalismo sólo hace la "paz" cuando tiene ganada la guerra.
Por Manuel Freytas (*)
manuelfreytas@iarnoticias.com
Informe especial
La "paz social" (substancia matriz del "sistema democrático" de dominio vigente) no surge a priori como un objetivo, sino como un resultante exitoso del control militar sobre las resistencias sociales, que el sistema capitalista establece para mantener sus estrategias de explotación del hombre por el hombre y de concentración de riqueza en pocas manos.
"Hacer el amor y no la guerra", es un mito pacifista que se subvierte dentro de la necesidad histórica del sistema capitalista de lanzar guerras militares permanentes como método de conquista y apropiación primaria de mercados y de materias primas para el sostenimiento de su estructura económica productiva imperial.
El sistema capitalista (producto histórico de la dominación del hombre por el hombre) no se alimenta de la paz sino de la guerra concebida como el primer escalón de las políticas y estrategias de dominación (sustento de la explotación económica) a escala global.
Es más, los propios procesos históricos ya incorporaron la "economía de guerra" (emergente de la industria de la guerra) como un segmento clave de la economía capitalista que en caso de colapsar arrastraría consigo a todo el sistema a escala global.
La guerra y el dominio
La historia de la humanidad, es la historia de la conquista y de la dominación del hombre por el hombre en distintas etapas y grados de evolución transformacional que transcurren  de lo simple a lo complejo.
El control del oponente es la base del dominio, a nivel del hombre y su entorno primero, y de los sistemas (políticos, económicos y sociales) que rigen las sociedades, después.
Cuando el primer hombre primitivo controló y dominó por medio de la fuerza a otro, estaba estableciendo el principio de la dominación del hombre por el hombre que rigió el desarrollo de todas las civilizaciones imperialistas conocidas hasta ahora, y cuya máxima expresión de desarrollo estratégico se da con el sistema capitalista.
La búsqueda del control y del dominio, a su vez, definen el carácter imperialista de las distintas civilizaciones (incluida la capitalista)  que fueron marcando la evolución y el trazado de la historia humana a partir del dominio hegemónico.
Las distintas "civilizaciones"  a lo largo de la historia no fueron producto de la libre creación del espíritu y de la mente humana, sino un emergente de estrategias y políticas orientadas a la conquista (militar, económica, política y social) de las clases más poderosas sobre los estamentos más débiles de la población humana.
La guerra, el uso y el control del poder militar, la capacidad de destrucción masiva, fue el factor primario que posibilitó (por medio de la conquista) que grupos reducidos de individuos (las "clases dominantes") impusieran su voluntad sobre las mayorías y las condenaran a la servidumbre y el esclavismo.  
Desde la antigüedad, pasando por Grecia y Roma hasta el "sistema capitalista", las guerras fueron herramientas estratégicas (claves) para la construcción de los distintos sistemas de dominio basados en el control masivo de poblaciones para concentrar (por medio de la explotación del trabajo social) poder y riquezas económicas.
Históricamente, los "ricos" (la concentración del poder económico) no nacieron de un repollo, sino que son el emergente evolutivo y transformacional de un sistema de dominio del hombre por el hombre (el control y el dominio sobre los "pobres") que descansa en última instancia en la concentración del poder militar y en la capacidad para hacer la guerra.
Si EEUU no contara con la maquinaria nuclear militar del Pentágono, cinco flotas (aviones, barcos y submarinos) con poder nuclear y  800 bases militares distribuidas por todo el planeta con capacidad de destruir varias veces la tierra, su poderío imperial económico financiero no hubiera podido existir.
El dólar no es la "moneda patrón" del sistema capitalista por méritos propios, sino porque detrás suyo se encolumna el poderío nuclear militar de EEUU que oficia de gendarme armado para el sostén del sistema.
En un escenario siempre mutante y constante, las guerras (imperiales) evolucionaron de la colonización militar a la colonización de cerebros, sin perder su objetivo primario de conquistar y controlar para dominar.
Por eso la dinámica funcional de la historia humana (en todos sus estadios) se rige por las estrategias de control y dominación desarrolladas por medio de las guerras imperiales.
Y contrariamente a lo que predican los modernos "pacifistas" a ultranza, las guerras no se hacen para matar sino que se hacen para controlar y dominar. Las masacres militares no son un objetivo a priori, sino  un resultante del objetivo de la búsqueda del control y del dominio militar.
O sea que, en primer lugar, y según lo que surge como comprobación fáctica y estadística de cualquier estudio estratégico, las guerras imperiales no se hacen para matar, sino para controlar y dominar.
En segundo lugar, la destrucción material y los genocidios humanos que producen las guerras (de conquista imperial) vienen como consecuencia de la búsqueda de control y dominio sobre un oponente que resiste, y no al revés.
Por lo tanto, las guerras (de conquista imperial) no se planifican para matar, sino para apoderarse de un objetivo estratégico siguiendo la motivación imperialista central de controlar para dominar, y su concepto de aplicación va desde territorios hasta sociedades y hombres.
Toda acción de dominación del hombre por el hombre (implícita en la guerra de conquista imperial) se rige por un axioma estratégico: para dominar, primero hay que controlar por medio de la guerra.
El que planea una guerra de conquista no lo hace para destruir, sino que lo hace con un objetivo estratégico de controlar y dominar blancos de apoderamiento trazados de antemano, sean territorios (guerra militar), recursos económicos y mercados (guerra económica), países y sociedades (guerra social), o mentes (guerra psicológica).
Al contrario de lo que cree la mayoría, el resultado exitoso de las guerras no se mide por la destrucción militar, sino por la consecución de los objetivos con el menor costo de destrucción física o de vidas humanas.
Vale como ejemplo la operación militar Plomo Sólido que Israel lanzó sobre Gaza, en enero de 2009, que fue lanzada para controlar y/o exterminar a Hamás, pero terminó en una derrota y en un fracaso internacional para el estado judío por la masacre de civiles inocentes y la destrucción de infraestructura en la que derivó.
La guerra por otras vías
Desde la prehistoria hasta la actualidad, todas las civilizaciones dominantes se valieron de la guerra imperialista para controlar y dominar:

