miércoles, 28 de septiembre de 2011

ECONOMÍA PARA LOS QUE ODIAN EL CAPITALISMO

(Análisis crítico del libro Lucro Sucio de Joseph Heath)
                                                                                                                                                                                               
Joseph Heath, el autor de Lucro Sucio: Economía para los que odian el capitalismo, es un profesor universitario defensor del mercado, que un buen día cayó en la cuenta de que no era perfecto y había que mejorarlo, dedicando su libro a redimirlo.

A lo largo de sus páginas, mezcla hábilmente churros con merinas, poniendo una vela a dios y otra al diablo, y manteniéndose equidistante entre las posiciones de derecha e izquierda (e incluso demostrando en algunas ocasiones mayor simpatía teórica hacia esta última), pero sin olvidar en ningún momento para quien trabaja. Por eso, aunque ni quita ni pone rey, a la hora de la verdad, ayuda a su señor el capital, aunque de vez en cuando se permita algún guiño de izquierdas para colar mejor su mercancía averiada.
 
Como “progre” digno de ese nombre, nuestro pedagogo se erige en paradigma de la objetividad, la independencia y la cordura, rezumando imparcialidad por los cuatros costados y razonando con la lógica aplastante que se supone adorna a un reputado especialista en políticas públicas. Y para que nadie dude de su ecuanimidad  - y de paso contentar a los que, de un signo u otro, pudieran adquirir su libro -, contrapone 5 falacias de la derecha a 5 de la izquierda, haciendo que la cosa termine en un empate honorable, sin vencedores ni vencidos, con medio niño para cada uno como dispuso sabiamente el Rey Salomón, y todos tan contentos.
 
Rizando el rizo, llega a aventurar que hasta “podríamos tener eficiencia capitalista e igualdad socialista al mismo tiempo”, matrimonio contra natura que dejaría a la mismísima cuadratura del círculo a la altura del barro. Sus simpatías le llevan a “compartir el malestar que la mayoría de la gente siente ante el sistema capitalista”, llegando incluso a reconocer “que la suma de un conjunto de intereses individuales no es lo mismo que el interés del grupo, porque lo bueno para el individuo no tiene porque ser bueno para la especie”, concluyendo su docta disertación con que lo malo son los fallos del mercado, no el capitalismo en sí, ya que desde el momento en que “algún tipo de capitalismo regulado es la única forma plausible de organización económica”, la suerte está echada. Y al igual que Fukuyama vislumbró desde la cima de su torre académica el fin de las ideologías, su homónimo canadiense, para no ser menos, sitúa en el podio de las conquistas humanas al mercado:
 
“El comunismo, por simplificar, es la idea de que, en la economía, el estado debería hacerlo todo, y el neoliberalismo la opinión de que el estado no debería hacer nada.
El neoliberalismo fue, en esencia, la aplicación a la sociedad humana de los postulados darwinianos. Adam Smith mostró que si un mecanismo ciego como la naturaleza era capaz de lograr el orden sin una dirección consciente, de la misma manera el mercado podía proporcionar una asignación óptima de los bienes (todo para unos y nada para otros como mandan los cánones).  
 
Con arreglo a esa premisa, se desarrollaron dos tipos de liberalismo, uno que considera que el mercado se basta a sí mismo y no requiere de ningún gobierno ni regulación, y otro que defiende la necesidad de un estado para que los individuos respeten los derechos de los demás, aunque afirmando que ésta es su única función legítima y abogando por un estado mínimo”.

Liberalismos ambos que rechaza una persona tan moderada y sensata como Mr.Heath, partidaria de regular el mercado para que no se desmande, porque “el capitalismo no es un orden espontáneo. No se puede conseguir una economía de mercado a base solo de interés propio. Para que funcione, el estado debe encargarse de hacer cumplir sus reglas. Y aplicar las reglas requiere una autoridad, para lo que se necesita un gobierno”.
 
El mercado precisa de alguien que lo sostenga, respalde y defienda, porque como señaló Hobbes: “los pactos sin espada no pasan de palabras”, de humo que se lleva el viento.
Se necesita al estado como garante del mercado. Como leal subalterno suyo, su misión es acudir solícito en su ayuda cada vez que el mercado se meta en problemas o se lo reclame. Más no satisfechos de su actuación “los conservadores culpan a las dádivas del gobierno de minar la confianza de la gente en sí misma y de premiar malas conductas”, lo que sin duda deprime terriblemente a los banqueros rescatados con dinero público de la bancarrota, así como a los empresarios que por culpa de las múltiples desgravaciones, subvenciones y bonificaciones recibidas, no consiguen conciliar el sueño.
 
Lógicamente, para agenciarse los recursos que necesita, el estado tiene que recaudar impuestos, lo que le convierte “en el más importante actor económico”. Apunta Mr. Heath que “los impuestos castigan a los sectores más productivos”; sin duda los trabajadores, ya que las grandes fortunas se valen de mil artimañas para eludir sus obligaciones fiscales. Y es que, a escote, el estado no les resulta nada caro, siendo la más rentable inversión para ellas.
 
“Lo importante no es el nivel de impuestos, sino lo que la gente desea obtener del estado. El estado debería proveer soluciones del tipo café para todos solo cuando sean mejores que la alternativa personalizada que ofrece el mercado. Ahora bien, la gente que aboga por la superioridad del suministro privado frente al público por sus mayores posibilidades de elección, con frecuencia exagera la variedad de los mercados privados, subestimando la del sector público”… como han tenido ocasión de comprobar quienes poseyendo un seguro privado han visto como se les denegaba un tratamiento demasiado costoso o la compañía daba de baja su póliza por no serle rentable.
 
“Los impuestos son básicamente una forma de compra colectiva obligatoria. Con sus impuestos usted paga una amplia variedad de bienes públicos aunque no los utilice. Los grupos que se oponen a ellos proclaman el día libre de impuestos en el que los ciudadanos dejan de trabajar para el gobierno y empiezan a trabajar para ellos mismos. Pero usted no trabaja para el gobierno si sus hijos van a una escuela pública, conduce por carreteras públicas o acude a un hospital público: simplemente está financiando su propio consumo.
 
Y por la misma razón se podría declarar el "día libre de hipotecas", en el que los propietarios de casas "dejan de trabajar para el banco y empiezan a hacerlo para sí mismos". Pero los propietarios de casas no "trabajan para el banco", si son ellos los que viven en la casa y no el director del banco.
Es la gente la que produce y consume; instituciones como el mercado o el estado no producen ni consumen nada: constituyen tan solo mecanismos para coordinar la producción y el consumo”.
Mr. Heath establece una acertada analogía entre el estado y lo que “cada comunidad de propietarios ofrece a sus miembros: una serie de servicios que se pagan a través de cuotas. Si éstas disminuyen, habrá más dinero para gastar en los bolsillos de los vecinos y menos por parte de la comunidad. Las reducciones de impuestos tienen el mismo efecto: significan menos dinero en escuelas y sanidad, y más en coches, ropa, muebles y viviendas. Se puede ver ahí lo absurdo de decir que los impuestos son intrínsecamente malos, o que siempre es mejor impuestos más bajos que impuestos más altos. Manifestar como hizo Milton Friedman que cualquier reducción de impuestos es buena, equivale a decir que la mejor cuota de comunidad es la cuota más baja”, o que el coche más barato es el mejor. 

Una soberana memez.
“El estado proporciona un bien público que solo debe proveer en caso de fallo del mercado. Necesitamos un estado porque el mercado no puede hacerlo todo; pero que los mercados no consigan resultados eficientes, no significa que el estado sepa hacerlo mejor”, ni que vaya a ser más competitivo que él. La voz autorizada de Mr. Heath nos desvela que el mercado no es omnipotente ni perfecto como se nos había dicho, y que tiene defectos, vicios y flaquezas como cualquier hijo de vecino. La sociedad tiene que asumir que “siempre habrá sectores que no serán competitivos”, (¿como por ejemplo la policía, los políticos, los jueces, los ancianos o los pobres?), y critica que “si los conservadores apoyan el gasto en ley y orden, defensa nacional e infraestructuras… ¿por qué no también en vivienda pública, educación pública, sanidad pública, pensiones, desempleo y cuidado del medio ambiente?... pues porque habiendo un mercado de bienestar, el estado de bienestar sobra. Que cada cual vaya a él y compre la ración de felicidad a que se ha hecho acreedor.
 
Por eso, “cuando el estado del bienestar proporciona un determinado bien, lo hace a muy bajo nivel, dando libertad a los consumidores para que satisfagan su derecho a comprar más cantidad de ese bien en los mercados privados”; cosa comprensible, ya que ofertar estado y mercado lo mismo a la vez constituiría competencia desleal. A pesar de ello, sus detractores argumentan que “si el gobierno regalara queso, la gente comería demasiado queso, así que ¿por qué dar sanidad gratuita”, a lo que Mr. Heath responde brillantemente que la sanidad gratuita representa un seguro para proteger al individuo contra contingencias adversas, y que su cobertura sea pública o privada, solo cambia su alcance, universal o no, sin que ello afecte a su calidad.
 
En todos los seguros se dan abusos y fraudes, tanto de los propios asegurados como de las compañías aseguradoras, y todos los seguros reducen el grado de responsabilidad personal, permitiendo endosar a terceros las consecuencias de las propias acciones (como sucede con el conductor temerario que provoca accidentes de tráfico), pero se siguen contratando, porque sus ventajas compensan sobradamente los inconvenientes.
 
“Las aseguradoras quitan dinero a algunas personas en forma de primas, para dárselo a otras en forma de indemnizaciones o prestaciones. Pero más que una redistribución de fondos, lo que hay es un acuerdo para compartir riesgos” (enfermedad, despido, vejez, accidente, catástrofe natural, etc.).
Cuando los conservadores ven a una persona pedir limosna en la calle no echan mano automáticamente a su cartera, sino que se preguntan ¿cómo llegó a esa situación? ¿por   qué es mi responsabilidad pagar su cena?”, dando por sentado que cada individuo es dueño de su vida y que todo lo que le ocurra será culpa suya, con independencia de las circunstancias que le rodeen. Lo que ocurre es que el medio nunca es neutral y la fuerza de la colectividad resulta mucho más poderosa que la del individuo. Pero ellos solo admiten la responsabilidad personal, descartando la de la sociedad. Responsabilidad personal que, no hace falta decirlo, se torna anónima y desaparece tan pronto se pisa terreno económico.
 
“La conducta insocial se justifica por efecto de la pobreza, el racismo, etc.”, reprocha nuestro distinguido docente, ignorando que las únicas conductas insociales que siempre se perdonan y justifican por reprobables que sean, son las de los ricos. Para impunidad la suya.
 
La redistribución tiene, por principio, para nuestro autor,   connotaciones negativas.   Mr. Heath abomina de ella, acusando a “la gente de izquierda de defender, en esencia, la igualación por abajo”, cuando igualar por abajo y desigualar por arriba constituye una especialidad clásica de la derecha, patrimonio de la humanidad.
 
Nadie defiende con más ardor que ella que todos los ciudadanos deben contribuir en idéntica medida a sostener al estado, con independencia de su nivel de renta y situación económica. Criterio que nuestro profesor secunda con entusiasmo, proponiendo que los impuestos graven el consumo (los bienes que pagamos todos por igual), en vez de los ingresos. Política del embudo que se resume en: todas las cargas para los de abajo, todos los beneficios para los de arriba. “Socialismo de los tributos” que complementa a la perfección el “liberalismo de las ganancias”. De lo que se trata es de establecer límites a la hora de contribuir, no de enriquecerse, por lo que existe un salario mínimo, pero no uno máximo.
 