A) Territorios (conquista territorial) = Control político
B) Recursos naturales (conquista de recursos) = Control económico
C) Sociedades  (conquista de las sociedades) = Control social
D) Individuos (conquista de las mentes) = Control ideológico
Los imperios antiguos (Grecia, Roma) sólo habían llegado a la conquista territorial (guerra militar) y a la conquista de recursos (guerra económica), y apenas habían tocado el primer estadio de la guerra social (conquista de la sociedad), imponiendo sus idiomas o sus creencias religiosas en los territorios conquistados (caso del latín con Roma, o caso de la religión católica con los imperios de la Edad Media).
Con el Imperio del sistema capitalista, la guerra por el dominio y el control completa el ciclo evolutivo con la guerra social (conquista de las sociedades) y la guerra psicológica (conquista de las mentes).
Esta instancia de guerra por el control y el dominio de las sociedades y de las mentes, se posibilita por el advenimiento de la Revolución Industrial en el siglo XIX, que luego condujo a la Revolución Tecnológica e Informática del siglo XX.
Es decir que  la guerra por el  dominio y control de las sociedades y de las mentes, sólo se produjo a partir de la interacción funcional de la tecnología mediática (medios de comunicación) y de la informática (electrónica y computación) orientada a un objetivo de control y dominio mediante una estrategia comunicacional.
Esos tres factores (medios de comunicación, electrónica y computación, y estrategias comunicacionales) posibilitaron que la guerra por el control y el dominio imperial capitalista tocara su máximo estadio de desarrollo estratégico: la Guerra de Cuarta Generación.
Porqué el capitalismo no puede prescindir de la guerra militar
El desarrollo tecnológico e informático, la globalización del mensaje y las capacidades para influir en la opinión pública mundial, convirtieron a la Guerra Psicológica mediática en el arma estratégica dominante de la 4GW (Guerra de Cuarta Generación), a la que se agrega una variante "contraterrorista" tras los ataques explosivos del 11-S en EEUU.
De esta manera, y a partir del 11-S norteamericano,  la "Guerra Psicológica" (con su variante  la "Guerra Contraterrorista")  conforma la columna vertebral estratégica de la Guerra de Cuarta Generación, con los Medios de Comunicación convertidos en los nuevos ejércitos de conquista.
La Guerra Psicológica define el estadio superior de las estrategias de control y dominación ensayadas hasta ahora por los sistemas imperialistas (dominación del hombre por el hombre) que se fueron sucediendo hasta llegar al sistema capitalista.
¿Y porqué en este estadio avanzado del control social sin el uso de las armas el capitalismo no puede prescindir del uso de la guerra militar?
Por tres razones precisas que la justifican:
A) Las guerras y los conflictos militares alimentan a los complejos militares y la industria bélica (con facturación billonaria) constituida en la pata complementaria de la rentabilidad capitalista trasnacional.
B) Los conflictos intercapitalistas por petróleo y recursos estratégicos esenciales para la supervivencia futura de la potencias sólo se resuelven en última instancia (y a nivel de desenlace) por la guerra militar.
C) Solamente el aparato y el arsenal  militar nuclear garantizan efectivamente la supervivencia del Estado imperial y de las potencias centrales, que sin la supremacía del poder militar serían engullidos y destruidos por el resto de los países que integran el sistema a nivel planetario.
Esta realidad fáctica, entre una multiplicidad de factores interactivos, explica porqué el capitalismo (hasta su desaparición) está centralmente determinado por la guerra militar como factor primario de dominio y de preservación de su sistema económico de explotación del hombre por el hombre.
En este escenario, marcado por las leyes y contradicciones de su propia supervivencia, el sistema capitalista está condenado a vivir en la "guerra permanente", y, consecuentemente solo hay "paz" en el microchip instalado en el cerebro de los colonizados mediáticos que alimentan la rueda del dominio sin el uso de las armas.  

(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.
Ver sus trabajos en Google y en IAR Noticias

martes, 28 de junio de 2011

Por Juan Gelman: Negocios y diplomacia

Negocios y diplomacia

 Por Juan Gelman
Se sabe hasta qué punto en EE.UU. los candidatos a presidente, diputado, senador, gobernador de un estado, alcalde y aun edil dependen del apoyo económico de las grandes empresas para llevar a cabo con éxito su campaña electoral. No son favores impagos: miles de cabilderos hacen su trabajo en la Casa Blanca, el Capitolio, oficinas del gobierno y otras instancias mientras una correntada de millones de dólares afluye a Washington y ambos, los cabilderos y los millones, consiguen que la reforma sanitaria de Obama beneficie a las grandes empresas farmacéuticas en detrimento de los enfermos. Por ejemplo.
No pocos cabilderos se convierten en legisladores y viceversa transitando una puerta giratoria que difumina cada vez más la línea que separa, o debería separar, a la actividad oficial de los intereses privados. El servicio exterior estadounidense tampoco escapa a la influencia de este sistema regido por las megacorporaciones, por no decir corporativo, y en esta esfera poco se conocían los detalles hasta que llegó WikiLeaks. En esta columna se mencionaron sus revelaciones en torno de los manejos de la embajada de EE.UU. en Haití para impedir que se aumentara el salario mínimo de los trabajadores (Milenio, 11-6-11). Una labor de poca monta comparada con otras.
Una serie de cables de WikiLeaks que dio a conocer el The New York Times a comienzos de año detalla el febril involucramiento de funcionarios del Departamento de Estado en la venta de productos de la Boeing. Sus embajadores no vacilan en tocar las puertas de los niveles más altos de los gobiernos de Arabia Saudita, Barhein, Jordania, Turquía y otros, con ofrecimientos personales a los jefes de Estado a cambio de que compren aviones a Boeing y no a su rival europeo Airbus. Un cable de la embajada norteamericana en Ankara, fechado el 19 de enero del año pasado, da cuenta de un hecho curioso (//news.discovery.com, 6-1-11).
El embajador James Jeffrey informa a sus jefes que el gobierno turco estaría dispuesto a comprar aviones de línea de Boeing para la Turkish Airlines por valor de 3400 millones de dólares, siempre que se ajustara el precio y con una condición: un astronauta turco debería formar parte de la tripulación de un vuelo espacial de la NASA. “Probablemente no podremos poner en órbita a un astronauta turco –dice JJ–, pero podríamos establecer programas para fortalecer la capacidad de Turquía en esta área... En cualquier caso, debemos dar alguna respuesta al vago pedido del ministro (de Transportes, Binali Yildirim) si queremos ampliar al máximo la posibilidad de concretar la venta.” Un mes después, Ankara adquirió a Boeing 20 aviones.
Esta empresa cuenta con corredores o comisionistas o vendedores de altísimo nivel: a fines del 2006, nada menos que el entonces presidente W. Bush envió una carta personal al rey Abdullah de Arabia Saudita pidiéndole prácticamente que comprara 43 Boeing de línea para la Saudi Arabian Airlines y 13 cazas para la flotilla real. La venta se formalizó y además, en noviembre pasado, el gobierno saudí anunció la compra de 12 777-300 ER, una operación por valor de 3300 millones de dólares. Favor con favor se paga: el rey pidió y obtuvo que se instalara en su avión personal la tecnología de avanzada que utiliza la Fuerza Aérea 1 de EE.UU.
Los cables filtrados por WikiLeaks describen la activísima intervención del Departamento de Estado en apoyo a Boeing en Bahrein. En diciembre del 2007, la compañía bahreinita Gulf Air decidió adquirir aviones al gigante europeo Airbus, que ofrecía cada unidad a 400 millones de dólares menos que Boeing. El embajador estadounidenses Adam Ereli y su asesor económico “asediaron a los directivos de Gulf Air, a funcionarios del gobierno y miembros del parlamento y apelaron directamente al príncipe heredero para que la transacción se hiciera con Boeing antes de que Bush viajara a Bahrein, cumpliendo la primera visita de un presidente estadounidense al reino... Dos semanas después, la embajada avisaba a los ejecutivos de la compañía que el príncipe heredero y el rey habían rechazado la oferta de Airbus y ordenado al presidente de Gulf Air que cerrara el trato con Boeing” (www.nytimes.com, 2-1-11).
“Es una realidad del siglo XXI, los gobiernos juegan un papel mayor en defensa de sus compañías y nosotros tenemos que hacer lo mismo”, postuló Robert Hormats, ex vicepresidente de Goldman Sachs que Obama nombró subsecretario de Economía, Comercio y Agricultura. Lo cierto es que los funcionarios del Departamento de Estado trabajaron duro para que el presidente ecuatoriano Rafael Correa no aprobara la ley que reduce el costo de los medicamentos (cables de la embajada en Quito de fecha 13 y 21 de octubre del 2009 y 10 de febrero del 2010, www.eluniverso.com, 22-4-11). O defendieron y defienden a muerte los intereses de Monsanto incluso contra sus aliados europeos cuando alguno pretende prohibir tal o cual variedad genéticamente modificada que la empresa vende (//wikileaks.org, 14-12 07 y 19-5-09).
Napoleón dijo que “La diplomacia es la policía, pero bien vestida”. Hoy tal vez dijera que, para las grandes potencias, es mero corretaje comercial. Casi siempre mal vestido.