“En nombre de la igualdad mucha gente se opone a la sanidad privada o a los colegios privados pero a no ser que pueda demostrarse que el beneficio de la persona rica genera daños a los pobres, este impulso igualitario representa igualar por lo bajo”, advierte seriamente Mr. Heathpero mi querido amigo, fomentar artificialmente las diferencias, construyendo una sociedad dual, con ciudadanos de primera y de segunda clase…   ¿se le antoja que puede ser nocivo para alguien?... Un estudiante mediocre, que provisto del título de una universidad prestigiosa le roba el puesto a alguien más competente que él que no lo posee, ¿le parece correcto?... Solo los mejores deberían acceder a los sitios mejores, y no los más ricos… ¿o acaso piensa usted de otro modo?... Lo increíble es que haya que enseñarle esto a alguien del gremio académico.
 
“La desigualdad no es un fallo del mercado. El mercado es transparente con respecto a la igualdad: ni la favorece ni la perjudica. Si tenemos una distribución desigual de los medios de producción, el mercado producirá una distribución de la renta desigual”, señala Mr. Heath, lo que significa que si dejamos operar libremente a las fuerzas del mercado, el resultado, como cuando un peso pluma se enfrenta a uno pesado, está cantado de antemano: el más débil será noqueado a las primeras de cambio.
Nuestro pedagogo favorito rechaza   de plano “la igualdad que se consigue a costa de perder eficiencia, porque favorecer la igualdad sin considerar la eficiencia es mostrar una absurda indiferencia por el bienestar humano”, ya que, según él, la eficiencia, es decir la creación de riqueza, debe prevalecer sobre la igualdad, o lo que es mismo su reparto. De ahí que considere preferible una sociedad desigualitaria, con exceso de alimentos, donde la gente se muera de hambre, como la nuestra, a otra igualitaria y sencilla, donde nadie carezca de sustento, pero no pueda haber ricos.
 
Actuar sobre los precios, y “el salario es un precio”, Mr. Heath lo conceptúa una medida errónea porque distorsiona el mercado (todo lo que tiende a igualar a las personas, genera indefectiblemente ese efecto adverso), sentenciando que “la justicia debería aplicarse a la distribución de la renta y no a los precios. Ayudar a los pobres no puede consistir en convertirse en uno de ellos”, así que mejor ayudar a los ricos, que igual se pega algo.
 
Así se entiende que “el salario mínimo no le parezca un mecanismo adecuado para solucionar la pobreza”, ya que pudiendo hacer trabajar a la gente por la comida, no hay porque pagarle más de la cuenta, ni inventar cosas raras. Un pronunciamiento tajante que disipa cualquier ambigüedad: “el salario es el precio del trabajo, pero lo que determina su cuantía no es el valor de lo que produce el trabajador, sino lo fácil que resulta reemplazarlo”.
 
No se puede expresar una brutalidad mayor con más delicadeza. Poco importa lo que el empleado se esfuerce, valga, produzca o rinda, sus necesidades, grado de preparación o entrega: solo cuenta lo prescindible que sea. El mercado no establece diferencia alguna entre él y un tornillo: antes o después, están predestinados al desguace.
 
El avance social se nota en que, a diferencia de los antiguos esclavos que no poseían sindicatos, ni iban al paro, los modernos esclavos asalariados gozan del  privilegio de ser despedidos y yacer en la miseria, lo que no es moco de pavo. De esclavos forzosos han pasado a la condición de esclavos voluntarios, y de ser capturados, a ofrecerse a precio de saldo. Y como el kilo de derechos humanos no se ha actualizado con la inflación, los margenes se han disparado.
 
Por supuesto que nadie ha podido constatar que “elevar el salario mínimo genere desempleo”, por la sencilla razón de que no es cierto. Si los altos salarios fueran enemigos del empleo, ¿por qué en Alemania, Suecia o Japón, no están todos sus ciudadanos en paro, y en África sí?...  ¿por qué ganar más resulta válido para los empresarios pero no para los trabajadores?... ¿quién determina que ese tenga que ser el reparto adecuado, salvo la desigual correlación de fuerzas?... ¿cómo se puede afirmar que lo que beneficia a la mayoría, resulta perjudicial para la economía?... ¿para la economía de quién?
Mr. Heath lo   justifica aduciendo que “hace falta un mecanismo, el salario, que lleve a la gente a las ocupaciones en que se más se la necesita y la aparte de las saturadas. El hecho de que en determinadas ocupaciones sea imposible ganar un salario suficiente para vivir no significa que se cometa una injusticia, sino que no se requiere gente en esa ocupación, porque ya hay demasiada”… ¿y entonces por qué se la sigue contratando para ejercerla?... ¿por filantropía?... ¿para que se sienta más útil?...
 
Nuestro guía intelectual omite que en cualquier relación de trabajo tienen que quedar cubiertas las necesidades de ambas partes, no solo de la más fuerte. Resulta tan evidente que la justicia, y no solo la producción eficiente  de bienes, tiene algo que ver con la felicidad y el bienestar humanos, que enseguida repliega velas: “aunque el salario mínimo no representa una herramienta útil para luchar contra la pobreza, personalmente apoyo la existencia de un salario mínimo en un nivel razonablemente alto; pero mi defensa de él se basa totalmente en consideraciones no económicas: las retribuciones salariales por debajo de un cierto nivel son incompatibles con la dignidad humana”...  ¡atiza!... ¿con qué nos quedamos, con salarios insuficientes para vivir, o con sueldos “razonablemente” altos que preserven la dignidad humana? ¿acaso ignora que la justicia y la dignidad humana son conceptos ajenos al mercado, que éste ha abocado a la quiebra y no tienen cabida en él?... Sus bienintencionadas palabras, sin medidas concretas que las avalen, suenan a brindis al sol, con champán y caviar ruso, sobre la cubierta de un yate... ¡chin, chin, y ésta por los pobres, porque nos duren muchos años!
 
¿A quién quiere engañar cuando sabe usted mejor que nadie, que el estado de bienestar no es más que un vestigio a extinguir del pasado, proveniente de la época en que el capitalismo para competir con éxito con el comunismo se vio obligado a realizar unas concesiones a los trabajadores, que ahora tiene que recuperar por vía de urgencia? “Aunque un estado de bienestar generoso no perjudica al crecimiento económico”, es algo que atenta contra el mercado, como nos recuerda la sentencia del Tribunal Supremo de EEUU, que en 1905 anuló la ley que prohibía a los empleados de panaderías trabajar más de 60 horas a la semana,  argumentando que “eran personas adultas y no pupilos del estado”, y por tanto libres de contratarse como esclavos si ese era su deseo, algo que Mr. Heath, pudorosamente, rechaza, suponemos que por vergüenza ajena.
 
Tribunal Supremo que, celoso de sus atribuciones, prohíbe suicidarse a los ciudadanos, excepto si lo hacen reventándose a trabajar, como ocurrió con los miles de niños y mujeres que, en los albores de la revolución industrial, perecieron en masa en fábricas y minas, tras realizar jornadas agotadoras y esfuerzos sobrehumanos. La ley no permite matar con pistola, pero sí de hambre; lo primero se considera un acto de violencia y lo segundo de libertad. Que el mercado de trabajo constituye un intercambio libre, equilibrado y totalmente voluntario no lo discute nadie. Y el jefe que no se porte bien, que tenga mucho cuidado, o el día menos pensado su empleado lo pondrá de patitas en la calle.
 
Mr. Heath reniega del  “anticuado concepto marxista de que en todas las relaciones de intercambio hay plusvalía”, cómo si los beneficios surgieran mágicamente  de la nada, por generación espontánea, como el conejo de la chistera del mago. No ha debido enterarse todavía de que la retribución del trabajo representa el principal obstáculo que el capital tiene que vencer para lucrarse - por lo que cualquier medida que favorezca su rebaja es bien recibida y jaleada con fervor por sus corifeos - , y que son la falta de seguridad, el paro y los bajos salarios, los principales incentivos para forzar a los humanos a trabajar más horas, más duro y con mayor intensidad. De ahí, que como la mano invisible del mercado, soberana e insobornable, se encarga de dar a cual lo que le corresponde, la huelga, al estrujarla, supone un robo.
 
Más negando esa pugna eterna entre capital y trabajo,   nuestro hombre insiste en que “el comercio resulta beneficioso aunque el intercambio sea injusto, porque favorece la eficiencia”, como demuestra la deuda galopante que asfixia a los países del Tercer Mundo. Cobrarles mucho más por nuestros productos de lo que les pagamos por los suyos, supone hacernos dueños de su economía de forma elegante e incruenta... ¿y cómo   puede Mr. Heath sostener impertérrito que en todas las transacciones las dos partes ganan, cuando hasta él mismo ha reconocido que si las condiciones de partida están desequilibradas, el resultado no puede ser bueno para ambas?
 
Apostar porque “la subida de precios, en respuesta a la escasez, es la principal ventaja del sistema económico capitalista: los recursos emigran hacia donde obtienen mayor provecho. Si hay escasez de trigo, se producirá una puja de precios que solo pagará aquel que vaya a darle el mejor uso”, implica que solo comerá, trabajará o se curará el que el mercado decida. Y si el mercado determina que resulta más rentable alimentar al ganado que al hambriento, ¿quiénes somos nosotros, míseros mortales, para llevarle la contraria e infringir sus divinos mandatos?   Aunque por mucho que “la función de los precios sea racionar los bienes y acomodarlos al nivel de existencias”, el sentido común indica que la mejor respuesta a la escasez no consiste en subir los precios, sino en distribuir de forma racional los bienes, permitiendo que todo el mundo tenga acceso a ellos.
 
Da igual que Mr. Heath objete que “cuando el mercado se abandona a sus propios mecanismos, el movimiento de precios asegura que el trabajo y los recursos emigrarán hacia donde mejor se puedan emplear”:   los paraísos fiscales o la inversión en armas prueban lo contrario. Los hechos demuestra que “si bien el teorema de la mano invisible establece que un mercado perfectamente competitivo es perfectamente eficiente, el teorema del segundo óptimo, matiza que un mercado casi perfectamente competitivo, pero en el que algo falla, no tiene porque ser más eficiente que un mercado no competitivo”, es decir que un mercadillo cualquiera de los de toda la vida. Tal para cual. Doctrina de pacotilla para mercados de chicha y nabo.
 
Si alguien ha visto alguna vez un mercado perfectamente competitivo, que lo diga y ganará fama imperecedera. No encontrará ninguno, por la sencilla razón de que no existe, ni se ha inventado todavía. Y aunque “un mercado perfectamente competitivo sea perfectamente eficiente, cuando el mundo real se desvía del mundo ideal de la competencia perfecta, la mejor aproximación a la competencia perfecta que se pueda conseguir, generará un resultado peor que un mercado casi perfectamente competitivo”.
En ese “casi” reside el quid de la cuestión. Nuestro erudito profesor lo aclara con un ejemplo bastante ilustrativo: imagine que desea ir usted en avión de vacaciones a Hawai, aunque también podría marchar a Las Vegas en coche, lo que le saldría bastante más barato, pero le resultaría la mitad de divertido. 

Lamentablemente, usted no posee el dinero suficiente para llegar a Hawai, así que ¿qué preferiría, realizar el 98% del viaje a Hawai, que es hasta donde alcanzan sus fondos, quedándose en algún punto cercano del océano, u optaría por ir a las Vegas conformándose con obtener el 50% de satisfacción, en vez del 98% que le aportaría Hawai?
 
La elección está clara. Al igual que la competencia imperfecta ni vale para nada, ni nos lleva a ningún lado, “conseguir lo que más se aproxima a lo mejor, tampoco tiene porque ser necesariamente mejor que decantarse por algo totalmente diferente”. Hasta el punto que, incluso cuando la competencia es perfecta, si alguno de sus presupuestos falla, la eficiencia se derrumba por su base, y la brecha entre teoría y realidad se vuelve insalvable. Ahí es donde la ortodoxia neoliberal naufraga y demuestra su incapacidad para afrontar los problemas que se le presentan.
 