Tomado de Pagina12: http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-170836-2011-06-26.html

lunes, 20 de junio de 2011

Astori, Mujica, los latifundistas y las madres que a todos los parieron (III)

omingo 19 de junio de 2011



19-06-2011
William Yohai*
Desde hace un par de semanas el eje de la discusión política en el país se ha desplazado hacia el tema de los impuestos que paga, no paga y debería o no pagar el sector agropecuario.

Ubicamos el comienzo de todo este sainete (1) en una serie de hechos que golpearon duramente tanto la popularidad a nivel general cuanto la moral de los ya raleados militantes fraudeamplistas y del MPP: a) el convencimiento que el partido de gobierno no va a llevar adelante política alguna que afecte los intereses del gran capital y contribuya en forma sustantiva a modificar la distribución de la riqueza en el país b) el desastroso final del intento de dejar, de alguna forma, sin efecto la ley de caducidad y el papelón internacional que se deriva de ello c) el desalojo violento del único integrante de las legendarias marchas cañeras que había conseguido una fracción de Colonización. d) los repetidos desbordes verbales de jerarcas militares sin respuesta. e) las razzias.

Indudablemente el presidente de la República, titular entre otras virtudes de un finísimo olfato político sintió la necesidad de dar alguna forma de “golpe de timón” para revertir el fenómeno. No dudamos que su sufrida tropa, usufructuaria de cargos y prebendas varios y numerosos, comenzara a inquietarse seriamente ante la probabilidad cada vez más cercana y visible de perder tan jugosas ventajas. Simple condición humana que le dicen.

¿y que mejor para ello que amagar con meterle mano al sector que más se ha beneficiado de este fascinante período que va desde la última crisis hasta ahora? Se sabe, la gente tiene memoria corta y frágil, sobre todo cuando las hazañas celestes o aurinegras se suman a la farándula tineliana para ocupar generosamente el poco tiempo que el difícil oficio de ganarse la vida deja libre a la mayoría de los uruguayos. Para los escasos militantes, el tema tiene viejas resonancias sesentistas. Al fin y al cabo, ¿contra quien luchábamos en aquellos años sino contra, entre otros, los siempre despreciados latifundistas? Y las jóvenes generaciones, que no conocieron aquella época saben, de todas formas, de memoria la letra de “a desalambrar”.

Se planteaba un problema……¿Cómo hacer para que pareciera que se le metía mano a los terratenientes sin que ello efectivamente ocurriera?

Claro, remedando las viejas técnicas policiales de interrogatorio, si hay un “malo” fuerza es que haya también un “bueno”.

Y, por supuesto, en el elenco gobernante el candidato a “malo” es, ficha puesta, el “siempre listo” Astori.

Horas habían transcurrido (o minutos, que no vale la pena investigar el detalle) desde que el presidente planteara su desprolija propuesta de “gravar las grandes extensiones de tierra, por encima de 2000 (o 2500) hectáreas para combatir la concentración de la propiedad” y ya el “malo” Astori saltaba con su consabida monserga defensista de “reglas de juego”, “inversión” y otras tantas consignas huecas.

La oposición, sorprendida, alcanzó apenas a reaccionar. ¿Qué se traerían entre manos este par de pícaros?

Para evitar que el espectáculo superara demasiado los razonables límites de la seriedad gubernativa Astori se puso rápidamente de acuerdo en que, para solucionar los temas de caminería rural tal vez hubiera que solicitar “aportes” a los mayores usuarios de los caminos. Con toda razón el “profesor” adujo que si el objetivo era combatir la concentración de la propiedad de la tierra, lo propuesto por Mujica era inconducente.

Siguieron después diversas alternativas, reuniones del gabinete ministerial, reuniones mano a mano entre los dos gerifaltes y comentarios, chismes y dimes y diretes de toda laya.

Mujica, dio, tal cual es su costumbre infinitas vueltas. Que si era para caminería rural, que si no, que si se devuelve al sector, y por fin ahora plantea gravar las extensiones mayores a 2000 hectáreas (que ahora aparentemente no serían físicas sino CONEAT) y al mismo tiempo derogar el impuesto a la enajenación de semovientes que castiga a los ganaderos. Pero además contemplando la propuesta de Astori, que según lo que ha trascendido es una tasa de caminería rural. Todavía no se sabe que llegará como proyecto al parlamento, pero algo si está claro, LOS TERRATENIENTES DE ESTE PAÍS NO TIENEN NADA QUE TEMER.

Y lo saben. Tanto es así que sus manifestaciones han sido notoriamente moderadas. No hubo aquí cortes de ruta, ni siquiera alguna mención por tímida que fuera a llevar adelante alguna medida de protesta. Y es lógico. Hace ya tiempo que los dos jefes fraudeamplistas implicados (el tercero en discordia ha mantenido un prudente silencio) han establecido una férrea alianza con los terratenientes.