Quizá algún día los precios puedan guiar algún día a la humanidad a la Tierra Prometida como Moisés a su pueblo, pero a eso se le llama fe, creencia, y no ciencia. Y mientras llega ese momento esplendoroso, recurrir a los precios no resulta más útil que invocar a los espíritus, porque su grado de superchería es similar, y sus manifestaciones se encuadran más dentro del campo de los fenómenos paranormales que de los racionales.
Si “oferta y demanda son la misma cosa, y cada vez que alguien vende algo, otra persona debe comprarlo”... ¿por qué se destruyen excedentes?...  Y si “crear puestos de trabajo es algo que la economía hace por sí misma”... ¿qué es el paro entonces, una anomalía de la naturaleza como un ternero con dos cabezas?... porque predicar que “no existe el desempleo inducido tecnológicamente”, nos hace sospechar que éste sea inducido artesanalmente: aunque lo único constatado hasta ahora es que el mercado genera paro en la misma proporción que exceso de bienes.
 
Su solvencia profesional, querido profesor, queda en entredicho cuando defiende que “las recesiones son un fenómeno monetario causado por un fallo en la circulación de dinero” , porque eso no explica por qué deja de circular el dinero y se cansa de trabajar. ¿es la fatiga monetaria una nueva enfermedad del capital descubierta por usted?
 
Me temo que su estabilidad mental empieza a tambalearse peligrosamente. La economía de mercado tiene tanto de ciencia como de religión. Y cuanto más trata usted de exonerarla, más la pone en evidencia, al igual que cuanto más se agita la mierda, peor huele.
 
La coherencia es una virtud ausente en usted que, si primero declara que “la diferencia salarial entre los altos ejecutivos y el resto de empleados no ha dejado de crecer, y desde los años 80 del siglo XX, en EEUU ha habido un descenso en la participación del trabajo en la renta nacional, declive que ha sido todavía más pronunciado en Europa o Japón”, después lo desmiente sin rubor alguno, proclamando que “las naciones industrializadas no han visto producirse ningún incremento significativo de la desigualdad económica en la pasada década, ni tampoco es esa la tendencia dominante”,   como si hubiera leído las estadísticas con las gafas puestas del revés, o hubiera experimentado un súbito desdoblamiento de personalidad, mutando al doctor Jekyll en su contrafigura Hyde... Aclárese, hombre, que nos vuelve usted locos. Sea más riguroso, no confunda datos con opiniones, y ganará algo más de credibilidad.
 
Desde los tiempos más remotos, la riqueza ha sido el botín del saqueo. La principal diferencia con el pasado es que, ahora, las conquistas económicas han sustituido, en general, a las bélicas. Los vivos son más útiles que los cadáveres, que no trabajan ni a tiros.
 
El reparto de riqueza no supone una lacra para la economía, sino para los ricos, pero parece como si por un extraño fenómeno de ósmosis inversa, cuanto peor se distribuye y más despoja el mercado a la gente, mejor vive ésta.
 
El mercado produce ricos y pobres con la misma naturalidad con que las vacas producen leche. Cuanto más ganan las empresas, mejor nos va a todos, aunque los trabajadores cobren menos y los consumidores paguen más. Lo que es bueno para los ricos, es bueno para los demás. No en vano, son ellos los que tiran del carro, crean empleo, dan de comer a la gente, se dejan la piel trabajando, y antes renunciarían a comprarse un yate que permitir que uno solo de sus semejantes se muriera de hambre. Que si los explotan lo hacen por su bien, porque nadie sabría sacarse tanto partido a sí mismo como consiguen extraerle ellos.
Pero si realmente el objeto de la economía fuera “maximizar la producción”, esos multimillonarios a los que tanta devoción profesa usted, deberían ser eliminados como cualquier otra plaga por su condición parasitaria. La mayor parte de los empleos que generan son ficticios, ya que utilizan a los trabajadores para satisfacer sus aficiones, caprichos y manías personales, sin provecho alguno para la sociedad. La interminable nómina de criados, chóferes, institutrices, jardineros, escoltas, secretarios, ayudantes, manicuras, peluqueros, dietistas, entrenadores, guardas, cuidadores de animales, etc., que tienen a su servicio, dan cumplida cuenta de ello.
 
Y tampoco fuera de sus mansiones   palaciegas la cosa mejora mucho, como demuestra la legión de profesionales y artesanos dedicados a distraer su ocio con fiestas, joyas, adornos, diversiones y diseños, o los modistos que retocan una y otra vez los trajes de vestir de sus adineradas clientas para ajustarlos a sus cambios de humor… ¿o acaso cree usted Mr. Heath que la máxima productividad se identifica con el mayor número de costuras y puntadas dadas a la ropa?... El lujo además de improductivo, resulta superfluo y nocivo. Servirle una taza de té a la Reina Isabel II de Inglaterra, algo al alcance de un niño, requiere movilizar un séquito de 20 personas. Y lo mismo, pero a escala corregida y aumentada, sucede con los miles de millones de horas de trabajo enterradas en las Pirámides, que no consiguieron salvar el alma de los faraones, pero lesionaron gravemente los cuerpos y vidas de sus súbditos. Hechos similares se siguen produciendo a diario y llenarían una antología del disparate. La acumulación de despropósitos es un subproducto típico de la acumulación riqueza.
 
Nadie salvo los más grandes magnates destina tierras fértiles a la caza, en vez de cultivarlas, y serán también ellos los únicos, que cuando el petróleo escasee y se ponga por las nubes, podrán seguir llenando tranquilamente el depósito de su deportivo aunque el agricultor no pueda llenar el de su tractor.
Riqueza y eficiencia se repelen mutuamente. La megalomanía, el despilfarro de recursos, la infrautilización de facultades de sus semejantes y las pomposas ceremonias de exaltación y afirmación de superioridad, alimentadas por el exceso de riqueza, siguen estando a la orden del día, tan vivas y actuales hoy como hace diez mil años.
 
Plantea Mr. Heath, que hay que “pagar a la gente por el valor del servicio que proporciona”, cuando de hacerlo así, a la criada habría que retribuirla no por la cantidad de polvo que quita o los metros cuadrados que limpia, sino por lo que gana su dueño trabajando fuera de casa durante el tiempo que requiere asearla, cocinar, lavar, planchar,  etc.; ingresos que su propietario perdería si tuviera que realizar él personalmente las faenas domésticas. Y al cirujano, policía o bombero que salva la vida de una persona, ésta le tendría que recompensar con todos sus bienes y fortuna, cosa que no ocurre e invalida tan peregrino argumento.
 
Sin embargo, opina Mr. Heath, merece ganar más el que más arriesga, como si arriesgarse fuera jugar en bolsa y no quedarse sin trabajo; perder el dinero invertido, en lugar de la vida debido a accidentes laborales o enfermedades profesionales, desgracias que no afligen a los hombres de negocios. Y ni aún en el más desfavorable de los escenarios, el peligro de arruinarse supera al de ser despedido.
Subraya Mr.Heath que “está bien que se le pague a la gente una renta aunque no haya hecho nada para ganarla” (es decir sin dar ni golpe, solo por ceder su dinero),  pero con mayor motivo tendrán que cobrar entonces los que, por un fallo del mercado que no crea suficientes puestos de trabajo, no pueden ganarse honradamente la vida… ¿o es que el dinero tiene derecho a percibir remuneración en cualquier circunstancia, tiempo y lugar, y los humanos no?
 
El mercado apunta Mr. Heath “echa fuera al perezoso, al  irresponsable y al inepto”… sí, tanto como premia al tramposo, al corrupto, al sinvergüenza y al defraudador… ¿y al final cual pesa más en la balanza? Con el agravante de que habitualmente   el vago es un sinvergüenza, con lo que en el mercado se junta lo mejor de cada casa.
 
Lavarle la cara es imposible.
 
Pretender regular el mercado es como tratar de civilizar la selva. Los predadores necesitan campar a sus anchas, y solo ellos se frenan entre sí, marcando territorios y jerarquías.
Cuando se desclasificaron e hicieron públicas las cintas del Watergate, éstas revelaron que los máximos ejecutivos de la industria del automóvil norteamericana presionaron con éxito al presidente Nixon para que no les obligara a introducir medidas de seguridad en los coches, porque los japoneses podían realizarlas a 1,50  dólares la hora frente a 7 dólares la hora que les costarían a ellos, lo que impulsaría a sus ciudadanos a adquirir más coches extranjeros, así que las medidas de seguridad de los automóviles solo llegaron cuando el valor de mercado de la vida humana, es decir los costes económicos de los accidentes para las aseguradoras, rebasaron con creces los márgenes de los fabricantes de vehículos. Y lo mismo ocurrió con el hábito de fumar, que no se prohibió, pese haberse demostrado científicamente su toxicidad, hasta que sus costes sanitarios se hicieron más insoportables que las ganancias de las tabaqueras.
 
Los neoliberales proponen proteger menos al medio ambiente, reclamando una regulación más laxa y menos exigente para no frenar el desarrollo. Aspecto sobre el que, Mr. Hearst, dictamina que “la mayoría de las crisis económicas y problemas medioambientales son el resultado de un fallo del sistema. Reciclar papel es malo para el planeta, porque la manera de incrementar el número de árboles plantados es consumir más papel”, lo que implica destruir los bosques y selvas naturales para sustituirlos por plantaciones de eucaliptos, chopos, pinos y especies de crecimiento rápido; monocultivos forestales que aniquilan los ecosistemas naturales y la biodiversidad. Leña al mono que se ha vuelto ecológico. Si combatir el cambio climático provoca paro, porque contaminar menos reduce la tasa de crecimiento, la solución pasa por envenenarse a tope hasta alcanzar el pleno empleo, y así al que sobreviva no le faltará ocupación nunca.
 
A mayor porquería, mayor bienestar.
 
Enriquecerse sin medida constituye la prueba palpable de la salud del sistema. Pero  si quién más beneficios obtiene, más eficiente es, ¿por qué prohibir el trabajo infantil? ¿seguro que las ganancias de McDonalds dan fe de lo bien que alimenta a sus clientes? 
Mr. Heath comete el error, muy común entre los ideólogos del sistema, de confundir prosperidad con lucro, cuando la línea que separa a ambos está nítidamente trazada: la prosperidad es de carácter general, el lucro, particular. El lucro no mide el grado de eficiencia, sino de explotación.
Sucia prosperidad la que se alcanza así.