No nos cansaremos de recordarlo: en setiembre del 2005 Fernando Matos, entonces titular de la asociación rural del Uruguay le dijo al semanario “Crónicas económicas”: “MUJICA ES UN ALIADO NUESTRO”.

Y vaya si el involucrado cumplió esa sentencia. Hemos calculado, y perdonen los lectores ya cansados de leer este dato, que entre 2003 y 2010 los terratenientes mayores de 200 hectáreas se enriquecieron en más de 31.000 millones de dólares. Más o menos el producto bruto interno de aquel año. Y esto solo por dos conceptos, aumento del precio de la tierra y rentas percibidas. O sea, excluyendo la ganancia empresarial que corresponde a la explotación agropecuaria.

Y, en relación a su producto bruto interno “el campo” paga hoy menos impuestos de los que pagaba hace 7 años. Más o menos la cuarta parte, en proporción, de lo que paga el resto de la economía, incluyendo al propio sector agropecuario.

Desde el punto de vista político, la maniobra de Mujica, con la evidente colaboración de su segundo, se desarrolla en forma impecable.

El MPP larga una campaña mediática, con jingle pegajoso de prosapia electorera incluido, atacando (verbalmente, por supuesto) al “latifundio”. Y apoyando, faltaba más, la propuesta “castigadora” de su venerable líder.

Los involucrados, mientras tanto, mantienen pudoroso silencio. Son demasiado vivos como para no darse cuenta que, ante tanta cháchara mediática no hay más remedio que bancarse en el molde.

Saben, lo tienen clarísimo, que este gobierno les será fiel.

Tiran, como obligados, alguna referencia a hipotéticos “inversores extranjeros” que habrían congelado las tan ansiadas.

No se piense que inversión se usa en este caso en el sentido de “inversión bruta”, o sea, de incorporación de máquinas nuevas o procesos técnicos a la producción. No, se trata de compras de campos, como si el país necesitara que más tierra se extranjerice.

Pero claro, cada nueva compra de campos contribuye a aumentar el ya hiperinflado precio de la tierra. Y representa un “aporte” más a la riqueza de los terratenientes.

Políticamente, la maniobra va dando, por ahora, resultado. Ya se comenta en corrillos militantes la supuesta vuelta de tuerca programática de Mujica y el MPP. Y Astori, ya deshauciadas sus ambiciones presidenciales por la reciente aparición de Tabaré de la mano del aparentemente próximo delfín Sendic (cuanto duele escribir este nombre en tal contexto) no tiene otro remedio que acompañar haciendo, otra vez, el papel de “malo”. Triste su destino.

Para completar el panorama, como si toda esta pantomima afectara realmente en algo el proceso de concentración de la propiedad de la tierra en curso, se anuncia ahora que el MPP le “meterá mano a la extranjerización”.

Justo a un par de meses de firmar el tenebroso “contrato de inversión” con Montes del Plata, que, entre otras cosas obliga al estado nacional a reembolsar cualquier perjuicio que cambios en la tributación provoquen a la empresa, estos politiqueros nos salen a hablar de combatir la extranjerización.

Saben bien como funciona la cosa. Después de algunos meses de estar el tema en el tapete público muchísima gente se quedará convencida de que efectivamente en 2011 el gobierno nacional tomó medidas de real impacto respecto a estos asuntos.

Para poner el tema en perspectiva no tenemos más remedio que agobiar al lector con algunso números.

El PBI agropecuario de 2010 se estima (2) en 3200 millones de dólares.
El presupuesto nacional, levemente superior a la recaudación impositiva anual ronda los 9000 millones de dólares.
El “campo” paga, por todo concepto, unos 230 millones de dólares anuales.
Pero, solo como exportaciones factura anualmente 4500 millones de dólares. A lo cual se debe agregar, solo por concepto de venta de carne en el mercado local, más de 1000 millones de la misma moneda.
La planta de celulosa de UPM está ganando anualmente no menos de 500 millones de dólares

Mujica propone gravar toda esa fabulosa acumulación con 60 millones de dólares más. Y encima se les devolverían 18 millones que pagan por IMEBA.

O, de acuerdo a lo difundido públicamente, un estanciero de más de 10 mil hectáreas, pagaría, por hectárea 16 dólares adicionales anuales. Cada una de ellas tiene un precio de unos 4000 dólares. Pero si encima le mejoran la caminería rural y le descuenta, si es productor ganadero el impuesto que grava la venta de semovientes, ganará con el cambio. Negocio redondo, porque además la población se queda convencida de que, efectivamente, el afortunado señor (o señora, claro) paga más impuestos que antes.

Nadie puede negar a Mujica su capacidad de maniobra política. Pero también debería comprender que la misma tiene límites. A pesar del crecimiento económico, los salarios reales que apenas alcanzan los valores pico del anterior ciclo económico que culminó en 1998; comienzan a decaer como parte del produco bruto interno. Y su crecimiento real se verá cada vez más amenazado por la respuesta política neoliberal que el gobierno impone ante la modesta inflación que sufrimos.

Hay mucha gente durmiendo en la calle, demasiados niños viven entre la basura, demasiada miseria se agolpa en la puerta de los hospitales públicos. ¿Qué pasará cuando cese el viento de cola y los defectos de una economìa primarizada y financierizada salten nuevamente a la luz?

No habrá entonces maniobras que valgan.

La historia llamará a estos sirvientes del gran capital a rendir cuentas.


1- Según la RAE: “Pieza dramática jocosa en un acto, de carácter popular, que se representaba como intermedio de una función o al final”.

2. OPYPA: Anuario 2010

3- No supone en forma alguna el título de este opúsculo el menor ánimo de poner en duda por fracción de tiempo, por infinitesimal que ella fuere, la moralidad, buenas costumbres o el honor de los mencionados.

* Miembro de la red de economistas de izquierda del Uruguay 

domingo, 19 de junio de 2011

La revolución egipcia a los ojos del destacado analista político árabe Azmi Bishara

Rebelinon: 19-06-2011 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=130712


Amira Howeidy
Al-Ahram Weekly

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

El intelectual palestino y ex miembro de la Knesset israelí, Azmi Bishara, siguió minuto a minuto la Revolución egipcia del 25 de enero desde la capital qatarí, Doha, donde tiene la sede su think tank, el Centro Árabe para la Investigación y el Estudio de la Política. “Era algo crucial para mí”, dijo a su audiencia en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de El Cairo el martes por la mañana. También era muy importante para la revolución, al menos a los ojos de muchos egipcios que encontraron en Bishara, de 54 años, un ideólogo de clase durante el levantamiento.
Cuatro meses después del derrocamiento de Hosni Mubarak, Bishara, a quien se prohibió la entrada en Egipto tras criticar la postura egipcia durante la guerra de Israel contra Gaza en diciembre de 2008, se aventuró a visitar el nuevo Egipto. Su nombre seguía aún en la lista negra de viajeros cuando llegó el lunes al aeropuerto de El Cairo. El oficial de inteligencia que puso su nombre en la lista fue la misma persona que lo quitó de ella a su llegada. Esa fue la primera experiencia directa de Bishara con el nuevo Egipto: ya no tiene prohibida la entrada, pero los poderes fácticos que anteriormente le habían considerado persona non grata no han cambiado. Ese hecho dice mucho acerca de la revolución sobre la que Bishara vino a hablar.
La visita de Bishara se produce en un momento muy sensible en el Egipto post-revolucionario. La incertidumbre se impone sobre el futuro, al igual que el profundamente polarizado espectro político parece haber llevado a los egipcios lejos del espíritu de la Plaza Tahrir y de los objetivos de la revolución misma. No tiene nada que ver con el “genio” de los primeros días de la revolución, como él lo describe.
Sin embargo, Bishara continúa considerando la revolución como un “gran acontecimiento”, asimismo de carácter “histórico”. “Muy pocas revoluciones de la historia estuvieron mejor organizadas que la revolución egipcia”, dijo. “El genio de la revolución egipcia fue que el pueblo podía haberse dispersado el 25 de enero, pero siguieron ahí y comprendieron que era algo más grande que un ‘Día de la Ira’ (el 28 de enero); que tenían algo en sus manos que no podían permitir que se les escapara”. De repente, “tuvieron sus destinos en sus manos y oyeron el aleteo de las alas de la historia. No hubo marcha atrás”.
La participación del pueblo egipcio en la revolución, dijo, supera la de cualquier otra revolución en la historia donde la participación es casi siempre del uno por cien, con la excepción de la Revolución iraní de 1979, donde el siete por ciento de la población tomó las calles. En Egipto y en Túnez (donde se inició la serie de revoluciones árabes cuando echaron a su presidente el 15 de enero), una “unidad” masiva que es “el pueblo” se movió y soñó como si fueran uno. “¡Es un progreso tan importante en la historia de la humanidad!”, dijo Bishara.
Profundizando en el tema, Bishara indicó algo que tanto egipcios como tunecinos saben: que en ambas revoluciones, los revolucionarios no tomaron el poder; “llamaron a su puerta”, pero “no lo asumieron”. Esto, dijo, “tendrá consecuencias enormes sobre la historia egipcia en el futuro y sobre otros regímenes árabes”. En Egipto, como en Túnez, el ejército sigue controlando todo. “No hay nuevas elites en el poder”, dijo. Lo que sucedió, añadió Bishara, es que una parte de la elite gobernante del régimen saliente asumió las demandas de la revolución y se vio obligada a hacer reformas.
Pero si bien la revolución egipcia fue espontánea, advirtió, construir una democracia no es algo que también se pueda dejar a la espontaneidad. “Los revolucionarios deben ser los primeros encargados y comprometidos con la revolución. Y les guste o no, tienen que articular los objetivos de la revolución”. Es decir, la toma de decisiones no puede dejarse en manos de los vestigios del régimen que tomaban parte en el antiguo proceso de toma decisiones y que prácticamente siguen gobernando el país.
Pero, ¿cuáles son la herramientas para el cambio?, preguntó. El régimen continúa siendo el régimen y los revolucionarios siguen planeando la próxima manifestación del viernes”. A pesar de su admiración por la revolución, Bishara manifestó su preocupación acerca del flujo de ayuda exterior que está vertiéndose en Egipto para el “desarrollo”.
No se puede avanzar valiéndose de esa ayuda exterior, dijo, aludiendo al préstamo de 3.000 millones de dólares que el FMI concedió a Egipto a primeros de mes. “Ellos no están ahí para ayudarte sino para perjudicar y dificultar su desarrollo económico y social”. Egipto tiene que elegir, dijo.
Sobre las elecciones, Bishara dijo que primero debería haber consenso sobre una serie de principios que salvaguarden la democracia, “que no va del gobierno de la mayoría… sino de una mayoría que gobierna bajo los principios de la democracia”. Además, añadió, “no hay democracia” sin un sistema judicial independiente, sin la separación de las ramas del poder estatal y sin unos órganos legislativos elegidos.
Bishara no quiso decir si Egipto está tropezando en sus primeros intentos de caminar por la senda de la democracia. El 19 de marzo, el 77,2% de los votantes dijo sí en un referéndum sobre las enmiendas constitucionales propuestas, que imponen una serie de restricciones a los candidatos que pueda nombrar el presidente y obligan al próximo parlamento a elegir una asamblea de cien miembros que redacte una nueva constitución. Pero menos de tres meses después, muchas de las fuerzas y personalidades políticas que se opusieron a las enmiendas ahora están presionando para que se ignore el resultado del referéndum, postulando que debería redactarse la constitución antes de la celebración de elecciones.
Bishara siente “preocupación” por ese debate. Describió las votaciones de marzo como muy democráticas. “El pueblo no participó en la revolución de forma tan masiva para sustituir un despotismo por otro”, dijo en una crítica implícita del sector que defiende “la constitución primero”. Para él, la polarización resultante –laicos frente a islamistas- no es más que el legado del régimen saliente que aún alimenta la división. En la actualidad, esas mismas fuerzas están repitiendo su vieja batalla. “Eso es un insulto a la sangre de las personas que perdieron su vida en la revolución y supone, de forma definitiva, desviarse de sus objetivos”.
“Estoy casi seguro de que esa no es la batalla ni la preocupación de los diversos grupos que estaban en la Plaza Tahrir”, dijo Bishara.
Fuente: nhttp://weekly.ahram.org.eg/2011/1052/eg3.htm