Original en: http://www.kaosenlared.net/noticia/economia-para-odian-capitalismo 

sábado, 24 de septiembre de 2011

Jornada de lucha el 3 de Octubre, por los derechos y la dignidad de la clase trabajadora

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A todos los sindicatos , las centrales nacionales, a las UIS-, Oficinas Regionales y organizaciones amigas de la FSM. La crisis económica global se agrava aceleradamenta.
La superpotencia del Norte EE.UU y la Unión Europea con su deuda pública impagable
Los gobiernos al servicio del gran capital y de partidos políticos de derecha y socialdemócratas, están imponiendo reformas criminales que generan más despidos - precarización del empleo - bajos salarios, desempleo, afectación a la seguridad social
para hacer pagar todo el peso de la crisis a los trabajadores en su afán de prolongar la agonía del sistema capitalista.
-La recesión global amenaza a los pueblos del mundo
La Federación Sindical Mundial desde su fundación el 3 de Octubre de 1945 en la ciudad de París, se le dio la misión de luchar bajo los principios de clase, de la solidaridad y mantener en alto las banderas de la unidad en las acciones de lucha por la defensa de los derechos de la clase trabajadora
En ese contexto, una de las decisiones del XVI Congreso Sindical Mundial fue la convocatoria a la gran Movilización Internacional de las trabajadoras y trabajadores para el 3 de Octubre por:
- LA SEGURIDAD SOCIAL PÚBLICA PARA TODOS- NO MAS PRIVATIZACIONES NI COMERCIO CON LA SALUD
- RESPETO A CONVENIOS Y NEGOCIACIÓN COLECTIVA NACIONALES Y POR RAMA- ( NO MAS TERCERIZACIÓN)
-RESPETO A LA LIBRE SINDICALIZACIÓN (CONVENIOS 87 Y 98 0IT)
- 35 HORAS DE TRABAJO SEMANAL, 7 HORAS DIARIO, 5 DIAS SEMANALES CON SALARIOS DIGNOS
-SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO PALESTINO POR SU DERECHO A ESTADO INDEPENDIENTE
A esta exigencias , pueden agregar otras demandas de sus respectivas organizaciones
LA FSM ES UNA ORGANIZACION SINDICAL DE LUCHA POR ESO TENEMOS QUE PARTICIPAR TODOS EN LA GRAN MOVILIZACION MUNDIAL EL 3 DE OCTUBRE
Atenas-Grecia Setiembre del 2011.
EL SECRETARIADO DE LA FSM
Actualizado ( Viernes, 23 de Septiembre de 2011 19:15 )

sábado, 17 de septiembre de 2011

Aratiri Trapitos al sol

15 de septiembre de 2011




ARATIRI Y “LA MÁQUINA DE PEDIR CARGOS, EL PARTIDO SOCIALISTA”

“Los únicos afiliados” al Partido Socialista que trabajan en Aratirí, “son Puntigliano y Álvaro Álvarez”

YERÚ PARDIÑAS (PS): “Si José Carlos Cardoso quiere jugar sucio, con José Carlos Cardoso jugaremos sucio. Si vos tomás revancha contra nosotros, nosotros vamos a tomar revancha contra vos”

DANIEL MARTINEZ:Los enfermos mentales, estos productores de la zona, que decían cómo la mujer de Puntigliano es secretaria mía. O sea, hay connivencia porque es secretaría mía la mujer de Puntigliano”

SEGÚN OTRO SOCIALISTA: “EN ASSE VAMOS A IR TODOS PRESOS”
“Ángel Peñalosa está a punto de renunciar”, dijo Martínez


Según el semanario Búsqueda los Socialistas admitieron que es “cuestionable” que haya ex jerarcas en Aratirí y están dispuestos a “jugar sucio” con la oposición.
Luego de que el senador Jorge Saravia, ex integrante del Frente Amplio y ahora de vuelta en el Partido Nacional,  declarara en la prensa que los financiadores de la minera Aratirí lavan dinero, lo que desembocó en una denuncia judicial, y relacionara a la empresa con el Partido Socialista, el Comité Ejecutivo de ese sector oficialista decidió enviar a dos representantes a conversar con él para aclarar el tema.
En el encuentro, celebrado el miércoles, el diputado Yerú Pardiñas dijo que es “cuestionable u opinable” que el ex presidente de la Administración Nacional de Puertos, Femando Puntigliano, esté al frente de la minera y el senador Daniel Martínez calificó de “enfermos mentales” a los productores que se oponen al emprendimiento, según dijeron a Búsqueda varías fuentes parlamentarias.
Saravia anunció que recibirá más información sobre las ilegalidades que a su juicio cometen los financiadores del proyecto y que la remitirá a la Justicia. Ambos legisladores frenteamplistas advirtieron que están dispuestos a “jugar sucio” con la oposición si siguen recibiendo acusaciones de vínculos con los empresarios que respaldan a la minera.
Pardiñas abrió la reunión, que tuvo lugar  en el despacho de Martínez en el Palacio Legislativo, y le dijo a Saravia que a los socialistas les “preocupa” que se los Involucre con la empresa y su proyecto.
“No es nuestra intención entrar en este tipo de polémica, no porque le tengamos temor al tema sino porque consideramos que es desvirtuar el centro de la discusión. Ese tipo de chicanas son cosas que nosotros no podemos admitir”,
dijo el diputado.
Saravia se pronunció “totalmente en contra de las minas a cielo abierto” Luego insistió en sus “dudas” sobre el financiamiento del proyecto de Aratirí y dijo que “se trata de capitales claramente espurios”. Anunció que sigue “investigando” el tema y que le va a llegar “más información” que suministrará a la fiscal que sigue el caso.
“Ahí me queda la duda de que la izquierda no tome nota de este tema, que la izquierda no se preocupe de quién financia, más allá del negocio. ¿Cómo que no toman nota de que una multinacional se viene a hacer de recursos naturales a través de quién sabe qué financiamiento?”,
cuestionó.
“Yo entiendo otras posiciones más neoliberales, pero el Partido Socialista, que es un sector históricamente socialista, ¿por qué no toma recaudo de esto y por qué no lo plantea?”
insistió.
También sostuvo que le “preocupa que un funcionario de alto rango del gobierno anterior (Puntigliano), que es prácticamente un director de un ente autónomo, salte a director de una empresa privada que viene a hacer un negocio”.
“Yo pienso que ningún funcionario que esté ligado al gobierno puede saltar a un negocio privado que pueda vincularlo con su función pública. En muchas partes de Europa eso está prohibido, por ejemplo en España. Lo otro que me preocupa, y que no lo puse yo arriba de la mesa sino que lo puso la prensa, es el contrato de Alicia Torres. Salta de directora de la DINAMA y pasa a eso. Es una reflexión, no es una acusación",
sostuvo.
Además Saravia afirmó que “hay denuncias de productores de amenazas, hay gente de Aratirí que ha ido a la casa a decirle que va en nombre del gobierno". Pidió que esos temas se aclaren “porque todo el mundo está pensando cualquier cosa”.
“Es bueno que ustedes me expliquen este caso”,
dijo a sus interlocutores. “La izquierda cambió el escenario que discutimos cuando ingresamos como blancos al Frente. Hoy las multinacionales se la llevan cuando históricamente dijimos que hay que ponerles límites”.
Pardiñas afirmó que “desde el punto de vista político es cuestionable u opinable” que Puntigliano integre el proyecto Aratirí tras haber sido parte del anterior gobierno pero destacó que el partido tiene “plena confianza” en él y en que “no está usando haber sido jerarca de gobierno para sacar tajada”. Comentó que el tema fue discutido por el Partido Socialista y con el propio Puntigliano.
Además dijo que “lo de Alicia Torres es una reverenda barbaridad porque no está contratada por Aratirí”, sino que “ese fue un bolazo que tiró el diputado blanco José Carlos Cardoso al que todos se sumaron”.

El diputado informó que “los únicos afiliados” al Partido Socialista que trabajan en Aratirí, “son Puntigliano y Álvaro Álvarez, que está contratado para la parte de relacionamiento”.
Martínez
dijo que los productores que están en contra del proyecto “se han organizado mal al pedo” y “dijeron un montón de disparates”.
“Para mí podés revisar hasta en Afganistán si tenemos cuenta, no hay problema, Que el partido no llega a fin de mes por estar vinculado a esta gente. ¡Por favor! El esquema en que el imperio dominaba al mundo a través de las multinacionales que explotaban los recursos naturales supone pensar 50 años para atrás”,
afirmó.
“Te estoy hablando de capitales apátridas denunciados en todo el mundo y procesados, contestó Saravia. En Inglaterra tiene 20 denuncias”.
“Vos ni siquiera sabés si se está investigando y es estúpido andar con la bocina, dijo Martínez. Es medio de pendejo, no jodas. ¡Para avivar giles! Hay gente que me ha dicho “¿vos sos amigo de Puntigliano?”. Los enfermos mentales, estos productores de la zona, que decían cómo la mujer de Puntigliano es secretaria mía. O sea, hay connivencia porque es secretaría mía la mujer de Puntigliano, ironizó. Yo dejé de ser ministro y el loco seguía siendo presidente del puerto. Hay gente jodida en todos lados. Ni que hablar lo que dijo, el abogado Gustavo Salle. Eso termina en una denuncia penal contra él”.
Pardiñas dijo que los socialistas no quieren que el tema “se transforme en un escenario” porque si se discuten “cosas personales” entonces saldrían “a enchastrar mil cosas”.
“Yo estoy limpio”,
contestó Saravia.
“Hay cosas, retrucó Pardiñas. A Alicia la enchastraron y no tiene nada que ver. Ni siquiera le dieron propina para nada. Ni le ofertaron contrato.  Y apareció vinculada a la empresa. Acá se han generado cosas que no tienen nada que ver”.

El diputado afirmó que “no se puede enjuiciar al Partido Socialista por esas cosas que no hay certeza”.
“Vos te cambiaste de bando: Ahora, si querés jugar sucio... Lo que nosotros queremos hacer es que somos conocidos, no entremos en esa le dijo Pardiñas a Saravia. Si José Carlos Cardoso quiere jugar sucio, con José Carlos Cardoso jugaremos sucio, pero con vos es otra cosa porque tampoco queremos que aparezca como revancha... Si vos tomás revancha contra nosotros, nosotros vamos a tomar revancha contra vos”.

Saravia
alegó que no quiso “encastrar” sino que “fue una reflexión en voz alta”.
Martínez acotó que lo que más le “rompe las bolas es  que en Uruguay hay que ser mediocre, es el reino del mediocre” porque “si sos un tipo exitoso que te respetan por tu capacidad profesional, marchaste”.
“Una cosa es un técnico y otra alguien que tiene vínculos políticos”,
respondió Saravia.
“Este gobierno metió gente competente, no gente por vínculos políticos”,
alegó Pardiñas.
Martínez
recordó que Puntigliano, “trabajó 15 años en Hamburgo” por lo que “no es un político” sino “un técnico”.
“Este es el país de los mediocres, insistió el senador socialista. A veces yo a mis hijas les digo que no quiero que se vayan. Pero el Uruguay condena el éxito. A mí me puteaban porque me iba demasiado bien. Me puteaban porque ganaba 200 lucas y me decían que no lo dijera”.

Al final de la reunión, Pardiñas le dijo a Saravia que el planteo “no es por no dar el debate”, que “el debate es bienvenido”.
Saravia
respondió: “La minería a cielo abierto es un debate arriba de la mesa y lo vamos a dar”.
“Vamos a terminar todos presos”
La situación por la que atraviesa la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) fue uno de los temas de conversación durante la reunión que mantuvieron ayer miércoles los dirigentes y parlamentarios socialistas Daniel Martínez y Yerú Pardiñas con el senador blanco Jorge Saravia. Martínez relató algunos comentarios que le formuló su compañero socialista y vicepresidente de ASSE, Ángel Peñaloza.
“Ángel está a punto de renunciar”,
dijo Martínez, relataron al semanario Búsqueda fuentes parlamentarias. Agregó que el jerarca de ASSE le confesó: “Vamos a terminar todos presos”.
El senador Martínez comentó que Peñaloza cree que en ASSE “no hay control de nada” y que se “puso gente que no sirve para nada”.
“Es un desconche, es un quilombo”,
contó Martínez a los demás legisladores.
A juicio del senador socialista, que dijo ser “muy amigo” de Peñaloza, “es un laburante que mete para delante y tiene criterio”.
En relación al ex presidente de ASSE, Mario Córdoba, Martínez opinó que “es un divino tipo” pero que “no tiene idea lo que es gestionar”
 Recordó que Córdoba le decía a su compañero irónicamente “el burguesito Peñaloza”.
Para Saravia, Córdoba fue nombrado para un cargo que no era para él.