martes, 14 de junio de 2011

Aspirar a ser colono en Uruguay es una tortura en carne viva


09 de junio de 2011


 
La situación al día de hoy del Grupo de Cañeros que ocuparon las tierras Norman Gutiérrez en Bella Unión, y están acampados frente a ALUR
  La “SALIDA” (o más bien el callejón sin salida) que buscamos con los Cañeros, para trabajar y producir
 
Si existe un verdadero y real anestésico de la conciencia, éste es la convicción de que el diálogo es siempre y propiamente un hecho positivo. Independientemente del contexto y de quién esta envuelto en la discusión, rechazarlo sería por intolerancia, violencia o bien altanería y de mente cerrada
Creemos que un diálogo es tal, cuándo los interlocutores están sobre un plano de reciprocidad, libres de fijar los problemas y de buscar las soluciones.
 Cuando las decisiones están ya tomadas y la discusión es una puesta en escena para mejor aceptar el poder de algunos sobre otros, entonces no hay diálogo sino una mentira bien armada
Una vez más el Gobierno del  Frente Amplio en este caso elInstituto  Nacional de Colonización de Tierras (INC) a través de su Presidente Andrés Berterreche, demuestran que el “Uruguay Productivo” del que tanto hablan es un cuento más, para mantener  a todo el mundo contento, mientras algunos se van llenando los bolsillos de dinero a costas de la Tierra
El pasado 6 de Abril de 2011 un Grupo de 19 familias decidió ocupar tierras de carácter privado en Bella Unión, reivindicando la consigna “Tierra pal que la trabaja”
 Fueron desalojados por el Juez de Bella Unión, y se trasladaron con el Campamento aun predio situado frente a ALUR
A partir de allí comenzó una negociación con el INC exactamente con su Presidente Andrés Berterreche. El Grupo se movilizó de forma muy coherente y responsable.
 