Extraña el vocabulario del señor Daniel Martines del Partido Socialista, ¿será que José Mújica terminó imponiendo el lenguaje carcelero y lumpen.? Martínez se considera a si mismo un exitoso en la vida, y critica la mediocridad de los demás. Es que como director de ANCAP cualquiera es exitoso Martínez. Seguramente no se precisan muchos conocimientos técnicos ni muchas luces cuando se firman cheques por millones de dólares todos los días.
Martínez
trata de enfermos mentales a los productores que se oponen a Aratirí, una mala manera de considerar a quienes piensan diferente y a la vez a quienes deben enfrentar dificultades en la vida.
Martínez
ahora ha aprendido a “gestionar”; a gestionar el dinero del Estado y augura la cárcel para muchos de aquellos dirigentes frenteamplistas que aún no han aprendido esa lección de saber “gestionar”.
Pero peor que las expresiones vertidas en la reunión de los dos representantes del Partido Socialista ante el ex militante del progresismo frenteamplista es el contenido de sus conceptos. Los socialistas dispuestos a jugar sucio ante los supuestos ataques de los blancos. El Partido Socialista es en realidad el que “cambió de bando”, lo expresa claramente Daniel Martínez cuando sostiene que pensar que: El esquema en que el imperio dominaba al mundo a través de las multinacionales que explotaban los recursos naturales supone pensar 50 años para atrás”.
Para los socialistas ya no existe ni el imperio Yanki, ni los monopolios dominan el mundo, tampoco existe como factor de dominación el Fondo Monetario Internacional, para los nuevos socialistas, la gestión, la computadora, la calidad total, y la eficiencia son los nuevos factores de dominación.

Para los socialistas de este tiempo no hay que ser enfermos mentales, hay que ganar más de doscientos mil pesos por mes, trabajar en Hamburgo, ser gente competente, tener buenas secretarias como la mujer de Puntigliano, y hasta no tener escrúpulos en “jugar sucio” llegado el caso.
PARECIERA QUE PARA SER COMPLETOS SOLO LES FALTA UNA LECCIÓN.
EN LAS REUNIONES DONDE VAYAN A METER PRESIÓN, EN LO POSIBLE NO DEJARSE GRABAR. 

tomado de: http://www.radio36.com.uy/

jueves, 15 de septiembre de 2011

FRENTE AMPLIO: UN DISCURSO DE IZQUIERDA Y UNA PRÁCTICA DE DERECHA ???

FRENTE AMPLIO: UN DISCURSO DE IZQUIERDA Y UNA PRÁCTICA DE DERECHA
EL REGLAMENTO DE ARTIGAS Y LA REFORMA AGRARIA DOBLEMENTE TRAICIONADOS POR UN GOBIERNO TUPAMARO

Diálogo la profesora Romy Silva al conmemorarse un nuevo aniversario del Reglamento de Tierras del 10 de setiembre de 1815. Lunes 12 de setiembre de 2011.
“Hablar de Reglamento de Tierras implica “hablar de un cambio del sistema imperante que tenemos, si se quiere estamos hablando de socialismo esto no es capitalismo. Este concepto artiguista no es afín con el sistema capitalista, no podemos sacarnos el sombrero y hablar de Artigas diciendo que tratamos de llevar a la práctica sus ideas bajo este sistema. Porque en la vuelta encontramos carteles que dicen ‘por el camino de artigas’ lo cual desespera bastante porque ves la mentira que está allí, escrita, que no se sostiene lo que planteaba Artigas en las políticas económicas que aplica este gobierno.”


Profesora Romy Silva

Ángeles: Le damos la bienvenida a la profesora Romy Silva, ya ha estado con nosotros hablando temas de Historia, es profesora por lo que está en contacto directo con muchos  jóvenes, con muchos adolescentes. ¿Cómo te va Romy?
Romy: Buenos días, es un gusto estar nuevamente invitada aquí en este espacio.
Ángeles: Y con el tema Reglamento de Tierras. ¿Qué importancia tiene dentro del ideario y el planteo Artiguista el Reglamento de Tierras?
Romy: Es fundamental porque el Reglamento significó comenzar a tomar las medidas pertinentes frente a lo que fue la Revolución.
La tierra es controlada por los españoles, es el recurso clave para el sustento de una sociedad, es además el elemento que llevó a los sectores más populares -el indio que fue despojado de la tierra, el gaucho, el criollo pobre, los mestizos- buscaran bajo el amparo de Artigas, la posibilidad de rebelarse contra ese poder español que los denigraba, los desterraba de la sociedad y buscar también la posibilidad de mejorar su situación y la tierra. Por lo tanto era el elemento clave de la Revolución, se tenía que atender exclusivamente ese tema, era fundamental sino la Revolución iba a quedar cortada

Ángeles: O sea que es el eje.
Romy: Es el eje fundamental del proceso revolucionario.
Ángeles: Y una caracterización de ese Reglamento, porque parece tan sencillo cuando uno mira los distintos puntos, una formulación muy sintética. ¿Es distinto a las cosas que se veían en esa época, es una característica de la época, es de Artigas la característica?
Romy: Artigas estaba muy vinculado con el problema que existía con respecto a la tierra en la campaña, que teníamos el predominio del latifundio, los propietarios ausentistas que son los que vivían en Montevideo y tenían sus estancias en la campaña; el problema del despoblamiento porque al no estar habitadas esas tierras quedaban al descampado, el problema de los sectores populares, Artigas está vinculado a este tema del reparto de la tierra y a conocer el problema concreto, por ejemplo con la participación en el reparto, en el arreglo de los campos que proyectó Félix de Azara (1).
Allí en la historiografía hay dos versiones, una de ellas plantea que Félix de Azara ha tenido influencia sobre el pensamiento Artiguista con respecto a este tema de la tierra y Petit Muñoz (2) plantea que puede haberse dado en forma inversa porque el concepto social que tenía Artigas, es decir la tierra para los más desposeídos, planteo que también tuvo influencia en Félix de Azara.
Transformarte en un conocedor de los problemas del medio rural, el convivir con aquellos que forman parte de ese grueso de la masa revolucionaria y que son los desposeídos, te lleva a tener una idea muy clara y pragmática de la situación.
Por eso es que en 1815 año en que la Revolución obtiene cierta estabilidad, porque comienza todo el encuentro con las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Misiones, Corrientes, con el proyecto de la Liga Federal; por otra parte a partir de febrero de este año se recupera Montevideo bajo el control de los orientales, por lo tanto era el año clave para comenzar a dar andamiaje a este Reglamento.
Además, enfrentando concretamente el problema es que se debe realizar una reforma agraria. Y el Reglamento establece sacarle tierras a unos para repartirla entre otros, y se plantea concretamente a quienes se les van a sacar tierras. En el artículo 12 del Reglamento por ejemplo se establece que los terrenos repartibles “son todos aquellos de emigrados, malos europeos y peores americanos que hasta la fecha no se hayan indultado por el Jefe de la provincia para poseer sus antiguas propiedades”; también son repartibles “los terrenos que fueron entregados por Montevideo entre 1810 y 1815, haciéndose la excepción si fueron donados a orientales o a extranjeros”.
En el caso de ser donados a extranjeros todo es expropiable y en el caso de estos malos europeos y americanos, se va a tener un indulto pues el compromiso social es tal que en el momento de expropiar la tierra se tiene en cuenta sin son casados o solteros. Si son solteros todo es disponible y si son casados se le dará lo suficiente para su supervivencia de acuerdo a las reglas que establece el Reglamento. O sea, esta el compromiso social con el tema de la tierra como sinónimo de sustento de la familia.

Ángeles: A uno lo impresiona mucho leerlo en esta época y ver que esto es lo que habría que hacer hoy.
Romy: Sí, me voy a reservar ese punto para dentro de un rato.
Habíamos quedado a quien se le sacaba tierra, el Reglamento es muy pragmático, sabe como llevarlo a la práctica, no es una teoría desconectada de la realidad y se establecía como se va a realizar el reparto.
Nadie por su cuenta podía ir a apropiarse de la tierra por eso es que hay autoridades designadas, estaba el alcalde provincial, los subtenientes de provincia en jurisdicciones determinadas y las personas lo que hacían era denunciar determinado espacio y estos eran los que luego procedían al reparto y comunicaban al Cabildo de Montevideo quien era que le daba la legalización final al reparto, además emitía las marcas porque se repartía  no solo la tierra sino también los animales que estaban dentro de la estancias que habían sido expropiadas.
Existe una rigurosa reglamentación de cómo va a ser  la apropiación de la tierra y luego está lo más interesante que es a quienes se les va a dar, con lo que responde a lo que había sido el objeto de la Revolución, siempre con prevención de que los más infelices sean los más privilegiados se le reparte por lo tanto “a los negros libres, zambos (3) de esta clase, indios, criollos pobres, todos podrán ser agraciados con suerte de estancia y con su trabajo y hombría de bien, propenden a su felicidad y a las de las Provincias”. Serán igualmente agraciada las viudas pobres si tuviera hijos y siempre van a ser tenidos en cuenta los casados ante los solteros.
Otra vez la idea de tierra como sustento de la persona, de la familia, es la clave.
Creo que por primera vez en la historia se lleva a cabo una Revolución comprometida con los sectores sociales populares que son el grueso de las fuerzas artiguistas y el Reglamento responde a las mismas.
Está esa fidelidad hacia su pueblo y de última estos sectores son los que se mantienen fieles a Artigas hasta las últimas consecuencias, porque fueron aquellos que ocuparon los cargos de Generales y aquellos que tenían la condición de Letrado y que eran fundamentales para la Revolución, son los que luego se van volcando en contra.
La tierra tenía dimensiones concretas, “legua y media de frente por dos de fondo”, se podía tener solo una “suerte de estancia” y se establece además que la tierra no puede ser vendida, no puede ser un bien enajenable y sobre ella no se pueden contraer deudas. Esto es fundamental -este concepto es clave para evitar el problema que nosotros tenemos hoy en día con la tierra- por lo tanto el Reglamento era estricto en las obligaciones que establecía: La tierra es para trabajarla, se le daba un plazo máximo de tres meses y aquel que no se puso a trabajar de acuerdo a lo que establecía el Reglamento se le sacaba la tierra.
Entonces se le exige a partir del momento en que se te da una solución al problema, es decir te soluciono el problema de la subsistencia de donde estar y luego te exijo que trabajes y cumplas con lo establecido.

Ángeles: Y si no se la dan a otro.
Romy: Y si no se la dan a otro, a todos aquellos que eran desertores y estaban dentro de la jurisdicción se los iba a llevar preso, a todos aquellos que andaban vagando en la campaña también se los iba a remitir al Cuartel de Purificación, donde iban a brindar servicios a las armas.
Ángeles: ¿Cómo era el campo en ese momento? Uno piensa ahora y dice los campos forestados, los dueños son multinacionales, sociedades anónimas, estancieros, yo que sé, pero no había alambramiento de campo, todo eso no había.
Romy: No, las tierras no tenían límites precisos, el ganado no estaba marcado, por eso se procura a partir de esta reglamentación que se establezcan linderos fijos respetando a veces las condiciones naturales en la medida de lo posible, no se tiene el alambrado para cercar. Pero cambia radicalmente el concepto que se tenía hasta el momento de la tierra.
De hecho la tierra, hoy había dicho la tierra era controlada por el español, la tierra era de los españoles trabajada por los indígenas o el africano que era sometido a la esclavitud; o el criollo pobre. No les quedaba otra opción. Los hacendados ricos, esos criollos acomodados que van a estar apoyando la Revolución porque vieron en la Revolución la posibilidad de sacarse de encima al español que los agobiaba con sus reglamentos, con sus títulos de propiedad y con los impuestos, pero son los más reacios a todo este proyecto de darle beneficio a estos sectores populares. Incluso tal es la traba que empiezan a poner, que Artigas en diversas oportunidades se remite al Cabildo de Montevideo porque no estaba cumpliendo con la reglamentación y porque estaba deteniendo lo que era el reparto.
En una carta del 12 de noviembre de 1815 dirigida al Cabildo de Montevideo Artigas expresa: “Me hacen creer que entrando a esa plaza todos se contaminan, con esta fecha doy mi última providencia y digo al Cabildo como también a Barreiro (4) lo conveniente y si no veo un pronto y eficaz remedio aguárdeme el día menos esperado en esa. Pienso ir sin ser atendido y verá usted si me arreo por delante al gobierno y a tanto malandrín que no sirve más que para entorpecer los negocios. Ya estoy tan aburrido que verá usted como hago una alcaldada y empiezan los hombres a trabajar con más bríos”.
Es directo: no estás cumpliendo con la reglamentación me estás atrasando el reparto de tierras.

Ángeles: Eso fue dos meses después del Reglamento.
Romy: Sí, dos meses después y ya había exigencias de cumplir con el reparto.
Claro, el Cabildo de Montevideo va a nuclear a todos aquellos que se oponen a esta Revolución social que ya se había sacado de encima a los españoles y el Artiguismo les esta molestando.
En Montevideo tenemos a los comerciantes, los abastecedores, los saladeristas que querían libre comercio para poder llevar libremente a la práctica sus negocios; los hacendados de la campaña que querían vender los cueros y comunicarse con el mercado exterior dominado por Inglaterra obviamente sin ningún tipo de impedimento: por lo tanto esto del reparto de tierras ya comenzaba mal visto y aclaremos que a todos aquellos que eran hacendados poderosos y que habían estado a favor de la Revolución, Artigas les tuvo consideración y ellos mantienen sus tierras porque hasta el momento estaban apoyando.
Es interesante ver como los grupos sociales vinculados al poder de la tierra van a querer a partir de la Revolución quedarse con el poder político, sacamos a los españoles ahora quiero el control político y es más, van a preferir la Invasión Portuguesa al triunfo de la Revolución Artiguista. 
Siempre hay algunos personajes elocuentes, por ejemplo Nicolás Herrera (5), un oriental, nacido en Montevideo, estuvo al servicio de España, en 1806 viaja a España a comunicar la situación de las Invasiones Inglesas y se queda en España, apoya la invasión napoleónica o sea que está a favor de don Napoleón. Y luego se vuelve al Río de la Plata, se va a terminar radicando en Buenos Aires y desde allí va a ser un fiel colaborador del Primer Triunvirato, del directorio con Posadas, Alvear, Puyrredón, luego también va apoyar Rivadavia, apoya la Invasión Portuguesa, va a ser un fiel asesor de Lecor (6), después se va a instalar en Río de Janeiro y va ver desde allí como la Provincia Oriental era controlada por los portugueses.
Pero a partir de la conformación de ese Estado Oriental independiente, participa incluso en la elaboración del proyecto constitucional, para la primer Constitución de la República Oriental del Uruguay en 1828 y a partir de que Rivera asume como primer Presidente de la República es llamado a cargo de Senador.
Estos son los grupos que se van a quedar con el poder, por lo tanto a ellos no les sirve la Revolución y lo que más le servía era sacarse a Artigas de encima, borrar el ideario Artiguista por el resto de la historia.

Ángeles: Está clarísimo. ¿Como se enteró la gente, como lo presentó este Reglamento? ¿Qué sucede ese 10 de setiembre de 1815?
Romy: Él, desde el cuartel general en Purificación, emite las órdenes  claves y luego recurre a todo ese sistema de personas que responden a sus órdenes -Secretarios Generales, Subtenientes de Provincias- que se comunican con los sectores populares y el apego a estos sectores, Artigas los tiene desde que se instaló en la campaña.
Ángeles: Es lo que sustenta además.
Romy: Todos saben que el tema es la tierra, es el objeto de la Revolución.

Ángeles: Hay un pedido de Ligia, estudiante de Magisterio, si podés profundizar en las relaciones de dependencia que generaba el latifundio con los desposeídos.
Romy: El latifundio es el control que tiene además de en la estancia, en el medio rural el dueño de la misma, sobre sus peones que depende de él para la subsistencia. Si no estabas vinculado a algún latifundio sos un gaucho, ese peón que no tenía papeleta de trabajo que les daba el hacendado para el cual trabajaban, el que no tenía esa papeleta de trabajo era llevado al cuartel para vender su s servicios a las armas.
En la sociedad colonial y con lo que sucede después en la historia de nuestro país, el latifundio es sinónimo de control de los sectores sociales menos desposeídos, porque está en juego el sustento de esas familias, el lugar donde estar, el lugar donde poder subsistir. De manera tal que en el contexto de lucha de clases, estos sectores sociales vinculados a las grandes propiedades, al comercio, etc., van a ir entretejiendo las estrategias que le permitan quedarse con el control político, con el control económico y aplacar la movilización social deshaciéndose del artiguismo.
Después va a venir la Invasión Portuguesa, que hace otro reparto de tierra; se forma el Estado Oriental Independiente y ya a partir de 1830 tenemos estos grupos sociales dominantes con el control de la propiedad de la tierra y por lo tanto el latifundio como la principal forma de tenencia.
En la segunda mitad del siglo XIX con el proceso de modernización impulsada por Lorenzo Latorre (7) es que se establecen las estrategias claves para ir asegurando este estatus social, económico y político de manera tal que con ese proceso de modernización se impulsa el alambramiento de manera tal que el gran propietario es el que va ser frente a los costos de alambrar y se va a quedar con las grandes extensiones. Se va a consolidar el latifundio, se van a extender las marcas del ganado que también va a ser lo que asegure no solo el control de la tierra sino también del animal.
Es dentro de ese proceso de modernización que está el proyecto educativo de José Pedro Varela (8) que es utilizado por el gobierno para ver en él una herramienta que le permita aplacar a los sectores populares, a la larga es mano de obra dócil, tratar de aquietar los ánimos, tratar de civilizar como se decía en ese contexto; con este proceso Uruguay ingresa al contexto capitalista como un país monoproductor, con el predominio de la producción ganadera y como el latifundio como la forma de tenencia clave y los sectores dominantes son los que van a estar vinculados a esta propiedad y vinculados también al comercio y van establecer alianzas con el capital extranjero, en este período concretamente es el capital inglés. Tienen intereses en común, el estanciero quiere vender su producto y el capital inglés lo quiere comprar, pero además en el país va haber la posibilidad de invertir en los servicios que ellos necesitan.
Para comenzar a llevar la práctica a este Estado moderno que utiliza la tecnología traída por los ingleses hay que controlar los levantamientos en la campaña, se forma un ejército profesional que cuenta con armas superiores a la que tenían los revolucionarios, que se cuenta con el ferrocarril a su servicio, el tema de la geografía ahora ya no es un impedimento para comunicarte hacia cualquier punto, por eso se cuenta en ese momento de la coacción física que realiza ese ejército que va a estar al servicio del Estado que es el estado burgués y capitalista.
En nuestro país hablamos de una burguesía -en mi opinión- que está vinculada a la propiedad de la tierra, que trata a la tierra como una empresa; y tenemos también la burguesía que está vinculada al comercio en el siglo XIX.
El ingreso de Uruguay al contexto mundial implica que ingresa con las exigencias que ese contexto internacional te plantea, hablamos del predominio del siglo XIX de Europa fundamentalmente, así que acata las reglas del libre comercio de manera tal que producís en función de la demanda externa. Se va perfilando nuestra idea de Uruguay como un país ganadero en función de lo que te pide el mercado, se terminó la posibilidad de colocar el tasajo en el mercado esclavista de ese momento que eran Brasil y Cuba, y bueno se empezó a traer la inversión extranjera de las primeras fábricas de extracto. Y luego van a necesitar el Frigorífico que viene de manos de los ingleses, tenes que hacer una introducción de tecnología y dinamizar algunos polos de la economía en función de la demanda externa, cuando se ve la posibilidad de empezar a criar el lanar es porque existe una demanda externa que a la larga te lo está imponiendo. Así es como Uruguay se empieza a perfilar como un país ganadero que crece en función de la demanda externa como un país abierto al exterior, apegado a las reglas del libre comercio
Si dejamos la segunda mitad del siglo XIX y entramos al siglo XX tenemos allí el proyecto batllista que si bien tuvo el impulso de una burguesía vinculada a la industria ese proyecto va a terminar fracasando, porque planteaba las nacionalizaciones necesarias para sacar de encima el control que tenían los ingleses, es cierto que maneja un concepto innovador del estado para esa época, porque es el estado como un mediador de los conflictos sociales, es ese estado que consideraba que debía controlar los servicios básicos para la comunidad de la sociedad en su conjunto, impulsa nacionalizaciones, estatizaciones pero las mismas también van a ser frenadas por grupos económicos que no eran afín a ese modelo y el modelo va a fracasar porque es un modelo que innova dentro de las reglas del capitalismo.
Las reformas son superficiales no son profundas, no se hizo la reforma agraria, Uruguay no va a poder producir en función de las necesidades del mercado interno, vamos a seguir siendo un país dependiente que produce en función de la demanda externa.
Con el contexto de la crisis de 1929 se comienza a potenciar esa idea de apoyar a la industria que sustituye importaciones, que llega a su período de auge con lo que es el proyecto batllista -que también lo podemos catalogar como innovador para la época- pero siempre estamos hablando del Estado capitalista, del estado burgués, que plantea reformas leves no cambia el orden social establecido sino que busca afianzarlo y que por otra parte todo ese modelo de industria que sustituye importaciones va a estar dependiendo de la exportación agropecuaria.

Ángeles: Por todo esto razonando con estos datos, que si se quiere pensar en un país del futuro, si se quiere construir el Uruguay del futuro tenes que ir a esta base. Muchas veces se ridiculizan planteos presentados sobre reforma agraria, diciendo esto ya cambió y que hay que tomar en cuenta la modernización en el mundo. Pero desde este punto de vista la existencia del Uruguay depende de esto.
Romy: Exacto. Y siguiendo con este hilo de razonamiento que he venido llevando quería concretar que, ese modelo de industria sustitutiva de importaciones fracasa y en la década del 60 tenemos la alianza herrero ruralista que termina afianzando nuevamente lo que es ese país con predominio de la producción ganadera y ese país que ahora comienza a atarse a los requisitos del mercado mundial, de los organismos financieros internacionales porque entramos en la órbita del Fondo Monetario Internacional (FMI), reforma cambiaria monetaria de por medio, primer préstamo del FMI.
Desde allí en adelante se comienza a caminar por ese carril del liberalismo y del neoliberalismo que es el que asegura establecer las dictaduras, no solo acá en nuestro país sino a nivel continental. El pensamiento neoliberal que afianza, introduce y asegura la dictadura pero que se sigue llevando a la práctica hasta nuestros días y si se quiere hoy hasta el hueso.
De manera tal que nos encontramos en esa realidad que tu mencionas donde el contexto mundial cambió, la lucha de clases no existe, ahora el capitalismo es beneficioso lo cual es una gran falsedad, el capitalismo sigue siendo el mismo y más crudo si se quiere en nuestros tiempos, la lucha de clases sigue existiendo y eso no se pudo eliminar, no se puede borrar, existe, está allí instalada y llegamos a nuestros días con una extranjerización que apunta a ser total de la propiedad de la tierra.
En datos del Ministerio de Ganadería se establece que el 60% de las tierras vendidas fueron adquiridas por extranjeros y voy a leer textual como lo saqué de este lugar, dice:
“El 50% de la superficie total fue vendida por uruguayos, casi 60% fueron adquiridas por compradores cuya nacionalidad se desconoce por no ser persona física, el 38% de la superficie fue vendida en el período 2009 y no se puede establecer concretamente quien vendió ese 38%, porque por atrás tenemos no una persona física sino empresas”.
O sea que tenemos que en nuestro país el gobierno permanece como un promotor y espectador de esta situación donde ve como negocia el tema de la tierra, ve como extranjeros se apropian y venden a su antojo, ven como vamos perdiendo como lo denuncia el fiscal Enrique Viana, la posibilidad de ser un Estado, una nación, una república en la que se promueve la instalación de empresas que te controlan departamentos completos.
Lo vemos en Montes del Plata, datos sacados de su página, posee en su control unas 238 mil hectáreas, tiene propiedades forestadas en Colonia, Durazno, Flores, Florida, Paysandú, Rivera, Río Negro, Soriano, Tacuarembó, va a establecer en Colonia la planta de celulosa, tiene una terminal logística en Río Negro, va a establecer una terminal portuaria, va a establecer una unidad de generación de energía eléctrica e incluso UTE se va a comprometer a comprar la energía que ellos produzcan en exceso o sea que va a estar abasteciendo a UTE, es el negocio.