 Se inscribieron en el Instituto de Colonización de Bella Unión como aspirantes a Colonos.
Buscaron apoyo de UTAA, ALUR y Organizaciones Sociales de la Zona, encontrando apoyo en todas partes
 
El 13 de abril de 2011 personalmente acompañada de un Asesor Legal mantuve una reunión con el Sr. Berterreche, planteando la situación de los trabajadores y solicitando una solución de parte del gobierno en la búsqueda que los Cañeros puedan vivir en forma digna de su trabajo
En dicho ámbito se intercambiaron opiniones, las cuáles creímos positivas en ese momento, ya que Berterreche se comprometió a trabajar con el Grupo
 
El 2 de mayo del 2011, con mucho sacrificio, apoyados por un Grupo de Compañeros que trabajan en diferentes predios de Bella Unión, se junto el dinero y llegaron a Montevideo 5 integrantes del Grupo
Se había acordado de antemano una reunión con Berterreche. Fuimos recibidos y allí se plantearon las necesidades de parte de los trabajadores y se escucharon las respuestas de Berterreche
Entre otras que enviaría un Equipo de Técnicos para trabajar con el Grupo en la preparación de ser Colonos aptos para producir y trabajar la tierra
El 11 de mayo  presento personalmente en Presidencia del Instituto de Colonización, un Proyecto enviado por el Grupo, escrito a mano, escaneado y una carta redactada por mí (copia sellada y firmada como recibida).
 Esta es la carta que se presentó:
Ciudad de Bella Unión, 11 de mayo de 2011
Sres.  Directorio Nacional de Colonización.
Quienes suscribimos esta nota, Luis Valdomir y Gustavo Vázquez, trabajadores rurales y representantes del grupo de trabajadores rurales y de sus respectivas familias dedicados a la labor de siembra y corte de caña de azúcar en la ciudad de Bella Unión, departamento de Artigas, ante Uds. nos presentamos y exponemos:
 
El pasado día 06 de abril de 2011 nuestro grupo (19 familias) decidió ocupar tierras de carácter privado reivindicando la consigna “Tierra pal que la trabaje”, el propósito primero de esta acción fue promover una asociación de obreros de la caña de azúcar, actualmente estamos organizados en pos de conseguir tierras para el asentamiento de nuestras familias y lograr para ellas una verdadera estabilidad económica y social.
Sabido es que, en nuestra zona geográfica la mayor fuente de ingresos está basada en las labores zafrales, caso que no estimula ni nos proporciona un estado laboral estable, por consiguiente genera en nuestras familias y principalmente a nuestros hijos (son en promedio 4 por familia) una inestable condición económica-social, con los consiguientes conflictos familiares ya estudiados por diversas instituciones y organizaciones mundiales.
     Nuestra organización ya mantuvo conversaciones con organizaciones gubernamentales y no-gubernamentales, incluyendo con la dirección de ALUR, la cual nos apoya de forma práctica, proporcionándonos los insumos económicos necesarios para el laboreo en lo que respecta a la siembra, cuidados de plantación y corte de caña de azúcar, por supuesto que con la única y vital condición de que tengamos tierras donde realizar tal función.
              Visto lo expuesto, solicitamos:
Nos sea concedido por parte del Instituto Nacional de Colonización la pose de tierras en nuestro departamento y que ellas sean aptas para la labor anteriormente mencionada, asimismo complementando, pedimos que técnicos del instituto elaboren un proyecto teniendo en cuenta nuestra situación social de trabajadores rurales, visando el crecimiento social y económico de nuestras familias a cargo
       Con mucha voluntad de trabajar y producir, saludamos a Ustedes atte.
 
Luis Valdomir  – 095 615 140   
    Gustavo Vázquez   - 009 722 775
 
La misma fue acompañada del Proyecto escrito por los propios Cañeros que hasta el día de hoy siguen resistiendo, y ocupando frente a Alur.
 
Dejamos pasar 20 días aproximadamente y al no recibir respuestas de Colonización, me comunico en forma telefónica con Berterreche preguntado en que estaba la situación de los trabajadores.
La respuesta de Berterreche no fue para nada positiva.
Argumento que estaba trabajando con los trabajadores, que había enviado técnicos, que el informe de los técnicos fue desfavorable para el Grupo, ya que según el informe de los mismos el Grupo estaba “Verde”
Y que por el momento no tenían tierras disponibles para entregar en Bella Unión
Les comunico a los Delegados del Grupo la noticia
Luis Valdomir responde:   ” Que Berterreche no mienta, vinieron 2 tipos el día de la Marcha por la Tierra, (13/5) nosotros estábamos contigo en Montevideo, uno hablo conmigo al celular y quedo de concretar una reunión con nosotros y nunca más se comunico”
Tenemos un mapa con las fracciones y números de Padrones que pertenecen al Instituto de Colonización, el área de los campos y las zonas están con ganado de burgueses y terratenientes en la Colonia Eduardo Acevedo y Colonia Palma.
Dicha documentación es real y tenemos una copia del mapa con todos los detalles.
La decisión tomada por los trabajadores, es no confiar más en Colonización, y en su momento tomar las Medidas que consideren necesarias siguiendo con la lucha que los llevo a dar los pasos que dieron en busca de un trabajo estable para poder ofrecer una vida digna a sus familias, sobre todos a sus hijos, la mayoría en edad escolar y liceal.
Queda demostrado una vez más que los postergados de siempre siguen siendo los de abajo, los obreros, los trabajadores, los más humildes, los más necesitados.
¿Queda alguna duda?
 
MARINA MONTERO 


Tomado de: http://elmuertoquehabla.blogspot.com/