Ángeles: Claro, es como dice Viana cuando se lee el contrato, la sigla y la parte que participa en este contrato te quedan como en igualdad de condiciones una empresa y un Estado.
Lilián de Pocitos saluda y dice que debemos tener todos los meses un programa sobre Artigas.
Pero seguimos con el tema.

Romy: Si. En este contexto de extranjerización social donde se apunta a la industrialización con el apoyo del capital extranjero, con la realización mejor dicho del capital extranjero, eso a veces se tapa con la idea que es el Uruguay productivo, se nos quiere hacer creer que es el Uruguay productivo cosa que es lo contrario. Porque se están introduciendo polos de dinamismo en nuestra economía con el control tecnológico que tiene quien viene a invertir.
Hablaba de Montes del Plata pero está también el proyecto Aratirí donde la producción minera va a ser controlada en más del 90% por las empresas extranjeras que están detrás de la misma, entonces hablamos de un Estado capitalista y neoliberal que lleva el neoliberalismo como dije hasta las últimas consecuencias. En este estado ni siquiera podemos pensar en un cambio a nivel educativo, la educación es uno de los últimos puntos que se va a reformar y modificar de acuerdo a este modelo de país.
El problema de la Educación no se arregla con la construcción de algún liceo más, con arreglar esa aula que se llueve, con la introducción de tecnología, en realidad la Educación se transforma a partir del momento que transformamos la sociedad y no vamos a poder hablar de le Educación que queremos como docentes, no vamos a poder hablar de autonomía cuando ese sistema no le sirve al proyecto neoliberal que EP-FA ha impulsado y no necesitamos para darnos cuenta del problema que podemos llegar a tener  de ningún programa de evaluación internacional del alumno, como es el proyecto PISA (9), que está por detrás de la Orden para la Cooperación y  Desarrollo Económico (OCDE) que está compuesta por las principales economías capitalistas del mundo, y que son las que te dicen tenes este problema, tenes que hacer esto o lo otro y la reformulación es digitada desde el exterior.
No podemos en ese contexto hablar de esa Educación Pública que queremos, porque no le sirve al sistema. Al sistema le sirve una Educación como la que se está proyectando con el PROFIME (10) que es una Educación financiada por los organismos internacionales a gusto y antojo de los que estos necesiten  
Si bien la situación tal cual la planteo es nefasta siempre tenemos que pensar que una realidad es posible, en otras oportunidades he dicho que tenemos un país riquísimo, con un perfil agrícola-ganadero, pero sabemos que tenemos otros recursos en nuestro suelo, estamos dentro Acuífero Guaraní, tenemos agua dulce que es escasa en el mundo, tenemos el espacio geográfico como para ser felices pero hay que transformarlo y para transformar esta realidad hay que empezar hablar de una nacionalización. Nacionalizar la tierra, realizar una reforma agraria. Yo me apego a ese ideario Artiguista de limitar las propiedades hasta determinada extensión y el resto debe ser expropiado, repartir la tierra y transformar la misma en un sustento clave para la sociedad, es necesario además cambiar el concepto sobre la forma de tenencia de la tierra, la tierra no puede ser un bien que se venda. Sobre él no se puede -como dice el reglamento artiguista- contraer deudas; por lo tanto tenes la tierra, vivís en ella, la producís, la trabajas para el sustento de la familia y del país pero impedir que la tierra se pueda vender.
Si reglamentariamente o legalmente, un bien jurídico -no sé como se pueda llamar- nuestra Constitución estableciera un impedimento para la venta de tierra, todos esos latifundistas que son los que a lo largo de la historia se aseguraron el control de este recurso no lo estarían vendiendo. No estarían vendiendo si el Estado les hubiera dicho la tierra no la podes vender y ningún extranjero puede hacer uso de nuestra riqueza.
Esto va de la mano con una nacionalización del sistema financiero, los bancos tampoco pueden ser extranjeros, los recursos naturales son de la nación, son del Estado no de un gobierno y en el Estado hablamos del territorio y la población, el gobierno es una parte.
A partir de acá sí podemos hablar de la idea de Patria Grande que no es lo que se nos quiere hacer creer en nuestros días, como un tren que une orilla con orilla, porque detrás de ese trencito se vienen capitales de nefastos políticos argentinos que van a buscar un punto más de inversión y ahora en nuestro territorio.
Si vamos a retomar el ideario Artiguista no podemos hablar en este sentido de la Patria Grande porque la Patria Grande era bajo el respeto de la soberanía particular de la Provincia Oriental, respeto de la soberanía de los pueblos entonces una Provincia no iba a poder venirme a decir qué hacer con mis recursos. Por lo tanto, hasta que no transformemos este Estado capitalista y neoliberal ni siquiera va a ser viable la idea de Patria Grande. Estamos hablando de un cambio del sistema imperante que tenemos, si se quiere estamos hablando de socialismo esto no es capitalismo, este concepto Artiguista no va afín con el sistema capitalista, no podemos sacarnos el sombrero y hablar de Artigas diciendo que tratamos de llevar a la práctica sus ideas bajo este sistema, porque en la vuelta encontramos carteles que dicen ‘por el camino de Artigas’ lo cual desespera bastante porque ves la mentira que está allí, escrita, que no se sostiene en las políticas económicas que aplica el gobierno.
Por lo tanto si queremos hablar de otro país, si queremos hablar de Educación Pública es necesario romper con ese sistema capitalista y con este neoliberalismo que se lleva hasta las últimas consecuencias.
En tanto, el problema social se va a seguir agravando y terminaremos tal vez en las condiciones de países que nos muestran a veces en la televisión y la gente se horroriza como el caso de Haití. Así vamos a terminar si seguimos por este carril.
El problema social no se resuelve abriendo más cárceles, se resuelve dando trabajo efectivo a la gente, instalando a la gente en un lugar que pueda asegurar el sustento de su familia y para eso la tierra es fundamental. Vaya si tenemos allí lugares donde ocupar las personas, vaya si tendremos allí lugares donde establecer centros educativos vinculados también al trabajo de la tierra, por ejemplo escuelas de lechería, etc.

Ángeles: Vos estás haciendo un planteo muy concreto de un proyecto político no para la elección de un partido político sino un proyecto político de verdad. Cuando nosotros estamos frente a una situación como esta que estamos viviendo, viendo a Artigas y viendo el Reglamento de Tierras de 1815 no se da como algo aislado, en su momento también tenía otras medidas, resoluciones que tomaba Artigas y que ponía en práctica, que hablan de un concepto completo.
Romy: Sí, pero no olvidemos que el Reglamento va acompañado de otros reglamentos como el conocido Reglamento de Aduanas donde se priorizaba lo que era la producción con el “esfuerzo americano” -para Artigas la nación es el americano no hablamos de uruguayos ni argentinos- de manera que se establecían distintos aranceles cuyos sus porcentajes variaban de acuerdo al objetivo. Por ejemplo si se negociaba con Europa con Inglaterra a la cabeza el porcentaje era del 25%; se establecía libre de impuesto el ingreso de aquellos productos que eran esenciales y que no se tenían como máquinas por ejemplo; pero se recargaba a la ropa hecha y el calzado un 40% porque eso se podía producir en las Provincias federadas y si no se le protegía desplazabas esa producción, desplazabas una familia y estabas echando abajo todo un proyecto social.
Por eso es que en la Historia encontramos los instrumentos claves para transformar la sociedad.
La Historia no es eso que está escrito en el libro que lo repetimos en la clase, lo trabajamos con un objetivo que es que esté en nuestra cabeza y se transforme en esa herramienta que nos permita guiarnos, conducirnos, hacia dónde queremos llegar. Y me parece que como ser humano lo que queremos es una sociedad mejor que es posible, una sociedad donde todos podamos vivir felices, para eso es necesario realizar reformas y necesario recurrir a la historia para obtener esas ideas que nos son fundamentales.
No precisamos de la guía de los organismos internacionales, somos bastante inteligentes y nuestra historia es muy rica.

Ángeles: En el propio nombre del Reglamento de Tierras lo llama  Reglamento Provisorio de Tierras, esto también habla del proyecto político ¿Por qué era provisorio?
Romy: Hasta tanto no se lograra la recuperación de la Provincia en todo este contexto de la guerra, no sé, tal vez Artigas tenía la idea de seguir afianzando sus reformas. Pero como decías este proyecto económico va de la mano con derechos políticos.
Artigas habla de la soberanía como ese derecho de autoridad para decidir que reside en la nación, la nación es esa masa social que ahora adquirió derechos y son los que iban a poder participar y decidir. Si se quiere en Artigas podemos encontrar un real concepto de qué es la democracia, es una democracia porque tenes derechos políticos pero también tenes derechos a la supervivencia, al recurso, que te van a permitir sobrevivir, no hablamos de democracia cuando te dejo participar cada cinco años pero después soy yo quien decido y no tenes forma de patear hasta cinco años después y ver que sucede.

Ángeles: Te agradecemos muchísimo el que hayas venido y el enfoque que hiciste de este tema que sin duda da para mucho más, vamos a ver si podemos hacer un programa sobre Artigas todos los meses.
¿Qué respuesta tenés de tus alumnos cuando hablas de todas estas cosas?


Romy: Todo depende de la edad. Si hablamos de chicos de Ciclo Básico, chicos de alrededor de 13 o 14 años, cuando empiezan a comprender el significado del Reglamento de Tierras, te plantean que ‘está bueno’, porque ven la posibilidad de una solución a lo que ellos  pueden entender. C
Cuando hablamos de grupos de más grandes, desde 20 hasta 40 años, como tengo alumnos por ejemplo en UTU;  ven en este trabajo de la Historia un verdadero provecho. Son alumnos que cuestionan, preguntan, piden documentos para leer, leer y discutir, cada cual da su opinión. Pueden estar a favor o en contra pero lo importante es que los jóvenes puedan tomar opiniones a partir del  conocimiento. La libertad de expresión existe si tienen el acceso al conocimiento sino no hay libertad de expresión.

Ángeles: Gracias Romy Silva, te agradecemos en este día que recordamos el aniversario del Reglamento de Tierras de Artigas del 10 de septiembre de 1815.                                            


Notas de Redacción

(1) Félix de Azara (1742-1821) fue un militar, ingeniero, explorador, cartógrafo, antropólogo y naturalista español. España y Portugal, por el tratado de San Ildefonso (1777), fijaron las fronteras de sus posesiones en América del Sur. Se eligió a Azara para formar parte de los comisarios encargados de delimitar con precisión las fronteras españolas. Parte hacia Sudamérica en 1781 para una misión de algunos meses y se quedará durante 20 años. Colaboró con José Artigas en el establecimiento de pueblos en las fronteras entre la Banda Oriental y el Imperio del Brasil, cuya fundación más importante fue el pueblo de Batoví.
(2) Eugenio Petit Muñoz (1896 - 1977) Doctor en Derecho y Ciencias Sociales, profesor, historiador y ensayista de Uruguay. De extensa trayectoria en la docencia de Historia en Enseñanza Secundaria, en los Institutos Normales, en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, en la Facultad de Humanidades y Ciencias, ambas de la Universidad de la República, y en el Instituto de Profesores Artigas.
Publicó más de 50 títulos en libros, folletos y revistas. Fue director de la revista "Ensayos" que editó 21 números durante la dictadura de Terra; publicó varios importantes trabajos de investigación en el semanario Marcha. Fue uno de los firmantes de la Declaración Constitutiva del Frente Amplio el 7 de octubre de 1970.

(3) Zambo es el término utilizado para designar al individuo nacido del mestizaje de negro e indio.
(4) Miguel Barreiro (1789-1848). Político uruguayo. Adhirió de la causa artiguista en 1811, en el primer sitio de Montevideo como secretario de José Gervasio Artigas al cual acompaño al Éxodo del Pueblo Oriental.
Fue gobernador delegado de Montevideo (1815-1817) y dirigió la resistencia de esta ciudad frente a la invasión portuguesa de 1816.

(5) Nicolás Herrera (1775-1883) Además de lo que relata la profesora Romy Silva, cabe destacar en 1828 redactó un proyecto de constitución para la nueva República Oriental del Uruguay, y lo presentó al gobierno imperial antes de someterlo a consideración de los uruguayos. Dejó el cargo de senador brasileño mucho después de la pérdida de la Cisplatina, y permaneció al servicio del Imperio del Brasil. Era el padre de Manuel Herrera y Obes.
(6) Carlos Federico Lecor, (1767 - 1836) Vizconde de la Laguna, militar y político portugués. Siendo general, ocupó en 1817 la ciudad de Montevideo, que en esos momentos formaba parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
(7) Lorenzo Antonio Inocencio Latorre Jampen (1844 - 1916) fue un militar y político uruguayo, gobernador de facto entre 1876 y 1879, y presidente constitucional entre 1879 y 1880.
(8) José Pedro Varela (1845 - 1879) sociólogo, periodista y político uruguayo. En 1876, durante el gobierno del coronel Lorenzo Latorre, y a pesar de ser rival político de éste, aceptó el cargo de Director de Instrucción Pública, presentando un proyecto de ley por el cual el Estado uruguayo establecería la enseñanza escolar laica, gratuita y obligatoria, organizando también sus institutos reguladores y las asignaturas a dictarse. Este proyecto fue aprobado y convertido en ley el 24 de agosto de 1877 (Decreto Ley de Educación Común).
(9) El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE (PISA, por sus siglas en inglés), tiene por objeto evaluar hasta qué punto los alumnos cercanos al final de la educación obligatoria han adquirido algunos de los conocimientos y habilidades necesarios “para la participación plena en la sociedad del saber”. Las pruebas de PISA son aplicadas cada tres años y examinan el rendimiento de alumnos de 15 años en áreas temáticas clave (lectura, ciencias, matemática, etc.).
(10) Proyecto de Fortalecimiento de las Instituciones para la Mejora Educativa (PROFIME)

ANEXO
Reglamento Provisorio de la Provincia Oriental para el fomento de su campaña y seguridad de sus hacendados. 10 de setiembre de 1815.
1°. El señor Alcalde Provincial además de sus facultades ordinarias, queda autorizado para distribuir terrenos y velar sobre la tranquilidad del vecindario, siendo el Juez inmediato en todo el orden de la presente Instrucción.
2°. En atención a la vasta extensión de la campaña podrá instituir tres Sub-Tenientes de provincia, señalándoles su jurisdicción respectiva y facultándolos según este Reglamento.
3°. Uno deberá instituirse entre Uruguay y Río Negro, otro entre Río Negro y Yi; otro desde Santa Lucía, hasta la costa de la mar, quedando el Sr. Alcalde Provincial con la jurisdicción inmediata desde el Yi hasta Santa Lucía.
4°. Si para el desempeño de tan importante comisión hallare el Sr. Alcalde Provincial, y Subtenientes de Provincia, necesitarse de más sujetos, podrá cada cual instituir en sus respectivas jurisdicciones Jueces Pedáneos, que ayuden a ejecutar las medidas adoptadas para el establecimiento del mejor orden.
5°. Estos comisionados darán cuenta a sus respectivos subtenientes de Provincia; éstos al Sr. Alcalde Provincial, de quien recibirán las órdenes precisas; éste las recibirá del Gobierno de Montevideo, y por este conducto serán transmisibles otras cualesquiera que además de las indicadas en esta Instrucción, se crea adaptables a las circunstancias.
6°. Por ahora el Sr. Alcalde Provincial y demás subalternos se dedicarán a fomentar con brazos útiles la población de la campaña. Para ello revisará cada uno, en sus respectivas jurisdicciones, los terrenos disponibles; y los sujetos dignos de esta gracia, con prevención, que los más infelices serán los más privilegiados. En consecuencia los negros libres, los zambos de esta clase, los indios y los criollos pobres, todos podrán ser agraciados con suertes de estancia, si con su trabajo y hombría de bien propenden a su felicidad, y a la de la Provincia.
7°. Serán igualmente agraciadas las viudas pobres si tuvieran hijos. Serán igualmente preferidos los casados a los americanos solteros, y éstos a cualquier extranjero.
8°. Los solicitantes se apersonarán ante el señor Alcalde Provincial, o los subalternos de los partidos, donde eligieron el terreno para su población. Estos darán su informe al señor Alcalde Provincial y éste al Gobierno de Montevideo de quien obtendrán la legitimación de la donación, y la marca que deba distinguir las haciendas del interesado en lo sucesivo. Para ello al tiempo de pedir la gracia se informará si el solicitante tiene o no marca; si la tiene será archivada en el libro de marcas, y de no, se le dará en la forma acostumbrada.
9°. El Muy Ilustre Cabildo Gobernador de Montevideo despachará estos rescriptos en la forma que estime más conveniente. Ellos y las marcas serán dados graciosamente, y se obligará al Regidor encargado de Propios de ciudad, lleve una razón exacta de estas donaciones de la Provincia.
10°. Los agraciados serán puestos en posesión desde el momento que se haga la denuncia por el Sr. Alcalde Provincial, o por cualquiera de los subalternos de éste.
11°. Después de la posesión serán obligados los agraciados por el Sr. Alcalde Provincial, o demás subalternos, a formar un Rancho y dos corrales en el término preciso de dos meses, los que cumplidos, si se advierte la misma negligencia, será aquel terreno donado a otro vecino más laborioso y benéfico a la Provincia.
12°. Los terrenos repartibles, son todos aquellos de emigrados, malos europeos y peores americanos que hasta la fecha no se hallan indultados por el jefe de la Provincia para poseer sus antiguas propiedades.
13°. Serán igualmente repartibles todos aquellos terrenos que desde el año de 1810, hasta el de 1815, en que entraron los orientales a la plaza de Montevideo, hayan sido vendidos, o donados por el Gobierno de ella.
14°. En esta clase de terrenos habrá la excepción siguiente: Si fueran donados o vendidos a orientales o a extraños; si a los primeros, se les donará una suerte de estancia conforme al presente reglamento: si a los segundos, todo es disponible en la forma dicha.
15°. Para repartir los terrenos de europeos y malos americanos se tendrá presente si éstos son casados, o solteros. De éstos todo es disponible. De aquéllos se atenderá al número de sus hijos, y con concepto a que éstos no sean perjudicados, se les dará lo bastante para que puedan mantenerse en lo sucesivo, siendo el resto disponible, si tuvieran demasiado terreno.
16°. La demarcación de los terrenos agraciables, será legua y media de frente, y dos de fondo, en la inteligencia que puede hacerse más o menos extensiva la demarcación, según la localidad del terreno, en el cual siempre se proporcionarán aguadas, y si lo permite el lugar, linderos fijos; quedando al celo de los comisionados, economizar el terreno en lo posible, y evitar en lo sucesivo desavenencias entre vecinos.
17°. Se velará por el gobierno, el señor Alcalde Provincial, y demás subalternos para que los agraciados no posean más que una suerte de estancia. Podrán ser privilegiados sin embargo, los que no tengan más que una suerte de chacra; podrán también ser agraciados los americanos que quisiesen mudar de posición, dejando la que tienen a beneficio de la provincia.
18°. Podrán reservarse únicamente para beneficio de la Provincia el Rincón de Pan de Azúcar y el del Cerro para mantener las reyunadas de su servicio. El Rincón del Rosario por su extensión puede repartirse hacia el lado de afuera, entre algunos agraciados, reservando en los fondos una extensión bastante a mantener cinco o seis mil reyunos de los dichos.
19°. Los agraciados, ni podrán enajenar, ni vender estas suertes de estancia, ni contraer sobre ellos débito alguno, bajo la pena de nulidad hasta el arreglo formal de la Provincia, en que ella deliberará lo conveniente.
20°. El Muy Ilustre Cabildo Gobernador, o quien él comisione me pasará un estado del número de agraciados y sus posiciones para mi conocimiento.
21°. Cualquier terreno anteriormente agraciado, entrará en el orden del presente Reglamento, debiendo los interesados recabar por medio del Señor Alcalde provincial su legitimación en la manera arriba expuesta, del Muy Ilustre Cabildo de Montevideo.
22°. Para facilitar el adelantamiento de estos agraciados, quedan facultados el Señor Alcalde Provincial y los tres Subtenientes de Provincia, quienes únicamente podrán dar licencia para que dichos agraciados se reúnan y saquen animales así vacunos, como cabalgares de las mismas estancias de los europeos y malos americanos que se hallen en sus respectivas jurisdicciones. En manera alguna se permitirá que ellos por sí solos lo hagan: siempre se les señalará un Juez Pedáneo, u otro comisionado para que no se destrocen las haciendas en las correrías, y las que se tomen se distribuyan con igualdad entre los concurrentes, debiendo igualmente celar así el Alcalde Provincial, como los demás subalternos, que dichos ganados agraciados no sean aplicados a otro uso que al de amansarlo, caparlo y sujetarlo a rodeo.
23°. También prohibirán todas las matanzas a los hacendados, si no acreditan ser ganados de su marca: de lo contrario serán decomisados todos los productos, y mandados a disposición del Gobierno.
24°. En atención a la escasez de ganados que experimenta la Provincia se prohibirá toda tropa de ganado para Portugal. Al mismo tiempo que se prohibirá a los mismos hacendados la matanza del hembraje, hasta el restablecimiento de la campaña.
25°. Para estos fines, como para desterrar los vagabundos, aprehender malhechores y desertores, se le dará al señor Alcalde Provincial, ocho hombres y un sargento, y a cada tenencia de Provincia, cuatro soldados y un cabo. El Cabildo deliberará si éstos deberán ser de los vecinos, que deberán mudarse mensualmente, o de soldados pagos para que hagan de esta suerte su fatiga.
26°. Los tenientes de Provincias no entenderán en demandas. Esto es privativo del Señor Alcalde Provincial, y de los jueces de los Pueblos y Partidos.
27°. Los destinados a esta Comisión, no tendrán otro ejercicio que distribuir terrenos y propender a su fomento, velar sobre la aprehensión de los vagos, remitiéndolos o a este Cuartel general, o al Gobierno de Montevideo, para el servicio de las armas. En consecuencia, los hacendados darán papeletas a sus peones, y los que se hallaren sin este requisito, y sin otro ejercicio que vagar, serán remitidos en la forma dicha.
28°. Serán igualmente remitidos a este Cuartel General los desertores con armas o sin ellas que sin licencia de sus jefes se encuentren en alguna de estas jurisdicciones.
29°. Serán igualmente remitidos por el subalterno al Alcalde Provincial cualquiera que cometiere algún homicidio, hurto o violencia con cualquier vecino de su jurisdicción. Al efecto lo remitirá asegurado ante el Sr. Alcalde Provincial y un oficio insinuándole del hecho. Con este oficio, que servirá de cabeza de proceso a la causa del delincuente, lo remitirá el Sr. Alcalde Provincial al Gobierno de Montevideo, para que éste tome los informes convenientes, y proceda al castigo según el delito.

Todo lo cuanto se resolvió de común acuerdo con el señor Alcalde Provincial D. Juan León y D. León Pérez, delegados con este fin; y para su cumplimiento lo firmé en este Cuartel general a 10 de setiembre de 1815.
José Artigas

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